40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital
40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital
40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
682 Las Retractaciones<br />
bien le aumenta su recompensa en el cielo; por el contrario, al<br />
pecar verdaderamente se hace daño uno a sí mismo, porque,<br />
a causa de su misma voluntad de hacer daño, él mismo recibirá<br />
el daño que hizo. Los pelagianos, de hecho, pueden traer a su<br />
favor esta frase, y afirmar por ello que a los párvulos no les<br />
han hecho daño los pecados ajenos, porque dije «a ninguna<br />
naturaleza hacen daño los pecados, sino los suyos propios»<br />
(los pecados no perjudican sino al que los comete), sin fijarse<br />
que los párvulos, que ciertamente pertenecen a la naturaleza<br />
humana, traen consigo el pecado original, porque la naturaleza<br />
humana pecó en los primeros hombres, y así ningún otro<br />
pecado ha dañado a la naturaleza humana sino los suyos propios.<br />
Sin duda que el pecado entró en el mundo por un solo<br />
hombre, en el cual todos pecaron; pues no he dicho que a<br />
ningún hombre, sino «a ninguna naturaleza hacen daño los<br />
pecados, sino los suyos propios».<br />
Igualmente en lo que dije un poco después: «que no existe<br />
un mal natural» m , pueden buscar una excusa semejante, a no<br />
ser que se refiera a la naturaleza tal cual fue creada al principio<br />
sin vicio alguno, porque ésa es verdadera y propiamente la<br />
naturaleza del hombre. Por el contrario, utilizamos esta palabra<br />
trasladada (en sentido metafórico) para designar también<br />
la naturaleza como nace el hombre (congénita), según la expresión<br />
del Apóstol: Porque fuimos también nosotros alguna vez<br />
por naturaleza hijos de ira igual que los demás.<br />
Esta obra comienza así: Si eligerent Manichaei quos deciperent.<br />
mercedem eius (51) auget in caelís (cf. Mt 5,12): sibi autem peccando veré<br />
uocet, quia propter ipsam voluntatem nocendi recipiet id, quod nocuit. Possunt<br />
sane Pelagiani ad suum dogma trahere istam sententiam, et ideo dicere,<br />
parvulis aliena non nocuisse peccata, quia dixi: nulli naturae nocere peccata nisi<br />
sua; non intuentes ideo párvulos, qui utique pertinent ad humanam naturam,<br />
trahere origínale peccatum, quia in primis hominibus natura humana peccavit,<br />
ac per hoc naturae humanae milla nocuere peccata, nisi sua. Per unum quippe<br />
hominem, in quo omnes peccaverunt, peccatum intravit un mundum (cf.<br />
Rom 5,12), non enim nulli hominí, sed nulli naturae dixi peccata nocere, nisi<br />
sua. ítem in eo quod paulo post dixi: Nullum esse malum naturale (II 29,43),<br />
possunt quaerere simüem latebram, nisi hoc dictum ad naturam talem referatur,<br />
qualis sine vitio primitus condita est: ipsa enim (33) veré ac proprie natura<br />
hominis dicitur. Translato autem verbo utimur, ut naturam dicamus etiam,<br />
qualis nascitur homo, secundum quam locutionem dixit Apostolus: Fuimus<br />
enim et nos aliquando natura filii irae, ücut et ceteri (Ephes 2,3). Hoc opus<br />
sic incipif. Si eligerent Manichaei quos deciperent.<br />
"' Ibíd., 2,29,43; De libero arbitrio 3,19,54; cf. FLORUS LUGDUNENSIS, Expositio...<br />
205 r, 1-2.<br />
Libro I, 11 683<br />
11. LA MÚSICA, SEIS LIBROS (10)<br />
Título: S. POSSID., Indic. 10,4 (164).<br />
1. Después, como he recordado antes 113 , escribí seis libros<br />
sobre La Música, de los cuales el libro sexto ha tenido<br />
más éxito, porque en él se discurre dignamente cómo desde los<br />
números corporales y espirituales, pero mutables, se llega a los<br />
números inmutables, que están en la misma verdad inmutable,<br />
y así las perfecciones invisibles de Dios llegan a ser conocidas por<br />
medio de las criaturas. Quienes no pueden conseguirlo, y sin<br />
embargo viven de la fe de Cristo, llegan después de esta vida<br />
a contemplarlas con mayor seguridad y felicidad. En cambio,<br />
quienes pueden, pero carecen de la fe de Cristo, único Mediador<br />
de Dios y de los hombres, perecen con toda su sabiduría.<br />
2. En este libro dije: «Por cierto, los cuerpos son tanto<br />
mejores cuanto más armoniosos con tales números; el alma, en<br />
cambio, se hace tanto mejor, careciendo de ellos, que recibe por<br />
el cuerpo, cuando se aparta de los sentidos carnales, y se reforma<br />
según los números divinos de la sabiduría» 114 ; no debe entenderse<br />
esto como si no ha de haber números corporales en los<br />
cuerpos incorruptibles y espirituales, cuando han de ser mucho<br />
(52) XI. DE MÚSICA LIBEI SEX (X)<br />
1. Deinde, ut supra commemoravi (Retract 1,6), sex libros de Música<br />
scripsi; quorum ipse sextus máxime innotuit, quoniam res in eo digna cognitione<br />
versatur, quomodo a corporalibus et spiritualibus, sed mutabilibus<br />
numeris, perveniatur ad im[601]mutabiles números, qui iam sunt in ipsa<br />
immutabili veritate, et sic invisibilia Dei, per ea quae facta sunt, intellecta<br />
conspiciantur (cf. Rom 1,20). Quod qui non possunt, et tamen ex fide Christi<br />
vivunt (cf. Rom 1,17), ad illa certius atque felicius conspicienda post hanc<br />
vitam veniunt. Qui autem possunt, si desit eis fides Christi, qui unus mediator<br />
est Dei et hominum (cf. 1 Tim 2,5), cum tota sapientia sua pereunt.<br />
2. In hoc libro illud quod dixi: Corpora enim tanto meliora quanto numerosiora<br />
talibus numeris; anima vero istis quae per corpus accipit, carendo fit<br />
melior, cum sese avertit a carnalibus sensibus, et divinis sapientiae numeris<br />
reformatur (6,4,7; cf. Eccl 7,26), non sic accipiendum est, quasi non sint futuri<br />
numeri corporales in corpo(53 )ribus incorruptibilibus et spiritualibus, cum<br />
"' En las Retractaciones n.6 dice Agustín que, cuando estaba preparándose para el<br />
bautismo en Milán el año 387, se dedicó a escribir sobre las Disciplinas o artes liberales;<br />
entre éstas de la Música, pero que entonces únicamente le fue posible comenzar los seis<br />
libros sobre el ritmo, y que los tuvo que terminar más tarde, después de su bautismo,<br />
una vez vuelto al África desde Italia. Por tanto, los libros De Música los escribe entre<br />
el año 387 y el 391, terminándolos y editándolos en Tagaste probablemente el año 389.<br />
De Música 6,11; Retract. 1,4; 5,3; Epist. 101,3-4.<br />
114 Ibid., 6,4,7; De Gen. ad ütt. 12,35,68.