Historia Republicana - Ministerio del Poder Popular para la Educación

Otorgamiento de concesiones
petroleras
El Presidente de la República, general Juan
Vicente Gómez, inició el boom de concesiones
petroleras en 1909, cuando otorgó a John Allen
Tregelles, representante del consorcio británico
The Venezuelan Development Company Ltd, una
concesión para la exploración y explotación de
petróleo en los estados Táchira, Trujillo, Mérida, Zulia,
Lara, Falcón, Carabobo, Yaracuy, Anzoátegui, Sucre,
Monagas y Nueva Esparta: un total de 270 mil Km
cuadrados que conformaban cerca de un tercio de
nuestro territorio nacional.
Este acuerdo violaba la Ley de Minas, sancionada
en 1905, que estipulaba un límite de 8 Km cuadrados
por cada licencia emitida y establecía que el
Estado venezolano cobraría 1 bolívar por hectárea
concedida y un 5% sobre el producto explotado. Con
esta concesión se redujeron a la mitad los beneficios
establecidos en el referido marco legal promulgado
durante el gobierno de Cipriano Castro.
La única condición que se le impuso a las
concesionarias petroleras fue el pago de un depósito
por 120 mil bolívares en bonos de la deuda pública
como garantía: una cifra simbólica si se considera
el amplio margen de ganancia que obtendrían
las empresas petroleras. Las gestiones a favor de
la referida empresa británica fueron facilitadas
por César Vicentini, diputado del estado Bolívar
al Congreso Nacional, quien ofreció a Tregelles
un detallado reporte sobre los recursos naturales
existentes en Venezuela. Vicentini, en compañía
de Nicomedes Zuloaga, entablaron los contactos
políticos necesarios con Gómez.
Al año siguiente (1910), se le otorgó una concesión
al empresario venezolano Rafael Max Valladares
para la explotación de los territorios de la Península
de Paria y el Distrito Benítez del estado Sucre, donde
se encontraba el lago de asfalto de Guanoco, por
un lapso de 47 años. En realidad, Valladares sirvió de
agente de las compañías estadounidense General
Asphalt y New York and Bermúdez Company, vendiéndoles
los derechos.
En 1914, en la hacienda Zumaque, ubicada
al pie del cerro La Estrella de la costa oriental del
Lago de Maracaibo, la compañía estadounidense
Caribbean Petroleum Company, subsidiaria de la
General Asphalt, arrancó las labores de perforación
y extracción de petróleo, produciendo 39 metros
cúbicos diarios. Zumaque I fue el nombre que le
dieron a este importante yacimiento.
En 1917, finalizaron la construcción de un
muelle para la salida de los primeros embarques
de petróleo venezolano hacia el exterior e
inauguraron un complejo industrial dedicado
a la producción de derivados del petróleo que
se comunicaba con el campo de Mene Grande
a través de un oleoducto. Venezuela se había
iniciado como país minero exportador.
En 1922, cuando la gente ensayaba gaitas para la
navidad en Cabimas, ocurrió el reventón del pozo
Barrosos 2 en el campo Santa Rosa (cuenca del Zulia):
un chorro de petróleo cubrió de negro los techos
de paja de las casitas del pueblo, las calles, el agua
del lago y la gente. Desde entonces, las empresas
petroleras extranjeras solicitaron directamente
nuevas concesiones y el Gobierno las concedió.
Las principales empresas beneficiadas fueron
las estadounidenses Standard Oil Company y Lago
Petroleum Corporation que luego se unieron en
la Creole Petroleum Corporation, y la Texas Oil
Company; y la angloholandesa Royal Ducht-Shell.
Pozo Zumaque I: costa oriental del Lago de Maracaibo
Fuente: bicentenario.gob.ve
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