I:\Serafin\Sociedade\Incendios\Informe incendios para C. Narbona
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Sociedade Galega de Historia Natural<br />
Dende1973 estudiando, divulgando e defendendo o medio natural galego<br />
Presidencia<br />
Apartado de Correos nº 330; 15780 SANTIAGO DE COMPOSTELA<br />
http://www.sghn.org e-mail:sghn@sghn.org<br />
Opinión de la S.G.H.N. sobre la problemática incendiara en Galicia<br />
Agosto 2006<br />
Número de <strong>incendios</strong> en Galicia<br />
De acuerdo con las cifras oficiales (ICONA y Dirección General de Conservación de la Naturaleza) en<br />
Galicia el promedio fue de 3.841 <strong>incendios</strong> anuales en el período 1983-89 (algo más de un tercio del total<br />
<strong>para</strong> España) y de 7.603 <strong>incendios</strong> anuales en el período 1990-96 (casi la mitad del total <strong>para</strong> España).<br />
Los datos oficiales reflejan que la gravedad crónica de la problemática incendiaria en Galicia alcanza<br />
niveles «explosivos» a partir de 1995 con más de 10.000 <strong>incendios</strong> anuales, es decir con un incendio por<br />
cada 2 km 2 de superficie forestal, mientras que en el resto de España el promedio es de un incendio por<br />
cada 25 km 2 de superficie forestal (¡12 veces menos!).<br />
Con un promedio de 25-35 fuegos diarios a lo largo del año, la «bomba de relojería» de la problemática incendiaria<br />
en Galicia se activa dramáticamente cada vez que pasan quince o veinte días consecutivos sin llover (especialmente<br />
con vientos fuertes y sostenidos), sea en verano, como en este año, o a finales de invierno y comienzo de la primavera<br />
como en otros años.<br />
Causalidad, intencionalidad, piromanía y conspiración<br />
Las supuestas «pruebas» apuntadas por los que defienden la existencia de una<br />
«organización/conspiración incendiaria» son las siguientes: a) el horario de los fuegos, b) las zonas<br />
especialmente afectadas, con «actividades reincidentes», c) el gran aumento de <strong>incendios</strong> en la primera<br />
decena de agosto, y d) el descubrimiento de unos pocos artefactos rudimentarios.<br />
Pero estos hechos, incluyendo la existencia de los artefactos incendiarios, vienen repitiéndose desde<br />
que comenzó la etapa virulenta de los <strong>incendios</strong> forestales en 1969, por lo que si alguien insiste en la<br />
existencia de una «organización incendiaria» debería admitir su presencia desde hace 37 años.<br />
La gran persistencia en el tiempo, el enorme número de <strong>incendios</strong> provocados cada año y su distribución por todos<br />
los ayuntamientos y parroquias de Galicia implicarían la existencia de una «organización» importante, con:<br />
1. Dirección, financiación y «agentes» bien entrenados, capaces de pasar desapercibidos en el territorio español<br />
con mayor dispersión de la población en el medio rural.<br />
2. Infraestructura: medios técnicos y dependencias <strong>para</strong> reunirse, coordinarse, elaborar y distribuir los artefactos<br />
incendiarios.<br />
3. Móviles definidos, que deberían de ser específicos <strong>para</strong> el tipo de terreno quemado, según tenga o no interés<br />
urbanístico, árboles maderables, matorral o cultivos. Los móviles, además, deberían de ser secretos pues nunca<br />
se hicieron públicos y los <strong>incendios</strong> nunca fueron reivindicados por ninguna organización.<br />
Parece increíble que una «organización» de esta categoría no haya dejado más rastro en 37 años que unos pocos<br />
artefactos incendiarios, extremadamente rudimentarios, y que ninguno de sus «agentes» haya sido detenido y/o<br />
identificado.<br />
Además la realidad desmiente la «teoría de la conspiración», pues:<br />
1. Todos los detenidos y/o denunciados son vecinos del lugar o de sus proximidades, y gallegos de nacimiento<br />
o adopción.<br />
2. Todos los motivos manejados en los estudios sobre causalidad de los <strong>incendios</strong> son locales.<br />
3. Ninguna otra comunidad autónoma maneja esta teoría exculpatoria, a pesar de sufrir en diverso<br />
grado el efecto de los <strong>incendios</strong> forestales.<br />
Entidade Científica sen ánimo de lucro fundada en 1973. Inscrita no Rexistro Nacional de Asociacións co nº 584.918. Rexistrada no folio 11 das Asociacións Protectoras<br />
do Medio Ambiente (Xunta de Galicia). Nº AO/C-000/382 do Rexistro de Asociacións Culturais Galegas. Membro do Consello Galego de Medio Ambiente.<br />
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Sociedade Galega de Historia Natural<br />
