40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital
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926 Notas complementarias<br />
porque no olvida ni a los fieles ignorantes (Retract. 2,3), ni a los hermanos<br />
poco instruidos, sacrificando por ellos las reglas de la métrica y la prosodia,<br />
para instruirlos de manera que le entiendan en lo que es verdaderamente<br />
importante, la fidelidad con las buenas costumbres a la vida cristiana<br />
y religiosa. El está pronto y dispuesto a defender la verdad, la fe<br />
católica, la vida cristiana, la perfección religiosa. Nada que se refiera a la<br />
gloria de Dios y a la salvación de las almas le deja indiferente. Por eso,<br />
muchos fallos de sus obras son defectos más bien de su carácter y servicialidad,<br />
porque la mayoría de las veces no ha elegido él los temas o<br />
cuestiones, con frecuencia difíciles, embrolladas e insolubles, sino que se<br />
las proponían para que las respondiera, y su caridad atendía a todos aun<br />
con discusiones interminables y soluciones oscuras, pero nunca por curiosidad,<br />
como era común en su tiempo (cf. H. I. MARROU, Saint Augustin<br />
et la fin de la culture antique [Paris 1938], p.148-155; 278-279; 472-473).<br />
Hay que distinguir dos etapas: hasta el episcopado, y después de<br />
obispo. Antes de ser obispo, San Agustín trabaja más por sus aficiones y<br />
asuntos suyos {Retract. 1,3) y de su comunidad; una vez ordenado obispo,<br />
tiene que trabajar por los demás, se debe a sus fieles, a su rebaño y a las<br />
necesidades de la Iglesia; por eso se comprenden muchas cosas de la vida<br />
de Agustín, como la variedad de temas que toca, y que deja aparentemente<br />
sin terminar; sólo aparentemente, porque sin duda todos los ha expuesto<br />
repetidas veces, como lo sugieren los guiones de las 83 Cuestiones<br />
diversas, cuyas exposiciones, sobre todo las más difíciles, él sabe que los<br />
hermanos se las han copiado, y que las tenían algunos; pero que no todas<br />
habían sido publicadas en libros, bien porque las múltiples ocupaciones se<br />
lo impedían, o bien porque ya las había respondido y dictado muchas<br />
veces, como parece indicárselo a su viejo amigo Evodio de Uzalis (Ep.<br />
162,1-2). Por otra parte, los que acuden a él lo hacen con prisa, con<br />
impaciencia, y le exigen respuestas urgentes, y por lo tanto incompletas,<br />
que él señala como imperfectas o incorrectas, precisamente porque no le<br />
dan tiempo para estudiarlas y trabajarlas; pero entonces es esa impaciencia<br />
de sus interlocutores la que se delata como precipitación.<br />
De lo que no hay duda es de que todo cuanto ha escrito San Agustín<br />
ha sido fruto de su caridad, porque quiere e intenta ayudar a todos, no<br />
porque él crea saberlo todo, sino porque todos acuden a él, y él atiende<br />
a todos con infinitos detalles de caridad, v.gr. con Pelagio (Retract. 2,33),<br />
con San Jerónimo (Retract. 2,45; Epp. 165,172), contra los donatistas y<br />
cismáticos (Retract. 2,5), con los católicos rudos (Retract. 2,3), con los<br />
funcionarios, como el conde Bonifacio y la represión donatista (Retract.<br />
2,48), con los escrupulosos (Retract. 23,58), o con los piadosos y letrados<br />
(Retract. 2,38), amantes de la Sagrada Escritura y de sus expresiones<br />
(Retract. 2,54). En cada uno de sus escritos se puede descubrir un acto<br />
de caridad de Agustín, hasta en las fórmulas más frías y sosas.<br />
Otra faceta del alma de San Agustín que nos descubren las Retractaciones<br />
es la fe y confianza filial con que recibe, enseña y defiende la<br />
doctrina de la Iglesia católica desde el primer momento de su conversión<br />
con los suyos y contra los maniqueos; después, contra los donatistas y<br />
cismáticos; contra los pelagianos y herejes. Cuantas veces surge un peligro<br />
para la fe católica, lucha contra el error hasta hacer triunfar la verdad.<br />
Es natural que en los primeros años de su conversión aparezca la<br />
caridad, más como amor de Dios y profundización en la fe, porque su<br />
