40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital
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206 Ochenta y tres cuestiones diversas<br />
a ellos. La cuarta acción es cuando no hay en el hombre ya<br />
completamente nada que se oponga al espíritu, sino que todo,<br />
armoniosamente unido y concordado, guarda un algo con paz<br />
sólida; lo cual va a suceder una vez vivificado el cuerpo mortal<br />
531 , cuando esto corruptible llegue a vestirse de incorrupción<br />
y esto mortal llegue a vestirse de inmortalidad.<br />
4. La primera acción o etapa. Para demostrar la primera<br />
acción, he aquí los testimonios que nos vienen entretanto:<br />
Por un hombre entró el pecado en este mundo, y por el pecado<br />
la muerte; y así se propagó a todos los hombres, en quien todos<br />
los hombres pecaron. Porque hasta la ley hubo pecado en el<br />
mundo. Pero no se imputaba cuando no existía la ley. Y también:<br />
De hecho, sin la ley el pecado está muerto; y yo estaba vivo<br />
cuando no había ley. Lo que dice aquí: Está muerto 532 , es lo<br />
mismo que ha dicho arriba: que no se imputaba 55 \ esto es, que<br />
no era conocido. Lo que declara a continuación diciendo: sino<br />
que el pecado, al aparecer como pecado, me ha causado a mí la<br />
muerte por medio de un bien, esto es, por medio de la ley;<br />
porque la ley es buena cuando alguien se sirve de ella legítimamente.<br />
En consecuencia, si aquí dice: al aparecer como pecado<br />
534 , está claro que por eso lo llama muerte, y que no era<br />
imputado 535 , porque no era conocido antes de que lo delatase<br />
la ley que lo prohibía.<br />
5. La segunda acción o etapa. Para la segunda acción<br />
acuden estos testimonios: En cuanto a la ley se metió por medio<br />
pace custodiunt; quod fiet mortali corpore vivificato, cum corruptibile hoc<br />
induerit incorruptionem, et mortale hoc induerit immortalitatem (cf.<br />
1 Cor 15,54-55).<br />
4. Ad primam actionem demonstrandam ísta testimonia interim occurrunt:<br />
Per unum hominem peccatum in hunc munáum intravit, et per peccatum<br />
mors; et sic per omnes homines pertransüt, in quo omnes homines peccaverunt.<br />
Usque ad legem enim peccatum in hoc mundo fuit. Peccatum autem non deputabatur,<br />
cum lex non esset (Rom 5,12-13). Et iterum: Sine lege enim peccatum<br />
mortuum est; ego autem vivebam aliquando sine lege (Rom 7,8-9). Quod enim<br />
hic dicit, mortuum est; hoc est quod superáis dicit, non deputabatur, id est,<br />
latebat. Quod manifestat in consequentibus dicens: Sed peccatum, ut appareat<br />
peccatum, per bonum operatum est mihi mortem (Rom 7,13): id est, per legem;<br />
quia bona est lex, si quis ea legitime utatur (cf. Tim 1,8). Si ergo hic ait, ut<br />
appareat peccatum, manifestum est quod superíus ideo dícebat mortuum et<br />
non deputari, quia non apparebat antequam lege prohibente ostenderetur.<br />
5. Ad secundam actionem ista testimonia conveniunt: Lex autem subin-<br />
551 Cf. Rom 8,11.<br />
5,2 Cf. ibíd., 7,8.<br />
"' Cf. ibid., 5,13.<br />
554 Cf. ibid., 7,13.<br />
5,5 Cf. ibid., 5,13.<br />
Cuestión 66 207<br />
para que abundase el delito. Porque se le juntó también la<br />
transgresión que no existía. Y el otro texto ya citado: Cuando<br />
estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que existen por<br />
la ley operaban en nuestros miembros para fructificar para la<br />
