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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
CARPETA DE TRABAJO<br />
HISTORIA DE LAS FILOSOFÍAS 1 Y<br />
SU DIDÁCTICA<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Carpetas de Formación Continua<br />
(FE-HFD)<br />
Ámbito: Formación Especializada<br />
Cuatrimestre: Primer<br />
Especialidad: Cosmovisión, Filosofía y Psicología<br />
Bolivia – 2011<br />
1
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
MINISTERIO DE EDUCACIÓN<br />
© De la presente edición:<br />
Colección: CARPETAS DE FORMACIÓN CONTINUA<br />
HISTORIA DE LAS FILOSOFÍAS 1 Y SU DIDÁCTICA<br />
CARPETA DE TRABAJO<br />
Coordinación<br />
Viceministerio de Educación Superior de Formación Profesional /<br />
Dirección General de Formación de Maestros /<br />
Equipo de Formación Docente Continua<br />
Equipo de Redacción y Dirección<br />
Unidad Especializada de Formación Continua – UNEFCO<br />
Av. Víctor Paz Estensoro Nº 227<br />
Tarija-Bolivia<br />
T<strong>el</strong>f.: 66-44416<br />
Fax: 66-42805<br />
www.minedu.gob.bo<br />
www.unefco.edu.bo<br />
Cómo citar este documento:<br />
Ministerio de Educación (2011). Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica. Carpeta de Trabajo. UNEFCO<br />
Tarija-Bolivia<br />
Diseño & Impresión<br />
UNEFCO<br />
La venta de este documento está prohibida. Denuncie al vendedor a la Dirección General de<br />
Formación de Maestros, T<strong>el</strong>f. 2440815 o a la Unidad Especializada de Formación Continua,<br />
unefco@unefco.edu.bo.<br />
Bolivia, Julio 2011<br />
2
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
PRESENTACIÓN<br />
El Ministerio de Educación, en <strong>el</strong> marco de la Constitución Política d<strong>el</strong> Estado, la Ley de la<br />
Educación 070 ―Av<strong>el</strong>ino Siñani - Elizardo Pérez‖ y <strong>el</strong> Sistema Plurinacional de Formación de<br />
Maestros, ha priorizado la implementación de acciones formativas <strong>para</strong> maestras/os<br />
normalistas d<strong>el</strong> Niv<strong>el</strong> Secundario d<strong>el</strong> Sistema Educativo Plurinacional, <strong>para</strong> mejorar la<br />
calidad de la educación en dicho niv<strong>el</strong>, que por mucho tiempo no se benefició con formación<br />
continua; en este sentido, <strong>el</strong> Programa de Especialización y Actualización de Maestros de<br />
Secundaria (PEAMS) ha sido estructurado con dos componentes: especialización y<br />
actualización.<br />
La ―especialización‖ es una formación intensiva que tiene como objetivo <strong>el</strong> de ―Brindar<br />
formación especializada a maestras/os normalistas que habiendo sido formados <strong>para</strong><br />
primaria o inicial ejercen como docentes en áreas d<strong>el</strong> niv<strong>el</strong> de educación secundaria,<br />
mediante procesos de formación centrados en aspectos disciplinares y de didácticas<br />
específicas, tomando en cuenta las necesidades reales d<strong>el</strong> Sistema Educativo Plurinacional<br />
así como las nuevas políticas sociales y educativas d<strong>el</strong> país que prevén la uni<strong>ver</strong>salización<br />
de la educación secundaria, con <strong>el</strong> fin de garantizar la solvencia profesional de estos<br />
maestros/as y la calidad de la educación de todos los estudiantes de este niv<strong>el</strong>‖.<br />
Este componente es de régimen especial y transitorio. Los/as docentes que accedan a los<br />
cursos de especialización recibirán una certificación <strong>para</strong> <strong>el</strong> ejercicio de las especialidades<br />
d<strong>el</strong> niv<strong>el</strong> secundario, según una normativa especial indicada en la Resolución Ministerial Nº<br />
121/2010. El programa es financiado por <strong>el</strong> Ministerio de Educación y ejecutado por la<br />
Unidad Especializada de Formación Continua (UNEFCO), bajo la modalidad semipresencial.<br />
El PEAMS, tiene previsto <strong>el</strong> desarrollo de <strong>material</strong>es de apoyo en una Colección denominada<br />
―Carpetas de Formación Continua‖, la misma que contempla una ―Carpeta de Trabajo‖ y un<br />
―Cuadernillo de Actividades‖ <strong>para</strong> cada uno de los 16 módulos de las 6 especialidades<br />
contempladas. Dicho <strong>material</strong> está organizado en unidades temáticas que siguen una<br />
secuencia sistemática <strong>para</strong> favorecer <strong>el</strong> proceso de aprendizaje de las/los participantes, cuyo<br />
contenido no sólo es un recurso <strong>para</strong> fortalecer conocimientos y orientaciones pedagógicodidácticas<br />
sino una forma de ampliar la conciencia sobre <strong>el</strong> mundo y la sociedad.<br />
Sobre la base de estos <strong>Documento</strong>s de Trabajo (<strong>ver</strong>siones en construcción colectiva),<br />
tutores/as d<strong>el</strong> PEAMS podrán añadir y/o adecuar contenidos y estrategias formativas de<br />
acuerdo a cada contexto. Invitamos a tutores y participantes de todo <strong>el</strong> país a contribuir con<br />
observaciones y sugerencias <strong>para</strong> mejorar y enriquecer posteriores ediciones<br />
(unefco@unefco.edu.bo).<br />
Fernando Carrión J. - Director General UNEFCO<br />
“Compromiso social y vocación de servicio: Maestras/os<br />
forjadores de la Revolución Educativa”<br />
3
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
PRESENTACIÓN<br />
ÍNDICE GENERAL<br />
ÍNDICE GENERAL<br />
DATOS GENERALES DE LA CARPETA ......................................................................... 4<br />
Introducción ...................................................................................................................... 4<br />
Objetivos holístico de área/especialidad ............................................................................ 4<br />
Objetivo holístico de la Carpeta ......................................................................................... 4<br />
UNIDAD 1: La filosofía: Conceptos – sujetos – objetos - métodos ............................. 7<br />
Objetivos de la unidad ....................................................................................................... 7<br />
1.1 La filosofía: Apuntes <strong>para</strong> su definición. ....................................................................... 8<br />
1.2. Los filósofos: Apuntes <strong>para</strong> su caracterización ......................................................... 11<br />
1.3. El objeto de la filosofía: Apuntes <strong>para</strong> su caracterización .......................................... 12<br />
1.4. El método de la filosofía ........................................................................................... 13<br />
Resumen de la unidad ..................................................................................................... 13<br />
Lecturas complementarias ............................................................................................... 13<br />
UNIDAD 2: La filosofía occidental. Sus principales singularidades (Parte 1) ........... 14<br />
Objetivos de la unidad ..................................................................................................... 14<br />
2.1 El proceso de unilateralización y abstracción de la filosofía occidental. ..................... 15<br />
2.2 La patriarcalización d<strong>el</strong> mundo semita ....................................................................... 17<br />
2.3 Hitos principales de la historia de la filosofía occidental (Parte 1) ............................. 19<br />
Resumen de la unidad ..................................................................................................... 30<br />
Lecturas complementarias ............................................................................................... 31<br />
UNIDAD 3: La filosofía occidental. Sus principales singularidades (Parte 2) ........... 37<br />
Objetivos de la unidad ..................................................................................................... 37<br />
3.1 La filosofía en la edad media . ................................................................................... 37<br />
3.2 La filosofía en d<strong>el</strong> renacimiento . ................................................................................ 42<br />
3.3 Los primeros movimientos filosóficos d<strong>el</strong> siglo XIX . .................................................. 47<br />
Resumen de la unidad ..................................................................................................... 48<br />
Lecturas complementarias ............................................................................................... 48<br />
UNIDAD 4: La filosofía en contextos de sociedad plurinacional ................................ 51<br />
Objetivos de la unidad ..................................................................................................... 51<br />
4.1 De la filosofía indolente a una filosofía más ecológica..……………….………..…51<br />
4.2. La filosofía andina ..................................................................................................... 53<br />
Resumen de la unidad ..................................................................................................... 60<br />
Lecturas complementarias ............................................................................................... 60<br />
4
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
INTRODUCCIÓN<br />
DATOS GENERALES DE LA CARPETA<br />
Hacer filosofía con los pies en <strong>el</strong> territorio requiere, sin duda, un doble esfuerzo<br />
comunicacional, particularmente en países como Bolivia. Por una parte se tiene la exigencia<br />
de con<strong>ver</strong>sar con la filosofía occidental ya sea en su <strong>ver</strong>sión genética, de origen griego, o en<br />
su <strong>ver</strong>sión moderna, post-renacentista, pero con sentido crítico a la vez dialógico; y por otra,<br />
está la exigencia de recuperar, difundir y seguir construyendo filosofías propias. Encarar una<br />
―otra filosofía‖ es también un asunto de lucha de poder no sólo con <strong>el</strong> dominio de la filosofía<br />
occidental indolente, que ha desconocido sistemática e históricamente, éstas otras filosofías<br />
sino, también, con <strong>el</strong> deseo de hacer filosofía con dignidad.<br />
El cuaderno de formación que tiene en sus manos está configurado en tres unidades. La<br />
primera tiene como intencionalidad, invitar a los y las docentes a construir bases comunes<br />
respecto a cuatro aspectos que hacen a la filosofía: i) ¿Qué es la filosofía?, ii) ¿Quiénes<br />
hacen filosofía?, iii) ¿Sobre qué se filosofa? y iv) ¿Cómo se filosofa?; la segunda se focaliza<br />
en la abordar de manera sumamente sintética la filosofía occidental desde la perspectiva<br />
histórica, desde la Grecia antigua hasta la actualidad; la tercera, y última unidad, plantea la<br />
filosofía andina pero en <strong>el</strong> marco d<strong>el</strong> problema filosófico d<strong>el</strong> ―otro‖ y de la ―otra‖, es decir<br />
frente a la necesidad de contribuir al potenciamiento de otras filosofías con singularidad<br />
propias desde donde se dialogue con la filosofía occidental pero en condiciones de mayor<br />
igualdad y dignidad.<br />
El lector y lectora, encontrará en cada unidad citas algo extensas de autores que han<br />
formado la base <strong>para</strong> la construcción d<strong>el</strong> presente cuaderno. El propósito es más de<br />
naturaleza didáctica que otra. Es importante que, <strong>material</strong>es de formación como éste, sean<br />
también espacios de encuentro con filósofos a partir de sus propios ―textos‖; un encuentro<br />
facilitador d<strong>el</strong> diálogo más que de la ―domesticación‖. Para la configuración de la segunda<br />
unidad, por ejemplo, se han tenido que construir textos sumamente apretados, casi<br />
esquemáticos, pero, suficientes <strong>para</strong> activar procesos de formación basados en la<br />
con<strong>ver</strong>sación, <strong>el</strong> debate y <strong>el</strong> diálogo consigo mismo pero sobre todo con los otros y otras.<br />
La intención d<strong>el</strong> cuaderno es invitar a la construcción colectiva de conocimientos <strong>para</strong> lo<br />
cual, propone un mapa con tres referencias, en las que cada docente junto a sus colegas<br />
puede transitar reflexionando sobre la realidad con <strong>el</strong> propósito no sólo de explicarla sino,<br />
sobre todo de reconstruirla en <strong>el</strong> marco de principios y horizontes de mayor humanidad y<br />
dignidad no sólo d<strong>el</strong> ser humano sino d<strong>el</strong> cosmos.<br />
5
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
OBJETIVO HOLÍSTICO DE ÁREA<br />
Promovemos una formación de los educandos con pensamientos, valores y formas<br />
de conducta en función a la nueva visión de país a partir de los principios:<br />
descolonizador, comunitario, productivo, intra-intercultural y plurilingüe con capacidad<br />
crítica, científica y reflexiva, <strong>para</strong> asumir un compromiso social comunitario y<br />
productivo; en función a lo político, económico, social y cultural que vive nuestro país<br />
en la construcción de una nueva sociedad.<br />
OBJETIVO HOLÍSTICO DE LA CARPETA<br />
Reconocemos la importancia de la filosofía <strong>para</strong> desarrollar en los estudiantes la<br />
capacidad crítica, científica y reflexiva <strong>para</strong> la comprensión y transformación de la<br />
realidad en que vive, a partir de los principios: descolonizador, comunitario,<br />
productivo, intra-intercultural y plurilingüe contemplados en la Ley de Educación.<br />
6
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
UNIDAD 1: LA FILOSOFÍA: CONCEPTO (S) – SUJETO (S) –<br />
OBJETO (S) – MÉTODO (S)<br />
A continuación te presentamos un grupo de preguntas sobre las que girará <strong>el</strong> contenido de la<br />
unidad.<br />
Como muestra <strong>el</strong> gráfico siguiente, la presente unidad gira alrededor de cuatro inquietudes<br />
estratégicas: i) ¿Qué es la filosofía?, ii) ¿Quiénes son los filósofos?, iii) ¿Sobre qué se<br />
filosofa? y iv) ¿Cómo se filosofa?<br />
¿Qué es<br />
la<br />
filosofía?<br />
¿Sobre<br />
qué se<br />
filosofa?<br />
Gráfico No 1: Cuatro aspectos generales y básicos de la filosofía Fuente. Equipo redactor<br />
En ese marco, la unidad se caracteriza por enfatizar en lo conceptual.<br />
OBJETIVOS DE LA UNIDAD<br />
La filosofía<br />
¿Quiénes<br />
son los<br />
filósofos?<br />
¿Cómo<br />
se<br />
filosofa?<br />
Conceptualizamos la filosofía desde diferentes miradas <strong>para</strong> que los y las docentes<br />
manejen di<strong>ver</strong>sos criterios que amplíen y enriquezcan sus posturas iniciales tomando<br />
en cuenta <strong>el</strong> momento histórico que vive <strong>el</strong> mundo y en particular Bolivia.<br />
Analizamos, a través de procesos de auto-percepción y revisión de posturas di<strong>ver</strong>sas,<br />
las particularidades de los filósofos <strong>para</strong> comprender su pap<strong>el</strong> como sujetos con<br />
responsabilidad social y así ampliar <strong>el</strong> sentido y significado de la filosofía como<br />
campo de formación escolar.<br />
Identificamos <strong>el</strong> objeto de la filosofía en <strong>el</strong> marco de los tiempos actuales a través d<strong>el</strong><br />
auto-aprendizaje generada en las prácticas que han desarrollado los y las docentes y<br />
revisando algunas posturas teorizadas.<br />
Valoramos las formas cómo se ha filosofado, particularmente desde <strong>el</strong> ángulo<br />
occidental moderno, <strong>para</strong> asumir una postura crítica y más abierta a la necesidad de<br />
impulsar, desde la educación escolar, otras filosofías coherentes con una sociedad<br />
plurinacional.<br />
7
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
1.1 LA FILOSOFÍA: APUNTES PARA SU CONCEPTUALIZACIÓN<br />
¿Qué es la filosofía? Una pregunta sencilla de plantearla pero difícil de trabajarla. Sin<br />
embargo más allá de la dificultad, y sin pretender agotar <strong>el</strong> debate y la complejidad, es<br />
necesario, en este cuaderno, tener una base mínima, más con fines didácticos y, de alguna<br />
manera, también filosóficos.<br />
Antes de trabajar propiamente la definición es necesario considerar las condiciones humanas<br />
en las que brota la filosofía. Para esto una cita algo extensa de Ortega y Gasset:<br />
―Para que la filosofía surja en un pueblo, es preciso que se haya producido una<br />
ruptura con <strong>el</strong> mundo real (…) La filosofía comienza con la decadencia de un mundo<br />
real. Si la filosofía se presenta, y despliega sus abstracciones, entonces ya ha pasado<br />
<strong>el</strong> fresco color de la juventud, de la vida…Así también los griegos se retiraron d<strong>el</strong><br />
Estado cuando empezaron a pensar; y empezaron a pensar cuando afuera, en <strong>el</strong><br />
mundo real, todo era turbulento y desdichado…Fue entonces cuando los filósofos se<br />
retiraron a su mundo ideal; Los filósofos han sido, como <strong>el</strong> pueblo los llamó, unos<br />
holgazanes. Y de este modo, en casi todos los pueblos, la filosofía surge solamente<br />
cuando la vida pública ya no satisface y deja de tener interés <strong>para</strong> <strong>el</strong> pueblo, cuando<br />
<strong>el</strong> ciudadano ya no puede tomar parte alguna en la administración d<strong>el</strong> Estado‖ (citado<br />
por Barylko, 2005:14-15).<br />
Para seguir ampliando la concepción de ―la crisis como punto de partida d<strong>el</strong> filosofar‖<br />
(Barylko, 2005:11) <strong>ver</strong> lectura complementaria No 1.<br />
Siguiendo la misma ruta, es lícito sostener que ―la filosofía surgió debido al asombro de los<br />
seres humanos‖ (Gaarder, 2000:15); cuando ―en <strong>el</strong> marco de alguna creencia se abre, de<br />
pronto, la brecha de la duda‖ (Barylko, 2005:14). Mientras en la vida cotidiana ―la creencia da<br />
tranquilidad; la duda (siembra) incertidumbre, indecisión‖ (ibíd.).<br />
Entonces, siguiendo con Ortega y Gasset, queda claro, que:<br />
―la filosofía surge cuando la vida moral de un pueblo se ha disu<strong>el</strong>to y <strong>el</strong> espíritu ha<br />
huido al mundo d<strong>el</strong> pensamiento <strong>para</strong> buscar un reino de lo interior…<strong>el</strong> primer modo<br />
de existencia de un pueblo es la moral simple…en <strong>el</strong> filosofar pongo mi vida, me<br />
pongo a mí mismo frente a mí. Filosofar supone que ya no estoy satisfecho con mi<br />
vida‖ (Ibíd.)<br />
Pero, hasta aquí aún no hemos respondido aún a la pregunta central de este apartado: ¿Qué<br />
es la filosofía? Aunque, las citas anteriores, brindan varios insumos.<br />
Estermann (2008), de manera bastante ilustrativa indica que se puede definir la filosofía a<br />
partir de la etimología d<strong>el</strong> término así como recurriendo a sus fuentes de origen:<br />
8
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Gráfico No 2: ¿Qué es la filosofía?: Tres formas de definir. Equipo redactor, basada en Estermann Josef, 2008<br />
Sin que sea la única manera, menos la más apropiada, pero que, <strong>para</strong> los y las docentes de<br />
secundaria, resulta sumamente didáctico.<br />
Mientras que:<br />
Históricamente<br />
―la definición etimológica rev<strong>el</strong>a dos aspectos que en la concepción moderna<br />
(postrenacentista) casi desaparecieron totalmente: Filosofía tiene que <strong>ver</strong> con ‗amor‘<br />
y ‗sabiduría‘. El primer aspecto enfatiza una pasión, un compromiso, un sentimiento<br />
profundo (…). Y <strong>el</strong> segundo aspecto (‗sabiduría‘) subraya <strong>el</strong> nexo necesario con la<br />
experiencia vivencial (…), la madurez personal, la riqueza experimental, la meditación<br />
profunda e incondicional‖ (Estermann, 2009:20-21).<br />
―la definición genética (por <strong>el</strong> origen) construye una dicotomía a histórica y artificial<br />
entre mythos y logos, supuestamente surgida con los primeros milesios (Tales,<br />
Anaximandro, Anaxímenes) en las ri<strong>ver</strong>as mediterráneas. Se olvida o suprime<br />
normalmente <strong>el</strong> hecho de que la filosofía occidental tiene su origen en Asia, en la<br />
periferia d<strong>el</strong> imperio griego, y no en <strong>el</strong> contexto político y cultural de la civilización<br />
occidental de aqu<strong>el</strong> tiempo (Atenas y Roma). (Estermann, 2009:20-21).<br />
Sin embargo, en <strong>el</strong> proceso:<br />
Etimológicamente<br />
La<br />
filosofía<br />
―la sabiduría muy rápidamente tenía que ceder <strong>el</strong> campo al logos; los sophoi (sabios)<br />
se con<strong>ver</strong>tían en ‗filósofos‘, y <strong>el</strong> ‗amor‘ sólo quedó como reminiscencia lingüística en<br />
<strong>el</strong> término ‗filosofía‘‖ (Estermann, 2009:20-21).<br />
―La ‗filosofía‘ se con<strong>ver</strong>tía entonces, empezando con Platón, en ‗logología‘ o<br />
‗noología‘ (…) <strong>el</strong> amor pasional (…) se enfriaba, y con él <strong>el</strong> compromiso personal con<br />
los problemas prácticos, políticos y existenciales (…) poco a poco dejaba de ser<br />
interpretación apasionada de la experiencia vivencial y se con<strong>ver</strong>tía en ‗teoría‘ acerca<br />
d<strong>el</strong> ser (ontología), d<strong>el</strong> conocer (epistemología) y hasta en interpretación de la<br />
interpretación (historiografía)…‖ (Estermann, 2009:20-22).<br />
Pero <strong>el</strong> esfuerzo por definir la filosofía sigue su rumbo:<br />
Genéticamente<br />
Para Heg<strong>el</strong>, por ejemplo: ―la filosofía era un saber absoluto‖ (Duss<strong>el</strong>, 1968:28)<br />
Desde Latinoamérica, se dice que: ―la filosofía es un quehacer entre otros d<strong>el</strong> hombre‖ sin<br />
embargo ―ese quehacer supone (…) al hombre que piensa filosóficamente‖ desde ésta<br />
mirada ―filosofar es un modo de ser en <strong>el</strong> mundo‖ es por eso que sostiene que ―cuando la<br />
filosofía nace en la historia, <strong>el</strong> hombre ya estaba en su mundo; cuando <strong>el</strong> filósofo se pone a<br />
9
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
pensar ya está en <strong>el</strong> mundo‖ entonces ―la filosofía es (…) algo que aparece, que se muestra<br />
en <strong>el</strong> mundo‖ (Duss<strong>el</strong>, 1968: 28).<br />
Por filosofía se entiende ―una manera de pensar totalmente nueva que surgió en Grecia<br />
alrededor d<strong>el</strong> año 600 antes de Cristo‖ (Gaarder, 2000:25).<br />
―Si antes se entendía por nada más que la especulación teórica y metafísica, hoy se<br />
entiende por tal la explicación d<strong>el</strong> mundo, d<strong>el</strong> hombre y de sus problemas diarios:<br />
teóricos o prácticos; explicación que tiende hacerse cada vez más científica y<br />
exacta…no es aqu<strong>el</strong> arte d<strong>el</strong> que abusaba <strong>el</strong> sofista; pues esta mayor o menor<br />
habilidad <strong>para</strong> darle forma de <strong>ver</strong>dad a lo falso, no es su contenido, ni es su fin…‖<br />
(Carranza, 1998:7-8).<br />
Ahora bien, desde otra entrada, la filosofía, también puede ser definida como una forma de<br />
acercarse a la realidad, tal como lo plantea Pedro Chiniagla (1995), cuya propuesta se ilustra<br />
en <strong>el</strong> siguiente gráfico.<br />
Espontáneo Científico<br />
Teológico<br />
CONOCIMIENTOS<br />
<strong>para</strong> acercarse a<br />
la REALIDAD<br />
Filosófico<br />
Gráfico No 3: La filosofía: Una manera de acercarse a la realidad. Elaboración equipo redactor.<br />
Pero también se puede definir la filosofía en su sentido estricto y en su sentido amplio:<br />
―En su sentido amplio sería entonces todo <strong>el</strong> esfuerzo humano <strong>para</strong> entender <strong>el</strong><br />
mundo, a través de las grandes preguntas que la humanidad ha formulado; y esto de<br />
hecho competen a todos los pueblos en todas las épocas (mientras en su sentido)<br />
estricto enfatiza justamente en los rasgos que la filosofía surgida en Occidente de<br />
facto tiene. Racionalidad lógica; metodología sistemática; actitud antimitológica;<br />
cientificidad; graficidad; individualidad d<strong>el</strong> sujeto…‖ (Estermann, 2009: 22).<br />
En todo caso, lo citado lo único que demuestra es que definir la filosofía es una empresa<br />
amplia, compleja pero sobre todo siempre inconclusa e incompleta. De todas formas, las<br />
citas nos permiten manejar varios <strong>el</strong>ementos <strong>para</strong> construir definiciones propias junto a los<br />
colegas y estudiantes.<br />
10
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
1.2 LOS FILÓSOFOS: APUNTES PARA SU CARACTERIZACIÓN<br />
Para trabajar esta pregunta generadora (en <strong>el</strong> sentido de las palabras generadoras acuñada<br />
por Freire) hay dos fuentes: Por una parte la experiencia misma de cada una y uno de los<br />
docentes y por otra, algunas posturas de filósofos que se han manifestado al respecto.<br />
En <strong>el</strong> cuadernillo de actividades están señaladas cómo trabajar desde la primera fuente. En<br />
este apartado, se recurre a algunos filósofos que contribuyen a la pregunta planteada.<br />
¿Quiénes pueden ser filósofos?<br />
Alguno dirá que ―lo único que necesitamos <strong>para</strong> ser buenos filósofos es la capacidad de<br />
asombro‖ (Gaarder, 2000:18) porque ―lo triste es que no sólo nos habituamos a la ley de la<br />
gravedad conforme vamos haciéndonos mayores. Al mismo tiempo, nos habituamos al<br />
mundo tal como es‖ (Gaarder, 2000:20).<br />
Desde esa mirada, ―un filósofo jamás ha sabido habituarse d<strong>el</strong> todo al mundo‖ (Gaarder,<br />
2000:21) por <strong>el</strong> contrario, su pretensión insistente fue ir más allá de la cotidianidad concreta,<br />
camino por <strong>el</strong> que ―sólo los filósofos emprenden (...) hacia los límites extremos d<strong>el</strong> idioma y<br />
de la existencia‖ (Gaarder, 2000:22).<br />
Con todo, habrá que convenir que ―aunque las cuestiones filosóficas conciernen a todo <strong>el</strong><br />
mundo, no todo <strong>el</strong> mundo se convierte en filósofo‖ (Gaarder, 2000:21).<br />
Hasta aquí, Gaarder insiste en la capacidad de asombro y de mirar más allá de lo que a<br />
primera vista se manifiesta en <strong>el</strong> diario vivir.<br />
Pero la construcción d<strong>el</strong> ser filosófico no siempre es un camino llano, al contrario así como<br />
ofrece oportunidades también contiene sus limitaciones.<br />
En ese sentido es sabido que ―numerosas veces la crisis de la filosofía se resu<strong>el</strong>ve con <strong>el</strong><br />
expedito método de abandonarla, sustituyéndola por otra profesión. Cuando la filosofía no da<br />
dinero, es decir cuando no se puede conseguir un puesto académico o docente, ni seguridad<br />
int<strong>el</strong>ectual, es normal buscar otras salidas‖ (San Martín, 2006:18). Uno de los destinos de la<br />
migración han sido las ciencias humanas en cuyo campo ―tiende a con<strong>ver</strong>tirse en un género<br />
literario‖ (ibíd.) dejando de ser sujeto <strong>para</strong> terminar siendo simplemente un objeto. Los que<br />
no la abandonaron, tienden a continuar ―vinculados a la vieja nodriza (…apresurándose a)<br />
historiarla como intentando desactivarla y así levantar acta de defunción…‖ (ibíd.).<br />
En todo caso ―quienes se dedican a las ciencias humanas en sustitución de la filosofía y<br />
quienes se dedican a hacer su historia participan de la misma tendencia: <strong>el</strong> abandono d<strong>el</strong><br />
cultivo directo de la filosofía‖ (ibíd.:19).<br />
En tiempos de cambio no sólo coyuntural sino de época, como la que vive Bolivia, y<br />
asumiendo las tendencias filosóficas en Latinoamérica y <strong>el</strong> mundo, uno de los desafíos es<br />
