40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital

954 índice de materias
nos llaman dioses, AD 2,6; los demonios
y la a. de algunas cosas verdaderas,
pero no pueden nada contra
Dios, AD 8,12; los libros de los ídolos
contienen algunas cosas recogidas
después de sucedidas, aunque en
sus templos las dieran como a., AD
8,12; las a. verdaderas de los paganos
recogidas de las profecías que se
leían públicamente en las sinagogas
de los judíos, mucho más antiguas y
célebres que las a. de los ídolos, AD
8,12.
Adopción: nuestra esperanza de a.,
83Qq 67,6; por la a. podía suceder
que un solo hombre tuviese dos padres,
como en el caso de José, Retr
34,2.
Adrumeto: el monasterio de A., Retr 93
y 94.
Adulterio: Las uniones adulterinas a
Polencio (PAC), dos libros, una
cuestión dificilísima según las Escrituras,
Retr 84.
Adversario: Réplica al a. de la Ley y los
Profetas (CALP), dos libros, Retr 85.
Afecto: los mismos evangelistas cuentan
los a. del alma humana de Cristo,
y las funciones mixtas del cuerpo y
del alma, 83Qq 80,3; los mártires de
Cristo, luchando por la verdad, vencieron
también el a. natural, PD
8,10; los ultrajes a los cuerpos de los
mártires que soportaron todo con
fortaleza producen dolor y compasión
entre los hermanos al no poder
evitarlo ni honrarlos en sus reliquias,
PD 8,10; por el a. con el que nadie
odia jamás su propia carne causa
dolor aquello que impresiona mal, y
alegría aquello que es honor, aunque
el cuerpo ya no lo sienta, PD 9,11.
África: de vuelta a A., Retr 6; en A.,
Hipona, terminó el libro 2.° y 3.° del
Libre albedrío (LA), Retr 9,1; en A.
escribió los libros sobre el Génesis
contra los maniqueos (GncM), Retr
10,1; el libro 83 Cuestiones diversas
(83Qq), después que volví a A., según
los hermanos me preguntaban,
Retr 26.
Africano: el A. no calló el nombre de la
misma mujer abuela de José, Retr
33,2.
Agua: el a. viva, como premio a la fe,
83Qq 64,4; quizá la Sagrada Escritura
quiere designar con el nombre de
a. toda la materia corporal de donde
habían sido hechas y formadas todas
las cosas, 8qqD viii,2.
Agustín : promesa de A. de responder
a las réplicas, AD 10,14; el argumento
de A. para demostrar que los difuntos
no se interesan en los asuntos
de los vivos es la experiencia con su
propia madre, porque dice que entonces
no le dejaría a él ni una sola
noche, PD 14,16; A. no se atreve a
definir cuándo las apariciones y los
milagros unas veces suceden por
medio de los ángeles que toman la
figura de los mártires, y otras por la
misma presencia personal de los
mártires, PD 17,20; sobre cómo se
hacen las apariciones y los milagros
A. preferiría humildemente informarse
bien de personas que lo sepan
ciertamente, PD 17,20; yo creo que
el mismo Juan (un monje con el don
de discernimiento de espíritus) sabe
todas estas cosas sobre apariciones y
milagros, como yo quisiera, para
aprender las que son verdaderas y
ciertas, PD 18,21; A. manifiesta a
Paulino de Ñola las muchas ocupaciones
que le absorben, PD 19,23;
amor de A. a la verdad, Retr pról. 1;
más aún quiere A., en cuanto lo
sea, ser vencido por la verdad, 8qqD
1,14; A. sobre puntos difíciles prefería
oír a otros más doctos y corregir
su opinión, en lugar de creerse una
autoridad, 8qqD íü,3; A. confiesa
que quiere más aprender que enseñar,
8qqD iii,6; v,3; A. desea que
pase esta necesidad de que el hombre
enseñe al hombre, para que todos
nos dejemos enseñar por Dios,
8qqD iii,6; la humildad de A. deseando
aprender, y no creerse que es
doctor, 8qqD íii,6; cuando A. estaba
presente, rarísima era la vez que se le
permitía callar y escuchar a los demás,
Retr pról. 2; la retracción de
opúsculos, cartas y tratados de A,,
Retr pról. 1; hace tiempo que vengo
pensando y queriendo hacer lo que
ahora comienzo, las Retractaciones
(Retr) de A., Retr pról. 1; A. corrige
sus errores, Retr pról. 1; A. se siente
responsable por todo cuanto ha escrito
y hablado, Retr pról. 2; A.
cuando escribe los libros Costumbres
de la Iglesia Católica y Costumbres
de los maniqueos (CICM) era poco
conocedor de las Escrituras, Retr
7,2; A. en los libros El libre albedrío
(LA) no defiende la causa de los
pelagianos, Retr 9,3.
Alarico: A., rey de los godos que arrasó
la ciudad de Roma, Retr 70,1.