muerte. Y aquello: ¿Qué diremos entonces? ¿Que la ley es<br />
pecado? ¡Ni mucho menos! Sino que yo no he conocido el pecado<br />
sino por la ley. Realmente, yo desconocía la concupiscencia si no<br />
hubiese dicho la ley: No codiciarás. Y con esta ocasión el pecado<br />
actuó en mí toda concupiscencia por el pecado. También poco<br />
después dice: Al llegar el precepto revivió el pecado. Y yo fui<br />
muerto, y me encontré con que el precepto que era para la vida,<br />
ese mismo era para la muerte. Porque el pecado, tomando la<br />
ocasión por el precepto, me engañó, y por él me mató. Luego al<br />
decir: fui muerto 536 , quiere dar a entender que me he dado<br />
cuenta de que yo estoy muerto, porque ahora peca también<br />
por transgresión el que advierte por la ley qué es lo que no<br />
debe hacerse y sin embargo lo hace. En cuanto a que: me<br />
engañó el pecado, tomando la ocasión por el precepto, quiere dar<br />
a entender: o que el envite del deleite hacia el pecado es más<br />
vehemente, al estar presente la prohibición, o que aun cuando<br />
Iravit, ut abundaret delictum (Rom 5,20). Accessit enim et praevaricatio, quae<br />
non erat. Et illud quod iam commemoratum est: Cum essemus enim in carne,<br />
passiones peccatorum quae per legem sunt, operabantur in membris nostris, ut<br />
fructum ferrent morti (Rom 7,5). Et illud: Quid ergo dicemus? Lex peccatum<br />
est? Absit: sed peccatum non cognovi nisí per legem. Nam concupiscentiam<br />
nesciebam, nisi lex diceret: Non concupisces. Occasione autem accepta, peccatum<br />
per mandatum operatum est in me omnem concupiscentiam (Rom 7,7-8). Et<br />
paulo post: Adveniente, inquit, mandato peccatum revixit. Ego autem mortuus<br />
sum, et inventum est mihi mandatum quod erat ad vitam, hoc esse ad mortem.<br />
Peccatum enim occasione accepta per mandatum, fefellit me, et per illud occidit<br />
(Rom 7,9-11). Quod ergo ait: Mortuus sum, vult intellegi, mortuum me esse<br />
cognovi, quia iam etiam praevaricatione peccat, qui videt per legem quid<br />
lacere non debeat, et tamen facit. Quod autem ait: Fefellit me peccatum,<br />
occasione accepta per mandatum, sive quia suasio delectationis ad peccatum<br />
vehementior est, cum adest prohibitio; sive quia etiam si quid homo fecerit<br />
secundum iussa legis, si adhuc non sit fides, quae in gratia est, vult sibi hoc<br />
5,í ' Cf. ibid., 7,10. «Por eso dice también la letra mata, el espíritu vivifica (2 Cor 3,6),<br />
lio para que cumplas otros preceptos distintos de los que se te ordenan en la letra; pero<br />
In letra sola te hace culpable, mientras que la gracia libra del pecado y otorga el<br />
cumplimiento de la letra. En consecuencia, por la gracia se hace realidad la remisión<br />
de todos los pecados y la fe que actúa por la caridad. No penséis, pues, que, por haber<br />
dicho la letra mata, se ha condenado a la letra. Significa solamente que la letra hace<br />
culpables. Una vez recibido el precepto, si te falta la ayuda de la gracia, inmediatamente<br />
advertirás no sólo que no cumples la ley, sino que además eres culpable de su trasgrenii'in.<br />
Pues donde no hay ley, tampoco hay trasgresíón (Rom 4,15). Al decir: la letra mata,<br />
rl espíritu vivifica, no se dice nada en contra de la ley, cual si se la condenara a ella, y<br />
se ¡liábase al espíritu; lo que se dice es que la letra mata, pero la letra sola, sin la gracia»<br />
{Scrmo 270,3-4; y en Ve peccat. mer. 1,7,7).