entrar a una con<strong>ver</strong>sación sistemática <strong>para</strong> reconfigurar <strong>el</strong> ser y quehacer filosófico. La<br />
presente experiencia de formación requiere ser asumida como una oportunidad <strong>para</strong> iniciar<br />
esta con<strong>ver</strong>sación. No es un espacio sólo de socialización, menos de transmisión sino de<br />
creación.<br />
11
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
1.3. EL OBJETO DE LA FILOSOFÍA: APUNTES PARA SU<br />
CARACTERIZACIÓN<br />
¿Sobre qué se filosofa? Una inquietud que conlleva numerosas posibilidades de ser<br />
trabajada, no obstante, es preciso plantearse la misma.<br />
Para algunos, ―<strong>el</strong> objeto de la filosofía no es <strong>el</strong> descubrimiento de las leyes eternas, o leyes<br />
que se establecen como la coartada última de las afirmaciones teóricas; por <strong>el</strong> contrario, <strong>el</strong><br />
interés de la filosofía es <strong>el</strong> carácter instrumental de las ideas‖ (Mendieta, 2005:14) pero ―no si<br />
las ideas son correctas porque se corresponden a una cosa de la que son copias o a la que<br />
se refieren, sino si las ideas o narrativas nos permiten transformar <strong>el</strong> mundo‖ (ibíd.) sino<br />
porque ―la filosofía puede contribuir a la transformación d<strong>el</strong> mundo sólo si en primer lugar se<br />
transforma <strong>el</strong>la misma‖ (Mendieta, 2005:15).<br />
En esa misma dirección decía Rorty que su trabajo no consistía en ayudar a ―reformar la<br />
filosofía, sino transformarla‖ (Mendieta, 2005:15).<br />
Como se <strong>ver</strong>á a lo largo d<strong>el</strong> presente cuaderno, la filosofía –en este caso occidental en su<br />
<strong>ver</strong>sión antigua y moderna-- en distintos momentos de su historia ha enfatizado en diferentes<br />
objetos.<br />
Por ejemplo, con los presocráticos, la filosofía se enfoca en la búsqueda de los principios<br />
<strong>el</strong>ementales que determinan toda la existencia; desde Sócrates hasta <strong>el</strong> inicio de la edad<br />
media, <strong>el</strong> objeto de la filosofía es <strong>el</strong> Ser; en la edad media la preocupación filosófica se<br />
concentra en la r<strong>el</strong>ación filosofía-Dios; en <strong>el</strong> renacimiento la filosofía vira su mirada al ser<br />
humano y en particular la importancia d<strong>el</strong> conocimiento científico, riguroso y metódico.<br />
Consiguientemente, según <strong>el</strong> momento histórico que se vive, la filosofía tiende a enfatizar en<br />
un objeto y otro. Esto quiere decir que <strong>el</strong> objeto de la filosofía no es algo plenamente estático<br />
menos monolítico porque la filosofía está vinculada a la vida como totalidad, a la existencia<br />
d<strong>el</strong> ser humano en su r<strong>el</strong>ación a los otros seres humanos y en r<strong>el</strong>ación con la naturaleza. Y<br />
como está vinculación es dinámica y está en permanente creación, <strong>el</strong> objeto tiende a ser<br />
también algo g<strong>el</strong>atinoso.<br />
La cosa se complica más si trabajamos en la configuración d<strong>el</strong> objeto de la filosofía desde<br />
las otras filosofías, la andina por ejemplo, <strong>para</strong> quién la filosofía no <strong>ver</strong>sa desde la<br />
centralidad d<strong>el</strong> hombre como eje d<strong>el</strong> mundo (antropocentrismo) sino desde una concepción<br />
d<strong>el</strong> hombre implicado con la naturaleza y lo trascendente (cosmocentrismo). Una filosofía,<br />
por tanto que tiene, como se <strong>ver</strong>á en la cuarta unidad, principios de partida distintos a la<br />
asumida por la filosofía occidental desde la Grecia antigua.<br />
Por su lado, la filosofía latinoamericana, de la línea duss<strong>el</strong>iana, enfatiza en la necesidad de<br />
la liberación por tanto en <strong>el</strong> sentido emancipatorio.<br />
¿Hay un solo objeto filosófico? ¿Hay di<strong>ver</strong>sos objetos filosóficos? ¿Cuáles son sus<br />
semejanzas y cuáles sus diferencias? Preguntas que desafían y que durante este proceso<br />
formativo, en las clases presenciales esperamos puedan ser abordadas.<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
1.4. EL MÉTODO DE LA FILOSOFÍA<br />
Como se irá viendo a lo largo de los siguientes apartados, la filosofía ha ido construyendo<br />
sus propios métodos. Al finalizar <strong>el</strong> estudio d<strong>el</strong> cuaderno, por ejemplo se tendrá la posibilidad<br />
de realizar com<strong>para</strong>ciones entre los modos cómo se ha filosofado desde la filosofía<br />
occidental y los modos cómo se filosofa en la filosofía andina.<br />
El párrafo presentado es una generalidad, según <strong>el</strong> enunciado d<strong>el</strong> subtítulo se debe describir<br />
él o los métodos de la Filosofía.<br />
RESUMEN DE LA UNIDAD<br />
En esta primera unidad, se pretende contribuir con insumos <strong>para</strong>, a través de<br />
con<strong>ver</strong>saciones colectivas, seguir trabajando cuatro preguntas básica d<strong>el</strong> cuaderno: i) ¿Qué<br />
es la filosofía?, ii) ¿Quiénes son los filósofos?, iii) ¿Sobre qué se filosofa? y ¿Cómo se<br />
filosofa?<br />
La unidad contiene distintos ángulos <strong>para</strong> entrar a la construcción conceptual, individual y<br />
colectiva, de la filosofía.<br />
LECTURAS COMPLEMENTARIAS<br />
La crisis: El punto de partida d<strong>el</strong> filosofar<br />
Jaime Barylko en La filosofía: Una invitación a pensar<br />
Crisis. Se ha roto algo. Se ha roto <strong>el</strong> piso, la base de aqu<strong>el</strong>lo que se vive. Mientras vivimos,<br />
no pensamos en lo que estamos viviendo. Cuando vamos al cine y nos entregamos a la<br />
p<strong>el</strong>ícula, nos olvidamos de que estamos en <strong>el</strong> cine, viendo una p<strong>el</strong>ícula. Pero si de pronto<br />
hay un corte de luz, despertamos y tomamos conciencia: estamos en un cine viendo una<br />
p<strong>el</strong>ícula, y algo está fallando. Pensamos: ¿Qué hacer? ¿Vol<strong>ver</strong>á la luz? ¿Valía la pena venir<br />
al cine?<br />
Uno piensa en <strong>el</strong> cine cuando no va al cine, o cuando va y algo no funciona como debería<br />
funcionar. ―Crisis‖ significa eso, algo que se rompe y, porque se rompe, hay que analizarlo.<br />
De ahí viene <strong>el</strong> término ―crítica‖, que significa análisis o estudio de algo <strong>para</strong> emitir un juicio.<br />
Y de ahí también ―criterio‖, que es razonamiento adecuado.<br />
La crisis nos obliga a pensar. La crisis d<strong>el</strong> mundo, la de nuestras r<strong>el</strong>aciones –-que a veces<br />
están a punto de naufragar--, la crisis de la economía, de la política. Pensar es consecuencia<br />
de alguna crisis. Si no, ¿Para qué pensar? Si nos va bien en los negocios, ¿Para qué pensar<br />
en los negocios? Pero si nos va mal en la vida, podemos llegar a pensar: ¿Para qué necesito<br />
yo todo esto, <strong>para</strong> qué me sirve? ¿mejora mi vida con <strong>el</strong>lo?<br />
La crisis produce análisis, reflexión. Cuando <strong>el</strong> pensamiento es sistemático, cuando abarca<br />
los grandes temas de la vida y busca e indaga qué es <strong>el</strong> amor, qué es <strong>el</strong> bien, qué es la vida,<br />
qué es la f<strong>el</strong>icidad, sin dejarse llevar por las preferencias individuales, se llama filosofía‖.<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
Barylko, Jaime (2005) La filosofía: Una invitación a pensar, 2º edición. Booket, Buenos Aires.<br />
Duss<strong>el</strong>, Enrique (1968) Lecciones de introducción a la filosofía, de antropología filosófica<br />
(texto inédito inconcluso). Mendoza, 1968<br />
Estermann, Josef (2009) Filosofía Andina: Sabiduría indígena <strong>para</strong> un mundo nuevo. Instituto<br />
Superior Ecuménico Andino de Teología, La Paz, Bolivia.<br />
Mendieta, Eduardo (2005) Cuidar la libertad: Entrevistas sobre política y filosofía; editorial<br />
Trotta, S.A., Madrid, Barc<strong>el</strong>ona.<br />
San Martín, Javier (1986) Antropología y filosofía: Ensayos programáticos. Ed. Montesinos.<br />
Madrid, Barc<strong>el</strong>ona.<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
UNIDAD 2: LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL: SUS<br />
PRINCIPALES SINGULARIDADES (Parte 1)<br />
OBJETIVOS DE LA UNIDAD<br />
Analizamos, con sentido y contenido histórico y crítico, las principales características<br />
de la filosofía occidental desde su origen en Grecia hasta las posturas postaristotélicas<br />
en la perspectiva de potenciar sus aportes pero a la vez de dev<strong>el</strong>ar sus<br />
limitaciones en su pretensión de uni<strong>ver</strong>salidad en <strong>el</strong> marco de la generación de<br />
procesos de descolonización filosófica.<br />
2.1 EL PROCESO DE UNILATERALIZACIÓN Y ABSTRACCIÓN DE LA<br />
FILOSOFÍA OCCIDENTAL: UNA MIRADA A SUS FUENTES<br />
GENÉTICAS<br />
Medina (2009), en un trabajo reciente, siguiendo a Franz Karl Mayr (1966), plantea cómo la<br />
filosofía griega, o sea la filosofía que hemos estudiado durante años y años en <strong>el</strong> sistema<br />
educativo boliviano, ―surge cuando <strong>el</strong> proceso de patriarcalización indoeuropeo se impone y<br />
Zeus se convierte en <strong>el</strong> padre de los dioses y de los hombres y Apolo triunfa como dios de la<br />
razón, la medida y las costumbres patriarcales‖ mientras que ―Dionisos se escondió en<br />
D<strong>el</strong>fos: seno materno, <strong>el</strong> antiguo lugar de culto t<strong>el</strong>úrico de la Diosa matriarcal‖ (2010:6)<br />
Desde esta perspectiva <strong>el</strong> surgimiento de la filosofía se da al mismo tiempo que la cultura<br />
patriarcal se impone a la cultura matriarcal. El tiempo y vida matriarcal entendida como<br />
desordenada, caótica, aparente, irreal es progresivamente marginada por <strong>el</strong> tiempo y la vida<br />
patriarcal entendida como ordenado, auténtico, real y <strong>ver</strong>dadero.<br />
Dicho en otros términos, lo contextual, lo r<strong>el</strong>ativo, lo probabilístico y fluido propio de la cultura<br />
mediterránea matriarcal de la antigua Grecia, que se basaba en un tiempo y espacio de tipo<br />
orgánico biológico, esto es d<strong>el</strong> vínculo de la vida con la naturaleza, de la organización social<br />
basada en la democracia es opacado y marginado por la razón, lo <strong>ver</strong>dadero, lo fijo. Es<br />
cuando en palabras de Medina la filosofía empieza a cong<strong>el</strong>ar en conceptos lo que antes era<br />
r<strong>el</strong>ación sostenida en la experiencia.<br />
Con la filosofía, insiste Medina, empieza <strong>el</strong> conocimiento basado en la autoridad de la razón<br />
mientras que la experiencia, propia d<strong>el</strong> matriarcado, es reprimida incesantemente. El Ser<br />
auténtico empieza a ser construido en semejanza a Zeus, dios olímpico patriarcal.<br />
Dicho de manera directa, con la filosofía la razón masculina se contrapone a la razón<br />
femenina.<br />
En cuadro siguiente da muestra cómo la emergencia de la filosofía contribuye a que una<br />
forma de vida y de concepción compleja y r<strong>el</strong>acional vaya dando paso a otra muy distinta.<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Luego, dice Medina:<br />
Lo ilimitado cede paso a lo limitado<br />
Lo circular a lo recto<br />
La pluralidad cede paso a la unidad<br />
Lo fluido cede paso a lo estático<br />
La oscuridad cede paso a la luz<br />
Cuadro No 1: Physis y apeiron ceden paso a eidos y logos Fuente: Medina<br />
―… viene Anaxágoras, siglo quinto antes de Cristo, que pone la guinda: <strong>el</strong> nous,<br />
espíritu, es <strong>el</strong> principio formal que trasciende y ordena <strong>el</strong> uni<strong>ver</strong>so physico. Platón<br />
zanja la cuestión al introducir <strong>el</strong> nous como un fundamento espiritual de la propia<br />
physis. Con lo que entramos al conocido dualismo naturaleza / espíritu que llega<br />
hasta <strong>el</strong> día de hoy. La derrota de la Madre Tierra está s<strong>el</strong>lada‖ (2010:7)<br />
En esa misma dirección, Platón, termina demostrando<br />
Por su parte:<br />
―la existencia de Dios por <strong>el</strong> a priori racional y espiritual que anida en la physis. En <strong>el</strong><br />
mod<strong>el</strong>o matriarcal, a dios se le sentía; no había necesidad de demostrarlo y menos<br />
int<strong>el</strong>ectualmente‖ (2010:4). En esa misma ruta, Medina sigue argumentando: ―Para<br />
Platón, jora: la materia ilimitada y por tanto imperfecta, se subordina a eidos: la idea<br />
limitada y perfecta‖ esto es ―lo <strong>material</strong> – matriarcal es devaluado frente a lo patriarcal<br />
– formal <strong>el</strong>evado a ser trascendente‖ (2010:8)<br />
―Aristót<strong>el</strong>es rebarajará lo dicho sobre la r<strong>el</strong>ación dynamis / energeia, que se traducirá<br />
al latín como potentia y actus, entendidos respectivamente como hyle, materia,<br />
morphe, forma. Pero lo que viene a cuento es lo siguiente. El Hombre, en cuanto<br />
varón, tiene en <strong>el</strong> espíritu, nous, su forma o razón, de modo que la mujer, en cuanto<br />
Hombre, participa meramente de dicha razón masculina. Ahora bien, lo específico d<strong>el</strong><br />
varón es que <strong>el</strong> concibe, activamente, <strong>el</strong> ser de las cosas de un modo objetivo y<br />
visual, mientras que lo típico de la mujer es que concibe, pasivamente, lo concreto d<strong>el</strong><br />
sustrato physico ilimitado de la materia de modo intuitivo. Y eso ya no tiene prestigio.<br />
Esto es proyectado al olimpo: Dios es espíritu razón masculino, noesis noeseos,<br />
opuesto al no-poder de la materia representada en la Gran Madre. El Dios aristót<strong>el</strong>ico<br />
ya no es un dios de la comunidad, sino un dios civilizado que como Motor Inmóvil<br />
reprimirá las viejas categorías matriarcales. De este modo, Aristót<strong>el</strong>es afirma que <strong>el</strong><br />
nous, es vida, dsoe, arrebatando así a la Gran Madre su atributo de ser donadora y<br />
paridora de vida‖. (ibíd.)<br />
En esas circunstancias se van contraponiendo categorías matriarcales y categorías<br />
patriarcales:<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Categorías matriarcales Categorías patriarcales<br />
Naturalismo presocrático (Oriente) Estatalismo político (Occidente)<br />
Sedentarismo femenino: horticultura Nomadismo masculino: caza<br />
Reciprocidad inmediata Intercambio mediado<br />
Animismo Monoteísmo<br />
Culto a la tierra y a la luna Culto al ci<strong>el</strong>o y al sol<br />
Mística de la vida Mística de la idea: la vida cosificada<br />
Cuadro No 2: Categorías matriarcales y categorías patriarcales Fuente: Medina Javier<br />
En todo caso, las bases de donde saldría la civilización occidental estaban construidas.<br />
2.2 LA PATRIARCALIZACIÓN DEL MUNDO SEMITA<br />
Siguiendo al mismo autor al que se hace referencia en <strong>el</strong> apartado anterior de esta unidad:<br />
―Así como en <strong>el</strong> mediterráneo oriental se da <strong>el</strong> proceso de desmatriarcalización de la<br />
Magna Mater, es en tierra de Canaán donde se da <strong>el</strong> proceso de patriarcalización d<strong>el</strong><br />
animismo semita‖ (Medina, 2010:9).<br />
Medina parte de la hipótesis de que ―tanto <strong>el</strong> Monoteísmo: Fermión, como <strong>el</strong> Animismo:<br />
Bosón, son dos polos de una misma realidad: la Humanidad, en la que cada polo contiene a<br />
su contrario minimizado. Cuando M se actualiza, A se potencializa y vice<strong>ver</strong>sa‖. Para<br />
desarrollar esta postura, a su vez se apoya en Régis Debray (2001).<br />
―considero obsoletos los esquemas lineales d<strong>el</strong> siglo XIX, tipo: animismo, totemismo,<br />
politeísmo y, finalmente, monoteísmo. Estos esquemas pre-einsteinianos han<br />
quedado caducos, tanto por la teoría de la r<strong>el</strong>atividad: espacio-tiempo, como por la<br />
constatación empírica: <strong>el</strong> Japón posmoderno sigue siendo animista; <strong>el</strong> Budismo se<br />
está ganando a las <strong>el</strong>ites d<strong>el</strong> Occidente postindustrial; <strong>el</strong> animismo amerindio renace<br />
como una posibilidad de r<strong>el</strong>evo moral global, justamente, por su cosmocentrismo,<br />
<strong>para</strong> otorgar sentido y know how a la lucha contra <strong>el</strong> Calentamiento global, producido<br />
por la ética antropocéntrica d<strong>el</strong> Monoteísmo‖ (Medina, 2010:9).<br />
Por su importancia no sólo histórica, en <strong>el</strong> sentido de situaciones pasadas, sino, sobre todo<br />
por su aporte a la reflexión de la filosofía en la actualidad, es necesario seguir citando a<br />
Medina:<br />
―Ese pañu<strong>el</strong>o de tierra es un mosaico de mini principados y cada reino, como dice<br />
Régis Debray, ―se talla un dios-escudo, de cuyas cualidades guerreras y políticas se<br />
apropia la población simbólicamente, en un clásico intercambio de bienes y servicios‖.<br />
Los nombres de los dioses se convierten, de patronímicos, en santos y señas de<br />
identidad nacional. Es <strong>el</strong> caso d<strong>el</strong> yahveismo, un culto local entre otros tantos d<strong>el</strong><br />
entorno. El Isra<strong>el</strong> monárquico tenía su dios étnico, como los moabitas tenían a<br />
Qhemosh y los edomitas a Quaus. Estos dioses y hombres vivían unos al lado de los<br />
otros y sus reinos y panteones se rozaban mutuamente. Siete naciones se repartían<br />
Palestina, bajo dominación asiria: fenicios, samaritanos, filisteos, amonitas,<br />
moabiotas, edomitas y judíos. Cada uno tenía su pareja de divinidades: macho y<br />
hembra. Las inscripciones Kuntillet ´Ajrud y Khirbe <strong>el</strong>-Qom, de finales d<strong>el</strong> siglo IX o<br />
principios d<strong>el</strong> siglo VIII aC, mencionan a Yahveh y a su Asherah, en nuestro caso.<br />
Regía, pues, la lógica yanantin. Hubo entre <strong>el</strong>los, cómo no, rivalidades, anexiones,<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Es decir:<br />
fusiones y alianzas dinásticas. YHWH, empero, es <strong>el</strong> que se impone en este juego<br />
político; instrumenta la constitución de un conjunto unificado, llevado a cabo por todos<br />
los medios conocidos: conquista militar, ósmosis cultural o matrimonio entre casas<br />
reales. David, por ejemplo, esposa a una jebusita: Betsabé. Después de 722, <strong>el</strong><br />
repliegue sobre Jerusalén de los sobrevivientes de la caída d<strong>el</strong> reino d<strong>el</strong> Norte, que<br />
agrupaba a diez de las doce tribus, precipita la unificación de las dos mitades,<br />
mediante la fusión de las escu<strong>el</strong>as <strong>el</strong>ohistas d<strong>el</strong> Norte y las escu<strong>el</strong>as yahvistas d<strong>el</strong><br />
Sur. En ese momento se mezclan y recomponen tradiciones escritas, atribuidas a<br />
Moisés, Sur, y también a David, Norte. Ese pacto engendra la figura de una<br />
anfictionía que produce una independencia nacional, facilitando la integración de los<br />
recién llegados y su se<strong>para</strong>ción respecto de los vecinos. Aparecen un Nosotros y un<br />
Ellos más fuertes‖ (Medina, 2010:10).<br />
―la unicidad divina sería <strong>el</strong> resultado de varios siglos de aproximaciones estratégicas<br />
<strong>para</strong> lograr una unicidad política, llevadas a cabo con rodeos, avances y retrocesos.<br />
Fue, pues, un desarrollo que procedió por desajustes sucesivos, a partir de una<br />
r<strong>el</strong>igiosidad animista básica‖ (Medina, 2010:10)<br />
Sin embargo, sigue desarrollando Medina:<br />
―…es en <strong>el</strong> Exilio de Babilonia donde se da <strong>el</strong> salto cuántico hacia <strong>el</strong> monoteísmo, tal<br />
como ha llegado hasta nosotros. Lejos d<strong>el</strong> país natal, con <strong>el</strong> santuario en ruinas,<br />
desterrados, prisioneros… la <strong>el</strong>ite sacerdotal y levítica, encabezada por Ezequi<strong>el</strong>,<br />
llama empero a la unidad; una unidad que no podía ser física, dada la caída d<strong>el</strong><br />
Templo y la ocupación extranjera d<strong>el</strong> territorio: la dispersión de los exilados y la<br />
sujeción <strong>material</strong> de los que se quedaron. Así, pues, con <strong>el</strong> santuario en ruinas, los<br />
ritos animistas tradicionales se habían vu<strong>el</strong>to impracticables. Era preciso crear un<br />
sustituto viable. Si lo real es imposible, lo simbólico lo puede remplazar. Tal <strong>el</strong><br />
descubrimiento. Este gesto int<strong>el</strong>ectual no salió de una decisión d<strong>el</strong>iberada, sino de un<br />
hecho consumado. Fue impuesta por esa brutal sustracción de piso, que fue <strong>el</strong> Exilio:<br />
<strong>el</strong> desmant<strong>el</strong>amiento de sus usos e instituciones. Esta depuración, pues, obligó a los<br />
exiliados a diseñar un ―templo‖ intangible, no localizable y portátil. La Torah sería <strong>el</strong><br />
nuevo ―templo‖ que remplazaría al Templo destruido. La Escritura será, pues, <strong>el</strong> arma<br />
que nadie podrá destruir y que permitirá al pueblo hebreo persistir en <strong>el</strong> ser (…)<br />
después d<strong>el</strong> exilio, los profetas se encargarían de promocionar y capacitar al pueblo,<br />
es decir, empezarían a extirpar las idolatrías animistas con <strong>el</strong> instrumento de la<br />
alfabetización: la letra: la escritura. Esta receta está patentada y tiene larga<br />
duración…‖ Como dice Debray: ―La catástrofe es la madre d<strong>el</strong> monoteísmo y <strong>el</strong><br />
alfabeto su padre‖…‖ (Medina, 2010:11).<br />
Desde esa mirada:<br />
―El abecedario divulga: vulgariza los misterios. Como máquina de atomizar, destruye<br />
la magia de las semejanzas. Como instrumento público, rompe con la ontología d<strong>el</strong><br />
secreto y los cultos iniciáticos que descansan sobre la transmisión boca-oído. Como<br />
artilugio abierto opaca las fórmulas confidenciales. La simplificación alfabética pone<br />
los misterios al alcance de todos y los ubica en pie de igualdad. El acadio, por<br />
ejemplo, lengua imperial pero profusa y cargada, es derrotado por <strong>el</strong> arameo de los<br />
pequeños reinos sirios, porque tiene menos signos. La escritura de Uruk IV tenía 640<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
signos diferentes. No resistieron ante las 22 letras d<strong>el</strong> fenicio. Quien reduce gana‖<br />
(Medina, 2010:12)<br />
Esa ruta conduciría, sin freno, al monoteísmo occidental que se extiende a Bolivia a partir de<br />
sus clases políticas e int<strong>el</strong>ectuales y a partir de su sistema educativo y r<strong>el</strong>igioso:<br />
―Desde que Dios es captado por la razón gráfica, lo emocional es expulsado de sus<br />
refugios íntimos y cae en la trampa de la racionalización y <strong>el</strong> consiguiente<br />
formulismo. Con la intrusión de la razón enumeradora y clasificadora en <strong>el</strong> campo de<br />
lo recibido y de lo salmodiado, la Pareja divina d<strong>el</strong> animismo, no sólo se divorcia y<br />
Yahveh devine <strong>el</strong> Único, sino que, además, se apropia d<strong>el</strong> camino de la dogmática:<br />
sólo Él tiene la razón; controla la censura: <strong>el</strong> otro no tiene la razón, sino también se<br />
institucionaliza la disputa por medio d<strong>el</strong> enfrentamiento de conceptos,<br />
interpretaciones y escu<strong>el</strong>as. Las categorías de lo <strong>ver</strong>dadero y de lo falso no surgieron<br />
de la oralidad animista. Ahora bien, cuando las nociones (uni<strong>ver</strong>sales) de <strong>ver</strong>dad y de<br />
error se encuentran con los uni<strong>ver</strong>sos (localizados) de la creencia tradicional, los<br />
monoteísmos devienen violentos, depredadores y mortíferos. Un Dios asentado por<br />
escrito está ya, a priori, a la defensiva y es, por lo tanto, preventivamente b<strong>el</strong>icoso:<br />
guerras preventivas. La mejor defensa es <strong>el</strong> ataque. Ya Platón, en <strong>el</strong> Fedro, criticó los<br />
aspectos molestos de la cultura escrita: debilitamiento de la memoria individual,<br />
humillación de los ancianos, irresponsabilidad de los autores, profanación de los<br />
secretos. En una sociedad animista, no hay clero, ni dogmas, ni Inquisición. Producto<br />
derivado de la normalización gráfica, la tiranía de la letra engendra, finalmente, la de<br />
la interpretación, así como los monopolios clericales d<strong>el</strong> comentario‖ (Medina,<br />
2010:13)<br />
El mundo que era par se unilateraliza a favor de una sola energía: La energía d<strong>el</strong><br />
patriarcado. Hechas las consideraciones básicas acerca de cómo surge la filosofía de cuño<br />
occidental, <strong>el</strong> paso, de manera sumamente sintética casi esquemática, a la historia de la<br />
filosofía resultará más crítica.<br />
2.3 HITOS PRINCIPALES DE LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA<br />
OCCIDENTAL<br />
Una manera, en cierto modo lineal, de trabajar los hitos de la historia de la filosofía<br />
occidental es la clasificación típica por edades: Edad antigua, edad media, edad moderna y<br />
contemporánea.<br />
PERIODO COSMOLÓGICO: LOS PRESOCRÁTICOS<br />
Para trabajar cada uno de estos periodos se asumirán los siguientes aspectos: i)<br />
Contextualización sintética, ii) formulación d<strong>el</strong> problema filosófico general, iii) las salidas<br />
asumidas frente al problema y iv) una síntesis de los principales aportes d<strong>el</strong> periodo a la<br />
filosofía.<br />
Contexto general<br />
Se sabe que en <strong>el</strong> siglo VII a.C. la península H<strong>el</strong>énica se extiende hacia las costas d<strong>el</strong> Asia<br />
Menor impulsada por razones sociales, políticas y económicas. La emergencia de<br />
importantes centros comerciales que a su vez son escenarios privilegiados de circulación<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
cultural facilitan y favorecen la ―creación de un pensamiento libre de tradiciones míticas y<br />
r<strong>el</strong>igiosas‖ (Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987:12) fuera d<strong>el</strong> sometimiento a la tiranía de las<br />
oligarquías locales.<br />
Mileto es una de las ciudades jonias d<strong>el</strong> Asia Menor donde por primera vez los filósofos<br />
empiezan a desarrollar una visión racional y ordenada d<strong>el</strong> mundo.<br />
Problema general<br />
¿Cuál es la naturaleza de las cosas? ¿Cuál es la realidad permanente y única que subyace a<br />
las impresiones sensibles? ¿Cuál es <strong>el</strong> principio de donde todo sale y a donde todo va? Es <strong>el</strong><br />
problema general que dis<strong>para</strong> la actividad filosófica.<br />
A esta problemática de la filosofía surgen dos tipos de abordaje, de solución se podría decir:<br />
La monista y la pluralista.<br />
Solución monista<br />
Anadaluz, Sarrión y Tatay sostienen (1987) sostienen que ―la reflexión de los filósofos<br />
presocráticos monistas está centrado sobre <strong>el</strong> tema cosmológico, <strong>el</strong> problema de la physis, y<br />
lo afrontan buscando un <strong>el</strong>emento primordial único, <strong>el</strong> arkhé‖ (1987: 13) por consiguiente <strong>el</strong><br />
problema d<strong>el</strong> hombre queda r<strong>el</strong>egado.<br />
La escu<strong>el</strong>a de Mileto es la primera en ser citada en ésta historia junto a tres de sus<br />
principales representantes: Tales, Anaximandro y Anáxímenes.<br />
Mientras <strong>para</strong> Tales, <strong>el</strong> principio de todo es <strong>el</strong> agua que de distintas maneras está<br />
presente en todo, por tanto que no está sometido a cambio, a pesar de que la<br />
realidad es muy variada y que nada en la naturaleza se repite. El principio de todo,<br />
