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40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital

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420 La piedad con los difuntos<br />

Dios es para ti hasta la vida de tu vida»; y en la Carta 166 a<br />

San Jerónimo recoge las distintas opiniones sobre el origen del<br />

alma y su inmortalidad.<br />

La muerte, ¿qué es la muerte? Condición del ser finito,<br />

como es el hombre, entidad que acaba. Biológicamente es como<br />

la paralización de toda actividad orgánica, aunque tejidos y<br />

células del cuerpo sobrevivan aún por un tiempo. De ahí que<br />

muy poco después ocurran cambios que son irreversibles y que<br />

manifiestan los fenómenos de la muerte: lividez, rigidez, frigidez,<br />

muerte celular, etc. Algo irrefutable. Y en consecuencia,<br />

desde los mismos albores, la humanidad experimenta el sentimiento<br />

de dolor y de repugnancia, con una gran diferencia: que<br />

estos fenómenos son experimentables y con esfuerzo se pueden<br />

combatir, mientras que la muerte es intransferible, porque nadie<br />

puede transmitir la experiencia de la muerte 10 , es terminal.<br />

E incluso antes de que esto suceda hay otros síntomas continuos<br />

e implacables que la aproximan, como la senescencia, la debilitación.<br />

Pero si metafísicamente el hombre, por la muerte, puede<br />

ser de otro modo, entonces es que la vida no se acaba, se<br />

transforma. Y ya tiene sentido el quehacer de la vida, al menos<br />

como ascesis o «ejercicio de la muerte» (Fedón 63-64), para ir<br />

muriendo a la servidumbre corporal-terrena y progresar hacia<br />

la inmortalidad; y no sólo como reflexión (Cicerón), o como<br />

meditación (Séneca). Ahora bien, si la muerte, como descripción<br />

de la experiencia, es «la separación del alma del cuerpo»,<br />

como realidad tiene que ser mucho más, porque esa separación<br />

supone la unión anterior del alma y del cuerpo que hace al<br />

hombre, a la persona humana; y entonces, sí la muerte los separa,<br />

la muerte rompe esa unidad, rompe al hombre. Y, por<br />

tanto, saber qué es la muerte supone saber qué es el hombre<br />

como unión del alma y del cuerpo. La interpretación de la<br />

muerte depende, pues, de la interpretación de la vida, y la interpretación<br />

de la vida, del ser hombre.<br />

Si el hombre fundamentalmente es materia, el espíritu y la<br />

vida estarían reducidos a la actividad material, el hombre sería<br />

un elemento más del orden natural, y la muerte un mero fenómeno<br />

de ese orden. Es la tendencia naturalista y materialista<br />

en sus distintas aplicaciones: positivista (no hay nada más allá<br />

del orden natural); estoicista, epicureísta (no hay por qué<br />

angustiarse ni temer, porque todo es natural); marxista (humanizar<br />

la sociedad, materializarse y luchar por lo temporal).<br />

10 En este sentido, afirmar la angustia del hecho de la muerte, como pretende el<br />

existencialismo, es una contradicción. Otra cosa es por lo que significa como temor a<br />

desaparecer en cuanto persona libre, etc. NIETZSCHE, Gesamte Werke 17,222.<br />

Introducción 421<br />

Por el contrario, si el hombre fundamentalmente es espíritu,<br />

es responsable personalmente en sí mismo, y trasciende<br />

todo lo que es material. El alma-espíritu sería la persona completa<br />

en sí misma, que se sirve del cuerpo al que anima, como<br />

su instrumento, y la muerte rompe esa relación; así el hombre<br />

queda libre del cuerpo, y la muerte sería una liberación y<br />

reconquista (platonismo-liberalismo-espiritualismo). El almaespíritu,<br />

que anima, dirige y usa del cuerpo como de un instrumento,<br />

como el artista, como el piloto, está en el cuerpo<br />

como la perla en la concha, como el inquilino en la casa o el<br />

barquero en la barca, donde el cuerpo es algo exterior y complementario<br />

al hombre, que es el alma sola. Por eso la muerte<br />

es la liberación del alma del cuerpo, que no toca al hombre,<br />

sino sólo al instrumento-cuerpo, que es el que muere n ; porque<br />

el alma, como el artista, el piloto, el inquilino, se va, y esto<br />

porque el alma es inmortal, que vive por su propia naturaleza<br />

y virtud 12 ; mientras que el cuerpo-materia se disuelve en los<br />

elementos de que se compone, y por consiguiente la muerte no<br />

toca el núcleo del ser humano, ya que la muerte del hombre<br />

sería irreal. Pero también sería irreal la otra vida, porque ésta<br />

no es más que la continuación de la vida del alma espiritual,<br />

ahora ya liberada del cuerpo por la muerte, y como autómata<br />

que no necesita de nadie por su misma naturaleza, que alcanza<br />

una vida mejor para los buenos por el juicio, donde participa<br />

todo el ser humano personal. En este sentido, la muerte ya no<br />

sería un fin o término de algo, sino más bien la apertura y el<br />

principio de la plenitud personal del hombre con todo el<br />

mundo.<br />

Finalmente, si el hombre es la unidad sustancial psicosomática<br />

(Pío XII), el hombre real, verdadero, es la unidad íntima<br />

de las dos cosas, alma y cuerpo, porque ninguno puede<br />

encontrar su perfección por separado, como dice Santo Tomás:<br />

«el cuerpo humano sin el alma es sólo huesos y carne» 13 .<br />

La muerte entonces afecta al hombre entero, rompe la unidad<br />

del hombre real, porque la persona humana es la sustancia<br />

completa personal, donde el cuerpo es condición de su plenitud,<br />

que destruye la muerte, y el alma sola no es la realidad<br />

humana, porque la muerte rompe la unidad íntima psicosomática<br />

que es la persona. Por eso la muerte es el mayor dolor del<br />

hombre, es su inmolación, sin que lo aniquile, porque el almaespíritu<br />

es inmortal e indestructible, que trasciende el espacio<br />

11 CICERO, Somnium Sdpionis 9.<br />

12 KANT, Kritik der prakthchen Vermunft (Leipzig 1926).<br />

13 S. THOMAS AQUINATIS, De praesentia Dei q.5 a. 10 ad 5.

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