Epale - Ciudad Caracas
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CHávEz Por SiEmPrE<br />
EL GRAN PROMOTOR<br />
LA LLEGADA DE CHÁVEZ AL PODER DISPARÓ DISCUSIONES EN<br />
TODOS LOS ÁMBITOS. HOY NOS SENTIMOS ORGULLOSOS DE LO QUE<br />
SOMOS Y NOS ATREVEMOS A PENSAR EN LO QUE QUEREMOS SER<br />
POR rEinALdo gonzáLEz d.<br />
La banda barquisimetana Radio Candela fusiona rock y ska<br />
Bituaya es uno de los lados más visibles de Tiuna El Fuerte<br />
"El Sistema" ha viajado por el mundo<br />
Edición Número Veintitrés. Año 01. ÉPALE CCS <strong>Caracas</strong>, 24 de marzo de 2013.<br />
Mi mamá y mi papá eran adecos, pero de los buenos, de esos que<br />
trabajaban honestamente y estaban dedicados a sostener un hogar,<br />
sin mayores preocupaciones políticas que asistir a actos de<br />
campaña y votar. No andaban en chanchullos, pues. Si algo les<br />
agradezco, entre muchas cosas, es que atajaran mis expresiones<br />
de egoísmo, comentarios discriminatorios y malos chistes racistas,<br />
entre otras estupideces de niño (las de adulto me han tocado<br />
a mí). Si me tocara ubicarlos en la línea horizontal de las ideologías,<br />
de acuerdo a los valores que me han sembrado, estarían del<br />
centro hacia la izquierda.<br />
En el picó de la casa era posible que sonara “con Lusinchi pongámonos<br />
en marcha hacia una Venezuela de verdad…” y, seguidamente,<br />
“hacen falta muchos golpes para matar al chiripero y con<br />
uno solamente se mata la cucaracha...”, del tema “La patria buena”,<br />
que da nombre a un long play de Alí Primera cuya carátula tiene<br />
una talla en madera del cantor sobre un fondo anaranjado. Mi conclusión<br />
ante esta contradicción es que tenían sensibilidad pero se<br />
tragaron el discurso engañoso de la socialdemocracia, plasmado<br />
en un (mal) recordado himno:<br />
¡Adelante a luchar milicianos!<br />
a la voz de la revolución,<br />
libre y nuestra la patria en las manos<br />
de su pueblo, por fuerza y razón.<br />
¿Cuál revolución? ¿De qué patria hablaban, si la fueron vendiendo<br />
por pedacitos? Sin embargo, mi mamá cuenta que en esa época los<br />
pobres se identifi caban con AD y los sifrinos con Copei. Los partidos<br />
de izquierda no pasaban del tan mentado 5%.<br />
“¿Pero cómo es que tú apoyabas un gobierno en el que perseguían<br />
y torturaban a los comunistas?”, le he preguntado. Su respuesta es<br />
simple: “Yo no me enteraba de esas cosas y, lo que me llegaba, no<br />
lo creía”. Yo le creo. Es mi mamá.<br />
Durante la campaña presidencial del 98, ella desempolvó tanto el<br />
picó como aquel disco anaranjado, y las canciones que contiene<br />
también sonaban en la calle: 1. “La patria buena”, 2. “Sangueo para<br />
el regreso”, 3. “Techos de cartón”, 4. “Ruperto”, 5. “Los que mueren<br />
por la vida”, 6. “Canción mansa para un pueblo bravo”, 7. “Cunaviche<br />
adentro”, 8. “La patria es el hombre” y 9. “Perdóneme tío Juan”.