desde esta mirada, es ―aqu<strong>el</strong>lo que permanece en lo común, en lo que no está<br />
sometido a cambios‖; <strong>para</strong> Amaximandro <strong>el</strong> principio de todo es <strong>el</strong> ápeiron, es decir lo<br />
ilimitado, lo indefinido. Todo ―procede de él, pero no se identifica con ninguna, pues<br />
no es un <strong>el</strong>emento sensible‖ (ibíd.). En cambio, Anaxímenes plantea que <strong>el</strong> principio<br />
de todo es <strong>el</strong> aire.<br />
La Escu<strong>el</strong>a Pitagórica, que tiene a su representante central al mismo Pitágoras <strong>para</strong><br />
quien <strong>el</strong> principio de todas las cosas es <strong>el</strong> número. Según este filósofo, todas las<br />
cosas en la vida pueden ser formuladas matemáticamente. Es más, desde esta<br />
escu<strong>el</strong>a se dice que las cosas mismas son números.<br />
El monismo dinámico de Heráclito, con este filósofo se enfatiza en <strong>el</strong> devenir –nada<br />
permanece fijo y estable— y en <strong>el</strong> logos –razón que rige <strong>el</strong> mundo---. El logos ―no es<br />
sólo la ley suprema de la naturaleza, es también la ley suprema d<strong>el</strong> hombre y de la<br />
sociedad‖ es desde esta forma de pensar que se inaugura que ―la razón d<strong>el</strong> hombre<br />
individual constituye un momento d<strong>el</strong> logos uni<strong>ver</strong>sal‖ (ibíd.: 17).<br />
Dentro de la solución monista también está la escu<strong>el</strong>a <strong>el</strong>eática, que toma <strong>el</strong> nombre de su<br />
ubicación en la ciudad de Elea, Grecia, con Jenófanes, Parménides, Zenón y M<strong>el</strong>iso como<br />
sus principales representantes y que ―ponen de r<strong>el</strong>ieve por primera vez algunos temas<br />
fundamenteales de la metafísica en occidente‖ (ibíd.: 17). Mientras Heráclito opta por <strong>el</strong><br />
devenir como fundamento de la realidad, los <strong>el</strong>éatas toman partido por <strong>el</strong> carácter estático de<br />
20
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
lo real. Jenófanes no sólo lucha <strong>para</strong> defender que <strong>el</strong> principio de todo es la tierra sino <strong>para</strong><br />
defender la unidad de Dios contra <strong>el</strong> politeísmo antropomórfico de su tiempo. Parménides<br />
por su parte sostiene que cuando pensamos algo es que eso puede llegar a ser – Ser y<br />
pensar--; desde su filosofía, ―<strong>el</strong> Ser se puede aprehender solo por <strong>el</strong> pensamiento‖ … decía<br />
―al pensar pienso <strong>el</strong> ser; no puedo pensar <strong>el</strong> no-ser, ya que no existe‖. No es posible hablar<br />
de movimiento, sostenía, puesto que ―si pienso en algo que puede llegar a ser afirmo que<br />
todavía no es. Y, si no es, proviene de la nada‖ y si es, proviene d<strong>el</strong> ser, que ya es, ―por tanto<br />
no es posible hablar de movimiento, pues si algo se mueve, o proviene de la nada (lo que es<br />
absurdo) o proviene d<strong>el</strong> ser (entonces ya es), <strong>el</strong> movimiento no es más que pura apariencia‖<br />
(ibíd.: 18). Como se puede notar, <strong>el</strong> problema de la naturaleza pasa d<strong>el</strong> plano físico al plano<br />
de la metafísica; se empieza a poner mayor confianza en la razón que en los sentidos d<strong>el</strong> ser<br />
humanos.<br />
Solución pluralista<br />
Frente al problema de la unidad, la di<strong>ver</strong>sidad y <strong>el</strong> movimiento que ya habían empezado a<br />
trabajar los monistas Empédocles, Anaxágoras y los sofistas atomistas, que en un momento<br />
seguían a Parménides, <strong>el</strong>aboran una nueva solución sobre <strong>el</strong> supuesto de que <strong>el</strong> principio de<br />
lo real no puede ser único sino múltiple. Estos filósofos, dice la historia, representan la fase<br />
última de la filosofía presocrática.<br />
Empédocles, por ejemplo sostiene que <strong>el</strong> principio de todo están en Zeus, Heros, Edoneo y<br />
Nestis que corresponden a los <strong>el</strong>ementos sensibles: fuego, aire. Tierra y agua. Más que la<br />
unidad original se busca, entonces, la pluralidad original. Esas cuatro raíces son eternas e<br />
indestructibles, como <strong>el</strong> ser de Parménides, ―de modo que no hay propiamente un nacer y un<br />
perecer de las cosas, sino sólo un mezclarse y un disol<strong>ver</strong>se de sus raíces últimas‖ (ibíd.:<br />
21). Sin embargo, los cuatro <strong>el</strong>ementos señalados, según Empédocles, estarían movidos por<br />
dos fuerzas: El amor y la discordia.<br />
Anaxágoras, por su lado, a diferencia de Empédocles, considera que la pluralidad originaria<br />
no viene de los cuatro <strong>el</strong>ementos señalados sino por tantos como clases de cosas distintas<br />
hay. Desde su perspectiva, cada cosa tiene su semilla.<br />
En cambio los atomistas, al incorporar que <strong>el</strong> vacío o no ser es tan real como lo lleno o ser<br />
aportan una perspectiva importante. Para los atomistas <strong>el</strong> ser no es un todo compacto: ―El<br />
vacío penetró en él y lo disgregó en innumerables corpúsculos indivisibles, los átomos (que<br />
etimológicamente significa sin partes)‖ (ibíd.: 23). A partir de los atomistas se sostiene que<br />
los átomos se mueven en <strong>el</strong> vacío, se<strong>para</strong>dos unos de otros, por necesidad.<br />
Aportaciones de este periodo<br />
En r<strong>el</strong>ación a la cosmología y metafísica:<br />
- La filosofía surge al sustituir la explicación de los fenómenos naturales en términos de<br />
dioses y héroes por una explicación de los hechos a partir de la razón.<br />
- La categoría de la arbitrariedad es sustituida por la categoría de la necesidad de las<br />
leyes naturales.<br />
- Se plantean <strong>el</strong> problema d<strong>el</strong> ser (lo estable) y <strong>el</strong> devenir (<strong>el</strong> cambio)<br />
- Aportan <strong>el</strong> concepto de <strong>el</strong>emento primordial (arkhé)<br />
- Aportan los conceptos de espacio, movimiento y vacío<br />
- El mundo aparece no como un caos sino como un cosmos, cuyas raíces legales es<br />
preciso investigar.<br />
21
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
En r<strong>el</strong>ación a la gnoseología (teoría d<strong>el</strong> conocimiento)<br />
- Distinguen dos fuentes de conocimiento: los sentidos y la razón<br />
- Establecen las equivalencias: sentidos = apariencia (doxa) y razón = saber <strong>ver</strong>dadero<br />
(epísteme)<br />
Establecen una r<strong>el</strong>ación entre <strong>el</strong> Ser y <strong>el</strong> Pensar (Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987)<br />
Siglo V a. de C.<br />
Siglo VI a. de C.<br />
Gráfico No 4: Tabla cronológica periodo cosmológico. Los presocráticos Fuente: Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987<br />
LOS SOFISTAS Y SÓCRATES<br />
Contexto general<br />
PLURALISTAS<br />
MONISTAS<br />
ESCUELA DE<br />
MILETO<br />
Tales<br />
Anaximandro<br />
Anaxímenes<br />
HERACLITO<br />
SOFISTAS<br />
Protágoras<br />
Gorgias<br />
Pródicos<br />
Hipias<br />
ESCUELA<br />
PITAGÓRICA<br />
Pitágoras<br />
Filolao<br />
ESCUELA ELEÁTICA<br />
Jenófanes<br />
Parménides<br />
Zenón de Elea<br />
ANAXÁGORAS EMPÉDOCLES<br />
ESCUELA ATOMISTA<br />
Leucipo<br />
Demócrito<br />
SÓCRATES<br />
PLATÓN<br />
ESCUELA<br />
MEGÁRICA<br />
Euclides<br />
ESCUELA<br />
CÍNICA<br />
Anístenes<br />
ESCUELA<br />
CIRENAICA<br />
Arístipo<br />
El siglo V y parte d<strong>el</strong> IV, dice la historia, que Grecia vive su época de esplendor, se<br />
denomina a esta etapa la Edad Clásica griega que tiene su inicio en la alianza de la<br />
Confederación de D<strong>el</strong>os.<br />
Victoriosos ante los persas, empiezan a disfrutar de la libertad política y espiritual. Será<br />
Atenas la que asumirá un rol hegemónico representando, casi por siglo y medio, la<br />
condensación de la vida cultural e int<strong>el</strong>ectual. Crecen las ciudades y con <strong>el</strong>la surge una<br />
nueva clase rica que va quitando espacios de poder a la aristocracia dominante hasta<br />
entonces.<br />
―Los jóvenes salidos de esta nueva clase social aspiran a canc<strong>el</strong>ar su origen humilde y<br />
luchan por escalar cargos públicos. Buscan a los sofistas <strong>para</strong> recibir sus enseñanzas sobre<br />
la dialéctica y la retórica‖ (Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987: 43).<br />
22
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Problema general<br />
El problema general de la filosofía en este periodo se caracteriza en tanto la reflexión sobre<br />
<strong>el</strong> cosmos, propio d<strong>el</strong> periodo anterior, cede a la reflexión sobre <strong>el</strong> hombre, pero no desde <strong>el</strong><br />
punto de vista abstracto sino desde los problemas prácticos y cotidianos que enfrenta en las<br />
ciudades griegas.<br />
Los sofistas<br />
Para Protágoras, uno de sus principales representantes, ―<strong>el</strong> hombre es la medida de las<br />
cosas‖, de este modo expresa su postura r<strong>el</strong>ativista respecto de la <strong>ver</strong>dad y los valores. Este<br />
filósofo ―reduce <strong>el</strong> conocimiento a la percepción sensible con lo cual niega la posibilidad de la<br />
necesidad y uni<strong>ver</strong>salidad de la ciencia‖ así mismo ―sostiene <strong>el</strong> carácter puramente<br />
convencional de las normas morales, políticas y r<strong>el</strong>igiosas‖.<br />
Sostiene la imposibilidad de conocer a los dioses (agnosticismo), pues van más allá de<br />
nuestra percepción sensible.<br />
El pensamiento de Gorgias, emerge como una crítica a los <strong>el</strong>éatas; desde su punto de vista,<br />
<strong>el</strong> ser no existe, y aunque existiera, afirma que no sería posible conocer. Desde su<br />
perspectiva, si <strong>el</strong> ser fuese cognoscible sería incomunicable, pues, desde la perspectiva de<br />
este filósofo, la palabra es incapaz de transmitir conocimientos. En esas condiciones a la<br />
palabra sólo le quedaría persuadir.<br />
Sócrates<br />
A diferencia de los Sofistas, Sócrates considera que la misión de la filosofía es procurar la<br />
virtud; desde su perspectiva, a la filosofía no le corresponde transmitir conocimientos sino<br />
trabajar en <strong>el</strong> arte d<strong>el</strong> bien vivir en la ciudad. Dicho en otros términos, la misión de la filosofía<br />
no es tanto <strong>el</strong>aborar teorías sino de enseñar a filosofar.<br />
Sócrates considera que, como primer paso hacia <strong>el</strong> saber, uno necesita replegarse en la<br />
reflexión interior.<br />
Siguiendo <strong>el</strong> mismo sentido, Sócrates considera que <strong>el</strong> único camino adecuado <strong>para</strong> filosofar<br />
es <strong>el</strong> diálogo. Diálogo socrático que consta de dos partes: la ironía y la mayéutica.<br />
Aportaciones de este periodo<br />
El aporte fundamental de este periodo es la preocupación por <strong>el</strong> humanidad.<br />
LOS SOFISTAS<br />
En cuanto al conocimiento:<br />
- Valoran la percepción sensible<br />
- En r<strong>el</strong>ación al método sustituyen <strong>el</strong> monólogo en solitario por la discusión pública, con<br />
lo que la cultura se hace más popular.<br />
- Hacen observaciones importantes en <strong>el</strong> campo d<strong>el</strong> lenguaje.<br />
En r<strong>el</strong>ación a la antropología y la ética:<br />
23
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
- Sitúan en primer plano la dimensión política d<strong>el</strong> hombre, dimensión que plantea la<br />
necesidad de la educación y <strong>el</strong> manejo eficaz d<strong>el</strong> lenguaje.<br />
- Ponen de manifiesto <strong>el</strong> componente convencional de las costumbres, las normas<br />
morales y las instituciones políticas.<br />
SÓCRATES<br />
En cuanto al conocimiento:<br />
- Vu<strong>el</strong>ve a desvalorizar <strong>el</strong> conocimiento sensible y a valorar <strong>el</strong> conocimiento racional<br />
- Sus conceptos uni<strong>ver</strong>sales --hallados mediante la inducción—consiguen salvar a la<br />
ciencia y a la <strong>ver</strong>dad d<strong>el</strong> r<strong>el</strong>ativismo de los sofistas<br />
- Sienta, <strong>para</strong> la ciencia, las condiciones de necesidad y uni<strong>ver</strong>salidad, condiciones<br />
que satisfacen las definiciones y conceptos uni<strong>ver</strong>sales.<br />
- En r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> método, hace d<strong>el</strong> diálogo <strong>el</strong> único método válido <strong>para</strong> filosofar<br />
- Define la filosofía como <strong>el</strong> arte d<strong>el</strong> filosofar o arte de investigar los problemas,<br />
indagando en <strong>el</strong> interior de uno mismo.<br />
En ética y antropología:<br />
- Hace d<strong>el</strong> bien y la virtud <strong>el</strong> objetivo último de su filosofar<br />
- Supera <strong>el</strong> r<strong>el</strong>ativismo moral de los sofistas al hallar <strong>para</strong> los valores definiciones<br />
válidas <strong>para</strong> todos<br />
- Inaugura la corriente int<strong>el</strong>ectualista de la ética al poner en r<strong>el</strong>ación <strong>el</strong> saber con la<br />
virtud y <strong>el</strong> vicio con la ignorancia<br />
- Admite la inmortalidad d<strong>el</strong> alma.<br />
En teología:<br />
Se acerca a la idea d<strong>el</strong> Dios d<strong>el</strong> cristianismo (Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987)<br />
PLATON<br />
Problema general<br />
Las investigaciones sobre la historia de la filosofía señala que ―la reflexión filosófica de<br />
Platón abarca fundamentalmente tres campos: <strong>el</strong> ser, <strong>el</strong> conocer y <strong>el</strong> obrar, en su dimensión<br />
individual y en su dimensión colectiva‖ en ese sentido ―concede a los conceptos uni<strong>ver</strong>sales<br />
socráticos una existencia real e independiente de los objetos sensibles (teoría de las ideas),<br />
estableciendo un dualismo entre lo sensible y lo int<strong>el</strong>igible, que constituye la nota dominante<br />
de toda su filosofía‖ (Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987: 80)<br />
Contenidos de su filosofar<br />
El mundo de las ideas<br />
Como se sabe, la teoría de las ideas es <strong>el</strong> núcleo central y punto de referencia de toda la<br />
filosofía de Platón; desde su perspectiva, las ideas no existen sólo en la mente puesto que<br />
subsisten por sí mismos, con una realidad independiente de las cosas sensibles.<br />
Según Platón, las ideas son las causas ejemplares o mod<strong>el</strong>os a cuya semejanza están<br />
hechas las cosas sensibles. Tiene la naturaleza de ser inmutables y pueden ser captadas<br />
24
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
sólo por <strong>el</strong> entendimiento. Propone una jerarquización de las ideas: En la cúspide estaría la<br />
Idea d<strong>el</strong> Bien.<br />
El mundo sensible<br />
Es <strong>el</strong> mundo que es captado por los sentidos; siempre está sujeto a cambios y es<br />
considerada como copia imperfecta d<strong>el</strong> mundo de las ideas.<br />
El conocimiento<br />
Según Platón son características de la ciencia la objetividad, infalibilidad y validez uni<strong>ver</strong>sal,<br />
precisamente por esto <strong>el</strong> objeto de la ciencia sólo pueden ser la Ideas. Desde esa mirada,<br />
los objetos sensibles terminan siendo sólo objetos de opinión no de ciencia.<br />
Consiguientemente, opinión y ciencia son los dos grados fundamentales d<strong>el</strong> conocer.<br />
Al filósofo le corresponde conocer las Ideas <strong>para</strong> guiar a los demás hombres d<strong>el</strong> estado de<br />
opinión al estado de ciencia.<br />
Para aprehender las Ideas los caminos posibles son: Reminiscencia o recuerdo, dialéctica,<br />
impulso erótico, catarsis o purificación.<br />
Antropología<br />
Hay un radical dualismo entre <strong>el</strong> cuerpo y <strong>el</strong> alma; Platón considera que <strong>el</strong> cuerpo es la<br />
cárc<strong>el</strong> d<strong>el</strong> alma. La unión entre cuerpo y alma sólo puede ser accidentalmente.<br />
Es <strong>el</strong> alma <strong>el</strong> principio que da vida al cuerpo, por tanto, tiene una realidad semejante a las<br />
Ideas. Este filósofo distingue en <strong>el</strong> alma tres principios: <strong>el</strong> racional, <strong>el</strong> irascible y <strong>el</strong><br />
concupiscible. Desde su perspectiva <strong>el</strong> alma pervive más allá de la muerte d<strong>el</strong> cuerpo.<br />
El Estado ideal<br />
Hay una r<strong>el</strong>ación de reciprocidad entre <strong>el</strong> individuo y <strong>el</strong> Estado o comunidad; asume al<br />
Estado Ideal como un enorme organismo constituido por tres clases sociales: Los<br />
gobernantes o filósofos, los guardianes y los artesanos.<br />
El rol principal de este Estado Ideal, según Platón sería la justicia, entendido como <strong>el</strong><br />
equilibrio entre las tres clases sociales señaladas. Consiguientemente <strong>el</strong> fin de la justicia<br />
sería salvaguardar <strong>el</strong> bien común. Desde su perspectiva, la forma ideal de gobierno de su<br />
Estado Ideal sería la monarquía o aristocracia, es decir <strong>el</strong> gobierno d<strong>el</strong> mejor o de los<br />
mejores, la democracia, junto a la oligarquía, la tiranía y la timocracia sería formas<br />
degeneradas de gobierno.<br />
Podríamos seguir señalando los aportes de la filosofía de Platón, pero no es éste <strong>el</strong> fin de<br />
este cuaderno de formación sino, mostrar lo sustancial.<br />
25
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Platón es autor de una de las más importantes utopías de la historia d<strong>el</strong> pensamiento: <strong>el</strong><br />
Estado Ideal (Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987).<br />
Siglo IV a. C.<br />
Siglo III a. C.<br />
Siglo II a. C.<br />
Siglo I a. C.<br />
Siglo I a III d. C.<br />
ARISTÓTELES ACADEMIA EPICUREISMO ESTOICISMO EXCEPTICISMO<br />
LICEO<br />
PLATÓN<br />
Teofastro<br />
Aristóceno<br />
de Tarento<br />
Estratón de<br />
Lámpsaco<br />
Cristolao<br />
Andrónico<br />
de Rodas<br />
Alejandro<br />
de<br />
Afrodisia<br />
Gráfico No 5: Tabla cronológica periodo pos-socrático<br />
Aportaciones de este periodo<br />
Jenócrates<br />
Arc<strong>el</strong>isao<br />
Carnéades<br />
Filón de Larisa<br />
Antióco de Oscalón<br />
CICERON<br />
NEOPLATONISMO<br />
Filón<br />
PLOTINO<br />
Porfidio<br />
Jámblico<br />
EPICURO ZENÓN PIRRON<br />
Polístrato<br />
Apolodoro<br />
LUCRECIO<br />
Séneca<br />
Epícteto<br />
Marco Aur<strong>el</strong>io<br />
Enesidermo<br />
Sexto Empírico<br />
CRISTIANISMO<br />
En metafísica y física:<br />
- La teoría de las ideas de Platón representa una nueva solución al problema griego<br />
d<strong>el</strong> ser y <strong>el</strong> devenir.<br />
- Intenta dar una explicación coherente d<strong>el</strong> origen d<strong>el</strong> mundo sensible, mediante la cual<br />
quedan justificados tanto lo que en <strong>el</strong> mundo hay de orden, b<strong>el</strong>leza y perfección,<br />
como lo que hay de imperfección y necesidad.<br />
Crisipo<br />
Panecio<br />
Posidonio<br />
Timón<br />
26
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
En teoría d<strong>el</strong> conocimiento:<br />
- Supera <strong>el</strong> r<strong>el</strong>ativismo y escepticismo de los sofistas<br />
- Con su teoría de las Ideas consigue dotar de una base objetiva a los concepto<br />
uni<strong>ver</strong>sales de Sócrates<br />
- Establece <strong>para</strong> la ciencia la objetividad, la infalibilidad y <strong>el</strong> valor uni<strong>ver</strong>sal como<br />
principales caracteres<br />
- Define <strong>el</strong> objeto de la ciencia, capaz de satisfacer esas condiciones<br />
- Continua, y hasta agudiza, <strong>el</strong> dualismo, ya clásico en la filosofía griega, entre sentido<br />
y razón.<br />
En antropología y ética<br />
- Aporta una explicación d<strong>el</strong> hombre y de sus ideas morales, teniendo en cuenta los<br />
componentes di<strong>ver</strong>sos de la naturaleza humana.<br />
- Supera <strong>el</strong> r<strong>el</strong>ativismo moral de los sofistas.<br />
ARISTÓTELES<br />
Problema general<br />
El pensamiento de Aristót<strong>el</strong>es se orienta hacia la valoración d<strong>el</strong> mundo sensible; desde su<br />
mirada, las únicas realidades <strong>ver</strong>daderamente existentes son los sujetos individuales. Por<br />
eso mismo sostiene que <strong>el</strong> uni<strong>ver</strong>sal no está en un mundo aparte de lo sensible, sino en lo<br />
individual concreto, como esencia. Entiende <strong>el</strong> campo d<strong>el</strong> saber escindido en di<strong>ver</strong>sas<br />
ciencias.<br />
Sus principales <strong>el</strong>aboraciones<br />
La lógica<br />
Con Aristót<strong>el</strong>es nace la lógica como ciencia, que la concibe como una ciencia previa,<br />
pre<strong>para</strong>toria d<strong>el</strong> saber científico. Por eso lo plantea como un instrumento <strong>para</strong> la correcta<br />
estructuración d<strong>el</strong> saber científico. Su objeto son las formas d<strong>el</strong> recto pensar y d<strong>el</strong> lenguaje.<br />
Desde esta perspectiva, <strong>el</strong> pensamiento se configura de lo más simple a lo más complejo a<br />
través de categorías, proposiciones y silogismos. La utilidad de éste último radica en servir<br />
de instrumento a la ciencia. Aristót<strong>el</strong>es sostiene que al conocimiento de las premisas se llega<br />
a través de la inducción, en ese sentido, lo sensible es <strong>el</strong> punto de partida de todo<br />
conocimiento, pero éste no se agota en él.<br />
Metafísica<br />
La metafísica <strong>para</strong> Aristót<strong>el</strong>es es una ciencia general y previa todas las demás que tiene<br />
como objeto al ser en cuanto ser y las propiedades que le corresponden. Sostiene que <strong>el</strong><br />
sentido primigenio d<strong>el</strong> ser es la sustancia en esas condiciones la pregunta por <strong>el</strong> ser se<br />
constituye en la pregunta por la sustancia.<br />
Las sustancias primeras son <strong>el</strong> sujeto de predicación de los atributos y se componen de<br />
materia y forma. La forma sería lo uni<strong>ver</strong>sal y lo inmutable. No obstante la forma sustancial<br />
27
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
no está se<strong>para</strong>da de la sustancia de que es forma. Punto central de la crítica que hace<br />
Aristót<strong>el</strong>es a las ideas se<strong>para</strong>das de Platón.<br />
Física<br />
La física de Aristót<strong>el</strong>es se compone de ocho libros, en <strong>el</strong>las aborda temas di<strong>ver</strong>sos como: <strong>el</strong><br />
problema d<strong>el</strong> movimiento, la visión d<strong>el</strong> uni<strong>ver</strong>so, <strong>el</strong> alma, Dios, ética, política y estética.<br />
En r<strong>el</strong>ación al problema d<strong>el</strong> movimiento, Aristót<strong>el</strong>es sostiene que la física <strong>ver</strong>sa sobre los<br />
seres naturales, los mismos que tienen un, en sí mismos, un principio de movimiento.<br />
Consiguientemente <strong>el</strong> problema d<strong>el</strong> movimiento es <strong>el</strong> núcleo básico de la física aristotélica.<br />
Los principios que posibilitan <strong>el</strong> cambio son la materia-sujeto, la forma y la privación, lo cual<br />
se puede traducir en potencia y acto. A partir de esto, Aristót<strong>el</strong>es cree haber encontrado la<br />
solución al problema d<strong>el</strong> devenir encarado por sus antecesores. En esta concepción <strong>el</strong><br />
movimiento seria <strong>el</strong> paso de la potencia al acto.<br />
Su visión d<strong>el</strong> uni<strong>ver</strong>so, según éste filósofo en <strong>el</strong> uni<strong>ver</strong>so hay dos dominios contrapuestos: <strong>el</strong><br />
c<strong>el</strong>este o supralunar y <strong>el</strong> terrestre o sublunar. Para Aristót<strong>el</strong>es <strong>el</strong> mundo es eterno, esférico,<br />
perfecto.<br />
El cuanto al alma, sostiene que es <strong>el</strong> principio vital; forma y acto d<strong>el</strong> cuerpo; en <strong>el</strong> alma<br />
identifica tres facultades: vegetativa, sensitiva a int<strong>el</strong>ectiva. El primero común a todos los<br />
seres orgánicos, <strong>el</strong> segundo común a los animales y hombres y <strong>el</strong> tercero, algo específico<br />
d<strong>el</strong> ser humano. En esta mirada las potencias superiores d<strong>el</strong> alma humana serían <strong>el</strong> int<strong>el</strong>ecto<br />
pasivo e int<strong>el</strong>ecto activo.<br />
En Aristót<strong>el</strong>es, Dios, se presenta como <strong>el</strong> fundamento de la eternidad d<strong>el</strong> movimiento. La<br />
prueba d<strong>el</strong> movimiento está, desde la mirada de éste filósofo en Dios <strong>el</strong> motor inmóvil de la<br />
física y Dios como <strong>el</strong> acto puro de la metafísica.<br />
En cuanto a la ética, sostiene que <strong>el</strong> fin último hacia <strong>el</strong> que tienden todas nuestras acciones<br />
es la f<strong>el</strong>icidad, entendido como <strong>el</strong> bien supremo que consiste en <strong>el</strong> ejercicio de la actividad<br />
específicamente humana, la actividad int<strong>el</strong>ectiva. Pero, también reconoce que no todo en <strong>el</strong><br />
hombre es actividad int<strong>el</strong>ectiva lo que le lleva a distinguir entre virtudes int<strong>el</strong>ectuales (alma<br />
racional) y virtudes morales (alma irracional).<br />
En r<strong>el</strong>ación a la política, sostiene que <strong>el</strong> fin d<strong>el</strong> Estado es procurar <strong>para</strong> la ciudadanía un vida<br />
buena y f<strong>el</strong>iz, lo que significa una vida conforme a la razón. Sostiene que <strong>el</strong> hombre es un<br />
animal político por naturaleza porque <strong>el</strong> origen de la sociedad es natural. Desde su<br />
concepción un gobierno será justo cuando procura <strong>el</strong> bien de todos e injusto si se enfoca<br />
sólo en los intereses particulares. En esa misma perspectiva, propone respetar la propiedad<br />
privada y la familia como derechos naturales.<br />
Aristót<strong>el</strong>es, en r<strong>el</strong>ación a la estética, propone la valoración d<strong>el</strong> arte; configura dos conceptos<br />
básicos de su estética: mímesis (imitación) y katharsis (purificación).<br />
28
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Aportaciones de este periodo<br />
En lógica, teoría d<strong>el</strong> conocimiento y ciencia<br />
- La lógica de Aristót<strong>el</strong>es constituye la base o fundamento de la moderna logística o lógica<br />
matemática<br />
- Los dos logros inmortales de Aristót<strong>el</strong>es son su teoría d<strong>el</strong> silogismo y la demostración<br />
científica.<br />
- Consigue compatibilizar la deducción con la inducción, evitando así <strong>el</strong> empirismo y <strong>el</strong><br />
int<strong>el</strong>ectualismo exclusivos.<br />
- Formula una teoría realista d<strong>el</strong> conocimiento: <strong>el</strong> lenguaje y <strong>el</strong> pensamiento son<br />
representaciones de la realidad.<br />
- Con su articulación d<strong>el</strong> campo d<strong>el</strong> saber en ciencias particulares y su interés por las<br />
investigaciones empíricas, se convierte en <strong>el</strong> padre de las ciencias especializadas.<br />
En metafísica y física<br />
- Formula con precisión <strong>el</strong> objeto de la filosofía primera, llamada más tarde metafísica: <strong>el</strong><br />
ser en cuanto ser.<br />
