40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital
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34 Ochenta y tres cuestiones diversas<br />
haciendo interpretaciones simbólicas de los números, no siempre<br />
iguales en las exégesis aritmológicas. De todos modos, sí<br />
pueden estar reflejando las preocupaciones pastorales de<br />
Agustín en el período 391-395. De igual modo que las cuestiones<br />
66,67,68,69,70,71,73,74,75 reflejan sus preocupaciones por<br />
los temas que está tratando en el estudio de la Carta a los<br />
Romanos, y por ello Agustín sigue rigurosamente el mismo<br />
orden de capítulos y versículos de la Carta, como lo confirma<br />
al colocar este libro de las Ochenta y tres cuestiones diversas<br />
inmediatamente detrás de las obras sobre las Cartas de San<br />
Pablo. Ahora bien, se sabe con certeza que Agustín se preocupó<br />
especialmente de las Cartas de San Pablo entre el 394 y el<br />
395, sobre todo de la Carta a los Romanos, que tantas emociones<br />
le sugería desde su conversión, recordándole la luz interior<br />
que lo transformó; y desde entonces tiene la experiencia personalísima<br />
de la importancia y la necesidad de la gracia en la<br />
vida de cada hombre, como lo confesará en las Confesiones<br />
con acentos cálidos de alabanza y gratitud, que viene manifestando<br />
a Dios desde los Diálogos de Casiciaco, pero que hasta<br />
ahora no había tratado a fondo hasta conocer las Escrituras y<br />
reflexionar sobre la acción de Dios en las almas y el respeto<br />
profundo a la libertad de cada hombre. Tema que trata ya<br />
expresamente en De diversis quaestionibus ad Simplicianum al<br />
principio de su episcopado, y, por lo tanto, poco después de<br />
este libro de las Ochenta y tres cuestiones diversas.<br />
Por otra parte, este libro es como un resumen de toda su<br />
actividad antimaniquea desde su conversión al catolicismo,<br />
abjurando de sus errores, porque viene insistiendo de una<br />
forma u otra en la defensa del libre albedrío y en sus inmensas<br />
posibilidades ayudado por la gracia, sin cansarse de repetir de<br />
todas formas que sin voluntad propia no hay pecado, que el<br />
pecado es un mal de la voluntad so . Ideas que Agustín va perfeccionando<br />
después de su controversia antimaniquea al exponer<br />
las profundas doctrinas de la gracia contra los pelagianos.<br />
Además hay un hecho que no se debe omitir, y es que Agustín,<br />
desde que está ejerciendo el ministerio sacerdotal, se encuentra<br />
diariamente con la vida real de la Iglesia, y él, como<br />
presbítero responsable de Hipona, tiene que administrar el<br />
bautismo a los niños antes del uso de la razón, y explicar en sus<br />
predicaciones el significado del bautismo que les administra; y<br />
entonces las cartas de San Pablo le ofrecen los argumentos y le<br />
abren el horizonte sobre la necesidad de la gracia y su gratul-<br />
80 Cf. De libero arbitrio 3,16,46; 17,49; De vera rehgione 14,25; De duabus animabus<br />
contra manichaeos 10,12; 10,14; 12,17; Contra Faustum Manichaeum 2,21.<br />
Introducción 35<br />
dad. Porque, si bien el pecado original lo cometieron personalmente<br />
y en acto Adán y Eva, y ellos fueron los responsables<br />
voluntarios, sin embargo, la enseñanza de la Escritura y la tradición<br />
de toda la Iglesia bautiza a los niños antes del uso de la<br />
razón para purificarlos del pecado original, y no lo haría si el<br />
pecado original no fuera también personal en ellos. ¿Y cuál es<br />
la explicación? Agustín ve la necesidad de estudiar la Escritura<br />
a fondo para encontrar una explicación sólida y exponérsela a<br />
los fieles en su predicación. Así es como llega al conocimiento<br />
de verdades que en su momento, como en la controversia antipelagiana,<br />
desarrollará en su doctrina sobre el pecado y la gracia.<br />
Pero antes ensaya estos temas en las Ochenta y tres cuestiones<br />
diversas cuando por primera vez responde a las preguntas<br />
que le hacen los hermanos de su comunidad, cuando está muy<br />
ocupado en escribir sobre la Carta a los Romanos, donde, como<br />
primerizo en los profundos temas de la ley y la gracia, el bien<br />
y el pecado, la fe y las obras, tiene expresiones atrevidas o<br />
inexactas sobre la iniciativa o el comienzo de la fe y la impiedad,<br />
que atribuye al creer y al querer del hombre, y que él corregirá<br />
en las Retractaciones con la ayuda de tratadistas cristianos de las<br />
divinas Escrituras 81 . Lo que prueba también que antes de este<br />
momento él no los conocía, y que ellos le ayudan a exponer<br />
definitivamente su doctrina sobre la gracia.<br />
Precisamente la dificultad que él encuentra para comentar<br />
toda la Carta a los Romanos ante la magnitud de la empresa 82<br />
es la causa de que se entretenga en lo que él llama «otros<br />
trabajos más fáciles», como son estas Ochenta y tres cuestiones<br />
diversas, tan útiles para la predicación de este tiempo que le<br />
ocupa intensamente en su ministerio, porque se cuida muy<br />
bien de preparar los sermones contra maniqueos y donatistas.<br />
Por todo esto, las últimas cuestiones no tienen la concentración<br />
conceptual que las primeras, ni la aventura y el riesgo<br />
de encontrar fórmulas que expresen su inquietud teológica,<br />
como en las anteriores. Tal vez porque ha visto en los comentaristas<br />
cristianos la dificultad y el respeto al misterio, de tal<br />
modo que le parecería atrevimiento intentarlo, como le ocurrió<br />
con la Carta a los Romanos.<br />
También en 1952 J.A. Beckaert propone una clasificación<br />
temática detallada según el contenido de las cuestiones:<br />
Cuestiones escriturísticas: las qq.29,39,49,51,52,53,54 55 56<br />
57,58,59,60,61,62,63,64,65,66,67,68,69,70,71,72,73,74,75,76,79,8l]<br />
81 Retract. 1,23,1. Cf. A. CASSAMASA, II pensiero di Sant Agostino nel 396-397, i «tractutores<br />
divinorum eloquiorum» de Retract. 1,23,1, e l'Ambrosiastero (Rome 1919) 22-25<br />
82 Retract. 1,25,1-