40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital
40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital
40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
658 Las Retractaciones<br />
de evitarse, pues, ofender a los oídos piadosos, aunque uno sea<br />
aquel camino universal, y otros los caminos de los cuales cantamos<br />
en el salmo: Hazme conocer tus caminos, Señor, y enséñame<br />
tus senderos.<br />
También en aquello que dije: «hay que huir completamente<br />
de estas cosas sensibles» 47 , debí tener cuidado para no hacer<br />
creer que sostengo aquella sentencia del falso filósofo Porfirio,<br />
en la que afirma que se debe huir de todo cuerpo 48 . Porque<br />
yo no dije todas las cosas sensibles, sino éstas, esto es, las cosas<br />
corruptibles. De todas formas debí decir más bien que tales<br />
cosas sensibles no son las cosas futuras en el cielo nuevo y<br />
tierra nueva del siglo futuro.<br />
4. Asimismo en otro lugar dije que «los instruidos en las<br />
disciplinas liberales las extraen, aprendiendo, sin duda sepultadas<br />
en sí mismos por el olvido y de algún modo las descubren»<br />
49 . Pero repruebo también esa frase, pues es más creíble<br />
que hasta los ignorantes respondan cosas verdaderas sobre<br />
algunas disciplinas, cuando son bien interrogados, precisamente<br />
porque, en cuanto pueden comprenderlo, tienen presente la<br />
luz de la razón eterna, en la cual ven estas verdades inmutables;<br />
no porque alguna vez las hayan conocido, y se han olvidado,<br />
como creyeron Platón y compañía 50 . Contra esta opinión<br />
traté en el libro duodécimo de La Trinidad 51 , y siempre<br />
que se me ha ofrecido la ocasión.<br />
(lo 14,6). Vitanda ergo erat haec offensio aurium religíosarum, quamvis alia<br />
sit illa universalis via, aliae autem viae de (15) quibus in Psalmo canimus: Vías<br />
tuas, Domine, notas fac mihi, et semitas tuas doce me (Ps 24,4). Et in eo quod<br />
ibi dictum est: Venitus esse ista sensibilia fugienda (I 14,24), cavendum fuit ne<br />
putaremur illam Porphyrii falsi phüosophi tenere sententiam, qua dixit: Omne<br />
corpus esse fugiendum. Non autem dixi ego: Omnia sensibilia; sed: ista, hoc<br />
est, corruptibilia; sed hoc potius dicendum fuit: Non autem talia sensibilia<br />
futura sunt in futuri saeculi cáelo novo et térra nova (cf. Apoc 21,1).<br />
4. ítem quodam loco dixi, quod disciplinis liberaltbus eruditi, sine dubio<br />
in se illas oblivione obrutas eruunt discendo, et quodam modo refodiunt<br />
(II 20,35). Sed hoc quoque improbo: credibilius est enim, propterea vera<br />
responderé de quibusdam disciplinis, etiam imperitos earum, quando bene<br />
interrogantur, quia praesens est eis, quantum id capere possunt, lumen rationis<br />
(25) aeternae (cf. lo 1,9-10), ubi haec immutabilia vera conspiciunt; non<br />
quia ea noverant aliquando, et obliti sunt, quod Platoni, vel talíbus visum est.<br />
Contra quorum opinionem quanta pro suscepto opere dabatur occasio, in<br />
47 Ibid, 1,14,24; cf, POEPHIEIOS, De regressu animae, en De Civ. Dei 10,29; 22,12;<br />
22,26-28.<br />
48 Cf. POEPHIRIUS, Ad Marcum 8,32,34 y De Civ. Dei 13,16.<br />
49 Solil. 2,20,35; cf. PLATO, Uen. 81e-86b; Phaedo 73E; CICERO, Tusculanae 1,24,57.<br />
50 Ibid., 1,8,15.<br />
51 De Trinitate 12,15,24.<br />
Libro I, 5 659<br />
Esta obra comienza así: Volventi mihi multa ac varia mecum.<br />
5. LA INMORTALIDAD DEL ALMA, UN LIBRO (5)<br />
Título: S. PossiD., Indic. 1,3 (5).<br />
1. Después de Los Soliloquios, de vuelta ya del campo a<br />
Milán, escribí un libro, La inmortalidad del alma, para que me<br />
sirviera de recordatorio para terminar Los Soliloquios, que estaban<br />
incompletos. Y no sé cómo, contra mí voluntad, cayó en<br />
manos de los hombres, y viene enumerada entre mis opúsculos.<br />
Es tan oscuro por la complicación del razonamiento y por<br />
su brevedad que, cuando lo leo, fatiga hasta mi atención, y<br />
apenas lo entiendo yo mismo.<br />
2. Pensando solamente en las almas de los hombres, dije<br />
después en una argumentación del libro: «No puede tener<br />
disciplina quien nada sabe» 52 . Y en otro pasaje: «tampoco la<br />
ciencia comprende cosa alguna que no pertenezca a un conocimiento<br />
adquirido» 53 , sin haber caído en la cuenta de que<br />
Dios no adquiere conocimientos, y tiene la ciencia de todo, en<br />
la cual está también la presciencia de las cosas futuras. Iguallibro<br />
duodécimo de Trinitate, disserui (XII, 15). Hoc opus sic incipít: Volventi<br />
mihi multa ac varia mecutn.<br />
V. DE IMMORTALITATE ANIMAE, LÍBER UNUS (V)<br />
1. Post libros Soliloquiorum iam de agro Mediolanum reversus, scripsi<br />
librum De Immortalitate Animae, quod mihi quasi commonitorium esse volueram<br />
propter Soliloquia terminanda, quae im(2tt)perfecta remanserant: sed<br />
nescio quomodo me invito exiit in manus hominum, et Ínter mea opuscula<br />
nominatur. Qui primo ratiocinationum contortione atque brevitate sic obscurus<br />
est, ut fatiget, cum legitur, etiam intentionem meam, vixque intellegatur<br />
a meipso.<br />
2. Deinde * cogitans nihil aliud quam ánimos hominum, in (26) quadam<br />
argumentatíone eiusdem libri dixi: Nec esse in eo quod nihil discit, disciplina<br />
potest. Itemque alio loco dixi: Nec ullam rem scientia complectitur, msi quae<br />
aliquam pertinet disciplinam (1,1), nec venit in mentem Deum non discere<br />
disciplinas, et habere omnium rerum scientiam, in qua etiam praescientia est<br />
52 La obra La inmortalidad del alma, más que libro, son guiones para desarrollar las<br />
reflexiones incompletas de los Soliloquios. San Agustín las considera oscuras y difíciles<br />
por su razonamiento complicado y esquematizado; con todo, resulta interesante por su<br />
originalidad. Los escribió después de que Agustín y los suyos dejaron Casiciaco, y<br />
estando ya en Milán, antes de las fiestas de Pascua, mientras su preparación inmediata<br />
para el bautismo, en los primeros meses del 387. El no tenía intención de publicarlos,<br />
pero otros se lo publicaron sin él saberlo.<br />
r ' De immortalitate animae 1,1.<br />
a] Denique CSEL.