- Es capaz de explicar en los mismos sujetos particulares la mutabilidad e inmutabilidad<br />
d<strong>el</strong> ser<br />
- Con los principios materia-sujeto, forma y privación, traductibles en los términos de<br />
potencia y acto, afirma definitivamente, contra <strong>el</strong>éatas y megáricos la posibilidad real d<strong>el</strong><br />
movimiento, que completa su teoría de las causas.<br />
Ética y política<br />
- Son famosas las definiciones, de la virtud como medio entre dos extremos y d<strong>el</strong> hombre<br />
como animal político.<br />
Cabe destacar la introducción d<strong>el</strong> <strong>el</strong>emento y d<strong>el</strong> <strong>el</strong>emento esfuerzo o ejercicio en la<br />
consideración de la vida virtuosa, <strong>el</strong>ementos que representan en buena parte la superación<br />
de un int<strong>el</strong>ectualismo d<strong>el</strong> tipo d<strong>el</strong> de Sócrates (Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987).<br />
FILOSOFÍA POSTARISTOTÉLICA<br />
Características generales<br />
En este periodo de la filosofía no interesa la pura teoría abstracta; la filosofía se centra <strong>el</strong> <strong>el</strong><br />
problema ético. Desde esta perspectiva se asume que <strong>el</strong> hombre sabio busca la f<strong>el</strong>icidad y<br />
que la física y la lógica están en función de la ética.<br />
Configuraciones principales<br />
El epicureísmo<br />
Tiene como base <strong>el</strong> atomismo de Demócrito, admite <strong>el</strong> azar, consiguientemente libera al<br />
hombre d<strong>el</strong> temor al destino, a la muerte y a los dioses. Desde esta concepción filosófica, las<br />
sensaciones producen siempre conocimiento <strong>ver</strong>dadero. El error sería haber emitido un juicio<br />
equivocado, no otra cosa. El ideal d<strong>el</strong> sabio sería la ataraxia (impertubabilidad) lo cual se<br />
consigue mediante <strong>el</strong> equilibrio de los placeres naturales.<br />
29
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
El estoicismo<br />
Desde este ángulo filosófico, <strong>el</strong> uni<strong>ver</strong>so es determinista y providencial; <strong>el</strong> pneuma, aunque<br />
divino, es inmanente a la materia; es <strong>el</strong> principio racional y la razón seminal de toda la<br />
realidad. Desde esta forma de <strong>ver</strong> las cosas, <strong>el</strong> conocimiento <strong>ver</strong>dadero se basa en un<br />
ascenso dialéctico. Entonces <strong>el</strong> sabio vive según la naturaleza racional; <strong>el</strong> hombre sabio se<br />
libera de las pasiones (apatía).<br />
La ética estoica es individualista, pero <strong>el</strong> hombre es ciudadano de un mundo regular y<br />
perfecto (cosmopolitismo).<br />
El escepticismo<br />
Para los escépticos, la realidad no tiene valor alguno; en esa dirección la f<strong>el</strong>icidad se<br />
fundamenta en la negación d<strong>el</strong> valor de la realidad; desde estos filósofos la indiferencia d<strong>el</strong><br />
sabio consiste en renunciar a juzgar; lo <strong>ver</strong>osímil tiene la posibilidad de ser admitido en <strong>el</strong><br />
terreno práctico.<br />
El eclecticismo<br />
No es propiamente una corriente filosófica; es más bien una mezcla conciliadora de<br />
filosofías: estoicismo, academicismo, peripetetismo y cinismo. En esta tendencia se<br />
reflexiona sobre problemas prácticos y éticos evitando la reflexión ontológica y cosmológica.<br />
Su influencia mayor es en la filosofía romana.<br />
La filosofía en Roma<br />
Se considera que es poco original y que carece de valor especulativo; su interés está<br />
centrado en la definición de reglas prácticas de vida colectiva; por lo mismo se considera que<br />
<strong>el</strong>abora una filosofía ecléctica teniendo a Cicerón como su máximo representante.<br />
De todas formas, en esta filosofía se pueden hallar también al epicureísmo de Lucrecio, <strong>el</strong><br />
estoicismo romano con Lución Anneo Séneca, Cayo Musonio Rufo, Epícteto y Marco Aur<strong>el</strong>io.<br />
El fin de la filosofía griega<br />
El fin de la filosofía griega llega principalmente con ―la implantación definitiva d<strong>el</strong> cristianismo<br />
y la clausura de las escu<strong>el</strong>as de Atenas en <strong>el</strong> año 529 d. C. por orden d<strong>el</strong> emperador<br />
Justiniano‖ (Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987: 136)<br />
RESUMEN DE LA UNIDAD<br />
En esta unidad, la tarea central consistió en sintetizar los hitos principales de la historia de la<br />
filosofía occidental, desde sus orígenes en la Grecia antigua hasta la actualidad. Como se ha<br />
podido percibir, la estructura básica con la que se trabajó cada hito fue: Contexto, problema,<br />
desarrollos filosóficos y una síntesis de las principales contribuciones.<br />
A lo largo de la unidad se puede observar cómo la filosofía occidental se fue moviendo en<br />
grandes arcos de preocupación: Nace enfocado en la búsqueda de los principios<br />
30
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
<strong>el</strong>ementales de las cosas (presocráticos) <strong>para</strong> pasar a la preocupación por <strong>el</strong> Ser y <strong>el</strong><br />
conocer (Sócrates y pos-socráticos).<br />
LECTURAS COMPLEMENTARIAS<br />
Objetividad, Razón y Ley<br />
Javier Medina<br />
(En Cosmovisión occidental y<br />
caos-cosmo-con-vivencia indígena)<br />
En estos tres conceptos se puede condensar la máquina de guerra d<strong>el</strong> Monoteísmo<br />
occidental contra <strong>el</strong> Animismo, subjetivo, r<strong>el</strong>ativista y contextual. Como dice Humberto<br />
Maturana, ―Cada vez que queremos convencer a alguien <strong>para</strong> que concuerde con nuestros<br />
deseos, y no podemos o no queremos usar fuerza bruta, ofrecemos lo que llamamos un<br />
argumento objetivo o racional. Hacemos esto bajo la pretensión implícita o explícita de que <strong>el</strong><br />
otro no puede rechazar lo que nuestro argumento sostiene, porque su validez se funda en su<br />
referencia a la <strong>ver</strong>dad. Y además lo hacemos así bajo <strong>el</strong> supuesto implícito o explícito de<br />
que lo real o la realidad es uni<strong>ver</strong>sal y objetivamente válido, porque es independiente de lo<br />
que hacemos, y una vez que es indicado no puede ser negado‖: La Objetividad. Un<br />
argumento <strong>para</strong> obligar, Santiago, 1997. No es este <strong>el</strong> lugar <strong>para</strong> exponer <strong>el</strong> punto de vista<br />
de las nuevas ciencias de la cognición: abordar la pregunta sobre la realidad, considerando<br />
al observador como una entidad biológica, no como una res cogitans. Quede, de momento,<br />
como una invitación <strong>para</strong> los más curiosos. Antes, empero, es preciso refrescar cómo se<br />
construyó este cuchillo que, ahora, se está volviendo moto.<br />
En sentido ontológico, se dice que la Objetividad es la cualidad que tienen los objetos en sí<br />
mismos, con independencia de la propia manera de pensar o de sentir o de las condiciones<br />
de observación, es decir, por contraposición con aqu<strong>el</strong>lo que caracteriza a un sujeto. Así,<br />
pues, la Objetividad se entiende como aqu<strong>el</strong>lo que existe por sí mismo con independencia d<strong>el</strong><br />
sujeto. Incluso con independencia respecto d<strong>el</strong> sujeto cognitivo. La objetividad, por tanto, se<br />
opone, por un lado, a lo que es mera apariencia, ilusión, ficción y, por <strong>el</strong> otro, a lo que es sólo<br />
mental o espiritual, por contraposición con lo que es físico o <strong>material</strong>. He aquí, empero, que<br />
esa concepción hace ruido. En efecto, en su mayor generalidad, la Objetividad ontológica<br />
solamente descansa en la noción de invarianza. Aqu<strong>el</strong>lo que consideramos real es, antes que<br />
nada, algo invariante: algo que no muda: algo que permanece igual. Los objetos llamados<br />
empíricos o <strong>material</strong>es se distinguen por su continuidad espacio-temporal que los científicos<br />
newtonianos expresaban mediante leyes. Obsérvese, pues, cómo se construye la noción de<br />
lo inmutable, fijo, constante: absoluto: ab-su<strong>el</strong>to de la contingencia: lo fluido, lo cambiable: la<br />
otra polaridad. Ahora bien, hay que saber que sin esta construcción int<strong>el</strong>ectual, unilateral,<br />
pero real también, no hay Dios Monoteísta, ni Estado: lo estático, lo que dura y no se muda:<br />
lo eterno. La casa en la que vivo, cuyas ventanas y puertas están en <strong>el</strong> mismo sitio todos los<br />
días y que no cambia de calle cada rato, es también una prueba de que hay algo que dura,<br />
por lo menos lo suficiente <strong>para</strong> una vida humana. Lo que cae d<strong>el</strong> lado de la polaridad masa,<br />
dura más; lo que cae d<strong>el</strong> lado de la polaridad energía, es más evanescente, como nuestros<br />
pensamientos, por ejemplo. Ahora bien, ¿qué tipo de Autoridad, por no decir Estado, pueden<br />
entonces construir los animistas r<strong>el</strong>ativistas? Esta es la pregunta que nos urge y que los<br />
monoteístas judeocristianos han soslayado, exitosa pero efímeramente, en la Asamblea<br />
Constituyente. ¿Cómo dar un lugar constitucional a la Madre, a lo fluido y r<strong>el</strong>ativo, que es la<br />
otra mitad de la realidad? Con la forma ―Estado Unitario Plurinacional‖ se va a exacerbar la<br />
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
p<strong>el</strong>ea entre comunitarismo y liberalismo, en cancha liberal y, a saber, a favor d<strong>el</strong> monoteísmo<br />
occidental, por lo menos al comienzo. Cuius regio, eius r<strong>el</strong>igio es la receta que hizo posible la<br />
Paz de Ausburgo, 1555, y que significa que la cosmovisión d<strong>el</strong> soberano debe regir también<br />
en <strong>el</strong> territorio bajo su jurisdicción. Eso trajo paz entre protestantes y católicos. ¡Que decir<br />
tratándose de dos civivilizaciones: animismo y monoteísmo! Eso se llama Diarquía. Los<br />
monoteístas: estado de derecho de tipo liberal-socialista; los animistas un Jacha Ayllu<br />
animista, r<strong>el</strong>ativista, interactivo y <strong>el</strong> Estado Federal, como Tercero Incluido de su mutua<br />
complementariedad. El ecualizador d<strong>el</strong> sistema.<br />
En sentido filosófico, la Objetividad sirve <strong>para</strong> caracterizar un objeto como tal, <strong>el</strong> conocimiento<br />
o la representación de un objeto en sí mismo; también la naturaleza de ese tipo de<br />
conocimiento neutral, distante: objetivo. Obsérvese cómo surge y se inventa la ―cosa en sí‖,<br />
como algo desligado absolutamente d<strong>el</strong> contexto. Algo que la física actual ha refutado como<br />
falsa: todo está interconectado. Pero si, por las razones que fueren: inercia, falta de<br />
creatividad… se quiere nomás tener un Estado, aunque sea plurinacional, hay que saber que<br />
su precio es un poco de Objetividad.<br />
En sentido epistémico, la Objetividad no es sinónimo de <strong>ver</strong>dad, aunque a menudo se su<strong>el</strong>e<br />
confundir los dos conceptos. Es, más bien, una suerte de "índice de confianza" o de "calidad"<br />
de los conocimientos y representaciones. Tampoco es sinónimo de fid<strong>el</strong>idad al objeto, a<br />
pesar de que éste sea uno de sus criterios más frecuentemente mencionados, porque los<br />
criterios normativos que permiten distinguir lo objetivo de lo subjetivo, son fijados en cada<br />
ámbito por la comunidad de los miembros o expertos d<strong>el</strong> mismo. Desde Kant, empero, la<br />
Objetividad es definida como de validez uni<strong>ver</strong>sal, con independencia de r<strong>el</strong>igión, cultura,<br />
época o lugar, por contraposición con aqu<strong>el</strong>lo que vale sólo <strong>para</strong> unos pocos: lo local. Esta es<br />
la marca de la modernidad. De esta guisa, la Objetividad se opone al R<strong>el</strong>ativismo,<br />
representado por los salvajes animistas y, ahora, además, por <strong>el</strong> nuevo <strong>para</strong>digma cientifico.<br />
A partir de los años Sesenta, fuera d<strong>el</strong> laboratorio, la exigencia de uni<strong>ver</strong>salidad empieza a<br />
ser sustituida por la exigencia de consenso en <strong>el</strong> seno de comunidades específicas: la<br />
científica, colectivos culturales se<strong>para</strong>ndo, de este modo, diferentes esferas de uso d<strong>el</strong><br />
concepto. Ahora bien, la humanidad occidental se va aproximando a la visión animista:<br />
intersubjetiva y cuántica. Obsérvese cómo la lucha contra <strong>el</strong> R<strong>el</strong>ativismo, es la última<br />
trinchera d<strong>el</strong> monoteísmo judeocristiano, representada hoy por <strong>el</strong> papa Ratzinger y <strong>el</strong><br />
Primado de Sión, <strong>el</strong> Gran Rabino sefardí Obadia Yosef.<br />
En cuanto a su fundamento normativo, podemos decir que la Objetividad epistémica<br />
descansa, en última instancia, en la alteridad d<strong>el</strong> objeto respecto d<strong>el</strong> sujeto. Una racionalidad<br />
y una alteridad que es buscada en <strong>el</strong> ámbito de la acción. Obsérvese cómo la Ley sólo puede<br />
existir sobre <strong>el</strong> supuesto de la se<strong>para</strong>ción: Dios y Naturaleza: objeto y sujeto, yo y entorno.<br />
Los animistas, que no se<strong>para</strong>n sujeto de objeto, no pueden entender algo como una Ley: la<br />
absolutización d<strong>el</strong> solo Nombre d<strong>el</strong> Padre: energía fermiónica.<br />
En <strong>el</strong> sentido ético, la Objetividad de un sujeto está r<strong>el</strong>acionada con un discurso<br />
habitualmente formulado en términos de neutralidad, imparcialidad o impersonalidad. Se trata<br />
de un distanciamiento d<strong>el</strong> sujeto respecto de sí mismo, en aras de acercarse al objeto, desde<br />
una concepción en la que objetividad y subjetividad se excluyen mutuamente. Se supone que<br />
<strong>para</strong> ser objetivo, a la hora de expresar un juicio, <strong>el</strong> sujeto debe abandonar todo aqu<strong>el</strong>lo que<br />
le es propio: ideas, creencias o preferencias personales, <strong>para</strong> alcanzar la uni<strong>ver</strong>salidad, esto<br />
es, aqu<strong>el</strong>lo que Thomas Nag<strong>el</strong> llamó <strong>el</strong> "punto de vista de ninguna parte": the view from<br />
nowhere. Obsérvese que ésto es sencillamente imposible, pero es útil hacer <strong>el</strong> esfuerzo de<br />
acercarse a esa ilusión; de otro modo Dios, Estado, Ley… serían imposibles, pues<br />
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
entraríamso a un mundo interactivo y, por tanto, r<strong>el</strong>ativo: yo también soy dios, estado, ley y<br />
vice<strong>ver</strong>sa.<br />
La otra arma que desarrolló <strong>el</strong> Occidente patriarcal es la Razón, descubierta por los griegos:<br />
lo Apolíneo. Permite una comunicación simple entre los varones, basada en la argumentación<br />
y la discusión, en <strong>el</strong> ámbito público: <strong>el</strong> ágora, con <strong>el</strong> fin de establecer r<strong>el</strong>aciones políticas: la<br />
democracia (en la que no participan los otros dos tercios de la polis: las mujeres y los<br />
esclavos). La razón se opone a lo irracional: la pasión: lo Dionisíaco. Se trata, pues, de<br />
minimizar la pasión, que crea confusión, caos, <strong>para</strong> arribar a decisiones en pro d<strong>el</strong> bien de los<br />
polités: ciudadanos varones (un tercio de la población) pero que es empaquetada como <strong>el</strong><br />
bien común a todos. La razón, pues, ha sido inventada <strong>para</strong> hacer parecer como uni<strong>ver</strong>sal lo<br />
que no puede ser sino particular y masculino. Andando <strong>el</strong> tiempo, la razón será vista como la<br />
expresión privilegiada de las capacidades humanas (lo varónico se convierte en humano)<br />
descalificando otras propiedades d<strong>el</strong> espíritu que tienen que <strong>ver</strong> con las emociones (que se<br />
atribuyen sólo a las mujeres y a los animistas: los bárbaros). La cultura griega, sin embargo,<br />
jamás llegó a ser completamente racional; se hubiera secado. Se<strong>para</strong>ción, pues, entre lo que<br />
es y lo que debe ser. Estamos, pues, en <strong>el</strong> Orden de lo imaginario. Obsérvese, entonces,<br />
cómo se valora y absolutiza algo que es parcial y r<strong>el</strong>ativo, como si fuese absoluto; algo que<br />
es irrealizable pero postulado como un ideal a perseguir. Ello da lugar a una esquizofrenia<br />
epistémica y ética. Se es individualista, teóricamente, pero se vive, prácticamente, en tojpas:<br />
promos, fraternidades y comparsas: en salsa comunitaria y se abomina, teóricamente, d<strong>el</strong><br />
comunitarismo indígena, <strong>para</strong> poner un típico ejemplo local, practicado sobre todo por Analistas<br />
políticos: nuestros listos d<strong>el</strong> ano.<br />
El Logos o razonamiento es entendido por Sócrates, no como un instrumento, sino como una<br />
realidad que se impone a la mente y la arrastra. El razonamiento, dizque, es como una<br />
realidad autónoma, superior al varón que razona; <strong>el</strong> cual, sólo mediante <strong>el</strong> logos, se puede<br />
poner en contacto con un mundo más alto: <strong>el</strong> mundo de las ideas: un mundo superior donde<br />
las cosas ya no son como en <strong>el</strong> mundo de la realidad. Sócrates y Platón, sobre todo,<br />
sostuvieron que, lo que nos de<strong>para</strong> esta rev<strong>el</strong>ación interior, es la Verdad, única y uni<strong>ver</strong>sal,<br />
que se opone a la ―<strong>ver</strong>dad‖ múltiple, personal y caprichosa de los sofistas y también a la<br />
―<strong>ver</strong>dad‖ fluyente, líquida, de Heráclito. En <strong>el</strong> seno de la propia Hélade se impone la visión<br />
esencialista a la visión r<strong>el</strong>ativista de sofistas, epicúreos y estoicos. El monoteísmo judeocristiano<br />
ortodoxo, exotérico, se engarzará sobre la herencia platónica y aristotélica.<br />
Ahora bien, <strong>para</strong> estos griegos, la Razón es la facultad, en virtud de la cual <strong>el</strong> ser humano es<br />
capaz de identificar conceptos, cuestionarlos, hallar coherencia o contradicción entre <strong>el</strong>los y<br />
así inducir o deducir otros distintos de los que ya conoce. De este modo, la razón se<br />
convierte en una máquina <strong>para</strong> establecer o descartar nuevos conceptos, en función de su<br />
coherencia con respecto de otros conceptos de partida: premisas. Para este cometido, la<br />
Razón se vale de principios, que por su naturaleza tautológica, <strong>el</strong> varón occidental asume<br />
como ciertos y uni<strong>ver</strong>salmente válidos. Estos principios son mod<strong>el</strong>ados por la lógica, que es<br />
la disciplina encargada de describir las reglas que rigen la Razón.<br />
Así, pues, la filosofía de Aristót<strong>el</strong>es y Platón engendró una lógica deductiva. Esto quiere<br />
decir que las ―leyes uni<strong>ver</strong>sales‖ podían ser descubiertas por <strong>el</strong> pensamiento humano sin<br />
necesidad que éste tuviese que tener en cuenta los casos particulares. Es decir, la lógica<br />
deductiva discurre sobre lo que se sigue silogísticamente desde premisas dadas por la razón<br />
humana. Aristót<strong>el</strong>es estableció cuatro principios lógicos a priori que se han con<strong>ver</strong>tido en <strong>el</strong><br />
software de la civilización occidental en su conjunto, hasta <strong>el</strong> día de hoy. Estos son: <strong>el</strong><br />
Principio de Identidad, que evidencia que un concepto es ese mismo concepto (A es A) (: la<br />
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Objetividad: lo que dura). El Principio de No contradicción, que evidencia que un mismo<br />
concepto no puede ser y no ser a la vez (A no es negación de A) (No se puede ser varón y<br />
mujer al mismo tiempo). El Principio de Tercero excluido, que evidencia que entre <strong>el</strong> ser o no<br />
ser de un concepto, no cabe situación intermedia (o A es, o no lo es). Y <strong>el</strong> Principio de<br />
Razón suficiente. (No hay que perderse en detalles adjetivos: por ejemplo: Capitalía plena)<br />
En oposición a este formalismo lógico, pero sin rebasar <strong>el</strong> <strong>para</strong>digma griego, <strong>el</strong> Idealismo<br />
alemán y en especial Heg<strong>el</strong>, propusieron <strong>el</strong> método dialéctico, que parte de la materia<br />
concreta dada, <strong>para</strong> llegar a abstracciones uni<strong>ver</strong>sales y, a partir de <strong>el</strong>lo, proponer<br />
definiciones generales. El análisis deja lo concreto como fundamento y, por medio de la<br />
abstracción de las particularidades, que aparentan ser no esenciales, pone de r<strong>el</strong>ieve lo<br />
uni<strong>ver</strong>sal concreto. Por su parte, Kant sostiene que la razón es la facultad formuladora de los<br />
principios. La divide en Razón Teórica y Razón Práctica, no tratándose éstas de dos razones<br />
distintas, sino de dos usos distintos de la misma y única Razón. Cuando dichos principios se<br />
refieren a la realidad de las cosas, estamos ante la Razón Teórica. Cuando dichos principios<br />
tienen como fin la dirección de la conducta, estamos ante la llamada Razón Práctica. En su<br />
uso teórico, la Razón genera juicios y en su uso práctico imperativos o mandatos. En un<br />
sentido más restringido: <strong>el</strong> contexto de la "Crítica de la razón pura", la razón es la facultad de<br />
las argumentaciones, la facultad que nos permite fundamentar unos juicios en otros y que,<br />
junto con la sensibilidad y <strong>el</strong> entendimiento, componen las tres facultades cognoscitivas<br />
principales que Kant estudió.<br />
El tercer <strong>el</strong>emento que configura <strong>el</strong> diseño occidental es la interiorización de la Ley, es decir,<br />
la interiorización d<strong>el</strong> Nombre d<strong>el</strong> Padre, sin lo cual la Ley de leyes: la Constitución y las leyes<br />
d<strong>el</strong> Estado moderno no son comprensibles. Ahora bien, ¿cómo una sociedad, cuya Masa<br />
crítica poblacional, es animista, pachamámica, interactiva, r<strong>el</strong>ativista, puede habérs<strong>el</strong>as<br />
coherentemente con la Ley de leyes: la Constitución: <strong>el</strong> súmmum secularizado de la gran<br />
abstracción d<strong>el</strong> monoteísmo patriarcal? Aquí hay algo, entre nosotros, que no cierra y que<br />
será fuente permanente de turbulencias en nuestro sistema político. En pocas palabras: los<br />
hijos de Pachamama, que levantan <strong>el</strong> Nombre de la Madre, siempre tendrán problemas con<br />
<strong>el</strong> Orden político de quienes levantan sólo <strong>el</strong> Nombre d<strong>el</strong> Padre. El ―Estado Unitario<br />
Plurinacional‖ levanta nomás <strong>el</strong> Nombre d<strong>el</strong> Padre Uno. No calza a la mayoría. El Estado<br />
Unitario Plurinacional sirve <strong>para</strong> tratar a los indígenas bolivianos (mayoría democrática) como<br />
minoría política, con: ¡oh ironía! su voto y defensa: ¿?. Ya ha mostrado las uñas: los escaños<br />
indígenas: victoria d<strong>el</strong> principio cuantitativo individual sobre <strong>el</strong> cualitativo comunitario. En <strong>el</strong><br />
caso Victor Hugo Cárdenas, <strong>el</strong> principio individualista ligado al de propiedad privada está<br />
pulseando, Tinku, con <strong>el</strong> principio comunitario ligado a la propiedad comunal. En una<br />
Diarquía no se darían este tipo de problemas. En territorio occidental: las mancomunidades<br />
metropolitanas: las ciudadas, regiría <strong>el</strong> Estado de Derecho antropocéntrico individualista; en<br />
los ayllus y municipios mayormente indígenas: <strong>el</strong> área rural, regiría <strong>el</strong> Derecho cosmocéntrico<br />
indígena comunitario. Cuis regio, eius r<strong>el</strong>igio.<br />
Así, pues, <strong>el</strong> proceso de desmatriarcalización d<strong>el</strong> mundo mediterráneo: de fysis a logos, y <strong>el</strong><br />
proceso de patriarcalización d<strong>el</strong> mundo semita: la desaparición de la estatuillas animistas de<br />
Yahveh y Asherah, en <strong>el</strong> Arca, y su sustitución por las dos tablas de la Ley, culminan en la<br />
gran Abstracción de la Ley d<strong>el</strong> Padre: <strong>el</strong> monoteísmo abrahámico, dicho r<strong>el</strong>igiosamente: <strong>el</strong><br />
Estado occidental, dicho secularmente. Ahora bien, como quiera que esto de la Ley es algo<br />
bastante abstracto, voy a dar un rodeo por su forma menos abstracta: <strong>el</strong> Padre: <strong>el</strong> Nombre<br />
d<strong>el</strong> Padre. Así, pues, donde escriba Padre, léase Ley; de este modo no seré tan abstracto.<br />
Va de sí que seguiré, <strong>para</strong> <strong>el</strong>lo, la lectura lacaniana de Freud. Cf. J-A. Miller, Entretien sur le<br />
Séminaire. Paris, 1985.<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Desde muy pronto, Lacan atribuyó una gran importancia al rol d<strong>el</strong> Padre en la estructura<br />
psíquica d<strong>el</strong> hombre occidental. Tan es así que la importancia que asigna al Complejo de<br />
Edipo tiene que <strong>ver</strong> con <strong>el</strong> hecho de que éste combina, en la figura d<strong>el</strong> Padre, dos funciones<br />
contradictorias: la función protectora y la función prohibitiva: w<strong>el</strong>fare. Lacan subraya <strong>el</strong> pap<strong>el</strong><br />
d<strong>el</strong> Padre como un tercer término que, al mediar la r<strong>el</strong>ación imaginaria entre la Madre y <strong>el</strong><br />
Niño, salva a este último de la psicosis y le facilita <strong>el</strong> ingreso en la sociedad. Por tanto, <strong>el</strong><br />
Padre es algo más que un rival con <strong>el</strong> cual <strong>el</strong> Niño: <strong>el</strong> sujeto, compite por <strong>el</strong> amor de la<br />
Madre. Dicho de otra manera: <strong>el</strong> Padre es <strong>el</strong> representante d<strong>el</strong> orden social y, por tanto, sólo<br />
identificándose con él, en <strong>el</strong> Complejo de Edipo, puede <strong>el</strong> sujeto: <strong>el</strong> Niño, lograr <strong>el</strong> ingreso al<br />
orden patriarcal. Va de suyo que <strong>el</strong> divorcio padre-madre, que conlleva la represión de la<br />
figura materna: la desaparición de Asherah y su sublimación en la Shejinah, está en <strong>el</strong> origen<br />
de las psicopatologías (y los placebos) que producen lo que Freud llamaría ―malestar en la<br />
cultura‖. Obsérvese, pues, cómo <strong>el</strong> proceso de patriarcalización d<strong>el</strong> mundo culmina en la<br />
forma ―Estado Unitario‖ que, por diseño es androcrático. Entonces, <strong>el</strong> paso a darse, como<br />
humanidad, es buscar una forma estatal que busque la complementariedad d<strong>el</strong> Nombre d<strong>el</strong><br />
Padre y <strong>el</strong> Nombre de la Madre: un Estado Chacha Warmi: una Diarquía.<br />
Ahora bien, como <strong>el</strong> concepto de Padre no es simple, Lacan distingue entre padre simbólico,<br />
padre imaginario y padre real. Veamos, antes, qué significan estos conceptos. Lo Real es lo<br />
que no se puede expresar como lenguaje: es, sencillamente. Lo Imaginario es <strong>el</strong> aspecto<br />
sintáctico de la Psique que identifica <strong>el</strong> Yo como se<strong>para</strong>do d<strong>el</strong> Otro: dia-ballein. Lo Simbólico:<br />
syn-ballein, es <strong>el</strong> aspecto lingüístico de la Psique que reúne <strong>el</strong> Yo en un Nosotros y, en <strong>el</strong>lo,<br />
crea las reglas de la cultura, donde <strong>el</strong> sujeto se ubica como nodo de una red.<br />
