40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital
40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital
40. Escritos varios - Biblioteca Católica Digital
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
84 Ochenta y tres cuestiones diversas<br />
Esto mismo debe entenderse de la belleza y de la bondad.<br />
Asimismo, cuando se dice que Dios es sabio, también se dice<br />
que es sabio por la misma sabiduría, sin la cual no es lícito<br />
creer que alguna vez existió o pudo existir. Se dice que es<br />
sabio no por la participación de la sabiduría, así como el alma<br />
que puede ser y no ser nada, sino que El mismo ha engendrado<br />
la misma sabiduría por la que se dice que es sabio. Así<br />
también, las cosas que son por participación o castas o eternas,<br />
o bellas o buenas o sabias, lo reciben de manera que, como ya<br />
he dicho, puedan no ser castas ni eternas, ni bellas ni buenas<br />
ni sabias. Más aún, la misma castidad, eternidad, belleza, bondad,<br />
sabiduría, de ninguna manera reciben o corrupción o, por<br />
decirlo de algún modo, temporalidad o torpeza o malicia.<br />
Por tanto, también aquellas cosas que son semejantes por<br />
participación reciben la desemejanza. Pero la misma semejanza<br />
de ningún modo puede ser desemejante por parte alguna. De<br />
donde resulta que, siendo el Hijo, se dice la semejanza del<br />
Padre, puesto que por participación de El son semejantes<br />
todas las cosas que son semejantes entre sí o a Dios. En efecto,<br />
ella misma es la especie primera por la cual son, por así decirlo,<br />
especificadas; y la forma por la que todas las cosas son<br />
formadas no puede ser desemejante al Padre por parte alguna.<br />
En consecuencia, es lo mismo que el Padre, de tal modo que<br />
éste es el Hijo y aquél el Padre, es decir: éste es la semejanza,<br />
aquél de quien El es la semejanza, cuya sustancia es una sola.<br />
En realidad, si no es una sola sustancia, la semejanza recibe<br />
desemejanza. Hipótesis que rechaza toda razón veracísima 69 .<br />
nitas, pulchritudo, bonitas, sapientia, nullo modo recipiunt aut corruptionem,<br />
aut, ut ita dicam, temporalitatem, aut turpitudinem, aut malitiam. Ergo etiam<br />
illa quae partícipatíone similia sunt, recipiunt dissimilitudinem; at ipsa similitudo<br />
nullo modo ex aliqua parte potest esse dissimilis. Unde fit ut cum<br />
similitudo Patris Filius dicitur, quia eius participatione similia sunt quaecumque<br />
sunt vel Ínter se vel Deo similia (ipsa est [17] enim species prima, qua<br />
sunt, ut ita dicam, speciata, et forma qua formata sunt omnía), ex nulla parte<br />
Patri potest esse dissimilis. ídem igitur quod Pater, ita ut iste Filius sit, ule<br />
pater, id est, iste similitudo, ule cuius similitudo est; iste substantia, ille substantia,<br />
ex quo una substantia. Nam si non una est, recipit dissimilitudinem<br />
similitudo; quod fieri posse omnis verissima negat ratio.<br />
identifica al Padre con Dios, al Verbo con la Sabiduría y la Verdad, aunque no es fácil<br />
precisar el vocabulario agustiniano; cf. F. CAYRÉ, La notion de sagesse chez saint Augustin,<br />
en Année théologique 4 (1943) 433-456; Agustín quiere decir que aquí ha hablado<br />
de la sabiduría de Dios como prueba de su existencia, y en De Trinitate, sobre todo<br />
6,2,3, desarrolla este punto en profundidad.<br />
69 Ibíd., De vera relig. 36,66; 43,8. San Agustín distingue perfectamente imagen y<br />
semejanza, cf. De gen. ad litt. imper. lib. 16,57. El Verbo de Dios es en todo la semejanza<br />
perfecta del Padre, cf. De vera relig. 36,66. Cuestión rigurosa en su lógica y terminología.<br />
La participación se reserva estrictamente para las criaturas.<br />
r ' Cuestión 24 85<br />
CUESTIÓN 24<br />
¿TANTO EL PECADO COMO LA OBRA BUENA ESTÁN EN EL LIBRE<br />
ALBEDRÍO DE LA VOLUNTAD?<br />
(Testimonios de esta cuestión: S. Auc, Retract. 1,26,25; S. POSSID.,<br />
Indic. 4,12.)<br />
Respuesta: Todo lo que sucede por casualidad, sucede sin<br />
reflexión. Lo que sucede sin reflexión, no lo hace la Providencia.<br />
Si en el mundo suceden cosas por casualidad, la Providencia<br />
no gobierna el mundo entero. Si la Providencia no gobierna<br />
el mundo entero, es que hay alguna naturaleza y sustancia<br />
que escapa a la acción de la Providencia 70 . Pero todo lo que<br />
es, en cuanto es, es bueno. Porque es sumamente bueno aquel<br />
bien por cuya participación son buenas las demás cosas. Y<br />
todo lo que es mudable es bueno, en cuanto es no por sí<br />
mismo, sino por la participación del bien inmutable. Finalmente,<br />
el bien por cuya participación son buenas las demás cosas,<br />
sean las que sean, no por otro sino por sí mismo es bueno, al<br />
que llamamos más bien divina Providencia 71 . En consecuencia,<br />
nada sucede en el mundo por casualidad 72 .<br />
Establecido esto, parece lógico que todo lo que se realiza<br />
en el mundo, en parte se realiza por la intervención divina, y<br />
XXIV<br />
UTRUM ET PECCATUM ET RECTE FACTUM IN LIBERO SIT VOLUNTATIS ARBITRIO<br />
Quidquid casu fit, temeré fit; quidquid temeré fit, non fit providentia. Si<br />
ergo casu aliqua fiunt in mundo, non providentia universus mundus administratur.<br />
Si non providentia universus mundus administratur, est ergo aliqua<br />
natura atque substantia quae ad opus providentíae non pertineat. Omne<br />
autem quod est, in quantum est, bonum est. Summe enim est illud bonum,<br />
cuius participatione sunt bona cetera. Et omne quod mutabile est, non per se<br />
ipsum, sed boni immutabilis participatione, in quantum est, bonum est. Porro<br />
illud bonum, cuius participatione sunt bona cetera quaecumque sunt, non per<br />
aliud, sed per se ipsum bonum est, quam divinam etiam providentiam vocamus.<br />
Nihil igitur casu fit in mundo. Hoc constituto, consequens videtur ut<br />
quidquid in mundo geritur, partim divinitus geratur, partim nostra volúntate.<br />
Deus enim quovís homine óptimo et iustissimo longe atque incomparabiliter<br />
70 Ibid., De duab. anim. 17.<br />
71 Nota complementaria n.3: Aplicación agustiniana de la existencia de la Verdad (en<br />
la Cuestión 1), p.890.<br />
72 Es decir, por pura coincidencia o simultaneidad en el espacio y en el tiempo, sin<br />
una causa proporcionada, porque no sería una realidad; por consiguiente, las coincidencias<br />
reales o verdaderas están ordenadas por las leyes de la Providencia. En De Civ. Dei<br />
8-11 hace la apología de la Providencia divina en el reparto de los bienes y permisión<br />
de los males entre los hombres. Cf. De vera relig. 18,35; 19,37.