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40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital

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438 La piedad con los difuntos I, 2<br />

te que hay que hacer antes de la muerte aquello que pueda ser<br />

provechoso después. Sin embargo, la cuestión se resuelve así:<br />

que hay que ejercitarse, mientras se vive en este mundo, con<br />

tal género de vida que permita adquirir méritos que capaciten<br />

luego a los difuntos; y por ese medio, según los sufragios que<br />

han procurado a través del cuerpo, sean socorridos después<br />

religiosamente en proporción a lo que hicieron por los demás.<br />

Pero hay difuntos a quienes no les sirve de nada todo esto, sea<br />

porque se aplican por aquellos cuyos méritos son tan malos<br />

que no son dignos de ser ayudados, o sea también porque se<br />

aplican por quienes tienen unos méritos tan buenos que ya no<br />

necesitan de tales sufragios. Así pues, según la forma de vida<br />

que cada uno ha llevado por medio del cuerpo, sucede que,<br />

cuando muere el cuerpo, le aprovechan o no los sufragios que<br />

se ofrecen piadosamente por él. Porque, si no se ha adquirido<br />

mérito alguno en esta vida por el que aprovechan los sufragios,<br />

es inútil que se busquen después. De este modo, ni la Iglesia<br />

ni la piedad de los fieles derrochan en vano por los difuntos<br />

cuanto les puede inspirar el celo de la religión. Y, no obstante,<br />

cada uno recibe según lo que obró por medio de su cuerpo,<br />

lo bueno o lo malo, porque el Señor da a cada uno según sus<br />

obras. Para que pueda serle provechoso después de su muerte<br />

lo que se le aplica, es necesario que haya adquirido el mérito<br />

durante la vida que llevó en su cuerpo 2 .<br />

ante mortem admonet fieri quod possit prodesse post mortem, non tune,<br />

quando iam recipiendum est quod quisque gesserit ante mortem. Verum haec<br />

ita soluitur quaestio, quoniam quodam uitae genere adquiritur, dum in hoc<br />

corpore uiuitur, ut aliquid adiuuent ista defunctos, ad per hoc secundum ea<br />

quae per corpus gesserunt eis quae post corpus religiose pro illis facta fuerint<br />

adiuuantur. Sunt enim, quos nihil omnino [623] adiuuant ista, siue pro eis<br />

fiant, quorum tam mala sunt merita, ut nec talibus dígni sint adiuuari, siue pro<br />

eis, quorum tam bona, ut talibus non indigeant adiumentis. Genere igitur<br />

uitae, quod gessit quisque per corpus, efficitur, ut prosint uel non prosint,<br />

quaecumque pro illo pie fiunt, cum reliquerit corpus. Nam meritum per quod<br />

ista prosint, si nullum conparatum est in hac uita, frustra post hanc quaeritur<br />

uitam. Ita fit, ut ñeque inaniter Ecclesia uel suorum cura pro defunctis quod<br />

potuerit religionis inpendant et tamen ferat unusquisque secundum ea quae per<br />

corpus gessit, siue bonum siue malum reddente Domino unicuique secundum<br />

opera eius (cf. 2 Cor 5,10). Vt enim hoc, quod inpenditur, possit ei prodesse<br />

post corpus, in ea uita est adquisitum, quam gessit in corpore.<br />

2 En la consulta que le hace San Paulino, San Agustín encuentra un motivo sólido<br />

para plantear y desarrollar, breve pero agudamente, la cuestión tan querida y a la vez<br />

temida sobre los difuntos. Recuerda la literatura tradicional consolatoria, también pagana,<br />

pero para apoyarla en la sólida esperanza y en la praxis cristianas. San Paulino lo<br />

iba a entender muy bien, porque él mismo la practicó con la experiencia de su propio<br />

hijo único, Celso, al que dio sepultura junto a los Mártires de Alcalá de Henares (ibid.,<br />

II La piedad con los difuntos 439<br />

LA ORACIÓN DE LA IGLESIA<br />

3. Podría ser suficiente para tu pregunta esta breve respuesta<br />

mía. Pero, porque se sugieren otras cuestiones, a las<br />

que creo debo responder, atiende un momento. Leemos en los<br />

libros de los Macabeos que fue ofrecido un sacrificio por los<br />

difuntos. Y, a pesar de que en ningún otro sitio del Antiguo<br />

Testamento se lee esto, no es poca la autoridad de la Iglesia<br />

universal que se refleja en esta costumbre, cuando, en las<br />

oraciones que el sacerdote ofrece al Señor, nuestro Dios, sobre<br />

el altar, tiene su momento especial la conmemoración de los<br />

difuntos \<br />

EXPOSICIÓN: LOS funerales no suponen nada para los difuntos;<br />

y lo mismo si se les deja insepultos<br />

II. Se puede investigar con interés si aprovecha algo al<br />

alma del difunto el lugar de la sepultura de su cuerpo. En primer<br />

lugar, si eso influye algo para causar o aumentar la pena a<br />

las almas de los hombres, después de esta vida, no según la<br />

opinión popular, sino más bien a la luz de las Escrituras de<br />

nuestra religión, cuando sus cuerpos han quedado insepultos.<br />

En efecto, no hay por qué creer, como se lee en Virgilio, que los<br />

hombres privados de sepultura no pueden navegar ni atravesar<br />

3. Poterat inquisitioni tuae sufficere mea breuis ista responsio; sed quae<br />

alia moueant, quibus respondendum existimo, parumper adtende. In Machabaeorum<br />

libris legimus oblatum pro mortuis sacrificium (2 Mach 12,43). Sed<br />

et si nusquam in scripturis ueteribus omnino legeretur, non parua est uniuersae<br />

Ecclesiae quae in hac consuetudine claret auctoritas, ubi in [624] precibus<br />

sacerdotis quae Domino Deo ad eius altare funduntur locum suum habet<br />

etiam commendatio mortuorum.<br />

II. Sed utrum aliquid prosit animae mortui locus corporis sui, operosius<br />

inquirendum est. Ac primum utrum intersit aliquid ad inferendam uel augendam<br />

míseriam post hanc uitam spiritibus hominum, si eorum corpora sepulta<br />

non fuerint, non secundum opinionem uteumque uulgatam, sed potius secundum<br />

religionis nostrae sacras litteras est uidendum. Ñeque enim credendum<br />

est, sicut apud Maronem legitur, insepultos nauigando atque transeundo inferno<br />

amne prohiben, quia scilicet<br />

Carmina 31,605-610; CSEL 30,3281), a la vez que le da la solución con el texto que ha<br />

citado de San Pablo, porque la suerte de los hombres en la otra vida depende de las<br />

obras que hayan hecho en ésta con los miembros de su cuerpo; y, en consecuencia, la<br />

utilidad o provecho de los sufragios por ellos será según sus méritos. Ver Nota complementaria<br />

n.29: Utilidad de los sufragios y el culto de los difuntos, p.914.<br />

' En el análisis del texto paulino San Agustín encuentra apoyo para solucionar otras<br />

dudas que la consulta de San Paulino de Ñola le sugiere. Y lo hace a continuación.

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