Así, pues, <strong>el</strong> padre simbólico (la Ley) no es un ser real, sino una función. Esta función no es<br />
otra que la de imponer la Ley. ¿Qué hace la Ley? Regula la r<strong>el</strong>ación imaginaria entre la<br />
madre (Pachamama) y <strong>el</strong> niño (ciudadano), <strong>para</strong> introducir una necesaria ―distancia<br />
simbólica‖ entre <strong>el</strong>los: <strong>el</strong> Complejo de Edipo. Se<strong>para</strong>ción es la palabra clave. Aunque <strong>el</strong> padre<br />
simbólico no es un ser real, sino una posición en <strong>el</strong> orden simbólico, es posible que un sujeto<br />
ocupe esa posición (digamos <strong>el</strong> Estado) <strong>para</strong> llevar a cabo esa función: proveer y proteger.<br />
Nadie, empero, puede ocupar esta posición por completo. El padre simbólico su<strong>el</strong>e encarnar<br />
esta función de un modo v<strong>el</strong>ado, al ser mediado por <strong>el</strong> discurso de la madre.<br />
Así, pues, <strong>el</strong> padre simbólico es <strong>el</strong> <strong>el</strong>emento fundamental de la estructura d<strong>el</strong> Orden simbólico<br />
occidental. Ahora bien, lo que distingue <strong>el</strong> orden simbólico de la cultura, respecto d<strong>el</strong> Orden<br />
imaginario de la naturaleza, es la inscripción de un linaje masculino. La patrilinealidad<br />
introduce un orden ―cuya estructura es diferente d<strong>el</strong> orden natural‖. Este es <strong>el</strong> punto. Ello trae<br />
consigo que <strong>el</strong> padre simbólico sea un padre muerto: <strong>el</strong> padre d<strong>el</strong> mito freudiano de la Horda<br />
primordial que ha sido asesinado por sus hijos. El padre simbólico es designado con la<br />
ap<strong>el</strong>ación: <strong>el</strong> ―Nombre d<strong>el</strong> Padre‖.<br />
La presencia de un falo imaginario, como tercer término en <strong>el</strong> triángulo imaginario pre<br />
edípico, indica que <strong>el</strong> padre simbólico funciona ya en la etapa preedipica. Detrás de la madre<br />
simbólica está presente <strong>el</strong> padre simbólico. Ahora bien, la ausencia d<strong>el</strong> padre simbólico es lo<br />
que caracteriza, según Lacan, la estructura psicótica.<br />
El padre imaginario es una Imago, un compuesto de todos los constructos imaginarios que <strong>el</strong><br />
sujeto erige en <strong>el</strong> fantasma en torno a la figura d<strong>el</strong> padre. Esta construcción imaginaria tiene<br />
poca r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> padre real. El padre imaginario puede construirse como un padre ideal:<br />
un centro distribuidor o lo opuesto, como ―<strong>el</strong> padre que ha jodido al chico‖. En la primera<br />
forma, <strong>el</strong> padre imaginario es <strong>el</strong> prototipo de las figuras divinas de las r<strong>el</strong>igiones, un<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
proveedor y protector omnipotente: secularizado: <strong>el</strong> Estado de Bienestar. En <strong>el</strong> otro pap<strong>el</strong>, <strong>el</strong><br />
padre imaginario es <strong>el</strong> padre terrorífico de la Horda primitiva que impone <strong>el</strong> tabú d<strong>el</strong> incesto a<br />
sus hijos, y es <strong>el</strong> agente de la privación y la discriminación. La psicosis consiste en la<br />
reducción d<strong>el</strong> padre simbólico al padre imaginario. Aquí, probablemente habría que ubicar<br />
nuestra comprensión de la Ley: d<strong>el</strong> Estado.<br />
El padre real, <strong>para</strong> Lacan, es <strong>el</strong> agente que realiza la operación de la castración simbólica.<br />
También lo describe como aqu<strong>el</strong> que efectivamente ocupa a la madre: <strong>el</strong> ―gran Jodedor‖ e,<br />
incluso, llega a decir que <strong>el</strong> padre real es <strong>el</strong> espermatozoide. Sobre la base de estos<br />
comentarios, parece posible decir que <strong>el</strong> padre real es <strong>el</strong> padre biológico d<strong>el</strong> sujeto. Sin<br />
embargo, puesto que siempre hay algún grado de incertidumbre, en cuanto a quien<br />
realmente sea <strong>el</strong> padre biológico, Lacan dice que sería más preciso sostener que <strong>el</strong> padre<br />
real es <strong>el</strong> hombre d<strong>el</strong> que se dice que es <strong>el</strong> padre biológico d<strong>el</strong> sujeto. El padre real es<br />
entonces un efecto d<strong>el</strong> lenguaje. En este sentido debe entenderse <strong>el</strong> adjetivo ―real‖: lo real d<strong>el</strong><br />
lenguaje; no lo real de la biología.<br />
Un desarrollo d<strong>el</strong> mundo platónico de las Ideas, como se ve, y que no vale <strong>para</strong> la civilización<br />
animista andino-amazónica, más bien matríztica, fraternal y homeostática.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
- Andaluz R. Ana María, Sarrión C., José y Tatay A., Luís (1987) Historia de la filosofía<br />
a partir de textos. Editorial Luis Vives. Zaragoza, España.<br />
- Material en <strong>ver</strong>sión digital (Facilitados por <strong>el</strong> autor):<br />
- Medina, Javier (2010) Cosmovisión occidental y caos-cosmo-con-vivencia indígena<br />
- Medina, Javier (2010) Ch´ulla y Yanantin: Las dos matrices de civilización que<br />
constituyen a Bolivia<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
UNIDAD 3: LA FILOSOFÍA OCCIDENTAL: SUS<br />
PRINCIPALES SINGULARIDADES (Parte 2)<br />
OBJETIVOS DE LA UNIDAD<br />
Analizamos, con sentido y contenido histórico y crítico, las principales características de la<br />
filosofía occidental desde la filosofía de la edad media hasta la actualidad <strong>para</strong> valorar sus<br />
contribuciones pero a la vez dev<strong>el</strong>ar sus limitaciones abriendo la necesidad de otras<br />
filosofías que igualmente contribuyan a la construcción de otros sentidos, contenidos y<br />
significados de vida.<br />
3.1 LA FILOSOFÍA EN LA EDAD MEDIA<br />
FILOSOFÍA Y REVELACION. SAN AGUSTÍN<br />
Problema general<br />
El problema base en la que radica la filosofía de San Agustín es la r<strong>el</strong>ación r<strong>el</strong>igión – filosofía<br />
dado que <strong>el</strong> cristianismo no emerge como un sistema filosófico abstracto, sino como <strong>ver</strong>dad<br />
de salvación pero los autores cristianos al hacer uso d<strong>el</strong> lenguaje filosófico no sólo tejen<br />
conexiones con la filosofía sino que contribuyen con aportes singulares.<br />
Desarrollo<br />
Apologistas<br />
Los apologistas son escritores de los comienzos d<strong>el</strong> cristianismo y que se caracterizan por<br />
ser los primeros que luchan por los derechos de los cristianos a exponer su doctrina. En los<br />
apologistas es posible identificar dos actitudes: Los defensores de la compatibilidad filosofía<br />
– rev<strong>el</strong>ación y los que proclaman la incompatibilidad de ambos. De todas formas, <strong>el</strong> mensaje<br />
central es que la <strong>ver</strong>dad rev<strong>el</strong>ada es superior a la <strong>ver</strong>dad de los filósofos.<br />
Escu<strong>el</strong>a cristiana de Alejandría<br />
Es <strong>el</strong> primer intento de exposición d<strong>el</strong> pensamiento cristiano en lenguaje y forma filosófica,<br />
en Clemente de Alejandría y Orígenes encuentran a sus defensores más rigurosos sobre la<br />
superioridad de la rev<strong>el</strong>ación y la condición de la razón como instrumento al servicio de la fe.<br />
San Agustín<br />
Pero será con San Agustín que este periodo encontrará su expresión más desarrollada. El<br />
objetivo central de su filosofía es hallar la <strong>ver</strong>dad con vistas a encontrar a Dios; trabaja por<br />
una r<strong>el</strong>ación colaboracionista entre razón y fe; aunque deja claramente establecido que<br />
quien marca la pauta es la fe.<br />
La <strong>ver</strong>dad<br />
La mente, desde esta manera de hacer filosofía, posee ideas o <strong>ver</strong>dades eternas; ¿dónde<br />
está <strong>el</strong> fundamento de éstas? No en lo sensible, que es mudable sino en las cosas<br />
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
inmortales. Desde la perspectiva de San Agustín, la duda es señal de que la <strong>ver</strong>dad existe y<br />
que su vía de acceso es la interiorización porque la <strong>ver</strong>dad se rev<strong>el</strong>a trascendente a la razón.<br />
Dios<br />
Para San Agustín la Verdad es Dios, es la causa que proporciona las ideas o <strong>ver</strong>dades<br />
eternas que <strong>el</strong> entendimiento posee a pesar de ser finito; la existencia de Dios es<br />
demostrada por San Agustín a partir de las <strong>ver</strong>dades eternas. Visto des éste ángulo, <strong>el</strong> ser<br />
humano posee <strong>ver</strong>dades eternas gracias a la iluminación de Dios y la f<strong>el</strong>icidad están, pues,<br />
en la contemplación de Dios.<br />
La creación<br />
En mundo, dice San Agustín ha sido creado por Dios, a través d<strong>el</strong> <strong>ver</strong>bo, que posee las<br />
ideas; <strong>el</strong> tiempo desde esta percepción, existe con las cosas. En r<strong>el</strong>ación al hombre, San<br />
Agustín sostiene que alma y cuerpo son dos sustancias di<strong>ver</strong>sas.<br />
Filosofía de la historia<br />
La meta de la historia, dice San Agustín, no es una meta política; porque <strong>el</strong> sentido de la<br />
historia trasciende la misma historia. En la historia conviven, desde su comprensión, dos<br />
ciudades: La ciudad terrena y la ciudad c<strong>el</strong>este. La función d<strong>el</strong> Estado es garantizar la<br />
convivencia en paz.<br />
Aportaciones de este periodo<br />
Teoría d<strong>el</strong> conocimiento<br />
- La duda agustiniana es una muestra de rigor en <strong>el</strong> planteamiento filosófico d<strong>el</strong><br />
conocimiento. Descartes, en <strong>el</strong> siglo XVII, hace de la duda <strong>el</strong> punto de partida d<strong>el</strong> edificio<br />
d<strong>el</strong> saber.<br />
- Con su teoría de la <strong>ver</strong>dad trascendente, San Agustín, lleva hasta sus últimas<br />
consecuencias las condiciones de necesidad e inmutabilidad exigidas <strong>para</strong> <strong>el</strong><br />
conocimiento desde los albores de la filosofía.<br />
Teología y metafísica<br />
- Fe y razón se complementan y se enriquecen mutuamente<br />
- La creación es la gran aportación, original d<strong>el</strong> cristianismo, al problema d<strong>el</strong> origen d<strong>el</strong><br />
uni<strong>ver</strong>so<br />
- Se plantean los problemas metafísicos d<strong>el</strong> tiempo y <strong>el</strong> mal en <strong>el</strong> mundo<br />
- Se acaba con los titubeos de la filosofía griega en lo que se refiere a la definición de la<br />
naturaleza y atributos de Dios<br />
Antropología ética<br />
- El ser humano queda definido como persona<br />
- El bien más precioso d<strong>el</strong> hombre es su libertad, respetada pro Dios, a pesar d<strong>el</strong> riesgo<br />
d<strong>el</strong> pecado<br />
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
- La vida humana aparece plena de sentido e impregnada de optimismo, pues se orienta<br />
hacia un valor absoluto bien definido: la salvación y unión con Dios, que es la f<strong>el</strong>icidad<br />
plena.<br />
Filosofía de la historia<br />
- La Ciudad de Dios de san Agustín significa la primera interpretación filosófica de la<br />
historia<br />
- El sentido y la meta de la historia no se sitúan en lo meros intereses políticos, sino en los<br />
intereses más profundamente humanos: la salvación y la unión con Dios, en que consiste<br />
su f<strong>el</strong>icidad.<br />
Influencia de San Agustín<br />
- Logra la síntesis entre fe y razón, meta de los filósofos cristianos<br />
- Es capaz de dar una respuesta cristiana a los problemas de su tiempo y algunas de sus<br />
aportaciones son definitivas<br />
- Es punto de referencia obligado en toda la edad media.<br />
La flexibilidad de su pensamiento hace vigente a san Agustín hasta nuestros días<br />
(Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987).<br />
EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO MEDIEVAL, DE LOS SIGLOS VI AL XII<br />
Problema general<br />
El desafío central de esta época es transmitir las traducciones y comentarios de los clásicos<br />
y de los Santos Padres. En tal sentido, se considera que no es un periodo creativo.<br />
Contenidos de su filosofar<br />
El Pseudo-Dionicio<br />
Desde esta perspectiva se defiende dos vías de acercamiento a Dios: una positiva y otra<br />
negativa. La positiva afirma las cualidades de Dios mientras que la negativa subraya lo que<br />
no es.<br />
Otros representantes<br />
Boecio, Casiodoro y san Veda <strong>el</strong> Venerable, compaginan fe y razón. El último defiende <strong>el</strong><br />
origen divino de la autoridad de los reyes.<br />
El renacimiento carolingio<br />
Es en la escu<strong>el</strong>a fundada por Caro Magno donde se re-establece <strong>el</strong> esplendor de las<br />
ciencias y de las letras.<br />
Será con Juan de Escoto que llega a Europa <strong>el</strong> neoplatonismo de los padres orientales;<br />
además resalta la concordancia entre fe y razón, a partir de la cual comprende que la<br />
filosofía debe ser expresión de la fe <strong>ver</strong>dadera.<br />
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Las escu<strong>el</strong>as medievales<br />
Destacan las de París, la de Chartres y la de San Víctor; en estas escu<strong>el</strong>as hay una<br />
tendencia a la especialización y sistematización. Pedro Lombardo y Ab<strong>el</strong>ardo, por ejemplo,<br />
defienden <strong>el</strong> poder de la razón <strong>para</strong> interpretar los dogmas. Mientras que los místicos<br />
rechazan <strong>el</strong> poder de la razón y de la filosofía <strong>para</strong> interpretar los misterios de la fe.<br />
Aportaciones de este periodo<br />
La transmisión d<strong>el</strong> pensamiento aristotélico<br />
Las distintas soluciones a los problemas uni<strong>ver</strong>sales<br />
El cuestionamiento d<strong>el</strong> criterio de autoridad o de la fe<br />
La autosuficiencia de la razón frente a lo dogmático<br />
La potenciación de la mística como camino autónomo <strong>para</strong> conocer a Dios<br />
La libertad de la conciencia subjetiva frente a los dogmas<br />
La doble <strong>ver</strong>dad: filosófica y teológica (Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987)<br />
MADUREZ DEL PENSAMIENTO MEDIEVAL: SIGLO XIII. SANTO TOMÁS<br />
Contexto general<br />
Es la época de la creación de uni<strong>ver</strong>sidades a partir d<strong>el</strong> crecimiento de la demanda de<br />
formación. En cada uni<strong>ver</strong>sidad existen dos carreras: Artes y Teología. Como se sabe, <strong>el</strong><br />
desarrollo y prestigio de las uni<strong>ver</strong>sidades se debe, en gran medida, a las órdenes r<strong>el</strong>igiosas.<br />
Se empieza a ad<strong>ver</strong>tir la presencia de distintas corrientes int<strong>el</strong>ectuales: ―La agustiniana,<br />
conservadora y hostil a la doctrina de Aristót<strong>el</strong>es, representada por los franciscanos; la<br />
aristotélica, defendida por los dominicos; la a<strong>ver</strong>roísta, por Siger de Brabante; la ecléctica e<br />
independiente, mantenida por Gil de Roma y Enrique de Gante, y la reprsentada por Duns<br />
Scoto, que revisa <strong>el</strong> agustinismo-franciscanismo a la luz d<strong>el</strong> aristot<strong>el</strong>ismo‖ (Andaluz, Sarrión<br />
y Tatay, 1987: 194).<br />
Desarrollo<br />
Las uni<strong>ver</strong>sidades.-A principios d<strong>el</strong> siglo XIII, surgen las uni<strong>ver</strong>sidades dejando atrás la<br />
forma de las escu<strong>el</strong>as catedralicias y monacales. Es desde estos espacios que empiezan a<br />
erigirse distintas corrientes de pensamiento como la agustiniana, aristotélica, a<strong>ver</strong>roísta,<br />
ecléctica y la de Duns Scoto.<br />
Agustinismo.- Es la corriente que representa la postura ortodoxa de la época; trata de poner<br />
a salvo al dogma católico de una creciente figura d<strong>el</strong> aristot<strong>el</strong>ismo, considerada como una<br />
postura pagana.<br />
En cambio, Alberto Magno, representante d<strong>el</strong> aristot<strong>el</strong>ismo, inicia <strong>el</strong> trabajo de conciliación<br />
d<strong>el</strong> pensamiento de Aristót<strong>el</strong>es con <strong>el</strong> dogma. Desarrollo que fue completado por Santo<br />
Tomás de Aquino.<br />
Santo Tomás de Aquino<br />
Razón y Fe<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Considera que ambos tienen métodos y objetos distintos, pero no por <strong>el</strong>lo son incompatibles<br />
la tendencia es más bien a la complementación. Este filósofo de la edad media, ve en<br />
Aristót<strong>el</strong>es un sistema filosófico adecuado <strong>para</strong> la sistematización d<strong>el</strong> dogma. Aunque eso no<br />
quiere decir que asume <strong>el</strong> pensamiento aristotélico al pie de la letra, al contrario, incorpora<br />
cambios donde había que hacerlo, principalmente cuando presente incompatibilidades con la<br />
rev<strong>el</strong>ación.<br />
Metafísica: Esencia y existencia<br />
Esta distinción entre esencia y existencia es una de las claves de la filosofía de Santo Tomás<br />
que a su vez implica una reforma al pensamiento de Aristót<strong>el</strong>es. Desde la mirada de Santo<br />
Tomás, en las formas <strong>material</strong>es, la esencia es <strong>el</strong> conjunto de materia y forma; mientras que<br />
en los seres in<strong>material</strong>es, la esencia es sólo forma, sin embargo, lo que hace que unos y<br />
otros sean seres reales es la existencia. Esencia y existencia van en r<strong>el</strong>ación a acto y<br />
potencia.<br />
Sólo en Dios es posible identificar esencia y existencia, en cambio en los seres contingentes,<br />
sean estos <strong>material</strong>es o in<strong>material</strong>es, <strong>el</strong> paso de la potencia al acto es obra de Dios.<br />
Dios<br />
Desde la postura de Santo Tomás, demostrar la existencia de Dios tiene sentido en tanto<br />
ésta no es inmediatamente evidente. Por lo mismo desacredita cualquier prueba a priori de la<br />
existencia de Dios ya que <strong>el</strong> único camino es la demostración a posteriori, esto es a partir de<br />
las cosas sensibles. Deja establecido que aunque se alcance un niv<strong>el</strong> de conocimiento sobre<br />
Dios, éste siempre será imperfecto.<br />
El alma<br />
Para Santo Tomás, <strong>el</strong> alma es la forma sustancial d<strong>el</strong> cuerpo, distingue varias facultades en<br />
<strong>el</strong> alma y sostiene la inmortalidad de éste a diferencia de los a<strong>ver</strong>roístas.<br />
Aportaciones de este periodo<br />
En teología<br />
- Santo Tomás lleva a cabo al enorme labor de sistematización filosófica d<strong>el</strong> dogma<br />
cristiano.<br />
En metafísica<br />
- Santo Tomás señala los límites de la razón; por ejemplo, la razón no puede penetrar en<br />
los motivos que impulsaron a Dios a la creación d<strong>el</strong> mundo; tampoco puede conocer de<br />
forma perfecta la naturaleza y atributos de Dios.<br />
En antropología<br />
- Santo Tomás compatibiliza la unión sustancial entre cuerpo y alma con la afirmación de<br />
la inmortalidad de la última<br />
41
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
En ética y política<br />
- Santo Tomás supera las coordenadas finitas de la ética y política aristotélica, gracias<br />
a la consideración de la dimensión sobrenatural d<strong>el</strong> hombre Andaluz, Sarrión y Tatay,<br />
1987<br />
LA CRISIS DE LA ESCOLÁSTICA<br />
Problema general<br />
El problema general de la filosofía, en este periodo transitorio va más en <strong>el</strong> sentido d<strong>el</strong><br />
conocimiento antes que d<strong>el</strong> ser. Una característica que será profundizada y ampliada en la<br />
filosofía moderna.<br />
Aportaciones de este periodo<br />
Ockam hace de puente entre <strong>el</strong> pensamiento medieval y <strong>el</strong> pensamiento moderno. Muchos<br />
de los aspectos de su filosofía apuntan hacia ulteriores desarrollos que tienen lugar en la<br />
ciencia y <strong>el</strong> pensamiento modernos<br />
- Le preocupa más <strong>el</strong> conocimiento que <strong>el</strong> problema d<strong>el</strong> ser<br />
- El valor por sí mismo de lo singular, la identificación d<strong>el</strong> conocimiento intuitivo con<br />
conocimiento experimental, los límites d<strong>el</strong> conocimiento en los límites de la experiencia,<br />
<strong>el</strong> concepto de experiencia interna, aspectos que tienen amplio eco en <strong>el</strong> empirismo<br />
inglés d<strong>el</strong> siglo XVII.<br />
- La sustitución de la uni<strong>ver</strong>salidad abstracta por la comunidad de rasgos entre objetos<br />
afines, que hace de Ockam <strong>el</strong> padre de la lógica inductiva y pr<strong>el</strong>udia <strong>el</strong> camino de la<br />
ciencia moderna.<br />
- La definición de la voluntad como absoluta indeterminación y <strong>el</strong> voluntarismo divino,<br />
aspecto este último que recuerda al dios de Descartes, garante d<strong>el</strong> conocimiento.<br />
En la crítica a la física aristotélica, Ockam se ad<strong>el</strong>anta a la formulación ulterior de la ley de la<br />
inercia (Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987).<br />
3.2 LA FILOSOFÍA DEL RENACIMIENTO<br />
Contexto<br />
El contexto político y social d<strong>el</strong> renacimiento se caracteriza por <strong>el</strong> desarrollo de los<br />
absolutismos y nacimiento de los Estados nacionales modernos; se asiste a una se<strong>para</strong>ción<br />
de los poderes papales y d<strong>el</strong> emperador; es la época de los grandes descubrimientos<br />
geográficos que terminan transformando la economía. El poder se constituye en <strong>el</strong> motor de<br />
las sociedades renacentistas junto al desarrollo de la burguesía como nueva clase y con<br />
<strong>el</strong>los <strong>el</strong> capitalismo.<br />
Problema general<br />
Su hilo conductor principal es su afán de renovación, retornando a los principios de la<br />
antigüedad clásica. Son hitos fundantes de este periodo <strong>el</strong> humanismo, la Reforma, la<br />
Filosofía Política y la ciencia. Para la filosofía propiamente es un periodo poco definido.<br />
42
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Aportaciones de este periodo<br />
En filosofía<br />
- Nicolás de Cusa señala los límites d<strong>el</strong> alcance d<strong>el</strong> entendimiento humano, un problema<br />
de gran importancia en la filosofía moderna.<br />
- Suárez lleva a cabo un replanteamiento personal de los grandes temas de ma<br />
metafísica…<br />
- La adopción de la matemática como mod<strong>el</strong>o <strong>para</strong> la filosofía en <strong>el</strong> racionalismo tiene<br />
mucho que <strong>ver</strong> con los progresos logrados por la ciencia en <strong>el</strong> renacimiento<br />
- El escepticismo de Motaigne tiene gran repercusión en los planteamientos d<strong>el</strong> primer<br />
racionalista, Descartes.<br />
En pensamiento político<br />
- Tomás Moro es autor de una de las utopías más importantes de la historia d<strong>el</strong><br />
pensamiento<br />
- Se asiste a la creación de Derecho natural y d<strong>el</strong> internacional (juristas españoles,<br />
Grocio…)<br />
- El pensamiento político se desvincula de planteamiento teológicos (Grocio) y Morales<br />
(M<strong>aqui</strong>av<strong>el</strong>o)<br />
En ciencia<br />
- El geocentrismo deja paso al h<strong>el</strong>iocentrismo (Copérnico)<br />
- La sustitución d<strong>el</strong> alma d<strong>el</strong> mundo por fuerza física (Kepler)<br />
- El método hipotético deductivo de Galileo<br />
- La constitución de la física como ciencia cuantitativa (cualidades primarias y secundaria)<br />
(Gali<strong>el</strong>o)<br />
- El método de inducción baconiano, así como su concepción de la ciencia como dominio<br />
de la naturaleza.<br />
La r<strong>el</strong>ación de complementariedad entre teoría y experiencia en la investigación científica<br />
(Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987).<br />
EL RACIONALISMO<br />
Aportaciones de este periodo<br />
En general<br />
- Se aspira a dar a la filosofía una claridad y certeza semejante a la matemática<br />
- A pesar de su admiración por <strong>el</strong> éxito de la ciencia moderna, los filósofos racionalistas<br />
conservan la convicción de que la filosofía aporta conocimiento sobre la realidad.<br />
- La filosofía se libera de la teología, lo cual no quiere decir que <strong>el</strong> problema de Dios no<br />
sea importante.<br />
Descartes<br />
- Adoptando la matemática como mod<strong>el</strong>o de método que se ha de seguir en la filosofía,<br />
supera la crisis de la metafísica hacia la que apuntaba Montaigne<br />
43
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
- Confiere a la teoría d<strong>el</strong> conocimiento <strong>el</strong> puesto central en la estructuración d<strong>el</strong> saber<br />
filosófico<br />
- Se plantea con radicalidad <strong>el</strong> problema de la certeza, lo cual explica que también su<br />
crítica, su duda, sea radical.<br />
- Formula un método y un criterio general de certeza<br />
- El pensamiento no recae sobre los objetos, como en la filosofía anterior, sino sobre las<br />
ideas de los objetos.<br />
- A pesar de la orientación d<strong>el</strong> conocimiento en <strong>el</strong> sentido d<strong>el</strong> sujeto, su filosofía no<br />
constituyen aún un idealismo.<br />
Pascal<br />
- Pone de r<strong>el</strong>ieve una nueva legalidad d<strong>el</strong> espíritu: las razones d<strong>el</strong> corazón<br />
- Intuye los límites de la razón matemática.<br />
Spinoza<br />
- Su filosofía es objeto de di<strong>ver</strong>sas interpretaciones. Su<strong>el</strong>e destacarse su esfuerzo<br />
especulativo de hacer de la realidad un sistema racionalmente concatenado y susceptible<br />
de ser investigado científicamente.<br />
Leibniz<br />
- Sustituye <strong>el</strong> concepto cartesiano de átomo extenso por <strong>el</strong> de átomo de energía<br />
- Frente al carácter estático de la sustancia en Descartes y Spinoza, Leibniz destaca su<br />
actividad.<br />
Al ideal de Spinoza de un orden necesario, geométrico, opone <strong>el</strong> ideal de un orden libre d<strong>el</strong><br />
uni<strong>ver</strong>so (Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987).<br />
EL EMPIRISMO INGLÉS<br />
Frente a los racionalistas continentales, los empiristas ingleses hacen de la experiencia la<br />
fuente, criterio de validez y límite d<strong>el</strong> conocimiento. Su ideal de método es <strong>el</strong> método<br />
inductivo. Las figuras más destacadas son: Locke, Berk<strong>el</strong>ey y Hume.<br />
Aportaciones de este periodo<br />
Locke<br />
- En su libro ensayo sobre <strong>el</strong> entendimiento humano se propone estudiar <strong>el</strong> origen, valor y<br />
extensión d<strong>el</strong> conocimiento.<br />
- El conocimiento tiene como objeto inmediato, las ideas<br />
- Refuta la teoría de las ideas innatas, Locke establece que la fuente de todas nuestras<br />
ideas es la experiencia (sensación y reflexión)<br />
- Con su distinción entre ideas simples, que la mente recibe pasivamente, e ideas<br />
complejas que la mente <strong>el</strong>abora tomando como <strong>material</strong> las ideas simples, Locke<br />
muestra cómo todas las ideas proceden de la experiencia. Incluso las que parecen más<br />
alejadas de todos los sentidos y de las operaciones de la mente.<br />
- Define <strong>el</strong> conocimiento como la percepción de la mente d<strong>el</strong> acuerdo o desacuerdo entre<br />
