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Pluviometría La escasez de precipitaciones es el otro rasgo climático que define la zona y que se manifiesta en forma de sequedad estacional y de irregularidad interanual en las precipitaciones. De nuevo el carácter cerrado de la cuenca, por el aislamiento que ejercen las montañas de Gúdar, Javalambre y Albarracín, dificulta la llegada de masas de aire húmedas de origen oceánico o de frentes que aporten precipitación, induciendo el conocido efecto Föehn, el cual provoca que las masas lleguen tan debilitadas que apenas dejan lluvia. La media general ronda los 350-400 mm de precipitación anual, aumentando hacia los márgenes de la cuenca y hacia la zona del bajo Jiloca, donde se dan precipitaciones entre los 400-450 mm. Se documenta un mayor grado de continentalidad al remontar desde Murero a Calamocha; esto se traduce en parte en una inversión pluviométrica con descenso de las precipitaciones entre Daroca y Singra. Gráfico representativo de las precipitaciones medias. Corresponde a lecturas en diversas estaciones de medida del valle y una de las sierras marginales. Fuente datos: J. del Valle «El Cura de Corbatón», no es sino un cúmulo nimbo, una nube de gran desarrollo vertical que adopta ciertas características peculiares. Según se dice, la nube tomaría la forma del cura en el centro (un gran cúmulo en fase de crecimiento) y los monaguillos a los lados (otros dos cúmulos menores, en fase de crecimiento y a menor altura). Es un fenómeno propio del Sistema Ibérico que resulta visible en una gran área, desde las Cuencas Mineras a Molina de Aragón y desde el Alto Jiloca al Campo de Belchite, y sus desarrollos se ajustan bastante bien a la zona del entorno de la localidad de Corbatón. Según la creencia popular es presagio de agua, tal y como recogen numerosos dichos de la zona: «Cuando sale el curica Corbatón, a los tres días chaparrón», o «Cuando sale el cura Corbatón, prepara el paraguas y el mantón». 20 El régimen pluviométrico en ambos casos es mediterráneo equinoccial, concentrándose la mayor parte de las precipitaciones hacia finales de la primavera y principios de verano, concretamente el mes de mayo es el que más lluvias agrupa. En verano predominan largos ciclos de tiempo despejado y caluroso aunque en las zonas de montaña pueden aparecer nubes de desarrollo con tormentas y granizadas, muy temidas por agricultores y ganaderos. La lluvia es el meteoro pluviométrico predominante, con escasas y poco significativas nevadas.

El cierzo es un viento del ONO que, por la dirección, en ocasiones se denomina «viento del Moncayo» y alcanza grandes velocidades. El castellano es un viento del O (o viento de poniente) que arrastra borrascas atlánticas y propicia lluvias, pero no en el valle del Jiloca; es el que más a menudo sopla en la zona y el más criminal. El regañón es un viento del N del que se dice que no trae ni agua ni sol: «Aire regañón, da vida a los de Castilla y mata a los de Aragón» o «El cierzo y el regañón tienen perdido a Aragón». Por último, el matacabras, es un viento frío del NO, resulta desagradable y parece que anuncia pedregadas. En general se denomina matacabras a los vientos fríos y molestos, que traen bolisas, granizo fino o aguanieve, incluso a veces se identifica con el cierzo. Los vientos En la zona del Jiloca el número de días de viento alcanza casi el 80% del total, siendo el resto días en calma. Los vientos dominantes dependen de la época del año coexistiendo de forma más habitual tres direcciones: la más frecuente es la ONO, seguida de la S-SE y la O. En invierno predominan los vientos de componente N y O, algunos de los más conocidos en la zona son regañón, matacabras, cierzo o castellano, suelen ser vientos fríos y secos que determinan, en general, cielos despejados. Desde principios de primavera a principios de otoño poco a poco estos vientos van siendo sustituidos por los de dirección E- SE, como el bochorno (o viento de levante) o el solano. En esta zona las velocidades no son especialmente altas, al menos en el fondo del valle, donde lo más habitual es que estén entre 0 y 1,4 m/s. En las serranías laterales aumentan las velocidades, siendo en todo caso más altas desde mediados del invierno a principios de la primavera. Hasta el momento no se ha materializado el aprovechamiento de este tipo de energía en forma de parques eólicos en el valle, aunque sí que se ha instalado uno en la zona de la sierra Menera, en tierras castellanas, y existe un proyecto de instalar dos más en la zona de la Sierra de Oriche-Cucalón, esta vez en territorio de la comarca. Medio físico El bochorno procede del SE, trae algunas cortinas nubosas y suele ser un viento seco, cálido y agobiante en verano, y algo templado y húmedo en los equinoccios. El solano procede del E, provocado por la radiación solar del verano, y es el que más lluvia trae a la zona: «Aire solano, agua en la mano». Rosa de los vientos en el panel del sendero de Bañón al mojón de Rubielos de la Cérida 21

