40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital

618 Las Retractaciones
también las acusaciones. En realidad están en consonancia con
toda su vida, que ha sido una lucha permanente: primero, para
encontrar la verdad; después, para defenderla; por eso vienen
enmarcadas entre el maniqueísmo y el pelagianismo, con el
donatismo en el centro.
1) Contra las herejías en general. La obra que resume
toda la actividad polémica de San Agustín en general es Las
herejías (Hipona 428-429), cf. Epist. 121-124, donde recoge
88 herejías, desde Simón Mago al pelagiano Celestio; obra
posterior a las Ketractationes, pero recogida por San Posidio
en su Catálogo 1 ^.
2) Contra los paganos. Cuando habla de los paganos,
San Agustín se está refiriendo sobre todo a los filósofos, a
quienes dedica sus primeros escritos: Contra los académicos
(Casiciaco 386); Retract. 1, Catálog. 1; El orden (ibid.), Retract.
3, Catálog. 2; La utilidad de la fe (Hipona 391), Retract.
14, Catálog. 3; La verdadera religión (Tagaste 390),
Retract. 13, Catálog. 4; La inmortalidad del alma (Milán 387),
Retract. 5, Catálog. 5; Ochenta y tres cuestiones diversas (Tagaste-Hipona-Cartago
388-396), Retract. 26, qq. 1,3,9,11,
16,19,23,27,29,32,42,44,45,48; Las seis cuestiones contra Porfirio
(Hipona 406-412), cf. Epist. 102, Retract. 58, Catálog.
21; La adivinación diabólica (Hipona 406-408), Retract.
57, Catálog. 22; La Ciudad de Dios (Hipona 413-426),
Retract. 70, Catálog. 23, y las diez cartas siguientes:
17,118,132,137,138,143,153,155,233,235; y los sermones:
150,197,198,199,240,241(361,362),348,374. San Agustín no
rechaza nunca la filosofía como noble actividad de la razón; al
contrario, muestra su entusiasmo generoso repetidas veces
como amor a la sabiduría 137 ; incluso admira a los buenos filósofos
con fervor 158 , y reconoce en los neoplatónicos el descubrimiento
del mundo espiritual, salvando siempre la distancia
entre la filosofía neoplatónica y el cristianismo, porque resalta
muy claramente lo que la filosofía no es capaz de enseñar al
hombre, como el anonadamiento del Dios humanado y las
virtudes cristianas 139 , valorando la verdadera filosofía como
auxiliar («ancilla») de la teología, y llega a comparar a la filosofía
pagana, especialmente a la platónica, con los vasos preciosos
de los egipcios para el servicio divino, porque cuanto la
buena filosofía pagana tiene de racional, como esplendor de la
136 lndiculus 159.
137 Confess. 3,4,7-8; 7,9,13-14.
138 Contra Acad. 3,17,37; 18,41; Epist. 118,3,21; De Civ. Det 10,2.
139 Confess. 7,9,13-14.
Introducción 619
verdad, y de moral, como esplendor del bien, debe ponerse al
servicio de Dios 140 . Por eso se comprende que, a pesar de que
en las Confesiones 1 los alaba y considera cercanos al cristianismo,
y como maestros de buenas costumbres, en las Retractationes
los juzga con severidad, porque no poseían la verdadera
piedad 142 . Y, de hecho, él confiesa que, después de haber
leído aquellos libros de los filósofos platónicos, salió más instruido,
pero también «más soberbio» 143 ; de manera que aquí
el mismo Agustín confiesa que, aunque las fórmulas platónicas
le ayudaron a acercarse y entender el cristianismo, en sí nunca
llegarían a ser cristianas 144 y en las Retractationes contrasta
continuamente a los filósofos con la regla de fe de la Iglesia y
la tradición para probar su solidez 145 .
3) Contra los maniqueos. El maniqueísmo propiamente
puede considerarse una doctrina pagana y sin una filosofía
verdadera, porque sus principios y método no parecen nada
racionales: la teoría de los dos principios, la anulación de la
responsabilidad del hombre, etc. La experiencia personal de
Agustín vivida con los maniqueos le obliga a insistir en los
principios de la libertad del hombre, de la causa del bien y del
mal contra sus errores. Por eso defiende desde el principio,
año 387, e insiste continuamente en la bondad de la criatura
de Dios, en el libre albedrío y la decisión del hombre de
escoger voluntariamente su destino, manteniendo esa postura
en todas sus obras: Las costumbres de la Iglesia católica y las
costumbres de los maniqueos (Roma 387-388), Retract. 7,
Catálog. 49; Las dos almas del hombre (Hipona 392), Retract.
15, Catálog. 50; El origen del mal y el libre albedrío
(Roma-Hipona 387-395), Retract. 9, Catálog. 51; Actas del
debate contra el maniqueo Fortunato (Hipona 392), Retract.
16, Catálog. 52; Comentario al Génesis en réplica a los
maniqueos (Tagaste 389), Retract. 10, Catálog. 53; Réplica a
la Carta de Manes llamada «Del fundamento» (Hipona 392),
Retract. 29, Catálog. 54; Réplica a Adimanto, discípulo de
Manes (Hipona 392), Retract. 22, Catálog. 55; Actas del debate
con el maniqueo Félix (Hipona 404), Retract. 35, Catálog.
73; Respuesta al maniqueo Secundino (Hipona 399), Retract.
37, Catálog. 72; Réplica a Fausto el maniqueo (Hipona
397-398), Retract. 34, Catálog. 75; Naturaleza del bien (Hipo-
140 Ex 3,22; De Doct. cbr. 2,40,61; 9,15.
141 Confess. 7,9,13; Epist. 118,17,22; Be Civ. Dei 10,3,23,28,29.
142 Retract. 3,3; cí. Sermo 241,1-3.
143 Confess. 7,20,26.
144 De vera religione 3,3-5; Sermo 241,1-3.
145 S. POSSID., Vita 28.