las ideas; reduce a cuatro las formas de concordancia entre las mismas: Intuitivo (si la<br />
44
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
mente percibe de manera inmediata <strong>el</strong> acuerdo o desacuerdo entre las ideas),<br />
demostrativo (si requiere de ideas intermedias) y sensitivo.<br />
- Donde la mente no percibe la concordancia o no concordancia entre las ideas, no hay<br />
conocimiento cierto.<br />
Berk<strong>el</strong>ey<br />
- Con su in<strong>material</strong>ismo o negación de que las cosas sensibles tengan una existencia<br />
<strong>material</strong>, Bek<strong>el</strong>ey se propone evitar <strong>el</strong> escepticismo y ateísmo.<br />
- El punto de partida es la reducción d<strong>el</strong> ámbito de lo existente a los seres que perciben<br />
(mentes o espíritus) y los seres que son conocidos (las ideas, que son <strong>el</strong> objeto único d<strong>el</strong><br />
conocimiento). La materia queda excluido d<strong>el</strong> dominio de lo existente.<br />
- Dios es la causa de nuestras ideas<br />
Hume<br />
- Es <strong>el</strong> más radical de los empiristas ingleses<br />
- Su objetivo es construir una ciencia de la naturaleza, que sirva de fundamento a las<br />
demás ciencias.<br />
Esta ciencia d<strong>el</strong> hombre debe hacerse siguiendo <strong>el</strong> mismo método aplicado por Newton a la<br />
naturaleza (Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987).<br />
EL IDEALISMO<br />
Como es sabido, <strong>el</strong> idealismo alemán, dentro de la historia de la filosofía, es un movimiento<br />
de enorme importancia y gran repercusión cultural. Sin duda uno de sus representantes más<br />
notables es Heg<strong>el</strong>. A continuación, una síntesis de su pensamiento en forma gráfica.<br />
Aportaciones de este periodo<br />
- El idealismo alemán representa uno de los momentos más exuberantes de especulación<br />
metafísica.<br />
- Tal vez la aportación más destacable de los sistemas idealistas alemanes sea <strong>el</strong> esfuerzo<br />
por comprender y justificar racionalmente cada uno de los aspectos de la realidad,<br />
aspectos que son engarzados en un todo unificado e int<strong>el</strong>igible.<br />
- Las ideas de ―proceso‖, ―sistema‖, juego de ―tesis-antítesis-síntesis‖, son otras tantas<br />
aportaciones a la historia d<strong>el</strong> pensamiento (Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987).<br />
La confianza en <strong>el</strong> poder de la razón alcanza una de sus cotas más <strong>el</strong>evadas d<strong>el</strong> idealismo<br />
alemán.<br />
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Lógica d<strong>el</strong><br />
ser<br />
Gráfico No 6: Sistema filosófico de Heg<strong>el</strong><br />
LOGICA<br />
Cantidad Cualidad<br />
Medida<br />
Concepto Juicio<br />
Silogismo<br />
Esencia<br />
Lógica d<strong>el</strong> concepto<br />
Lógica de la<br />
esencia<br />
Realidad<br />
Subjetivo Objetivo<br />
Idea<br />
Fenómeno<br />
Mecanismo Quimismo<br />
T<strong>el</strong>eología<br />
Vida Conocimiento<br />
Idea absoluta<br />
Fuente: Andaluz, Sarrión y Tatay, 1987<br />
Mecánica Física<br />
ESPÍRITU<br />
NATURALEZA<br />
Física orgánica<br />
Subjetivo Objetivo<br />
Alma Conciencia<br />
Espíritu<br />
Simbólico Clásico<br />
Romántico - Cristiano<br />
Espíritu absoluto<br />
Derecho<br />
Arte R<strong>el</strong>igión<br />
Filosofía (Historia)<br />
Sentimiento Intuición<br />
Oriental Clásico<br />
Germánico<br />
Familia<br />
Representación<br />
Eticidad<br />
Estado<br />
Moralidad<br />
Sociedad civil<br />
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
3.3 LOS PRIMEROS MOVIMIENTOS FILOSÓFICOS DEL SIGLO XIX<br />
Aportaciones de este periodo<br />
No es momento de grandes aportaciones filosóficas pero sí de críticas e interpretaciones a<br />
los grandes sistemas anteriores, sobre todo de Kant y Heg<strong>el</strong>.<br />
Oposición al idealismo<br />
- Frente a la exaltación de la uni<strong>ver</strong>salidad impersonal d<strong>el</strong> YO de Fitche, d<strong>el</strong> absolutismo<br />
de Sch<strong>el</strong>ling y de la Idea de Heg<strong>el</strong>, en Schopenhauer, Kierkegaard y Feuerbach se da<br />
una acentuación en la importancia d<strong>el</strong> individuo como ―singular‖, con un valor en sí, no<br />
reducible al de la masa ni al infinito.<br />
El positivismo<br />
- El positivismo filosófico absorbe la filosofía en la ciencia y rechaza todo lo que no es<br />
reducible a métodos positivos, por lo que la filosofía no es más que una teoría y<br />
metodología general aplicable a todas las ciencias. Da lugar al nacimiento de las<br />
modernas ciencias humanas, tales como la sociología, psicología y pedagogía (Sarrión y<br />
Tatay, 1987).<br />
MARX Y LOS MARXISMOS<br />
Rasgos generales<br />
Es sabido que la obra de Marx se ha constituido en objeto de di<strong>ver</strong>sas interpretaciones en<br />
varios campos, entre <strong>el</strong>los la filosofía. Marx surge como un crítico radical de Heg<strong>el</strong>, porque<br />
desde su perspectiva <strong>el</strong> idealismo no es la clave <strong>para</strong> interpretar la realidad. Según Marx, la<br />
tarea de la filosofía es la transformación de la realidad.<br />
Algunos de los temas que aborda en sus reflexiones<br />
El humanismo de Marx. Desde su perspectiva, es necesario que los hombres y mujeres en<br />
condiciones de humillación y explotación por una minoría rica recuperen su dignidad.<br />
La alienación. La alienación es asumida como una pérdida de vínculo con la realidad que<br />
requiere ser transformada, desde esa perspectiva la liberación de las alienaciones es<br />
condiciones imprescindible <strong>para</strong> la recuperación de la dignidad de los proletarios. Hay, según<br />
Marx, tres tipos de alienación: La r<strong>el</strong>igiosa, la económica y la ideológica. El trabajo, por<br />
ejemplo, puede desencadenar en alienación en virtud de las condiciones en las que se da <strong>el</strong><br />
mismo.<br />
Las clases sociales. Asumiendo, en términos generales que una clase social es un conjunto<br />
de personas con intereses comunes, Marx termina definiendo dos clases sociales<br />
contrapuesto: la clase burguesa, que es la explotadora, y la clase proletaria, que es la<br />
explotada.<br />
Desde la perspectiva d<strong>el</strong> <strong>material</strong>ismo histórico, propuesta por Marx, la base de la historia es<br />
<strong>el</strong> factor económico.<br />
47
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Infraestructura, estructura y superestructura. De esta tríada, según la concepción de Marx, la<br />
determinante es la infraestructura. La misma que viene dada por las r<strong>el</strong>aciones de<br />
producción.<br />
La crisis d<strong>el</strong> capitalismo. Según Marx, <strong>el</strong> capitalismo, por su propia naturaleza está llamado a<br />
desaparecer; en algún momento de su propia evolución <strong>el</strong> sistema capitalista será víctima de<br />
sus propias contradicciones generando las condiciones objetivas óptimas <strong>para</strong> la<br />
transformación complementada con la conciencia de la clase obrera.<br />
La revolución. Los saltos cualitativos de la historia de la humanidad es activada por las<br />
revoluciones. Asumiendo por la revolución más óptima la dictadura de la clase proletaria.<br />
Dejando claramente establecido que la dictadura d<strong>el</strong> proletariado no es <strong>el</strong> fin sino un medio;<br />
<strong>el</strong> fin es la sociedad sin clases.<br />
Aportaciones de este periodo<br />
- La aportación fundamental se reduce a la valoración positiva que <strong>el</strong> marxismo hace d<strong>el</strong><br />
hombre, no teóricamente considerado, sino en su condición real.<br />
- Aparece por primera vez la categoría filosófica de revolución como forma de <strong>el</strong>iminar las<br />
esclavitudes que alienan al hombre.<br />
- Se reconocer por primera vez de forma científica lo económico como factor fundamental,<br />
aunque no <strong>el</strong> único, d<strong>el</strong> proceso histórico; lo que Marx llama funcionamiento a niv<strong>el</strong> de<br />
infraestructura.<br />
- La razón deja definitivamente de ser <strong>el</strong> criterio de interpretación último de la realidad <strong>para</strong><br />
ser reconocida como superestructura alienante y encubridora de la realidad que se da a<br />
niv<strong>el</strong> económico o de infraestructura.<br />
El marxismo ofrece una visión d<strong>el</strong> mundo construida científicamente sobre los datos<br />
económicos de la realida ( Sarrión y Tatay, 1987).<br />
RESUMEN DE LA UNIDAD<br />
En esta unidad se muestra cómo en la modernidad la preocupación de la filosofía da un giro<br />
hacia la preocupación por <strong>el</strong> ser humano y en particular por <strong>el</strong> conocimiento científico. Por<br />
eso se dice que es la época en la que la filosofía busca ser más científica.<br />
LECTURAS COMPLEMENTARIAS<br />
Unidad y Paridad<br />
Ch´ulla y Yanantin<br />
Ch´ulla y Yanantin<br />
Javier Medina<br />
La vía más corta <strong>para</strong> entender la diferencia entre Occidente y la Indianidad es ir<br />
directamente al software que utilizan ambas civilizaciones. Si se pudiera simplificar aún más<br />
las cosas, diría que la Palabra Unidad caracteriza a Occidente y Paridad a la Indianidad<br />
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Occidente y la Indianidad se diferencian entre sí, porque Occidente apuesta por <strong>el</strong> Uno: la<br />
unidad: lo homogéneo, lo impar y la Indianidad por <strong>el</strong> Par: la Paridad: la heterogeneidad. De<br />
lado semita: un solo Dios: <strong>el</strong> monoteísmo; de lado griego, la monarquía: todo <strong>el</strong> poder al Uno.<br />
De lado indígena: <strong>el</strong> par, la pareja: Jaqi<br />
Unidad, desde <strong>el</strong> punto de vista indígena, es lo impar y se dice en quechua Ch´ulla. Paridad<br />
se dice en quechua Yanantin que significa dos energías antagónicas complementarias.<br />
Ahora bien, <strong>el</strong> mundo acaece en par. Par no es igual a uno más uno: 1 + 1; eso nos llevaría<br />
al Dualismo que es la forma cómo <strong>el</strong> monoteísmo profundiza la se<strong>para</strong>ción, dando lugar al<br />
Maniqueísmo: <strong>el</strong> Imperio d<strong>el</strong> Bien lucha contra <strong>el</strong> imperio d<strong>el</strong> Mal y sólo uno debe<br />
prevalecer: la historia de Occidente.<br />
Software lógico<br />
Estas dos maneras antagónicas de procesar la información se han formalizado en dos<br />
sistemas lógicos también antagónicos. De lado occidental, en los Principios de Identidad, No<br />
contradicción y Tercero excluido; por tanto, en un mod<strong>el</strong>o de No r<strong>el</strong>acionalidad. De lado<br />
amerindio, por <strong>el</strong> contrario, en los Principios de R<strong>el</strong>acionalidad, Correspondencia,<br />
Complementariedad y Reciprocidad; por tanto, lógicamente, en los principios de<br />
Complementariedad de opuestos y Tercero incluido.<br />
Vayamos al lado occidental<br />
El Principio de Identidad<br />
Este Principio se escribe A es A. Esta fórmula expresa muy bien la negativa de este mod<strong>el</strong>o<br />
a reconocer la existencia de la otra energía, B, y que, además, es una energía diferente y<br />
antagónica. Sin embargo, no puede menos que aceptar que hay un Otro, pero se hace la<br />
ilusión de que ese Otro es idéntico a él mismo, A, pues sólo puede haber Uno y éste Uno,<br />
obviamente, es él y es uni<strong>ver</strong>sal.<br />
El ejemplo máximo de esta manera de pensar es <strong>el</strong> monoteísmo patriarcal de la tradición<br />
abrahámica. Postula un Dios varón. Desconoce lo femenino, B, (la otra energía<br />
contradictoria). Ello, obviamente, no ha implicado, ¡Ni mucho menos!, que las mujeres<br />
desapareciesen de la faz de la tierra. Siguen existiendo, fácticamente, pero a la sombra: no<br />
existen simbólicamente. La debilidad de este Principio es que no expresa la realidad<br />
empírica tal como todo <strong>el</strong> mundo la experimenta y sin la cual la Vida no se reproduciría. A<br />
esta discontunidad, se<strong>para</strong>ción, respecto de la experiencia es a lo que se llama ideología.<br />
Este es <strong>el</strong> principio lógico de las políticas coloniales de evang<strong>el</strong>ización, extirpación de<br />
idolatrías, progreso y cooperación al desarrollo. Es decir, la pulsión de homogeneizar <strong>el</strong><br />
mundo al mod<strong>el</strong>o occidental: A = A. La pulsión actual por imponer un Pensamiento Único<br />
proviene de esta matriz lógica. La Globalización es la forma contemporánea de imponer,<br />
política y económicamente, a todo <strong>el</strong> mundo <strong>el</strong> Principio de Identidad aristotélico. La<br />
Indianinad y <strong>el</strong> Altermundismo son las formas de recordarle que no, que Otro mundo coexiste<br />
al lado suyo: los Andes o <strong>el</strong> Tercer Mundo de los No Alineados, d<strong>el</strong> cual la Indianidad es <strong>el</strong><br />
mejor exponente<br />
El Principio de No Contradicción<br />
Este Principio lógico dice que A no es no-A. Es decir, que A y B no pueden ser <strong>ver</strong>dad al<br />
mismo tiempo y bajo <strong>el</strong> mismo punto de vista; porque, o bien A es <strong>ver</strong>dad y entonces B es<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
falso o, al revés, B es <strong>ver</strong>dad y entonces A tiene que ser falso. Dicho de otro modo, si yo<br />
tengo la razón, entonces tú no la tienes. Si Occidente tiene la <strong>ver</strong>dad, entonces la Indianidad<br />
no la tiene.<br />
El Principio de Tercero Excluido<br />
Este principio sostiene que no existe un tercer término, T, (―tercero incluido‖) que sea, a la<br />
vez, A y no-A. Es decir, este Principio se deriva d<strong>el</strong> anterior: una proposición es o bien<br />
<strong>ver</strong>dadera o bien falsa y, por consiguiente, no existe una tercera posibilidad, es decir, tanto<br />
<strong>ver</strong>dadera como falsa, ni <strong>ver</strong>dadera ni falsa. Con otras palabras, si yo tengo la razón,<br />
entonces tú no puedes tener razón. Una tercera posibilidad (que tu y yo la tengamos al<br />
mismo tiempo: lo contradictorio, justamente) queda excluida. Este es <strong>el</strong> Principio de Tercero<br />
excluido que está en la base d<strong>el</strong> racismo y la xenofobia: de la Exclusión, precisamente<br />
Así, pues, este es <strong>el</strong> software lógico de la postulación de la Unidad que, en teología, es <strong>el</strong><br />
monoteísmo; en política, la monarquía: todo <strong>el</strong> poder al Uno; en economía, <strong>el</strong> intercambio; en<br />
sociología, <strong>el</strong> individualismo: en derecho, la propiedad privada, etcétera. Y que,<br />
fundamentalmente, parte de una comprensión estática de la realidad. Por tanto, un<br />
postulado y presupuesto falsos, porque <strong>el</strong> mundo no está quieto.<br />
Lo que produce y reproduce este cong<strong>el</strong>amiento d<strong>el</strong> flujo de la Vida es la escritura: cong<strong>el</strong>a<br />
la voz en átomos <strong>ver</strong>bales: morfemas, que son fijados en un soporte: papiro, pap<strong>el</strong>... El flujo<br />
de la con<strong>ver</strong>sación, de la oralidad, es detenido en un instante que se hace eterno. No hay<br />
pues, monoteísmo sin escritura; no hay propiedad privada, sin escritura, no hay Estado (lo<br />
estático) sin escritura.<br />
El Principio de No r<strong>el</strong>acionalidad<br />
Bien, estos son los principios lógicos que han mod<strong>el</strong>ado <strong>el</strong> alma de Occidente, hasta <strong>el</strong> día<br />
de hoy. Una racionalidad de exclusión, basada en una lógica binaria que valora sólo dos<br />
valores lógicos y <strong>el</strong>ige uno contra <strong>el</strong> otro. Dicho de otro modo: <strong>el</strong> Monoteísmo necesita y<br />
reproduce un mod<strong>el</strong>o de No r<strong>el</strong>acionalidad y, por tanto, de unidireccionalidad: d<strong>el</strong> sujeto al<br />
objeto. A esto se llama Gracia en teología católica.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
- Andaluz R. Ana María, Sarrión C., José y Tatay A., Luís (1987) Historia de la filosofía<br />
a partir de textos. Editorial Luis Vives. Zaragoza, España.<br />
- Medina, Javier (2010) Cosmovisión occidental y caos-cosmo-con-vivencia indígena<br />
- Medina, Javier (2010) Ch´ulla y Yanantin: Las dos matrices de civilización que<br />
constituyen a Bolivia.<br />
50
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
UNIDAD 4: LA FILOSOFÍA EN CONTEXTOS DE SOCIEDAD<br />
PLURINACIONAL<br />
OBJETIVOS DE LA UNIDAD<br />
Reflexionamos sobre las bases, contenidos, sentidos y significados de la filosofía<br />
latinoamericana, com<strong>para</strong>ndo sus singularidades con las cualidades de la filosofía<br />
occidental, en <strong>el</strong> marco de la construcción de sociedades interculturales.<br />
Reflexionamos sobre las características principales de la filosofía andina asumiendo<br />
<strong>el</strong> desafío de aportar en su construcción a partir d<strong>el</strong> diálogo con los aportes que se<br />
fecundan tanto en espacios académicos como en la vida comunitaria de los pueblos<br />
indígena – campesinas d<strong>el</strong> país.<br />
4.1 DE LA FILOSOFÍA INDOLENTE A UNA FILOSOFÍA MÁS<br />
ECOLÓGICA<br />
Para la concepción filosófica dominante de occidente no había otras filosofías que no sea la<br />
occidental tanto en su <strong>ver</strong>sión genética griega o moderna post-renacentista.<br />
―La concepción occidental supercultural de ‗filosofía‘ sólo puede reconocer como<br />
‗filosofía‘ las expresiones d<strong>el</strong> pensamiento humano que ‗imitan‘ de una u otra manera<br />
la manera occidental (mimetismo) o que, por lo menos, sean compatibles con los<br />
principios fundamentales de la filosofía occidental‖ (Estermann, 2009: 50)<br />
Sin embargo, frente a la construcción de sociedades plurinacionales, como la boliviana,<br />
resulta una tarea urgente pero a la vez estratégica en paso de una razón indolente a otra<br />
más ecológica, tal como viene proponiendo Boaventura de Sousa desde la necesidad de la<br />
construcción de una epistemología desde <strong>el</strong> sur (2005, 2008ª, 2008b, 2010).<br />
―La razón indolente desperdicia la experiencia; lo que no es conocido por esta<br />
racionalidad es desperdiciado, y por eso esta racionalidad produce lo que llamo<br />
ausencias. Éstas ausencias son las cosas que nosotros no vemos, que son invisibles<br />
–prácticas, conocimientos, ideas—porque nuestros anteojos, nuestros conceptos,<br />
nuestras teorías no nos permiten <strong>ver</strong>‖ (Boaventura de Sousa, 2008b: 104)<br />
En ese sentido, continua Boaventura:<br />
―Una ausencia es una manera totalmente descalificada de existir algo que no puede<br />
competir con lo que existe, porque es algo totalmente descalificado como sistema‖<br />
(ibíd.)<br />
Ahora bien, estas ausencias, desde la perspectiva d<strong>el</strong> autor a la que se cita en este<br />
apartado, se producen a través de cinco mono-culturas:<br />
La mono-cultura d<strong>el</strong> saber y d<strong>el</strong> rigor d<strong>el</strong> saber, un modo de producción de no existencia<br />
poderosa. Desde esta perspectiva, todo conocimiento que no pase por los cánones d<strong>el</strong> saber<br />
occidental no es conocimiento digno de ser objeto de reflexión; la mono-cultura d<strong>el</strong> tiempo<br />
lineal, según la cual la historia tiene sentido y dirección únicos y conocidos; la mono-cultura<br />
51
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
de la clasificación social, desde donde se naturalizan las diferencias, las jerarquías, en suma<br />
las r<strong>el</strong>aciones de dominación de unas clases sobre otras; la mono-cultura referida a la lógica<br />
de la escala dominante, desde esta manera de <strong>ver</strong> y asumir, lo más valioso es lo uni<strong>ver</strong>sal y<br />
lo global, todas las demás escalas son irr<strong>el</strong>evantes; finalmente está la mono-cultura de la<br />
lógica productivista que básicamente se asienta y promueve la lógica de producción<br />
capitalista, fuera de <strong>el</strong>la tampoco se reconocen otros enfoques económicos.<br />
Frente a esta forma de conocer, y desde la perspectiva de éste cuaderno de formación, de<br />
hacer filosofía, sin duda, en contextos de Estado y de Sociedad plurinacional, la tarea es<br />
superar toda postura soberbia e indolente y construir contextos más interculturales o<br />
ecológicas, en términos de Boaventura de Sousa.<br />
Precisamente en esa dirección, adquiere mayor sentido recuperar, promocionar y reconstruir<br />
‗otras filosofías‘ como la filosofía latinoamericana y la filosofía andina. Y se podría decir<br />
también filosofías de otras regiones como la asiática o la africana.<br />
Con razón sostiene, Estermann que:<br />
―El problema filosófico d<strong>el</strong> ―otro‖ y de la ―otra‖ también es <strong>el</strong> problema de la alteridad<br />
filosófica (…) mientras que se afirme que la filosofía es una criatura (exclusiva) de<br />
Occidente que sólo pueda expandirse a otras culturas conservando la occidentalidad<br />
inherente, <strong>el</strong> ―otro filosófico‖ (un pueblo que tiene una filosofía distinta) no tiene razón<br />
de ser‖ (2008: 22)<br />
Queda claro entonces que:<br />
―Hasta que la filosofía occidental dominante no tome conciencia de su culturalidad<br />
(culturo - centrismo), racialidad (etnocentrismo) y hasta masculinidad<br />
(androcentrismo), otros <strong>para</strong>digmas filosóficos no serán reconocidos como ―filosofías‖,<br />
sino a lo mejor como ―pensamiento‖, ―cosmovisión‖, ―mitología‖, ―r<strong>el</strong>igiosidad‖ o<br />
simplemente ―etno-filosofía‖ (2008: 23)<br />
Es en esas circunstancias que hay que reasumir las otras filosofías, entre <strong>el</strong>las la filosofía<br />
andina.<br />
52
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
4.2. LA FILOSOFÍA ANDINA<br />
Para sintetizar las diferencias entre <strong>el</strong> pensamiento occidental y <strong>el</strong> no occidental, en este<br />
caso oriental – indianidad, Medina (2009, 2010) propone un cuadro resumen, útil <strong>para</strong> entrar<br />
a la con<strong>ver</strong>sación y asumirla como instrumento de trabajo colectivo e individual:<br />
Cuadro No 3: Cualidades d<strong>el</strong> pensamiento de occidente y d<strong>el</strong> oriente - indianidad<br />
Occidente<br />
Oriente<br />
Indianidad<br />
Individualismo (Sociedad) Comunalismo (Gemeinschaft, ayllu)<br />
Culturalismo Naturalismo<br />
Fijación en <strong>el</strong> Padre: la Ley Fijación en la Madre Naturaleza<br />
Fijación al Estado racional individualista Fijación a Tierra-familia-clan<br />
Racionalismo (lo utilitario hoy) No racionalismo (magia, mito, utopía)<br />
Globalización abstracta Localidad concreta<br />
Abstraccionismo-conceptual Elementarismo-semiótico<br />
Secularización R<strong>el</strong>igiosidad<br />
Autoridad paternalizada e interiorizada Conflicto de Autoridad<br />
Lo urbano progresivo Lo agrario retroprogresivo<br />
Lo conceptual d<strong>el</strong>imitado: definido Lo sensible general-ilimitado<br />
Forma-Acto Materia-Potencia<br />
La libertad El destino<br />
Vivir independiente Vivir en familia<br />
Derecho civil Derecho natural<br />
Derecho positivo Usos y costumbres<br />
El ser (lineal) El devenir (cíclico)<br />
El nombre (cong<strong>el</strong>ado) El <strong>ver</strong>bo (dinámico)<br />
El tiempo, <strong>el</strong> Padre, lo claro El espacio, la Madre, lo oscuro<br />
Desconfianza en <strong>el</strong> Padre Confianza en la Madre Tierra<br />
Principio masculino: parcialización d<strong>el</strong> sentido El principio femenino de la vida: totalización de sentido<br />
La esencia abstracta La existencia concreta<br />
Lo anal: ahorro: acumulación Lo oral: disipación de energías<br />
Represión de la homosexualidad Polimorfismo sexual<br />
La mujer como ―ayuda‖ d<strong>el</strong> hombre La mujer poderosa<br />
Heroismo patriarcal (<strong>el</strong> héroe salva a la mujer) Igualdad de sexo (<strong>el</strong> hombre salvado por la mujer)<br />
Antropomorfismo Cosmomorfismo<br />
Se prioriza lo visual abstracto Todos los sentidos perciben<br />
Nomadismo: descubrimientos, conquista, colonización, ayuda al<br />
desarrollo<br />
Sedentarismo<br />
Liturgia basada en la palabra Ritualidad basada en los sentidos<br />
Etica individual Moral cósmica<br />
Compartimentos estancos disociadores Estructura social ligadora<br />
Valores existenciales Valores transpersonales<br />
Sentimiento de soledad, desvinculación Sentimiento de pertenencia grupal<br />
Homo faber Homo mayeuticus<br />
Se<strong>para</strong>ción Continuo<br />
Unidad Paridad<br />
Fuente: Javier medina, 2010<br />
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
En esa dirección, la filosofía andina, como muestra <strong>el</strong> siguiente gráfico, parte de principios<br />
diferentes que la filosofía occidental.<br />
Gráfico No 7: Principios de la filosofía Andina<br />
R<strong>el</strong>acionalidad<br />
Contradictorio<br />
Fuente: Elaboración equipo redactor UNEFCO<br />
Para ampliar esta parte, es necesario recurrir a citas algo extensas, de modo que contemos<br />
con mayores insumos no sólo <strong>para</strong> conocer la filosofía andina sino, primordialmente, <strong>para</strong><br />
comprometerse con <strong>el</strong>la y asumir la tarea de recuperarla, difundirla y reconstruirla. En suma<br />
de potenciarla.<br />
El Principio de r<strong>el</strong>acionalidad<br />
Correspondencia<br />
Principios de la<br />
filosofía Andina<br />
Complementariedad<br />
Reciprocidad<br />
Este principio afirma que todo está r<strong>el</strong>acionado, vinculado, conectado con todo. Por<br />
consiguiente, la entidad básica es la r<strong>el</strong>ación; no <strong>el</strong> ente. Por tanto, no es que los<br />
entes particulares se r<strong>el</strong>acionan y, en un segundo momento, lleguen a formar un todo<br />
integral. Para <strong>el</strong> pensamiento amerindio ―En <strong>el</strong> principio es la r<strong>el</strong>ación‖. Por <strong>el</strong>lo, <strong>para</strong><br />
un amerindio, un ente totalmente se<strong>para</strong>do y aislado es inimaginable; sería <strong>el</strong> máximo<br />
grado de la abstracción; es decir, un no ente.<br />
El Principio de R<strong>el</strong>acionalidad amerindio no es sólo lógico sino que implica variables<br />
afectivas, ecológicas, éticas, estéticas, productivas. La r<strong>el</strong>acionalidad deriva, en<br />
efecto, de una convivencia holista con <strong>el</strong> cosmos. He aquí su diferencia específica<br />
respecto d<strong>el</strong> pensamiento occidental moderno.<br />
El Principio de R<strong>el</strong>acionalidad se puede formular de manera positiva y negativa.<br />
Negativamente: ―no puede haber ningún ente que no tenga r<strong>el</strong>aciones, tanto<br />
trascendentes como inmanentes‖. Esto quiere decir que <strong>para</strong> <strong>el</strong> pensamiento<br />
amerindio no hay entes absolutos: absu<strong>el</strong>tos, su<strong>el</strong>tos, desconectados.<br />
Positivamente, <strong>el</strong> Principio de R<strong>el</strong>acionalidad sostiene, como la mecánica cuántica,<br />
que cada ente, acontecimiento, estado de conciencia, sentimiento, hecho, posibilidad,<br />
se halla inmerso en múltiples r<strong>el</strong>aciones con otros entes, acontecimientos, estados de<br />
conciencia, sentimientos, hechos, posibilidades. La realidad es una red de r<strong>el</strong>aciones:<br />
un holograma.<br />
Ahora bien, <strong>el</strong> Principio de R<strong>el</strong>acionalidad amerindio ni es de tipo lógico: inferencial, ni<br />
