40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital
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178 Ochenta y tres cuestiones diversas<br />
vive espiritualmente en esta vida: la prudencia, la templanza,<br />
la fortaleza y la justicia. La primera de ellas es el conocimiento<br />
de las cosas que hay que intentar hacer y evitar. La segunda<br />
es el control de la concupiscencia sobre todo lo que deleita<br />
temporalmente. La tercera es la firmeza del alma frente a las<br />
cosas que son molestas en esta vida. La cuarta es el amor de<br />
Dios y del prójimo que se difunde por todas las demás 5% .<br />
5. Primero hubo cinco mil, después cuatro mil. Es verdad<br />
que se recuerda que primero hubo cinco mil 397 , y después<br />
cuatro mil, exceptuados mujeres y niños. Lo cual me parece a<br />
mí que se refiere a que entendamos tanto que en el pueblo del<br />
Antiguo Testamento hubo hombres débiles para cumplir la<br />
justicia legal, en la que el apóstol Pablo atestigua que él la ha<br />
observado sin faltar 398 , como que también hubo otros que<br />
fácilmente serían seducidos al culto de los ídolos. Dos categorías,<br />
esto es, de la debilidad y del error, que están representadas<br />
con los nombres de mujeres y de niños. Porque el sexo<br />
femenino es débil para la acción y la niñez proclive al juego.<br />
Y ¿qué hay tan parecido al juego infantil como el culto a los<br />
dioses, cuando hasta el Apóstol refirió al juego ese género de<br />
superstición cuando dice: Tampoco seáis servidores de los ídolos,<br />
como algunos de ellos, según dice la Escritura: El pueblo se<br />
Quarum prima est cognitio rerum appetendarum et fugiendarum; secunda,<br />
refrenatío cupiditatis ab iis quae temporaliter delectant; tertia, firmitas animi<br />
adversus ea quae temporaliter molesta sunt; quarta, quae per ceteras omnes<br />
diffunditur, dilectio Dei et proximi.<br />
5. Sane et ibi quinqué millia hominum, et hic quattuor millia exceptis<br />
mulieribus et pueris fuisse memorantur (cf. Mt 15,34-38); quod mihi videtur<br />
ad hoc pertinere, ut intellegamus et in populo Veteris Testamenti fuisse quosdam<br />
infirmos ad implendam iustitiam quae secundum legem est, in qua<br />
iustitia apostolus Paulus sine querela se conversatum esse dicit (cf. Phil 3,6);<br />
fuisse item alios qui facile seducerentur in cultum idolorum. Quae dúo genera,<br />
id est, infirmitatis et enoris, mulíerum et puerorum nominíbus figurata sunt.<br />
Infirmus est enim mulierum sexus ad actiones, et facüis ad lusum pueritia.<br />
Quid autem lusui puerili tam simile est, quam idola colere; quando et Apostolus<br />
ad hoc retulit hoc genus superstitionis, cum ait: Ñeque idolis servientes,<br />
quemadmodum quídam eorum, sicut scriptum est: Sedit populus manducare et<br />
"" Cf. ibid., 22,37-39; S. Auc, De ver. relig. 48,93. Ver Cuestión 31,1. Estas cuatro<br />
virtudes son consideradas base de toda vida moral, cf. S. AMBR., De officiis 1,24;<br />
S. HIERON., Epist. 52,13. Y la clasificación viene de los filósofos griegos estoicos. San<br />
Agustín los menciona en De Civ. Dei 19,4 al hablar de las virtudes. En De moribus Eccl.<br />
cath. 1,15 reduce la virtud al amor de Dios, y luego la división de las virtudes a la<br />