Albedrío: el libre a., 83Qq q 2, Retr
26,2; el libro del Libre Albedrío,
Retr 14,4; prueba del libre a. por la
bondad de la voluntad del hombre,
83Qq q 2; el libre a. de la voluntad,
83Qq q 23; el Libre albedrío (LA),
tres libros, investigación de Agustín
sobre el origen del mal, Retr 9,1; La
gracia y el libre albedrío (GLA) al
monasterio de Adrumeto, Retr 93; el
libre albedrío de la voluntad humana
y la gracia de Dios, Retr 28,1; el segundo
libro de las Actas eclesiásticas
del debate con Félix (ADF) trata del
libre a. de la voluntad para hacer el
bien y el mal, Retr 35; tanto el pecado
como la obra buena están en el
libre a. de la voluntad, 83Qq 24.
Alegoría: los dos hijos de Abrahán, que
son a. de los dos Testamentos y de
Lázaro en el sepulcro, que es el alma
(todo el género humano), sepultada
por los pecados, 83Qq q 65; no es
consecuente interpretar como una
pura a. las hierbas y frutales como
alimento, Retr 10,2.
Alejandría: la destrucción del templo
de Serapis en A., AD 1,1.
Alimento: los a., 83Qq q 39, Retr 26 q
39; tanto aquí como allí hay a.; pero
el a. de aquí, cuando nutre se acaba
y disminuye; el a. de allí, a la vez
que llena, permanece entero. De este
a. Cristo nos ha indicado que tengamos
hambre, UA, exordio; el a. terreno
sostiene la vida de los hombres,
el a. celestial la de los ángeles,
UA 2,2; el a. repara la debilidad de
la carne; el otro a., el celestial, satisface
la piedad del alma, UA 2,2;
nadie tome a. sin licencia fuera del
Monasterio o mesa común, OMm 8
y OMf 10.
Alma: ¿existe el a. por sí sola?, 83Qq q
1; el origen del a. viene de Dios, que
es su autor, 83Qq q 1; el a. se engaña
muchas veces, ib.; a. y verdad son
distintas, ib.; demostración de la
existencia del a. por la verdad, ib.; el
a. es por la verdad, no por sí misma,
ib; el a. y sus operaciones, 83Qq q 7;
a qué se llama a. en el ser que anima,
ib.; a veces se entiende el a. junto
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con la mente, ib.; el hombre consta
de a. y cuerpo, ib.; ¿el a. se mueve
por sí misma?, 83Qq q 8; automóvilmente
del a., ib.; la voluntad demuestra
el automovimiento del a.,
ib.; el movimiento del a. (el querer)
es espontáneo, don de Dios, ib.; el a.
se mueve por la voluntad, no localmente,
ib.; el a. pecadora es la que
sale perjudicada, sin que deforme el
conjunto del Reino de Dios con sus
fealdades, 83Qq q 27; lo eterno es
amado de tal manera que afecta al a.
con la eternidad, 83Qq q 35,2; el a.
debe amar eso tan grande que debe
ser conocido por la mente, 83 Qq
35,2; Dios y el a., cuando se aman,
se dice propiamente caridad-dilección,
83Qq q 36,1; el a. es de otra
sustancia que Dios, 83Qq q 38; conformación
del a., 83Qq q 38; el a.
recibe la verdad por sí misma y no la
transforma, 83Qq q 39; el a., uniéndose
a la verdad inmutable, llega a
ser feliz, 83Qq q 45,1; el a. racional,
santa y pura es idónea para la visión
de las ideas, 83Qq q 46,2; el a. racional,
cuando es pura por la caridad,
contempla iluminada por Dios con
luz inteligible las razones que la hacen
felicísima, 83Qq q 46,2; ningún
movimiento del a., después de la resurrección,
va a estarnos oculto,
83 Qq q 47; toda a. es mejor que
todo cuerpo, porque es mejor lo que
vivifica que lo vivificado, 83Qq q 54;
mejor que el a. Dios, 83Qq q 54;
cuando el a. se complace en sí misma
y en su propio interés está olvidando
a Dios, 83Qq q 79,1; cuando
el a., abandonando a Dios, se complace
en sus propios honores, tanto
más se somete a las potestades que
gozan de su autonomía, 83Qq q
79,1; el origen de cada a., Retr 1,3;
la patria original del a. es el mismo
Dios, que la creó de la nada, Retr
1,3; La dimensión del a. (DA), un
libro, Retr 8; aprender cómo evocar
y recordar, no en sentido de que el
a. hubiera vivido alguna vez y aprendió
antes, Retr 8,2; aquí necesita el
a. abstenerse de los sentidos carnales
para captar las cosas inteligibles,
Retr 11,2; aquí entiende por a. a
toda criatura incorpórea, Retr 13,2;
por el a. creada por Dios se entiende
toda criatura racional, Retr 16,2; si