contiguo: causal. La causalidad física, <strong>para</strong> <strong>el</strong> pensamiento amerindio, es un modo<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
más de r<strong>el</strong>acionalidad; no lo excluye ni lo desconoce; pero he aquí que la mayoría de<br />
los tipos de r<strong>el</strong>acionalidad son, más bien, de índole no causal: correspondencia,<br />
reciprocidad, polaridad, proporcionalidad, etc. Como sostiene Estermann, la<br />
r<strong>el</strong>acionalidad amerindia, dicha en categorías occidentales, es esencial pero no<br />
necesaria.<br />
El Principio de R<strong>el</strong>acionalidad tiene, finalmente, una implicación gnoseológica. El<br />
pensamiento occidental clásico concibe la r<strong>el</strong>acionalidad de la realidad como un<br />
rasgo secundario de la substancialidad. Para los amerindios, la realidad es subjetiva y<br />
objetiva, cognocente y conocida, es trans-conceptual y conceptual: es una realidad<br />
probalística, cuántica: <strong>el</strong> <strong>el</strong>ectrón es onda-partícula; bosón-fermión.<br />
El Principio de correspondencia<br />
Este principio amerindio afirma que los distintos aspectos, regiones o componentes<br />
de la realidad se corresponden de una manera armoniosa; r<strong>el</strong>ación que implica, por<br />
consiguiente, bi-dirreccionalidad mutua. Para <strong>el</strong> pensamiento amerindio, los nexos<br />
r<strong>el</strong>acionales son, básicamente, de índole cualitativa, simbólica, c<strong>el</strong>ebrativa, ritual:<br />
afectivos, sin excluir lo int<strong>el</strong>ectual; o, si se quiere, corresponden a un <strong>para</strong>digma de<br />
―int<strong>el</strong>igencia emocional‖.<br />
La correspondencia amerindia no es lógica, sino simbólica y, sobre todo, de puesta<br />
en escena total: ritual, más que de una re-presentación int<strong>el</strong>ectiva-conceptual; por<br />
consiguiente, claramente no causal y, menos aún, inferencial. El símbolo concreto<br />
corresponde a lo simbolizado, porque lo condensa y resume.<br />
No sólo <strong>el</strong> Principio amerindio de correspondencia pone en t<strong>el</strong>a de juicio la validez<br />
uni<strong>ver</strong>sal d<strong>el</strong> Principio de causalidad, sino también la física cuántica y todas las<br />
ciencias de punta. El Principio de indeterminación, de Heisenberg, la teoría de la<br />
r<strong>el</strong>atividad, de Einstein, la teoría cuántica, de Planck, no sólo cuestionan la validez<br />
uni<strong>ver</strong>sal de la física newtoniana y de la geometría euclidiana, sino que establecen<br />
una cierta correspondencia entre los fenómenos, micro y macro, y <strong>el</strong> punto de vista<br />
d<strong>el</strong> Observador. A pesar de estos avances científicos, que culminan en <strong>el</strong> nuevo<br />
<strong>para</strong>digma ecológico-informático, <strong>el</strong> pensamiento occidental moderno sigue<br />
cultivando una interpretación reduccionista, cuantitativa, causal de la r<strong>el</strong>acionalidad.<br />
Este reduccionismo choca con <strong>el</strong> Principio amerindio de correspondencia a todo niv<strong>el</strong><br />
y en todas las categorías. Para <strong>el</strong> pensamiento amerindio hay una correspondencia<br />
entre macrocosmos y microcosmos; entre hanaq pacha, kay pacha y ukhu pacha;<br />
entre <strong>el</strong> ayllu de los runa, <strong>el</strong> ayllu de la sallqa y <strong>el</strong> ayllu de las wak´as; entre la<br />
fabricación de la chicha y <strong>el</strong> fluido de los líquidos por <strong>el</strong> cosmos; entre la casa y <strong>el</strong><br />
uni<strong>ver</strong>so; entre <strong>el</strong> v<strong>el</strong>lón y la vía láctea; en fin, entre lo cósmico y lo humano y lo<br />
extrahumano; lo orgánico y lo inorgánico; la vida y la muerte, lo bueno y lo malo, lo<br />
divino y lo humano, etc. A partir de la mecánica cuántica, <strong>el</strong> principio amerindio de<br />
correspondencia es de validez uni<strong>ver</strong>sal.<br />
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Principio de reciprocidad<br />
El Principio de reciprocidad brota de la búsqueda de un equilibrio contradictorio entre<br />
Identidad y Diferencia; es decir, entre las fuerzas antagónicas de homogeneización y<br />
heterogeneización, de inclusión y exclusión, de alianza y hostilidad, de amor y de<br />
odio, que es en lo que, por cierto, estriba <strong>el</strong> Principio contradictorio.<br />
Ahora bien, por la física cuántica sabemos que estas fuerzas están inscritas en la<br />
naturaleza misma de la materia. Según <strong>el</strong> Principio de exclusión de Pauli, por<br />
ejemplo, los <strong>el</strong>ectrones poseen, por así decir, la habilidad de excluirse mutuamente;<br />
dos <strong>el</strong>ectrones crean siempre un patrón de <strong>el</strong>usión; sin dicho patrón todos los<br />
<strong>el</strong>ectrones tenderían a formar órbitas ajustadas en referencia a sus respectivos<br />
núcleos atómicos, haciendo la química y la vida imposibles. Los fotones, por <strong>el</strong><br />
contrario, tienen la habilidad de incluirse; de penetrar juntos en <strong>el</strong> mismo espacio.<br />
Los rayos láser, por cierto, funcionan gracias a esta tendencia a la inclusión de los<br />
fotones. Así, pues, la fuerza cuántica de exclusión, de los <strong>el</strong>ectrones, tiende a<br />
mantener las cosas se<strong>para</strong>das. La fuerza cuántica de inclusión, de los fotones,<br />
tiende a unificar las cosas. Entre estas dos fuerzas: de exclusión (que permite a los<br />
átomos formar estructuras moleculares necesarias <strong>para</strong> la vida) e inclusión (que<br />
permite a los átomos y moléculas comunicarse mutuamente y vibrar de un modo<br />
simpático) existe la Vida.<br />
La razón lógica d<strong>el</strong> Principio contradictorio estriba en que si cada uno se reconociera<br />
como hombre en la parte d<strong>el</strong> otro que es idéntica a sí mismo, las sociedades estarían<br />
constituidas por individuos similares; de aquí brota la tendencia a la<br />
homogeneización. Por otro lado, si las sociedades se reconocieran por ser diferentes<br />
unas de otras, los hombres serían extranjeros entre sí y hasta enemigos, de aquí<br />
brota la tendencia hacia la heterogeneización. Y así, no hay civilización: hay<br />
barbarie. Lo humano surge, justamente, cuando un hombre toma en cuenta al otro,<br />
en su diferencia, en lugar de <strong>ver</strong> en él sólo <strong>el</strong> reflejo de su propia identidad. Al hacer<br />
esto, <strong>el</strong> hombre adquiere una doble conciencia: la suya y la d<strong>el</strong> otro y de la<br />
confrontación de estas dos conciencias nace <strong>el</strong> sentimiento de un ser superior que es<br />
común a los dos: <strong>el</strong> sentimiento que Dominique Temple llama de ―humanidad‖. Por<br />
consiguiente, se genera un valor que no existe en la naturaleza; se crea <strong>el</strong> lazo social,<br />
<strong>el</strong> vínculo interhumano. A esto es que se llama Reciprocidad.<br />
Así, pues, es <strong>el</strong> equilibrio contradictorio, de la r<strong>el</strong>ación entre identidad y diferencia, <strong>el</strong><br />
que constituye lo humano. Ahora bien, <strong>el</strong> pensamiento occidental moderno, en la<br />
medida que es tributario de la lógica d<strong>el</strong> Tercero excluido, se ha rehusado pensar<br />
esta dialéctica de la reciprocidad y procede de acuerdo al Principio de identidad<br />
según <strong>el</strong> cual la realidad de un hecho contradictorio está fuera de toda posibilidad de<br />
existir y, si existe, hay que colonizarla, homogeneizarla ―a su imagen y semejanza‖.<br />
Para <strong>el</strong> pensamiento occidental <strong>el</strong> ente tiene que ser reducido a un principio no<br />
contradictorio: la identidad de A y B. Esta es la lógica que ha regido la evang<strong>el</strong>ización,<br />
<strong>el</strong> colonialismo, <strong>el</strong> tercermundismo, la ayuda al desarrollo y, ahora, las estrategias de<br />
reducción de la pobreza.<br />
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Principio contradictorio<br />
La física cuántica rev<strong>el</strong>ó que la materia y la energía proceden de una entidad<br />
contradictoria en sí misma. La noción de contradictorio apareció con <strong>el</strong><br />
descubrimiento d<strong>el</strong> quatum de Max Planck, en <strong>el</strong> estudio de la luz, cuando hubo que<br />
explicar que <strong>el</strong>la podía manifestarse, ora como la vibración de un medio homogéneo,<br />
ora como un haz de partículas <strong>el</strong>ementales. Según la física clásica, los fenómenos<br />
complementarios son independientes, los unos de los otros.<br />
El principio de antagonismo, formulado por Stéphan Lupasco, une la actualización<br />
de un fenómeno a la potencialización de su contrario. La potencialización es definida<br />
como una conciencia <strong>el</strong>emental. La onda actualizada está unida a una estructura<br />
corpuscular potencializada. La estructura corpuscular actualizada está unida a una<br />
onda potencializada y cada una de esas potencializaciones es una conciencia<br />
<strong>el</strong>emental.<br />
Estas actualizaciones-potencializaciones, a su vez, se pueden actualizar. Si esta<br />
actualización es d<strong>el</strong> mismo signo que la primera, se llamará una ortodialéctica; si <strong>el</strong>la<br />
es de signo in<strong>ver</strong>so, se llamará <strong>para</strong>dialéctica. La ortodialéctica de la<br />
homogeneización es la de la energía, cuya imagen es la luz. La ortodialéctica de la<br />
heterogeneización, llamada, ahora, neguentropía, es la de la vida, la de la<br />
organización de la materia, <strong>el</strong> átomo, la molécula, <strong>el</strong> código genético. La<br />
heterogeneización, sinónimo de diferenciación, es un término que permite valorar <strong>el</strong><br />
hecho de que ese fenómeno se constituye inicialmente a partir de una oposición entre<br />
dos polos, apareciendo cada uno como partícula corr<strong>el</strong>acionada con su opuesto. No<br />
existen, pues, <strong>el</strong>ementos <strong>material</strong>es aislados, sino parejas o díadas de <strong>el</strong>ementos<br />
corr<strong>el</strong>acionados (materia-antimateria, indianidad-occidente...). En cada fenómeno de<br />
diferenciación, al estar <strong>el</strong> mismo corr<strong>el</strong>acionado con su opuesto, la diferenciación se<br />
convierte en organización: Remito a Dominique Temple: Teoría de la Reciprocidad, II<br />
El principio de complementariedad<br />
Este Principio afirma que ningún ente, acción o acontecimiento existe aislado,<br />
solitario, por sí mismo. Por <strong>el</strong> contrario, todo ente co-existe con su complementario;<br />
ambos hacen la plenitud, la completud d<strong>el</strong> ser, como un <strong>el</strong>ectrón es la<br />
complementariedad onda-partícula, un signo la complementariedad significantesignificado,<br />
un hombre la complementariedad varón-mujer, Jesucristo la<br />
complementariedad dios-hombre. O como, <strong>para</strong> resol<strong>ver</strong> las aporías de las<br />
sociedades contemporáneas, la economía debería ser la complementariedad de los<br />
opuestos contradictorios: reciprocidad-intercambio; la democracia la<br />
complementariedad de los principios: representativo-participativo, etcétera.<br />
Ahora bien, es bueno tener en cuenta que <strong>el</strong> Principio de complementariedad, ni en la<br />
mecánica cuántica ni en <strong>el</strong> pensamiento amerindio, es algo ―objetivo‖, en <strong>el</strong> sentido<br />
newtoniano, porque trasciende; mejor dicho, está a un lado, tanto d<strong>el</strong> concepto Objeto<br />
como d<strong>el</strong> concepto Substancia de la metafísica occidental. Por consiguiente, <strong>el</strong><br />
Principio de complementariedad es compatible con la crítica que se ha hecho,<br />
también en Occidente, d<strong>el</strong> pensamiento substancialista que maneja <strong>el</strong> concepto de<br />
―entes existentes en y por sí mismos‖. Ningún ente o acontecimiento particular es una<br />
entidad completa: adolece de una deficiencia ontológica. Para <strong>el</strong> pensamiento<br />
amerindio, <strong>el</strong> individuo autónomo y se<strong>para</strong>do es un ente incompleto, un ente a<br />
medias. Recién en conjunto, con su complemento, la entidad particular se convierte<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
en plena. El pensamiento occidental clásico tiende a identificar lo particular con lo<br />
completo; no en <strong>el</strong> sentido de la ―parte por <strong>el</strong> todo‖, sino de ―o bien la parte o bien <strong>el</strong><br />
todo‖. El pensamiento amerindio insiste en <strong>el</strong> significado literal de lo particular: se<br />
trata de una ―parte‖, necesaria y complementaria, que se integra junto con la otra<br />
―parte‖, en una entidad ―completa‖, es decir, complementada. Por eso Simón<br />
Yam<strong>para</strong>, habla de la ―parcialidad occidental‖ y la ―parcialidad amerindia‖ como las<br />
partes de un nuevo pacto de reciprocidad estatal, de una nueva totalidad.<br />
El Principio de complementariedad enfatiza la inclusión de los opuestos<br />
complementarios en un ente completo e integral. El diálogo de civilizaciones, entre <strong>el</strong><br />
monoteísmo y <strong>el</strong> animismo, sólo es posible desde esta matriz lógica amerindia y,<br />
últimamente, cuántica. Así, pues, lo que nos viene a decir este principio amerindio es<br />
que existe una tercera posibilidad, más allá de la r<strong>el</strong>ación contradictoria, que es la<br />
r<strong>el</strong>ación de complementariedad. Este pensamiento inclusivo considera la<br />
contradicción como una contraposición de dos posiciones incluidas e integradas en<br />
un todo que contiene las partes, por así decir, particulares y parciales.<br />
Ahora bien, es muy importante recalcar que <strong>el</strong> pensamiento amerindio no niega <strong>el</strong><br />
Principio de no contradicción. Lo que sucede es que <strong>el</strong> pensamiento occidental<br />
entiende la contradicción formal como absoluta: es decir, exclusiva, de tal manera<br />
que uno, A, excluye al otro, B, y vice<strong>ver</strong>sa; en tanto que <strong>el</strong> pensamiento andino<br />
interpreta la contradicción formal como una contrariedad <strong>material</strong>: A es distinto de B y<br />
B es distinto de A; cierto, pero A y B pueden coexistir como partes complementarias<br />
de una tercera entidad que conformará un nuevo todo en sentido estricto. He aquí, <strong>el</strong><br />
fundamento lógico de esta propuesta constitucional.<br />
Principio de Tercero incluido<br />
Lupasco llama a este principio ―<strong>el</strong> estado T‖. El estado T corresponde a una situación<br />
en la que dos polaridades antagónicas son de intensidad igual y se anulan<br />
recíprocamente <strong>para</strong> dar nacimiento a una tercera potencia, en sí misma<br />
contradictoria. Un estado tal, en sí mismo contradictorio: <strong>el</strong> Tercero incluido, es una<br />
semi-actualización de dinamismos antagónicos y, a la vez, una semi-potencialización<br />
de esos mismos dinamismos antagónicos. Sin embargo, uno no aprehende toda la<br />
realidad sino tanto como <strong>el</strong> efecto de una tercera dinámica emergente entre la<br />
energía y la materia.<br />
La propuesta de Lupasco de considerar las potencialidades, como conciencias<br />
<strong>el</strong>ementales, es muy pertinente <strong>para</strong> nuestro propósito: facilitar la resolución de<br />
conflictos, ya que una conciencia <strong>el</strong>emental, r<strong>el</strong>ativizada por su conciencia <strong>el</strong>emental<br />
antagónica, deja de ser una cuestión ciega respecto de sí misma; dejamos de<br />
bloquearnos mutuamente. Ya que los bolivianos occidentales al adquirir luz sobre sí<br />
mismos, a partir de la conciencia amerindia que se le enfrenta, y vice <strong>ver</strong>sa, ambos<br />
adquieren una misma iluminación sobre sí mismos; luz que Dominique Temple<br />
describe como una ―luz de luz‖, ―una conciencia de conciencia‖. Esto viene a ser la<br />
Diarquía, desde <strong>el</strong> punto de vista político.<br />
Ahora bien, Lupasco encara este ―estado T‖ desde <strong>el</strong> punto de vista de la<br />
actualización, r<strong>el</strong>ativizada por la actualización antagónica. En este caso, lo que<br />
llamamos realidad deja de ser, cesa, tanto si se trata de materia o de energía, y ese<br />
estado, que podríamos llamar ―intermedio‖: actualización r<strong>el</strong>ativizada por su<br />
actualización antagónica, se convierte en algo que Lupasco llama ―materia<br />
58
PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
primordial‖. El principio de antagonismo conduce así al reconocimiento de una<br />
entidad sin materia ni energía, tan real, empero, como la realidad, que Temple llama<br />
―conciencia de conciencia‖ y Lupasco denomina ―energía psíquica‖.<br />
Aparece, pues, entre las actualizaciones-potencializaciones antagónicas, una tercera<br />
polaridad que es la de lo contradictorio mismo. Su advenimiento puede ser llamado<br />
un fenómeno de auto-conciencia que no conoce otra cosa que aqu<strong>el</strong>lo con lo cual<br />
está en interacción, es decir, consigo mismo.<br />
Ahora bien, en <strong>el</strong> corazón de la Conciencia de conciencia, en <strong>el</strong> ―estado T‖, cuando<br />
no domina ni la una ni la otra de las fuerzas antagónicas que se enfrentan, lo que se<br />
da es una suerte de ―estado coexistente‖, en <strong>el</strong> sentido de Max Planck, complejo, es<br />
cierto, pero tan indeterminado como <strong>el</strong> vacío cuántico de los físicos. No podríamos<br />
saber nada de este estado co-existente, dice Temple, si esta suerte de vacío cuántico<br />
no se tradujera en ―afectividad‖, en energía psíquica.<br />
Si <strong>para</strong> <strong>el</strong> físico los estados co-existentes son incognoscibles, sí son, empero,<br />
sentidos, percibidos; es más, se rev<strong>el</strong>an a sí mismos en la energía psíquica que<br />
generan. La mediación y facilitación <strong>para</strong> la resolución de conflictos no se las ha con<br />
seres lógicos; se las ha con situaciones que producen afectividad, emociones y, por<br />
tanto, exigen un tratamiento post-racionalista y post logo-céntrico.<br />
El principio de antagonismo propone, así, una solución original al problema de las<br />
r<strong>el</strong>aciones d<strong>el</strong> espíritu con la materia y la energía. La energía psíquica (la sustancia<br />
d<strong>el</strong> conflicto, por así decir) tiende hacia lo contradictorio, en tanto que la materia y la<br />
energía tienden hacia lo no contradictorio. Las manifestaciones de la materia-energía<br />
psíquica son entonces irreductibles a las de la materia y la energía, lo que traduce la<br />
contradicción. La teoría de Lupasco reduce la distancia entre la ciencia y la ética.<br />
Pero lo contradictorio puede actualizarse y ser potencializado por una actualización<br />
antagónica o bien manifestarse de forma contradictoria. En efecto, en la conciencia<br />
se pueden distinguir dos dinámicas opuestas: la una con<strong>ver</strong>ge hacia la unidad, que<br />
Temple llama Palabra de Unión; la otra va en sentido in<strong>ver</strong>so y se manifiesta por la<br />
diferenciación; Temple la denomina Palabra de Oposición. Estos son los términos de<br />
referencia lógicos de la resolución de conflictos, diálogo y d<strong>el</strong>iberación.<br />
Si <strong>el</strong> ―estado T‖ permanece cabe sí mismo, es atrapado por esta identidad que<br />
redunda en homogeneización. Si se actualiza por diferenciación, será atrapado por<br />
una diferenciación que genere heterogenización. Aquí la palabra sólo tendría sentido<br />
<strong>para</strong> sí misma; se con<strong>ver</strong>tiría inmediatamente en una señal que pone en p<strong>el</strong>igro la<br />
experiencia d<strong>el</strong> yo. ¿Cómo podría escapar lo contradictorio, ora a su<br />
homogeneización, ora a su heterogeneización? Sería preciso que pudiera dejar de<br />
ser él mismo sin diferenciarse, o diferenciarse permaneciendo idéntico a sí mismo. Lo<br />
contradictorio no puede renacer a menos que la palabra engendre su propia<br />
estructura de reciprocidad.<br />
Ahora bien, las dos palabras, de unión y oposición, no pueden reencontrarse, ya que<br />
expresan dos actualizaciones que, por definición, son excluyentes la una de la otra.<br />
Cada una de las palabras, de unión y de oposición, debe encontrar en <strong>el</strong>la misma la<br />
posibilidad de su r<strong>el</strong>ativización. Para que <strong>el</strong> diálogo, la d<strong>el</strong>iberación y la resolución de<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
conflictos sea posible es imprescindible que cada una de las partes ponga en acto<br />
una r<strong>el</strong>ación de reciprocidad: Dominique Temple, Teoría de la Reciprocidad, II.<br />
RESUMEN DE LA UNIDAD<br />
Desde la filosofía andina, es posible, entonces, como sostiene Estermann (2008), desplegar<br />
también críticas en varios aspectos como: El androcentrismo (¿en la historia de la filosofía<br />
occidental por qué no aparecen mujeres filósofas?), al etnocentrismo (¿por qué las otras<br />
filosofías no se las ha reconocido?), <strong>el</strong> culturo-centrismo (¿Y los vínculos con la naturaleza o<br />
mejor con la madre tierra? ¿Por qué tiene que ser considerado sólo desde la perspectiva<br />
mitológica, por tanto anticuada?). Son inquietudes vigentes desde la filosofía andina no <strong>para</strong><br />
invalidar, o crear un modo de no existencia de la filosofía occidental, en términos de<br />
Boaventura de Sousa, sino <strong>para</strong> conocer sus límites y parcialidades y entrar a dialogar en<br />
condiciones de igualdad y dignidad.<br />
LECTURAS COMPLEMENTARIAS<br />
Lectura I<br />
D<strong>el</strong> lado de la Indianidad<br />
En Ch´ulla y Yanantin: Las dos matrices de civilización que constituyen a Bolivia<br />
Javier Medina<br />
El Principio de r<strong>el</strong>acionalidad<br />
Al revés, la Indianidad se basa en <strong>el</strong> principio de R<strong>el</strong>acionalidad: en <strong>el</strong> Principio era <strong>el</strong> Ayni.<br />
Este principio afirma que todo está r<strong>el</strong>acionado, vinculado, conectado con todo. Por<br />
consiguiente, la entidad básica es la r<strong>el</strong>ación; no <strong>el</strong> ente, como en la metafísica occidental.<br />
Ahora bien, <strong>el</strong> Principio de R<strong>el</strong>acionalidad no tiene nada que <strong>ver</strong> con <strong>el</strong> Monismo<br />
neoplatónico. La r<strong>el</strong>acionalidad uni<strong>ver</strong>sal no es <strong>el</strong> resultado de una emanación a partir de un<br />
solo ente, principio o substancia. El todo de la r<strong>el</strong>acionalidad amerindia es un todo explícito y<br />
concreto.<br />
En Occidente, lo concreto es un producto secundario de lo abstracto y uni<strong>ver</strong>sal, que tiene la<br />
primacía. En los Andes, lo concreto tiene la primacía y es la epifanía de la realidad entendida<br />
como una red. Por <strong>el</strong>lo, <strong>para</strong> un amerindio, un ente totalmente se<strong>para</strong>do y aislado, como <strong>el</strong><br />
Dios monoteísta, es sencillamente inimaginable; sería <strong>el</strong> máximo grado de abstracción; es<br />
decir, un no-ente.<br />
El Principio de r<strong>el</strong>acionalidad no es sólo lógico, sino que implica variables afectivas,<br />
ecológicas, éticas, estéticas y productivas. La r<strong>el</strong>acionalidad deriva de la experiencia de<br />
saberse parte de la totalidad; proviene de una convivencia holista con <strong>el</strong> cosmos. Ahora bien,<br />
<strong>el</strong> Principio de r<strong>el</strong>acionalidad tampoco es de naturaleza causal. La causalidad es un modo<br />
más de r<strong>el</strong>acionalidad; pero he aquí que la mayoría de los tipos de r<strong>el</strong>acionalidad indígena<br />
son, más bien, de índole no causal: correspondencia, reciprocidad, polaridad,<br />
proporcionalidad.<br />
El Principio de Correspondencia<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Este principio afirma que los distintos aspectos, regiones o componentes de la realidad se<br />
corresponden: co-responden, contestan la pro-vocación de su opuesto de una manera<br />
armoniosa; r<strong>el</strong>ación que implica, por consiguiente, bidireccionalidad mutua. Para <strong>el</strong><br />
pensamiento amerindio, los nexos r<strong>el</strong>acionales son, básicamente, de índole cualitativa,<br />
simbólica, c<strong>el</strong>ebrativa, ritual: afectiva, sin que <strong>el</strong>lo excluya lo int<strong>el</strong>ectual, pero, ciertamente, no<br />
tiene la primacía que sí tiene en Occidente.<br />
Por consiguiente, Correspondencia no es lo mismo que equivalencia o identidad. El<br />
pensamiento occidental clásico concibe la r<strong>el</strong>acionalidad de la realidad como un rasgo<br />
secundario de la sustancialidad, mediante categorías de semejanza, adecuación, identidad y<br />
diferencia. El pensamiento amerindio no postula una substancia abstracta, absoluta, <strong>para</strong><br />
desde allí colegir lógicamente todo lo demás; postula que la realidad es una red de<br />
r<strong>el</strong>aciones.<br />
Para <strong>el</strong> pensamiento amerindio hay una correspondencia entre macrocosmos y<br />
microcosmos; entre <strong>el</strong> ayllu de los jaq´i, <strong>el</strong> ayllu de la sallqa y <strong>el</strong> ayllu de los wak´as; entre la<br />
fabricación de la chicha y <strong>el</strong> fluido de los líquidos por <strong>el</strong> cosmos; entre la casa y <strong>el</strong> uni<strong>ver</strong>so;<br />
entre lo humano y lo orgánico. Entre estas polaridades hay bidireccionalidad: hay toma y<br />
daca: hay reciprocidad.<br />
El Principio de Complementariedad<br />
Este principio afirma que ningún ente, acción o acontecimiento existe aislado, solitario, por sí<br />
mismo. Por <strong>el</strong> contrario, todo ente coexiste con su complementario; ambos hacen la plenitud.<br />
Ahora bien, <strong>el</strong> Principio de Complementariedad no es algo Objetivo en <strong>el</strong> sentido newtoniano<br />
y escolástico: ―entes existentes en y por sí mismos‖. El pensamiento occidental clásico tiende<br />
a identificar lo particular con lo completo: pars pro toto. El pensamiento amerindio insiste en<br />
<strong>el</strong> significado literal: se trata de una ―parte‖, necesaria y complementaria, que se integra junto<br />
con otra ―parte‖ en una entidad completa, es decir, complementada.<br />
El Principio de Reciprocidad<br />
El Principio de Reciprocidad brota de la búsqueda de un equilibrio contradictorio entre las<br />
fuerzas antagónicas de homogeneización y heterogeneización, de inclusión y exclusión, de<br />
alianza y hostilidad, de amor y odio.<br />
Estos principios cosmológicos se pueden decir, desde <strong>el</strong> punto de vista lógico, de la<br />
siguiente manera:<br />
Principio de complementariedad de opuestos:<br />
A y B son opuestos, pero se complementan en una r<strong>el</strong>ación contradictoria que los completa<br />
al modo como jaqi integra a chacha y warmi que son opuestos. Dicho cuánticamente, la<br />
materia-energía es continua y discontinua a la vez: la energía es emitida y absorbida a<br />
pequeños trozos, quanta, y saltos (Constante de Plank); un fotón es, simultaneamente, onda<br />
(Thomas Young) y partícula (Einstein). Este principio formulado por Ni<strong>el</strong>s Bohr como<br />
complementariedad onda-partícula <strong>para</strong> <strong>el</strong> mundo subatómico, Louis de Broglie lo extiende a<br />
todo <strong>el</strong> uni<strong>ver</strong>so.<br />
El Principio de Complementariedad enlaza dos mediciones, la una que actualiza <strong>el</strong><br />