Dende1973 estudiando, divulgando e defendendo o medio natural galego<br />
Presidencia<br />
Apartado de Correos nº 330; 15780 SANTIAGO DE COMPOSTELA<br />
http://www.sghn.org e-mail:sghn@sghn.org<br />
Realmente, la única «organización» conocida que ha promovido la quema del monte en Galicia es la<br />
Xunta de Galicia de la «era Fraga» que impuso obligatoriamente la quema de matorral en invierno a los<br />
cotos de caza que quisieran pedir subvenciones <strong>para</strong> la «mejora del hábitat cinegético <strong>para</strong> la caza<br />
menor», objetivo que no parece convincente en la Comunidad Autonóma con el mayor número de<br />
<strong>incendios</strong> y quemas autorizadas de toda España; y no sólo les obligaba a quemar sino que incluso les<br />
pagaba 30.000 pts/hectárea por hacerlo (véanse, por ejemplo, el Diario Oficial de Galicia nº 87 del 06-05-<br />
1994 y nº 3 del 04-01-1995).<br />
Actuaciones necesarias<br />
La S.G.H.N. considera que <strong>para</strong> avanzar en el tratamiento de la problemática incendiaria son<br />
necesarias, entre otras, las siguientes actuaciones:<br />
1. Evitar el tratamiento partidista del tema <strong>para</strong> alcanzar el consenso de todos los grupos políticos y<br />
sociales.<br />
2. Reconocer la exclusiva autoría de los gallegos en la tragedia, única explicación hasta la fecha basada<br />
en hechos probados. Urge espolear la conciencia popular frente a la más grave destrucción del<br />
medio natural gallego y aislar socialmente a los incendiarios.<br />
3. Incrementar el detalle de los estudios de causalidad y asignar más medios (humanos y materiales)<br />
<strong>para</strong> la investigación y publicar los informes. De acuerdo con la legislación y la proporcionalidad<br />
que se debe esperar de su aplicación, deberían hacerse públicas las sanciones y los sancionados<br />
cuando concurran sentencias firmes en los casos de intencionalidad.<br />
4. Emplear satélites de teledetección <strong>para</strong> una evaluación real del número de <strong>incendios</strong> y de la<br />
superficie quemada cada año. Toda la información oficial sobre número de <strong>incendios</strong> y superficies<br />
quemadas, por año y municipio, debería estar a disposición pública.<br />
5. Ordenar racionalmente el territorio y evitar las intervenciones ambientalmente «duras» e ineficaces:<br />
el problema no se resolverá eliminando el matorral, o abriendo pistas y cortafuegos, pues ya es<br />
difícil, sino imposible, encontrar un sólo kilómetro cuadrado de Galicia sin una o varias pistas,<br />
carreteras o cortafuegos.<br />
6. Implicar a todo el ejecutivo gallego y a toda la ciudadanía de Galicia en la resolución de la<br />
problemática de los <strong>incendios</strong> forestales, que no puede ser asunto únicamente de una Consellería.<br />
6. Aplicar los programas informáticos desarrollados conjuntamente por las Universidades gallegas<br />
y el IIAG-CSIC <strong>para</strong> predecir el índice de peligro de incendio <strong>para</strong> cada zona de Galicia y optimizar<br />
los recursos de extinción.<br />
7. Recuperar las zonas quemadas, aplicando las investigaciones, sobre las medidas de revegetación<br />
y minimización de los daños tras los <strong>incendios</strong>, sobre todo las realizadas por el IIAG-CSIC y el<br />
Departamento de Ecología de la USC en Santiago de Compostela.<br />
8. Hacer un uso adecuado del lenguaje al hablar de los <strong>incendios</strong>: las declaraciones de los<br />
responsables públicas deben ser muy mesuradas y basadas en datos reales y no suposiciones.<br />
Y también es necesario aprender de la historia: «Siempre que el propietario no tenga interés en que<br />
haya árboles en su hacienda, no bastará toda la vigilancia del Gobierno <strong>para</strong> vigilarlo» (Barba y Roca,<br />
1789). Hay que aprender la lección e invertir más en prevención que en extinción, <strong>para</strong> desmontar la<br />
«economía del fuego» creada a lo largo de los últimos 16 años en torno a la extinción de los <strong>incendios</strong> en<br />
Galicia.<br />
Entidade Científica sen ánimo de lucro fundada en 1973. Inscrita no Rexistro Nacional de Asociacións co nº 584.918. Rexistrada no folio 11 das Asociacións Protectoras<br />
do Medio Ambiente (Xunta de Galicia). Nº AO/C-000/382 do Rexistro de Asociacións Culturais Galegas. Membro do Consello Galego de Medio Ambiente.<br />
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Dende1973 estudiando, divulgando e defendendo o medio natural galego<br />
