Pedregal de - Instituto Nacional de Ecología
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van un carácter natural, esto es, aquellas que mues-<br />
tran una fisonomía que no ha sido alterada por<br />
mano alguna y don<strong>de</strong> los procesos naturales tienen<br />
lugar sin la intervención humana. El pedregal <strong>de</strong><br />
San Ángel, en el sur <strong>de</strong> la Ciudad Universitaria es<br />
un buen ejemplo <strong>de</strong> esto.<br />
La historia <strong>de</strong> este sitio se inicia cuando hacia el<br />
año 300 a.C., en la sierra <strong>de</strong>l Ajusco, el volcán Xitle<br />
hizo erupción, <strong>de</strong>rramando lava hacia la vertiente<br />
que da al valle. La lava corrió por diversas fracturas<br />
y se extendió sobre un área <strong>de</strong> alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 80 km 2 ,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cima <strong>de</strong>l ahora inactivo volcán, a 3,100<br />
msnm, hasta las faldas <strong>de</strong> la sierra. La lava se preci-<br />
pitó arrasando cuanto estuvo a su paso: bosques,<br />
pra<strong>de</strong>ras y cañadas quedaron sepultadas por lava<br />
can<strong>de</strong>nte, cubriendo parte <strong>de</strong> lo que hoy son las<br />
<strong>de</strong>legaciones <strong>de</strong> Tlalpan, Magdalena Contreras,<br />
Coyoacán y Álvaro Obregón.<br />
En aquel entonces habitaban la zona los<br />
cuicuilcas, un pueblo pacífico y trabajador que<br />
cultivó las ciencias y las artes, y que años más<br />
tar<strong>de</strong> participaría en la construcción <strong>de</strong>l imperio<br />
teotihuacano. Cuando la erupción tuvo lugar se<br />
vieron obligados a migrar hacia el norte, <strong>de</strong>jando<br />
como mudo testigo la pirámi<strong>de</strong> circular <strong>de</strong><br />
Cuicuilco, que aún hoy sobresale entre las rocas.<br />
Con el paso <strong>de</strong>l tiempo las cenizas se disiparon y la<br />
lava se enfrió, quedando solo un extraño y <strong>de</strong>solado<br />
paisaje <strong>de</strong> caprichosas formas. Una isla silenciosa y<br />
<strong>de</strong>snuda, un ambiente inhóspito y hostil. Llegaron<br />
entonces numerosas diásporas, llevadas por el aire y<br />
el agua, acarreadas por aves y animales. No todas<br />
sobrevivieron; las más fueron incapaces <strong>de</strong> enfrentar<br />
una u otra <strong>de</strong> las duras adversida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l sitio.