acontecimiento en una homogeneidad: continuidad: onda, que Dominique Temple, llama<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
―Palabra de Unión‖, y la otra, al contrario, lo actualiza bajo la forma de una heterogeneidad<br />
de singularidades: discontinuidad: partícula, que Temple llama ―Palabra de Oposición‖. La<br />
complementariedad de ambos principios se realiza en un Tercero contradictorio que los<br />
incluye como A y B sin hacerlos desaparecer en un C, como hace la lógica heg<strong>el</strong>iana:<br />
Aufhebung.<br />
Principio de Tercero incluido.<br />
Existe una tercera posibilidad más allá de la r<strong>el</strong>ación contradictoria: la r<strong>el</strong>ación<br />
complementaria, justamente, que es un estado particular de potencialidades coexistentes<br />
simétricas y contradictorias en sí mismas (<strong>el</strong> ―estado T‖ de Lupasco). El estado T<br />
corresponde a una situación particular en la que dos polaridades antagónicas de un<br />
acontecimiento, son de intensidad igual y dan nacimiento a una tercera potencia, en sí<br />
misma contradictoria: <strong>el</strong> tercero incluido.<br />
La Indianidad considera la contra-dicción como una contra-posición de dos posiciones<br />
incluidas e integradas en un todo que las contiene. El pensamiento andino no niega por<br />
completo <strong>el</strong> principio de no-contradicción; lo que sucede es que, en Occidente, la<br />
contradicción formal es concebida como absoluta o excluyente, de tal manera que <strong>el</strong> uno (A)<br />
excluye al otro (B) y vice<strong>ver</strong>sa. En cambio, <strong>el</strong> pensamiento andino interpreta la contradicción<br />
formal como contrariedad <strong>material</strong>: A es distinto de B, y B es distinto de A, pero A y B<br />
pueden coexistir como partes complementarias de una tercera entidad que, recién, puede<br />
ser un todo cabal.<br />
Lectura II<br />
UNA LECTURA DE HISTORIA DE LAS FILOSOFÍAS MATERIALISTAS DE PASCAL<br />
CHARBONNAT (*)<br />
Por Nicolás González Var<strong>el</strong>a<br />
En: http://geviert.wordpress.com/2010/05/23/una-lectura-de-historia-de-las-filosofias-<strong>material</strong>istas-depascal-charbonnat/<br />
El Materialismo es tan antiguo como la Filosofía, pero no más antiguo que <strong>el</strong>la.<br />
Filosofía/Materialismo son por un momento en <strong>el</strong> desarrollo de la Humanidad una identidad<br />
inescindible, las dos cara de un Jano que combate la fantasmagoria d<strong>el</strong> poder establecido.<br />
Ambos son <strong>el</strong> grito de guerra humanista contra la teología aristocrática en la Antigüedad.<br />
Resulta <strong>para</strong>dójico que la Filosofía de la Uni<strong>ver</strong>sidad lo ignore y desprecie con tanta<br />
constancia. Las concepciones d<strong>el</strong> mundo <strong>material</strong>istas están arrinconadas en <strong>el</strong> depósito de<br />
las teorías baratas. Pocas tradiciones filosóficas han sido tan vilipendiadas y maltratadas<br />
como las filosofías <strong>material</strong>istas. Mientras, por <strong>el</strong> otro lado, reinan acríticamente en las<br />
instituciones y en la propia currícula académica filosofías reaccionarias, racistas, idealistas,<br />
utilitarias, que han coqueteado con los peores sueños totalitarios de la Razón.<br />
El Materialismo sans phrase es tenido siempre por la ideología dominante, ya laica, ya<br />
teológica, por poco serio y tosco. Filósofos profesionales, por no hablar de teólogos, ven en<br />
él en especial una degradación d<strong>el</strong> hombre, una reducción de la espiritualidad humana<br />
eterna a mera inmanencia, materia, naturaleza y corporalidad. Incluso la expresión en <strong>el</strong><br />
pensamiento de pulsiones de baja estofa, con una evidente valencia política. Un filósofo de<br />
prestigio como Max Sch<strong>el</strong>er, no sin lógica, definió que <strong>el</strong> Materialismo era una ―forma de<br />
pensar de la clase baja‖, mientras que en igual forma esquemática atribuyó a las clases altas<br />
una ―conciencia idealista pesimista‖.<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
La consigna radical primum vi<strong>ver</strong>e deinde philosophare es tomada como trivial y atea, una<br />
forma de pensar determinista y utilitaria, cuya meta exclusiva es la ventaja crematística y la<br />
sensibilidad más primitiva. No es de extrañar que <strong>el</strong> Materialismo, incluso sin <strong>el</strong> diabólico<br />
adjetivo ―dialéctico‖, sea considerado <strong>el</strong> subsu<strong>el</strong>o reprimido de la Ilustración, y que las<br />
grandes tradiciones occidentales que se consideren, hasta <strong>el</strong> presente, hijas dilectas d<strong>el</strong><br />
Idealismo. Si la idea d<strong>el</strong> Materialismo subsiste, casi siempre fuera de la Academia, lo hace<br />
como algo despreciable. Pareciera que <strong>el</strong>eva a lo filosófico una constatación que rep<strong>el</strong>a a la<br />
Filosofía como tal. Pero súbitamente, a contracorriente d<strong>el</strong> malsano sentido común de la<br />
ideología, ciento cuarenta y cuatro años después de la obra de Lange, los lectores pueden<br />
disponer en español de una completa historia de las filosofías <strong>material</strong>istas, escrita por<br />
Pascal Charbonnat, doctorant en filosofía por la Uni<strong>ver</strong>sidad de París. Se trata de un<br />
fascinante viatique précieux a través de las genealogías político-filosóficas de los distintos<br />
sistemas. Sólo por esto habría que f<strong>el</strong>icitar al esfuerzo editorial de editar <strong>el</strong> magnífico fresco<br />
(nunca tan bienvenida la metáfora pictórica), ya que es una obra bien fundamentada, con<br />
soporte científico y bibliográfico serio, que no oculta ningún de los colores de la paleta de<br />
pensadores <strong>material</strong>istas y que tiene una ambiciosa pretensión exhaustiva. En lengua<br />
española solo disponíamos de una obra de historia de la Filosofía clásica pero totalmente<br />
desfasada en sus criterios hermenéuticos: se trata de la Historia d<strong>el</strong> <strong>material</strong>ismo d<strong>el</strong><br />
socialista Friedrich A. Lange, cuya primera edición es de 1866, trabajo que tiene sus méritos<br />
y que <strong>el</strong> autor fue ampliando en sucesivas ediciones. El trabajo de Lange, además, fue una<br />
de las influencias ocultas más duraderas en Friedrich Nietzsche.[1]El lector en español no<br />
disponía en la literatura de nada más, lo que es muy sintomático.<br />
Charbonnat cree que <strong>el</strong> primer combate ideológico es en torno a la misma definición de<br />
―Materialismo‖. En la abstracta lucha semántica se encuentra la forma más común de<br />
desacreditarlo y reducirlo a una tesis insignificante o a una pseudofilosofía. En este caso <strong>el</strong><br />
tópico sobre <strong>el</strong> Materialismo es funcional al poder. Charbonnat desmonta toda la dialéctica<br />
erística y precisa que ―<strong>el</strong> <strong>material</strong>ismo posee una especificidad filosófica, irreductible al<br />
trabajo de ninguna ciencia.‖ (p. 32) Además, con precisión quirúrgica, señala que ―lo<br />
contrario d<strong>el</strong> Materialismo no es, pues, exclusivamente <strong>el</strong> Idealismo, sino <strong>el</strong> partido de la<br />
Trascendencia en general‖ (p. 36). Charbonnat define la filosofía <strong>material</strong>ista con la<br />
sugerente tesis que es la teoría en la cual ―<strong>el</strong> Ser y la Int<strong>el</strong>igibilidad d<strong>el</strong> Mundo tienen por<br />
origen <strong>el</strong> libre y necesario desarrollo de sí mismos. Ellos son los únicos que pueden justificar<br />
su existencia‖ (p. 37) Así presentado, <strong>el</strong> Materialismo es una exigencia absoluta de<br />
emancipación, ―un imperativo que une cada parte d<strong>el</strong> Ser, al mismo tiempo que libera a la<br />
Totalidad de cualquier trascendencia.‖ La historia de esta idea e ideal de la Materia (donde<br />
esta es concebida como plenamente capaz de engendrar y de <strong>el</strong>aborar los diferentes modos<br />
d<strong>el</strong> Ser) es determinada con precisión historiográfica, donde no existe escisión entre mundo<br />
y texto. Mientras <strong>el</strong> viejo Lange partía de Demócrito, Charbonnat va incluso más atrás:<br />
rastrea los inicios predemocritaneos <strong>para</strong> encontrar la gestación d<strong>el</strong> Materialismo en <strong>el</strong> siglo<br />
VII ac con Tales y Heráclito. Luego sigue la noble genealogía ya estudiada por <strong>el</strong> joven Marx:<br />
Demócrito y Epicuro. Interesante y peculiar es <strong>el</strong> rescate <strong>material</strong>ista que realiza Charbonnat<br />
en <strong>el</strong> capítulo IV, ―Fósiles <strong>material</strong>istas exhumados por la heterodoxia (siglos I al XIV)‖, en <strong>el</strong><br />
cual <strong>el</strong> Materialismo se refugia en las poco conocidas formas de heterodoxia r<strong>el</strong>igiosa (tanto<br />
en Europa como en Oriente) que condenaban la Iglesia y <strong>el</strong> Estado. Merece leerse sus<br />
comentarios sobre la b<strong>el</strong>la figura disidente de Nicolás de Autrecourt.<br />
Finalmente presenciamos <strong>el</strong> resurgimiento d<strong>el</strong> Materialismo gracias a la crisis terminal d<strong>el</strong><br />
mundo antiguo, la maduración de un Naturalismo inmanentista entre los siglos XV y XVI,<br />
cuyas figuras descollantes son Giordano Bruno y Francis Bacon, aunque Charbonnat no se<br />
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PEAMS- Componente de Especialización Historia de las Filosofías 1 y su Didáctica<br />
(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
olvida de nuestro Juan Luis Vives. El siglo XVII representa <strong>el</strong> apogeo d<strong>el</strong> Naturalismo, que es<br />
considerado como decisivo <strong>para</strong> su posterior desarrollo, analizando la diseminación<br />
<strong>material</strong>ista en di<strong>ver</strong>sas corrientes: Robert Boyle, Pierre Gassendi, Thomas Hobbes, Pierre<br />
Bayle, John Locke, René Descartes y <strong>el</strong> final de ciclo con <strong>el</strong> antidualismo de Baruch de<br />
Spinoza. El renacimiento y desarrollo maduro d<strong>el</strong> <strong>material</strong>ismo sucede según Charbonnat a<br />
partir d<strong>el</strong> siglo XVIII, quizás los capítulos más enriquecedores y novedosos. Allí están, junto a<br />
la Gran Revolución Francesa, Los escritos de Jean Meslier (1664-1729), la obra de La<br />
Mettrie (1709-1751), <strong>el</strong> ateísmo sistemático de Holbach (1723-1789), entre otros contribuyen<br />
a la desestabilización d<strong>el</strong> edificio social jerárquico basado en la trascendencia divina y al<br />
mismo tiempo al avance prodigioso de las ciencias. También entran en escena los grandes<br />
enciclopedistas <strong>material</strong>istas, desde <strong>el</strong> ateísmo apacible de Diderot hasta poco conocidos<br />
como Pierre-Sylvain Márechal. Charbonnat no se olvida de las continuas reacciones<br />
anti<strong>material</strong>istas, que intentan sofocar y reducir a la nada la determinación de la Materia. El<br />
capítulo más sorprendente es <strong>el</strong> dedicado al siglo XIX, donde demuestra magistralmente<br />
como los principios que sostienen las filosofías <strong>material</strong>istas chocan duramente con la<br />
revolución de la producción burguesa y <strong>el</strong> autoritarismo político de nuevo tipo. El siglo XIX<br />
vio <strong>el</strong> surgimiento de dos clases de <strong>material</strong>ismo: uno, basado en <strong>el</strong> método dialéctico de<br />
Eng<strong>el</strong>s y Marx, mal llamado ―Materialismo Dialéctico‖, y <strong>el</strong> llamado ―Materialismo<br />
Evolucionista‖, nacido como reacción al anterior, representado por Karl Vogt, Jakob<br />
Moleschott, Ludwig Büchner, Basile Conta. El inventario casi exhaustivo de Charbonnat nos<br />
trae a la palestra a una figura ahora desconocida pero muy popular a fines d<strong>el</strong> siglo XIX, la<br />
d<strong>el</strong> obrero autodidacta Joseph Dietzgen (1828-1888), que sostenía una evolución de la<br />
definición d<strong>el</strong> <strong>material</strong>ismo, al insistir en la legitimidad d<strong>el</strong> recurso al Monismo. El curtidor<br />
filósofo Dietzgen será <strong>el</strong> creador oficialmente d<strong>el</strong> término ―Materialismo Dialéctico‖, por<br />
primera vez en la historia. Por supuesto Charbonnat se detiene, como en un rizo, en <strong>el</strong><br />
divulgador socialista Friedrich A. Lange, o en marxistas atípicos como Antonio Labriola, <strong>el</strong><br />
spinoziano y padre d<strong>el</strong> marxismo ruso Gyorgï Plekhanov, Antonio Gramsci o la intervención<br />
militante-científica de Lenin contra <strong>el</strong> Empiriocriticismo de Avenarius y Mach. Finalmente <strong>el</strong><br />
libro se cierra sobre los <strong>material</strong>ismo d<strong>el</strong> siglo XX, con la decadencias tanto d<strong>el</strong> DiaMat<br />
stalinista como de los <strong>material</strong>ismos evolucionistas y las sucesivas reacciones<br />
anti<strong>material</strong>istas, encabezadas por Henri Bergson, Georges Sor<strong>el</strong> (uno de los padres<br />
ideológicos d<strong>el</strong> fascismo europeo), Merleau-Ponty, Jean-Paul Sartre. Finalmente una rápido<br />
trav<strong>el</strong>ing al <strong>material</strong>ismo evolucionista contemporáneo, donde desfilan las teorías de Mario<br />
Bunge, Richard Dawkins, filosofías naturalistas como la de Dani<strong>el</strong> C. Dennett o los aportes<br />
desde la Sociobiología de Edward O. Wilson y de la Antropología con Marvin Harris.<br />
La exposición de la historia de las filosofías <strong>material</strong>istas no es un mero recuento<br />
monumental, Charbonnat pretender resol<strong>ver</strong> cuestiones de fondo y bien actuales. ¿El<br />
Materialismo es <strong>el</strong> principio más <strong>ver</strong>dadero de interpretación d<strong>el</strong> Mundo? Sí es así, pregunta<br />
Charbonnat ¿Cuáles son entonces las perspectivas <strong>para</strong> un Materialismo contemporáneo?<br />
El Materialismo no es un absoluto, es una teoría abierta, enfrentada a toda trascendencia, ya<br />
que se define como esa serie evolutiva de respuestas inmanentistas a la cuestión d<strong>el</strong> origen,<br />
de la razón uni<strong>ver</strong>sal de las cosas. Que tarde o temprano, como lo demuestra su propia<br />
historia, cuando <strong>el</strong> comienzo devenga un conocimiento, <strong>el</strong> Método <strong>material</strong>ista de las<br />
ciencias empíricas se reconciliará con la Tesis d<strong>el</strong> Materialismo Filosófico, llegando a ―la<br />
conquista clara de una Materia consciente y segura de su libre necesidad.‖<br />
Notas.-<br />
[1] Lange, Friedrich Albert; Historia d<strong>el</strong> Materialismo, Juan Pablos Editor, México, 1974. Es<br />
una edición en dos vólumenes muy difícil de conseguir y ha tomado como fuente la reedición<br />
de 1873, en traducción de Vicente Colorado. Véase sobre la r<strong>el</strong>ación int<strong>el</strong>ectual entre<br />
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
Lange y Nietzsche nuestro libro recientemente publicado Nietzsche contra la Democracia,<br />
Editorial Montesinos, 2010, pp. 117-127.<br />
(*): Charbonnat, Pascal; Historia de las Filosofías Materialistas, Biblioteca Buridán,<br />
Barc<strong>el</strong>ona, 2010.<br />
Lectura III<br />
“LO CONTRARIO DEL MATERIALISMO NO ES, PUES, EXCLUSIVAMENTE EL<br />
IDEALISMO, SINO EL PARTIDO DE LA TRASCENDENCIA EN GENERAL”.<br />
(Charbonnat, Pascal. Historia de las Filosofías Materialistas).-<br />
En: http://<strong>aqui</strong>leana.wordpress.com/2010/06/30/pascal-charbonnat-historia-de-las-filosofias<strong>material</strong>istas-los-origenes-d<strong>el</strong>-<strong>material</strong>ismo/<br />
Para Charbonnat, <strong>el</strong> <strong>material</strong>ismo hace referencia a un desarrollo inmanente d<strong>el</strong> mundo,<br />
frente a quienes serían espiritualistas y optan por un desarrollo trascendente: «Si se toma <strong>el</strong><br />
Uni<strong>ver</strong>so como objeto de esta cuestión d<strong>el</strong> origen, dos respuestas son posibles. O bien la<br />
necesidad uni<strong>ver</strong>sal se explica desde <strong>el</strong> interior mismo d<strong>el</strong> mundo, o bien resulta de la<br />
intervención de una entidad externa. El origen de las cosas depende o de un proceso<br />
inmanente o de una fuerza trascendente.<br />
Este tipo de respuesta sólo tiene un valor a<br />
priori, es decir sólo existe bajo la forma de una<br />
tesis no validada por la experiencia. Pero cada<br />
una de las dos respuestas tiene un alcance a la<br />
vez ontológico y gnoseológico. En efecto, la<br />
búsqueda d<strong>el</strong> origen exige plantear un principio<br />
que explique, o que justifique, todas las cosas,<br />
tanto la realidad objetiva como <strong>el</strong> pensamiento<br />
subjetivo. La respuesta <strong>material</strong>ista no puede<br />
reducirse, pues, ni a una concepción d<strong>el</strong> ser<br />
(«Todo es materia») ni a una teoría d<strong>el</strong><br />
conocimiento («La realidad existe<br />
independientemente d<strong>el</strong> pensamiento»).<br />
Es ante todo la idea d<strong>el</strong> desarrollo inmanente d<strong>el</strong> uni<strong>ver</strong>so y de los seres que lo componen».<br />
Así, ni <strong>el</strong> <strong>material</strong>ismo es <strong>el</strong> corporeísmo ni <strong>el</strong> ateísmo (éste sería una consecuencia d<strong>el</strong><br />
<strong>material</strong>ismo, pero no su definición), sino una doctrina que sólo mediante la inmanencia<br />
puede conocerse. La tesis opuesta al <strong>material</strong>ismo sitúa la fuente de la necesidad d<strong>el</strong><br />
desarrollo uni<strong>ver</strong>sal en una entidad trascendente. Trascendencia que, según Charbonnat,<br />
habría adoptado la forma demiúrgica en la antigüedad, la forma d<strong>el</strong> espiritualismo teológico<br />
en <strong>el</strong> cristianismo y la forma d<strong>el</strong> idealismo filosófico en la época contemporánea. De hecho,<br />
la tesis de Charbonnat es:<br />
«La filosofía <strong>material</strong>ista puede definirse por la tesis siguiente: <strong>el</strong> ser y la int<strong>el</strong>igibilidad<br />
d<strong>el</strong> mundo tienen por origen <strong>el</strong> libre y necesario desarrollo de sí mismos. Ellos son los<br />
únicos que pueden justificar su propia existencia. Dicho de otra manera, <strong>el</strong><br />
<strong>material</strong>ismo es una exigencia absoluta de emancipación, un imperativo que une<br />
cada parte d<strong>el</strong> ser, al mismo tiempo que libera a la totalidad de cualquier<br />
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
trascendencia. Es pues una noción que refleja un cierto estado de las r<strong>el</strong>aciones<br />
sociales, que se caracteriza por la necesidad de impugnar cualquier autoridad. El<br />
<strong>material</strong>ismo es una idea y un ideal de la materia, donde ésta es concebida como<br />
plenamente capaz de engendrar y de <strong>el</strong>aborar los diferentes modos d<strong>el</strong> ser».<br />
Pero esta definición pide en<br />
consecuencia <strong>el</strong> principio, ya que<br />
definir <strong>el</strong> <strong>material</strong>ismo por lo que no<br />
es trascendente y por lo tanto<br />
inmanente es tanto como no decir<br />
nada, ni de lo trascendente, ni de lo<br />
inmanente. Es más, la reducción a<br />
todo lo «inmanente», negado lo<br />
«trascendente», supone muchas<br />
veces una recuperación de esa<br />
«trascendencia» <strong>para</strong> explicar<br />
determinadas situaciones. Hablar d<strong>el</strong><br />
«ser y la int<strong>el</strong>igibilidad d<strong>el</strong> mundo» y<br />
afirmar su «libre y necesario<br />
desarrollo de sí mismos» es usar una fórmula ciertamente trascendente. Una fórmula que<br />
ap<strong>el</strong>a a un origen puramente metafísico, distinto desde luego de la inmanencia d<strong>el</strong> mundo<br />
actual, mundo por otro lado <strong>material</strong>ista al estar formalizado, es decir, transformado<br />
institucionalmente, a la escala humana, y que niega los «vivientes no corpóreos», auténtica<br />
definición d<strong>el</strong> <strong>material</strong>ismo desde las coordenadas d<strong>el</strong> <strong>material</strong>ismo filosófico.<br />
Es decir: Charbonnat, <strong>para</strong> definir la filosofía <strong>material</strong>ista ha de ap<strong>el</strong>ar a una forma de<br />
espiritualismo. Así, tomado <strong>el</strong> <strong>material</strong>ismo como clave, los filósofos de la antigüedad que<br />
han sido denominados normalmente como presocráticos, es decir, desde Tales hasta<br />
Sócrates, son ahora denominados como «predemocriteanos». El estudio independiente de la<br />
naturaleza nace cuando <strong>el</strong> pensamiento se emancipa de reyes y sacerdotes». Aunque su<br />
explicación, aparentemente fenoménica, «no se sostiene como tal y toma la forma de un<br />
nuevo mito. El agua, <strong>el</strong> fuego, o los números se convierten en principios que lo explican todo,<br />
y al término de esta totalidad tienen muy poca r<strong>el</strong>ación con los fenómenos. Se convierten en<br />
entidades gobernantes, a semejanza de las figuras mitológicas».<br />
Charbonnat se centra en dos autores «predemocriteanos»: Tales, como ejemplo de<br />
«empresario» que cita Aristót<strong>el</strong>es en Política, 1259a, y Heráclito, miembro de la casta<br />
sacerdotal de Éfeso y pensador dialéctico. Pero será Demócrito «<strong>el</strong> Sócrates d<strong>el</strong><br />
<strong>material</strong>ismo». El agua, en Tales, es una parte de la naturaleza que explica la totalidad. Aquí<br />
los átomos son toda la naturaleza, y toda su razón. Esta suerte de monismo, a menudo<br />
sintomático de un <strong>material</strong>ismo (sin que se reduzca a <strong>el</strong>lo) puede ser considerado como la<br />
prolongación y <strong>el</strong> perfeccionamiento de los inicios predemocriteanos. La clave d<strong>el</strong> átomo es<br />
su eternidad, <strong>el</strong> no ser engendrado, «Demócrito considera que <strong>el</strong> mundo está dotado de una<br />
facultad de conservación autónoma», y «responde a una necesidad lógica: establecer <strong>el</strong><br />
origen d<strong>el</strong> mundo de manera sistemática, es decir, comprender su necesidad y su desarrollo<br />
en su totalidad». Epicuro sería la continuación d<strong>el</strong> atomismo, pero ya en <strong>el</strong> ambiente d<strong>el</strong><br />
decaimiento de la polis griega y su sometimiento por <strong>el</strong> imperio de Alejandro Magno y sus<br />
continuadores, los diádocos.<br />
Lo curioso es que lo caracterice a un tiempo como <strong>el</strong> último <strong>material</strong>ista griego y <strong>el</strong> fundador<br />
de la primera escu<strong>el</strong>a <strong>material</strong>ista. Epicuro será así un atomista que incorpora <strong>el</strong> empirismo,<br />
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
que «pone fin al <strong>material</strong>ismo antiguo, haciendo finalmente de la naturaleza lo esencial de<br />
las ciencias, mediante una «autofundación».<br />
La autonomía de la naturaleza se ha<br />
consumado: las sensaciones<br />
permiten establecer la <strong>ver</strong>dad de los<br />
conocimientos a todos los niv<strong>el</strong>es. La<br />
<strong>ver</strong>dad no se restringe ya solamente<br />
a los átomos, como en Demócrito,<br />
sino que está en todas partes <strong>para</strong><br />
ser descubierta; la naturaleza y su<br />
modo de conocimiento se<br />
reconcilian. Además, pese a que<br />
Epicuro no niega la existencia de<br />
dioses, «no son la emanación de una<br />
trascendencia. Humanidad y<br />
divinidad coexisten en <strong>el</strong> mismo mundo, pero bajo <strong>el</strong> modo de alteridad, como <strong>el</strong> mineral y <strong>el</strong><br />
animal»; en <strong>el</strong>los «la materia llega a su perfección».<br />
Lo que es tanto como caracterizar a Epicuro de espiritualista, ya que un <strong>material</strong>ista como<br />
Hobbes «defendió de un modo clásico la existencia de Dios, con la condición de que Dios<br />
fuese corpóreo». Lo que nos conduce nuevamente a la <strong>para</strong>doja de la misma cita anterior de<br />
Ensayos <strong>material</strong>istas, que los espiritualistas son los<br />
mayores defensores d<strong>el</strong> corporeísmo. Aunque<br />
seguramente Charbonnat no llegue a comprender <strong>el</strong><br />
alcance de esta afirmación.<br />
Otros epicúreos serían <strong>el</strong> famoso Lucrecio y Filodemo de<br />
Gadara, ya bajo <strong>el</strong> dominio de otra ciudad, la Roma d<strong>el</strong><br />
Imperio. Enemigos d<strong>el</strong> epicureísmo, pues, lógicamente,<br />
los amigos de lo trascendente: Platón, cuya «difusión de la<br />
trascendencia es la originalidad d<strong>el</strong> platonismo respecto a<br />
la creencia vulgar que asigna un lugar limitado a la<br />
trascendencia por medio de los dioses o de los astros».<br />
Otros defensores de la trascendencia, sería Aristót<strong>el</strong>es<br />
con su motor inmóvil y Zenón con su ap<strong>el</strong>ación a Zeus. La<br />
revolución económica d<strong>el</strong> siglo XV permite una ebullición<br />
int<strong>el</strong>ectual y una r<strong>el</strong>ativa autonomía de los pensadores<br />
frente a la Iglesia: <strong>el</strong> rechazo de toda trascendencia en las<br />
ciencias de la naturaleza permite la eclosión d<strong>el</strong><br />
naturalismo físico de Giordano Bruno, o metodológico de<br />
Francis Bacon. El apogeo d<strong>el</strong> naturalismo se alcanza en <strong>el</strong><br />
siglo XVII, con tres corrientes: irr<strong>el</strong>igiosa (Cyrano de Bergerac), empírica (Hobbes, Bayle,<br />
Locke) y atomista (Gassendi, Boyle), y dos grandes pensadores (Descartes y Spinoza).<br />
El <strong>ver</strong>dadero <strong>material</strong>ismo renace en <strong>el</strong> siglo XVIII. La concepción deísta d<strong>el</strong> origen sigue<br />
siendo mayoritaria (Voltaire, d‘Alembert), pero se constituye también una tendencia atea<br />
auténticamente <strong>material</strong>ista, con Diderot, La Mettrie, d‘Holbach y Jean Meslier.<br />
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(<strong>Documento</strong> de Trabajo)<br />
En <strong>el</strong> siglo XIX <strong>el</strong> <strong>material</strong>ismo se divide en dos corrientes que se ignoran: la que se basa en<br />
la nueva teoría de la evolución y la que se funda en una nueva filosofía d<strong>el</strong> origen social d<strong>el</strong><br />
hombre, con Marx y Eng<strong>el</strong>s.<br />
En <strong>el</strong> siglo XX, la apuesta es conciliar estas dos corrientes: <strong>el</strong> <strong>material</strong>ismo dialéctico, una<br />
vez superada la deformación estalinista, y <strong>el</strong> <strong>material</strong>ismo evolucionista, confirmado por <strong>el</strong><br />
progreso de las ciencias con las que tiende a confundirse, como única forma razonable de<br />
comprender <strong>el</strong> origen y la evolución de la materia y de aproximar a filósofos y científicos.-<br />
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- (2009) Filosofía andina: Sabiduría indígena <strong>para</strong> un mundo nuevo. Instituto Superior<br />
Ecuménico Andino de Teología, La Paz, Bolivia.<br />
- Material en <strong>ver</strong>sión digital (Facilitados por <strong>el</strong> autor):<br />
- Medina, Javier (2010) Cosmovisión occidental y caos-cosmo-con-vivencia indígena<br />
- Medina, Javier (2010) Ch´ulla y Yanantin: Las dos matrices de civilización que<br />
constituyen a Bolivia<br />
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