VOLVER A INVENTAR LA COMPAÑIA PERIODÍSTICA ...

La libertad bajo asedio
La Asociación Mundial de Periódicos viene defendiendo los derechos de los periodistas desde
hace más de un siglo, y a pesar de las transformaciones políticas y tecnológicas, se sigue
atentando contra la libertad de prensa en muchos rincones sombríos del mundo.
Durante una mesa redonda que se celebró en vísperas del Congreso Mundial de Periódicos, se
reunieron periodistas de todo el mundo para despejar algunas de esas sombras, y demostrar
que la lucha por la libertad de prensa se ha vuelto más complicada que nunca.
“No basta con defender la libertad de prensa,” observó el presidente de la WAN, Bengt
Braun. “Hay que fomentarla además.”
Y no cabe duda de la dificultad de defender la libertad de prensa: la asociación calcula en más
de 2.000 el número de agresiones contra periodistas en 1999, mientras que no menos de 500
perdieron sus derechos civiles por cumplir con su deber profesional. Braun dijo que la
asociación había abogado en favor de los “defensores de la libertad de prensa” en todo el
mundo.
Pero la WAN promueve esta libertad de múltiples maneras: financiando mejoras en las
infraestructuras de diarios independientes, cooperando con organizaciones tales como la
UNESCO y el Banco Mundial para apoyar el desarrollo económico de las industrias de la
prensa, patrocinando programas y suministrando materiales de capacitación, organizando
programas de periódicos en la educación, y facilitando la creación de redes y asociaciones
regionales.
La Asociación Mundial de Periódicos ayudó a crear más de una docena de organizaciones
periodísticas en Europa del Este y otras más en África, mientras trabaja conjuntamente con
otros grupos en la instalación de sistemas de distribución y producción para editores
independientes en Timor del Este, Serbia, Macedonia y Kosovo.
Todo esto forma parte de otro factor en la ecuación de la libertad de prensa, dijo Braun. “No
es posible que los medios informativos tengan una autonomía operativa sin la presencia de
infraestructuras independientes.”
La relación entre la economía, las presiones gubernamentales y los peligros cotidianos que
enfrentan los periodistas fue ilustrada con la presentación de varios casos:
AMÉRICA LATINA
El principal problema tiene que ver con un concepto que los periodistas latinoamericanos
conocen bien: el de la “impunidad”. En la última década, 233 periodistas han sido asesinados
en el continente americano, 18 de ellos en Brasil, dijo Tony Pederson, presidente de la
Sociedad Interamericana de Prensa y vicepresidente y director ejecutivo del Houston
Chronicle. Más del 95% de los casos quedaron sin resolver.
La mayoría de estos asesinatos transcurren en zonas del interior, lejos del ojo público. Pocas
veces se confía en que la policía lleve a cabo una investigación adecuada, y sin duda “la
corrupción juega un papel importante,” dijo Pederson. “Es un hecho lamentable.”
La intimidación tiene por objetivo callar a los mensajeros.