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40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital

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316<br />

La adivinación diabólica<br />

Por tanto, el diablo no es una sustancia mala 45 . Exponiendo<br />

en qué consiste la naturaleza de los demonios dice: son espíritus,<br />

pero no puros, aunque tampoco espíritus corporales;<br />

pero que por su naturaleza superior al hombre pueden conocer<br />

al menos indirectamente los secretos del hombre y el porvenir<br />

46 ; tienen un verdadero cuerpo, no nacido de mujer, y<br />

aunque sin carne no son inmateriales 47 ; sus cuerpos son aéreos,<br />

que no mueren por su elemento etéreo, apto para obrar<br />

e incorruptible. Los ángeles prevaricadores con su príncipe a<br />

la cabeza, el que entonces era arcángel y ahora es demonio, tal<br />

vez estuvieron antes de su transgresión habitando en la parte<br />

superior del aire, que abarca desde el confín del cielo luminoso<br />

hasta donde comienza a llamarse también tierra; y entonces<br />

eran cuerpos celestes. Por eso, si aquellos ángeles prevaricadores<br />

tenían cuerpos celestes antes de violar el mandato, no es<br />

de admirar que se convirtieran por la pena del pecado en<br />

cuerpos aéreos, para que pudieran ya ser atormentados en algo<br />

por el fuego, es decir, por un elemento de naturaleza superior<br />

a su cuerpo 48 ; pero al explicar esa corporeidad aérea duda 49 .<br />

Esos cuerpos aéreos habitan el aire y no los astros; por eso se<br />

los llama volátiles del cielo 50 , descendidos del cielo al aire,<br />

donde están prisioneros para luego sufrir en el infierno, que<br />

es la parte inferior de la tierra 51 .<br />

Tercero: Su culpa y caída. Se hizo malo por su propia<br />

voluntad. Se infló por la soberbia (Eccli 10,14-15), prevaricó<br />

de su suma esencia y cayó 52 , la culpa nació por el libre albredrío<br />

53 ; el pecado del diablo fue el orgullo seguido de la envidia<br />

54 , el tumor de la soberbia 55 . Porque desde el principio de<br />

su creación se depravó por su voluntad, aunque no fue creado<br />

malo por Dios, sino que él una vez creado se apartó inmediatamente<br />

de la luz de la Verdad. Hinchado de soberbia y corrompido<br />

por la delectación de su propio poder y excelencia<br />

45 Contra advers. legís et prophet. 15,23.<br />

46 In lo. ev. 17,11; De divinatione daemonum 3,7; 5,9.<br />

47 Sermo 12,9,9.<br />

48 De Gen. ad litt. 3,10,14-15.<br />

4 ' San Agustín sigue a Tertuliano, Adv. Marc. 2,8,2; Carn. 6,9. Pero puntualiza sus<br />

afirmaciones en Retractaciones 2,30; cf. De Trinit. 3,1,5; De Civ. Deí 10,19. Para comprender<br />

la corporeidad creada propone Enchiridion 14.<br />

50 Sermo 222.<br />

Enarrat. in Ps. 148,9. Algunos distinguen ángeles celestes y supercelestes, cf. De<br />

Gen. ad litt. 3,10,14; Epist. 102, q.3,20; De Civ. Dei 8,15,1; Enarrat. in Ps. 83,12; In Ps<br />

103,7,9,10.<br />

52 De vera relig. 13,26.<br />

55 Contra luí. 6,16,64; De corrept. et gratia 10,27; 11,32.<br />

54 Enarrat. in Ps. 58,5.<br />

Contra Secundinum manich. 17; De sancta virgin. 31,31.<br />

Introducción 317<br />

se hizo impío, y ciego de espíritu cayó... porque no quiso<br />

someterse a Dios; y va aplicándole los textos de la Escritura<br />

sobre la caída por el pecado de orgullo 56 .<br />

Cuarto: La culpabilidad. Al ser ángeles, y por naturaleza<br />

superiores al hombre, debían pecar menos; al hacerlo son más<br />

culpables, ingratos y desertores, y por lo tanto sin remisión 57 ,<br />

y al haberse decidido libremente por el mal, quedan empedernidos<br />

en él 58 .<br />

Cuándo cayó el diablo y sus ángeles. Sí cayó desde el principio<br />

del mundo 59 . ¿Hubo algún tiempo anterior en el que<br />

fuera justo y feliz? Cayó por la soberbia amando su propia<br />

excelencia, ¿pero cuándo? No lo dice la Escritura. Ciertamente<br />

antes de que envidiase al hombre. Tal vez el desde el principio<br />

del mundo signifique que el diablo claudicó antes del<br />

principio del tiempo, sin que hubiera un tiempo anterior en el<br />

que fue bienaventurado y en paz, sino que apostató de su<br />

Creador desde el momento mismo de la creación para que<br />

entendiésemos que por lo que dijo el Señor: El era homicida<br />

desde el principio, y que no permaneció en la verdad 60 , se entiendan<br />

ambas cosas desde el principio, ciertamente desde que<br />

pudo matar al hombre, pero también que no permaneció en la<br />

verdad desde el principio de su creación, porque pudiera permanecer<br />

en ella si lo hubiera querido. Entonces, ¿el diablo fue<br />

feliz algún tiempo antes de pecar? Ciertamente no como los<br />

ángeles fieles 61 .<br />

Quinto: El castigo. Después de resumir su pensamiento,<br />

dice, no dudemos en modo alguno que los ángeles pecadores<br />

fueron arrojados como a una cárcel a este aire tenebroso, que<br />

está junto a la tierra, a fin de guardarlos en él para castigarlos<br />

el día del juicio, según dice el Apóstol 62 .<br />

A la cuestión si el fuego del infierno puede quemar por<br />

contacto a los espíritus malos, que son incorporales, responde<br />

56 De Gen. ad litt. 11,14; 16,21; 17,22; 14,18-22; 23,30; 24,31-25,32. Cf. Is 14,12-14;<br />

Ez 28,12-13; 23,30-32. San Agustín habla también de la concupiscencia en los ángeles<br />

caídos, en sentido espiritual, porque, soberbios y envidiosos, se volvieron a sí mismos,<br />

en lugar de convertirse a Dios, y de ese modo se enviscaron en sí mismos, manchados<br />

en su propia complacencia, como lujuria espiritual o concupiscencia desordenada, que<br />

quieren arrebatar al Creador la plenitud de todo lo apetecible para complacerse en sí<br />

mismos. Concupiscencia, inmundicia o lujuria espiritual que es el deseo desordenado de<br />

igualarse a Dios. Cf. VICTORINO CAPANAGA, en BAC n.79, p.163, Nota complementaria<br />

n.29 a Cuestiones a Simpliciano.<br />

57 De vera religione 13,26.<br />

58 Epist. 217,3,10; Opus imperf. c. luí. 5,47 y 6,10. Juliano defendía los mismos<br />

errores que Orígenes.<br />

" 1 lo 3,8; 4,4.<br />

60 lo 8,44.<br />

61 De Gen. ai litt. 11,14,16ss.<br />

62 2 Petr 2,4.

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