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Aunque la separación entre iglesia y estado ha sido una característica distintiva de la sociedad
americana, esta disociación nunca ha sido total. La mayoría de los americanos, por ejemplo,
son favorables a los oficios religiosos en las escuelas públicas, y el Congreso en Washington
tiene su propio capellán que abre las sesiones con una oración.
A pesar de esto, los medios informativos siempre han considerado sagrada esta separación,
evitando hablar demasiado de asuntos personales como la creencia religiosa, explicó Scheinin.
“Durante las elecciones presidenciales en 1960, la profesión católica de John F. Kennedy fue
un tema de interés y controversia, pero sus creencias no fueron profundamente analizadas ni
interpretadas por la prensa.”
Cuando Jimmy Carter se describió abiertamente a sí mismo como un cristiano convertido en
los años 70, las cosas cambiaron. Fue por aquella época, en 1978, cuando se produjo en
Guyana el suicidio colectivo de 900 integrantes de una secta americana y cuando el gobierno
secular iraní fue derrocado tras una revolución islámica. La prensa comprendió en ese
momento que no había tenido en cuenta el poder de algunas de las corrientes religiosas
subterráneas.
“En los dos años siguientes, la información sobre temas religiosos se volvió más sofisticada,”
dijo Scheinin. “En 1984, el San Jose Mercury News introdujo por primera vez en el país una
sección consagrada a religión y ética, que se convirtió en un modelo frecuentemente imitado y
comentado.”
La sección va más allá de la religión y abarca temas éticos relacionados con valores
personales que suelen estar íntimamente ligados al pensamiento religioso. “Cuando el
Presidente Bill Clinton, por ejemplo, planteó el envío de tropas a Bosnia y a Somalia a
principios de los 90,” recordó Scheinin, “escribí algunos artículos sobre la definición de una
“guerra justa”.”
La información religiosa hoy en día
La información religiosa se ha convertido actualmente en una especialización respetada y
solicitada por reporteros experimentados. Se necesita una comprensión amplia de muchos
aspectos de la vida y una capacidad de escribir sobre algo que es fundamentalmente invisible:
la fe. Pero Scheinin señala que esta información no siempre ha sido fiable. “Muchos de los
análisis hechos por los medios informativos sobre el desastre en Waco, Texas, donde
perdieron la vida más de 80 miembros de una secta apocalíptica en un enfrentamiento con la
FBI, fueron de un nivel muy mediocre.”
La información religiosa también tiene valor comercial. Durante la década de los 90, los
libros sobre la religión o la espiritualidad se convirtieron en el segmento de mayor
crecimiento en el sector editorial en Estados Unidos. El director de un nuevo Website
consagrado a la religión, ex redactor de U.S. News and World Report, creó el sitio tras
observar que las mejores ventas en la prensa eran generadas por temas vinculados a la salud o
a la religión.
Pero el paisaje religioso en los Estados Unidos ha sufrido cambios radicales en los últimos
años. “Hay ahora más musulmanes que judíos o episcopalianos en los Estados Unidos, y no es
raro que un periódico traiga notas explicativas sobre el islamismo durante el mes del
Ramadán.” Al mismo tiempo, se están disolviendo las instituciones y entidades religiosas