objetivo y orientación es solamente Dios, y Jesucristo, como Maestro,<br />
"Notas complementarias 927<br />
Camino y Meta, de quien ya no se quiere apartar, y a quien trata de seguir<br />
con fidelidad como siervo de Dios en compañía de los suyos; ensayando<br />
una vida comunitaria cristiana de perfección en Casiciaco y después del<br />
bautismo, hasta que con la vuelta a África organiza la vida monástica en<br />
Tagaste con oración, estudio, trabajo y apostolado; porque desde el primer<br />
momento el centro de sus preocupaciones es el servicio de Dios y su<br />
mayor gloria, atrayendo a los más que puede a su mismo género de vida.<br />
Las Retractaciones, como libro que repasa sus obras, es espejo de su<br />
alma limpia, sincera, fiel y ecuánime, donde se pueden analizar multitud<br />
de detalles que perfilan muy bien su grandeza, sobre todo, ante la idea<br />
humilde y el esfuerzo desinteresado de releer todas sus obras, hasta las<br />
más insignificantes, con el fin de no dejar pasar en ellos el más mínimo<br />
desliz por pequeño que fuera. Las Retractaciones muestran ahí un espíritu<br />
vivo, inteligente y vigilante, que se interesa por todo, y para todos, eternamente<br />
joven, que a sus setenta y tantos años es capaz de trabajar con<br />
aquel vigor y entusiasmo de los años juveniles en defensa de la verdad y<br />
de la Iglesia en la sólida y extensa obra Contra Julián, y esta misma de las<br />
Retractaciones, entre otras. Reflejo exacto de la grandeza de su alma,<br />
suficiente por sí solo para medir la talla humana, intelectual, moral y<br />
mística de San Agustín, consagrado hasta el final al servicio desinteresado<br />
del amor a Dios y al prójimo, nos descubren en conjunto la altura y la<br />
profundidad del alma de San Agustín, y a la vez nos permiten comprobar<br />
cómo él, que escribió tanto, tiene conciencia de haber hecho esto progresando<br />
a la vez que escribía, y las Retractaciones nos dan la medida, a la<br />
vez que invitan a que cuantos lo lean lo imiten progresando ellos también<br />
(Retract., Prolog. 3).<br />
Las Retractaciones no son, por tanto, una obra agustiniana cualquiera.<br />
Además de su originalidad irrepetible, es una obra paralela a las Confesiones,<br />
porque lo que allí confiesa ante Dios y los hombres sobre su vida,<br />
aquí en las Retractaciones confiesa también ante Dios y ante los hombres<br />
sobre sus escritos, con la misma sinceridad, humildad, desprendimiento y<br />
responsabilidad. Y, sin embargo, las Retractaciones no son leídas ni valorizadas<br />
más que como banco de datos para rellenar su biografía y actividad;<br />
cuando en realidad las Retractaciones debían ser la introducción<br />
previa a todos sus escritos; por esta tazón, muy acertadamente, la edición<br />
de los Maurinos, al editar las obras de San Agustín en 1679, colocaron en<br />
primer lugar los libros de las Retractaciones, inmediatamente después de<br />
la carta dedicatoria; la colección Migne también ha seguido ese criterio,<br />
editando en 1845 las Retractaciones inmediatamente después de la Vida de<br />
San Agustín, y como primicia de todas sus obras, precedida únicamente<br />
del prefacio al primer tomo y de una advertencia sobre los dos libros de<br />
las Retractaciones (cf. MIGNE, PL 32 [Paris 1845], 579-583); el mismo<br />
criterio siguió la edición francesa (Bar-Le-Duc, tomo I, 1864).<br />
Es verdad que, por su finalidad, técnica y estilo, las Retractaciones no<br />
son un libro para la literatura popular, pero a los estudiosos y eruditos les<br />
puede ayudar y sorprender su lectura y estudio con profundas satisfacciones,<br />
al verse ante el gran Doctor de la Iglesia que confiesa hasta los<br />
mínimos deslices de sus escritos como faltas que él descubre para hacerlas<br />
notar ante nuestra mirada.<br />
[41] Los Diálogos de Casiciaco. Los libros contra los académicos. En<br />
primer lugar se entiende por Diálogos de San Agustín las primeras obras<br />
escritas en forma dialogada, sea como coloquio, sea como soliloquio. Son