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40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital

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74 Ochenta y tres cuestiones diversas<br />

Puesto que la Sabiduría y la Virtud de Dios ", que se llama<br />

Hijo unigénito, al asumir la humanidad, ha indicado la liberación<br />

de todo el hombre "\ Y la liberación de todo el hombre<br />

debió de manifestarse en los dos sexos. Luego, porque convenía<br />

hacerse varón, que es el sexo más representativo, era lógico<br />

que la liberación del sexo femenino se manifestase en que este<br />

varón nació de mujer 37 .<br />

CUESTIÓN 12<br />

SENTENCIA DE UN SABIO (FONTEYO DE CARTAGO) 38 :<br />

LA MENTE DEBE SER PURIFICADA PARA CONTEMPLAR A DIOS<br />

(Testimonios de esta cuestión: S. Auc, Retract. 1,26,13; S. POSSID.,<br />

Indic. 10,5.)<br />

Respuesta: «Animo —dice—, desdichados mortales, veamos<br />

que el espíritu maligno jamás mancilla esta morada, porque,<br />

al insinuarse por los sentidos, no viola la santidad del<br />

nomine suscepto Iíberatíonem homínís indícavít. Hominís autem liberatío in<br />

utroque sexu debuit apparere. Ergo, quia virum oportebat suscipere, qui sexus<br />

honorabilior est, consequens erat ut feminei sexus liberatio hinc appareret,<br />

quod ille vir de femina natus est.<br />

XII<br />

SENTENTIA CUIUSDAM SAPIENTIS<br />

Agite, o, inquit, miseri mortales, hoc agite ne unquam polluat hoc domicilium<br />

malignus spiritus; ne sensibus immixtus incestet animae sanctitatem,<br />

" Cf. 1 Cor 1,24; lo 8,36; Gal 5,13; S. AUG„ De moribus Eccl. 11,22.<br />

36 Agustín está hablando de la cooperación de la Madre del Hijo unigénito de Dios<br />

hecho hombre a la obra de la redención en dos sentidos: por su maternidad, y porque<br />

Dios quería mostrar la liberación de todo el hombre. El Señor Jesucristo, que venía a<br />

salvar a los hombres y a las mujeres, no olvida a los hombres, porque El nace hombre,<br />

y tampoco olvida a las mujeres, porque nace de una mujer. Aquí, además, hay un gran<br />

misterio: lo mismo que por una mujer, Eva, nos vino la muerte, por una mujer, María,<br />

nos nace la Vida. Y así, por la naturaleza femenina y la masculina, el diablo vencido ha<br />

sido castigado. Cf. De vera religione 16,30; De fije et symbolo 4,9; De agone christiano<br />

22,24.<br />

57 Cf. S. Auc, Retract. 1,26,12.<br />

38 FONTEIUS CARTHAGI, De mente mundanáa aá videndum Deum, cf. Retract. 1,26,13.<br />

Y aclara Agustín: «La Cuestión 12, titulada Opinión de un sabio, no es mía, sino que<br />

como yo la di a conocer a algunos hermanos que entonces estaban muy interesados en<br />

estos problemas, a ellos les pareció bien incluirla entre mis respuestas. Pero es del<br />

nombrado Fonteyo de Cartago, y está tomada de su obra ha purificación del espíritu para<br />

ver a Dios, que había escrito siendo pagano, pero que murió cristiano, después de haber<br />

recibido el bautismo». Esta idea de la purificación del alma, «como un espejo bien<br />

pulido», para ver a Dios, «el pecador no es capaz de ver a Dios» (cf. TEÓFILO DE<br />

ANTIOQUÍA, Ad Autolycum 1,2), es frecuente antes de San Agustín, cf. SAN IRENEO, Adversus<br />

haereses 4,20,5; pero San Agustín la utiliza continuamente en sus escritos.<br />

Cuestiones 12-13 75<br />

alma, y no ofusca la luz de la mente. Se cuela este veneno por<br />

todos los ventanales de los sentidos: se adapta a las figuras, se<br />

acomoda a los colores, se acopla a los sonidos, se oculta en la<br />

ira, en la seducción de la palabra, se disfraza en los olores, se<br />

mezcla con los sabores, y mediante el fango de movimientos<br />

turbios oscurece los sentidos con afectos tenebrosos, obnubila<br />

todos los tránsitos de la inteligencia por los cuales el rayo de<br />

la mente suele iluminar la razón.<br />

Y como haya un rayo de luz etérea —espejo de la presencia<br />

divina—, en realidad allí relumbra la divinidad, allí la voluntad<br />

inocente y allí el mérito de la obra buena 39 .<br />

Dios está presente en todas partes. Y al mismo tiempo está<br />

en cada uno de nosotros, cuando la pureza inmaculada de<br />

nuestra mente llega a tener conciencia de que está en su presencia.<br />

Porque como la visión de los ojos, sí fuere defectuosa,<br />

no cree que esté presente lo que no ha podido ver —pues es<br />

inútil que la imagen de las cosas se mantenga presente ante los<br />

ojos, cuando en los ojos falta la integridad—, lo mismo Dios,<br />

que no está ausente en ninguna parte, y cuando la ceguera de<br />

la mente no deja ver, en vano está presente en las almas im-<br />

40<br />

puras» .<br />

CUESTIÓN 13<br />

PRUEBA DE QUE LOS HOMBRES SON SUPERIORES A LAS BESTIAS<br />

(Testimonios de esta cuestión: S. Auc, Retract. 1,26,14; S. POSSID.,<br />

Indic. 10,6.)<br />

lucemque mentís obnubilet. Serpit hoc malum per omnes aditus sensuales; dat<br />

se figuris, accommodat coloribus, adhaeret sonis, latet in ira, in fallacia sermonis,<br />

odoribus se subicit, ínfundít saporíbus, ac turbidí motus illuvíe tenebrosis<br />

affectíbus tenebrat sensus, quibusdam nebulis implet omnes meatus intellegentiae,<br />

per quos expandere lumen rationis radius mentís solet. Et quia radius<br />

aethereae lucis est, in eoque speculum divinae praesentiae, in hoc enim Deus,<br />

in hoc voluntas innoxia, in hoc recte facti meritum relucet: Deus ubique<br />

praesens est; tune autem unicuique nostrum simul est, cum mentis nostrae<br />

illibata puritas in eius praesentia se esse putaverit. Ut enim visus oculorum, si<br />

fuerit vítiatus, quidquid videre non potuerit, adesse non putat; frustra enim<br />

circumstat oculos praesens irnago rerum, si oculis íntegritas desit: ita etiam<br />

Deus qui nusquam deest, frustra pollutis animis praesens est, quem videre<br />

mentis caecitas non potest.<br />

35 Cf. PLOTINUS, Ennead. 1,6,9; 6,5,12; 6,9,7; 6,9,8; PORPHIRIUS, Ad Gaurum, ed.<br />

Kalbfeisch K. (1895), 50,21.<br />

40 Cf. S. AUGUSTINUS, De doctrina chnstiana 1,10,10; Epist. 137,7; 187,17.

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