Presidencia<br />
Apartado de Correos nº 330; 15780 SANTIAGO DE COMPOSTELA<br />
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Los <strong>incendios</strong> forestales en Galicia. Año 1990 (resumen informe S.G.H.N.)<br />
Colaboración del Gobierno Central<br />
El Gobierno Central envió 3 Canadair, 7 helicópteros, 2 escuadrones de caballería y 7 motoristas «todo<br />
terreno» de la Guardia Civil y 4 compañías (unas 800 personas) del Ejército de Tierra.<br />
Número de <strong>incendios</strong> forestales<br />
Hubo 1280 entre el 4 y el 11 de agosto (media de 160 diarios); luego unos 100 diarios en la segunda decena del<br />
mes y 45-50 diarios en la tercera decena de agosto y a lo largo de septiembre.<br />
El fuego fue indiscriminado y general en toda Galicia, destruyó toda clase de arbolado, cultivos, edificios<br />
agrícolas e instalaciones auxiliares, viviendas, vehículos y maquinaria, amenazó monumentos y pueblos y dejó<br />
a comarcas enteras sin electricidad ni teléfono. Provocó la muerte de ganado doméstico y de innumerables<br />
animales silvestres. Además, varias personas resultaron heridas, alguna de consideración.<br />
Causalidad e intencionalidad<br />
Programa electoral PP <strong>para</strong> las autonómicas de 1989 (pág. 32): «fines de urbanización o de cultivos, conseguir<br />
pastos, comprar madera más barata, aterrorizar a la población con fines políticos, crear sensación de caos,<br />
desprestigiar a la Administración Pública, al propio Estado o Comunidades Autónomas o a los<br />
Ayuntamientos, venganzas personales, comportamientos irracionales e irresponsables y otros», en las zonas<br />
costeras «de las circunstancias y forma en que se han producido los <strong>incendios</strong> forestales en el verano de 1989<br />
puede inferirse una relación entre los <strong>incendios</strong> provocados y el narcotráfico».<br />
Memoria del Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia de Galicia: «quema incontrolada de rastrojos,<br />
venganzas, discusiones sobre la titularidad pública o privada de los montes, piromanía, aburrimiento,<br />
embriaguez, cuestiones de caza». De «esta prolija relación de causas» el fiscal no deduce la existencia de una<br />
maniobra organizada.<br />
Artículo de prensa del 26 de agosto que analiza 67 de los 69 informes realizados por la Guardia Civil: la<br />
mayoría de los detenidos son varones y más de la mitad pasan de los 50 años, el incendio lo provocaron en<br />
el mismo lugar de residencia, el 53,7% fue intencionado, el 41,8% se debió a la quema de maleza y el 4,5% fue<br />
por negligencia.<br />
La hipótesis conspirativa<br />
Enunciada en años anteriores como simple conjetura, en 1990 la Xunta de Galicia gobernada por el PP la<br />
admite oficialmente como la causa principal de los <strong>incendios</strong> forestales ocurridos durante el año (aunque en<br />
1989 el PP los atribuyó a la mala gestión de la Xunta anterior), indicando la existencia de una o varias<br />
organizaciones incendiarias.<br />
En agosto de 1990 el Conselleiro de Agricultura declara que «sin duda es una actividad criminal llevada a cabo<br />
por delincuentes empeñados en desertizar los montes gallegos» y que «la banda criminal de incendiarios actúa<br />
especialmente en zonas muy determinadas como los alrededores de las ciudades, lo que demuestra una clara<br />
intención no sólo de quemar el monte sino también de atemorizar la población».<br />
Pero uno de los responsables de la lucha contra <strong>incendios</strong> afirma, en el anonimato, que «Apenas quedan ya<br />
chivos expiatorios. Yo no niego que existan planes organizados <strong>para</strong> exterminar la masa forestal gallega, peo<br />
las únicas evidencias con las que contamos no apuntan en tal sentido. No hay constancia de que, a lo largo<br />
de todos estos años, se hayan encontrado pruebas que demuestren implicaciones de bandas organizadas». Y<br />
el Fiscal Jefe del TSJG ratifica que «no existe prueba alguna judicialmente válida <strong>para</strong> estimar que exista una<br />
organización criminal, dentro o fuera de Galicia, dedicada a incendiar los montes gallegos».<br />
Entidade Científica sen ánimo de lucro fundada en 1973. Inscrita no Rexistro Nacional de Asociacións co nº 584.918. Rexistrada no folio 11 das Asociacións Protectoras<br />
do Medio Ambiente (Xunta de Galicia). Nº AO/C-000/382 do Rexistro de Asociacións Culturais Galegas. Membro do Consello Galego de Medio Ambiente.<br />
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