Pluviometría<br />

La escasez <strong>de</strong> precipitaciones es el otro rasgo climático que <strong>de</strong>fine la zona y que se<br />

manifiesta <strong>en</strong> forma <strong>de</strong> sequedad estacional y <strong>de</strong> irregularidad interanual <strong>en</strong> las<br />

precipitaciones. De nuevo el carácter cerrado <strong>de</strong> la cu<strong>en</strong>ca, por el aislami<strong>en</strong>to que ejerc<strong>en</strong><br />

las montañas <strong>de</strong> Gúdar, Javalambre y Albarracín, dificulta la llegada <strong>de</strong> masas <strong>de</strong> aire<br />

húmedas <strong>de</strong> orig<strong>en</strong> oceánico o <strong>de</strong> fr<strong>en</strong>tes que aport<strong>en</strong> precipitación, induci<strong>en</strong>do el<br />

conocido efecto Föehn, el cual provoca que las masas llegu<strong>en</strong> tan <strong>de</strong>bilitadas que ap<strong>en</strong>as<br />

<strong>de</strong>jan lluvia.<br />

La media g<strong>en</strong>eral ronda los 350-400 mm <strong>de</strong> precipitación anual, aum<strong>en</strong>tando hacia los<br />

márg<strong>en</strong>es <strong>de</strong> la cu<strong>en</strong>ca y hacia la zona <strong>de</strong>l bajo <strong>Jiloca</strong>, don<strong>de</strong> se dan precipitaciones <strong>en</strong>tre<br />

los 400-450 mm. Se docum<strong>en</strong>ta un mayor grado <strong>de</strong> contin<strong>en</strong>talidad al remontar <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

Murero a Calamocha; esto se traduce <strong>en</strong> parte <strong>en</strong> una inversión pluviométrica con<br />

<strong>de</strong>sc<strong>en</strong>so <strong>de</strong> las precipitaciones <strong>en</strong>tre Daroca y Singra.<br />

Gráfico repres<strong>en</strong>tativo <strong>de</strong> las precipitaciones medias. Correspon<strong>de</strong><br />

a lecturas <strong>en</strong> diversas estaciones <strong>de</strong> medida <strong>de</strong>l valle y una <strong>de</strong> las<br />

sierras marginales. Fu<strong>en</strong>te datos: J. <strong>de</strong>l Valle<br />

«El Cura <strong>de</strong> Corbatón», no es sino un cúmulo nimbo,<br />

una nube <strong>de</strong> gran <strong>de</strong>sarrollo vertical que adopta<br />

ciertas características peculiares. Según se dice, la nube<br />

tomaría la forma <strong>de</strong>l cura <strong>en</strong> el c<strong>en</strong>tro (un gran cúmulo<br />

<strong>en</strong> fase <strong>de</strong> crecimi<strong>en</strong>to) y los monaguillos a los lados<br />

(otros dos cúmulos m<strong>en</strong>ores, <strong>en</strong> fase <strong>de</strong> crecimi<strong>en</strong>to y<br />

a m<strong>en</strong>or altura).<br />

Es un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o propio <strong>de</strong>l Sistema Ibérico que resulta<br />

visible <strong>en</strong> una gran área, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las Cu<strong>en</strong>cas Mineras a<br />

Molina <strong>de</strong> Aragón y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Alto <strong>Jiloca</strong> al Campo <strong>de</strong><br />

Belchite, y sus <strong>de</strong>sarrollos se ajustan bastante bi<strong>en</strong> a la<br />

zona <strong>de</strong>l <strong>en</strong>torno <strong>de</strong> la localidad <strong>de</strong> Corbatón. Según la<br />

cre<strong>en</strong>cia popular es presagio <strong>de</strong> agua, tal y como<br />

recog<strong>en</strong> numerosos dichos <strong>de</strong> la zona: «Cuando sale el<br />

curica Corbatón, a los tres días chaparrón», o «Cuando<br />

sale el cura Corbatón, prepara el paraguas y el mantón».<br />

20<br />

El régim<strong>en</strong> pluviométrico <strong>en</strong><br />

ambos casos es mediterráneo<br />

equinoccial, conc<strong>en</strong>trándose la<br />

mayor parte <strong>de</strong> las precipitaciones<br />

hacia finales <strong>de</strong> la primavera y<br />

principios <strong>de</strong> verano,<br />

concretam<strong>en</strong>te el mes <strong>de</strong> mayo es<br />

el que más lluvias agrupa. En<br />

verano predominan largos ciclos<br />

<strong>de</strong> tiempo <strong>de</strong>spejado y caluroso<br />

aunque <strong>en</strong> las zonas <strong>de</strong> montaña<br />

pued<strong>en</strong> aparecer nubes <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollo con torm<strong>en</strong>tas y<br />

granizadas, muy temidas por<br />

agricultores y gana<strong>de</strong>ros. La lluvia<br />

es el meteoro pluviométrico<br />

predominante, con escasas y poco<br />

significativas nevadas.

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