distinta manifestación del amor de Dios, cf. De libero arbitr. 2,19,52; Contra luí. Pelag.<br />
4,3,17; Sermo 341,7-8.<br />
3 " Cf. lo 6,10.<br />
5,8 Cf. Phil 3,6.<br />
Cuestión 61 179<br />
sentó a comer y a beber y se levantaron a danzar 3 ". Luego eran<br />
semejantes a las mujeres los que en las pruebas de la expectación<br />
hasta que llegasen las promesas de Dios, al no perseverar<br />
virilmente, tentaron a Dios 400 ; y a los niños los que se<br />
sentaron a comer y a beber, y se levantaron a danzar. Y no<br />
solamente entonces, sino también en el pueblo del Nuevo<br />
Testamento, los que no perseveran hasta llegar al hombre<br />
perfecto, bien por debilidad de fuerzas, bien por ligereza de<br />
espíritu, deben ser comparados a las mujeres y a los niños. En<br />
efecto, a los unos se les dice: Siempre que mantengamos firme<br />
hasta el final la actitud del principio, y a los otros: No queráis<br />
haceros niños con los sentidos; sed niños en la malicia, para que<br />
seáis perfectos en los sentidos. Y por esto, ni en el Antiguo ni<br />
en el Nuevo Testamento esos tales entran contados en el número,<br />
sino que tanto allí se dice que fueron cinco mil 401 como<br />
aquí cuatro mil, sin contar las mujeres y los niños.<br />
6. Sin embargo, ambas multitudes fueron alimentadas en<br />
la montaña. Con todo, tanto allí como aquí, por el mismo<br />
Cristo, que de continuo es llamado Monte en la Escritura 402 ,<br />
una y otra multitud del pueblo sería alimentada con toda razón<br />
en el monte 4 "\ aunque la segunda vez no se recostó sobre la<br />
hierba, sino sobre la tierra 404 . En efecto, la primera vez la<br />
grandeza de Cristo queda velada por la esperanza y el deseo<br />
bibere, et surrexerunt ludere? (1 Cor 10,7). Mulieribus ergo símiles erant, qui<br />
in laboribus exspectationis, quo usque ad promissa Dei perveni[52]rent, non<br />
viriliter perseverantes tentaverunt Deum; pueris autem, qui sederunt manducare<br />
et bibere, et surrexerunt ludere. Non solum autem ibi, sed etiam in<br />
populo Novi Testamenti qui non perdurant occurrere in virum perfectum (cf.<br />
Eph 4,13), vel infirmitate virium, vel mentís levitate, mulieribus et pueris<br />
comparandi sunt. Nam iliis dicitur: Si tamen initiutn substantiae eius usque in<br />
finem firmum retineamus (Hebr 3,14); lilis autem: Nolite pueri effici sensibus,<br />
sed malitia infantes estote, ut sensibus perfecti sitis (1 Cor 14,20). Et ideo<br />
ñeque in Vetere, ñeque in Novo Testamento tales admittuntur ad numerum,<br />
sed sive ibi quinqué millia, sive hic quattuor millia, exceptis mulieribus et<br />
pueris fuisse dicuntur (cf. Mt 14,21; 15,38).<br />
6. Quamvis vero et illic et hic propter ipsum Christum, qui assidue in<br />
Scrípturis mons appellatur, ut congruenter in monte uterque populus pasceretur;<br />
hic tamen non in feno discumbitur, sed in térra. Ibi enim celsitudo<br />
Christi propter carnales nomines et Ierusalem terrenam carnali spe et deside-<br />
'" Ex 32,6 y 1 Cor 10,17.<br />
4 °° Cf. ibid., 32,1-4.<br />
401 Cf. lo 6,10.<br />
402 Cf. Is 2,2; S. Auc, In Ps. 45,5; Dan 2,35; 3,4; FR. LUIS DE LEÓN, LOS nombres de<br />
Cristo, «Monte», en BAC, Obras completas, n.3, 2.' ed. (Madrid 1951), p.460-476.<br />
405 Cf. lo 6,3; Mt 15,29.<br />
404 Cf. ibid., 6,10; Mt 15,35; S. AMBR., In Le. 6,80-82.