Historia Republicana - Ministerio del Poder Popular para la Educación

El Estado y las universidades
El control de la cultura por parte del Estado se
sintió también en las universidades: se eliminó la
autonomía para elegir sus autoridades, las nombraba
el Gobierno.
Respecto a la Universidad Central dice el Dr.
Ildefonso Leal: “... En los dieciocho años de predominio
de Antonio Guzmán Blanco (...) la Universidad
transforma el contenido de sus enseñanzas, modifica
su edificio y aumenta la población estudiantil…
Pero también la Universidad perdió su patrimonio
económico y su autonomía y los estudiantes – por
primera vez en la historia universitaria – comenzaron
sus escarceos en la política venezolana. Por considerar
a la Universidad como un “nidal de godos”,
Guzmán–como José Tadeo Monagas en época
anterior–atentó contra la autonomía universitarias, y
en consecuencia, se reservó el derecho de designar
las autoridades y catedráticos...” (Ildefonso Leal, 1981).
El 25 de agosto de 1893, las señoritas Adriana
Delfina Duarte, Delfina Matilde Duarte y Dolores
Delfina Duarte fueron las primeras mujeres admitidas
y egresadas de la Universidad Central de Venezuela
en la carrera de agrimensura de un año de duración.
El agrimensor se encarga de la medición de
grandes extensiones de terreno y es un oficio que
se ejerce desde tiempos inmemoriales por lo que
contaba con gran reconocimiento por parte de la
comunidad académica y científica. Estas jóvenes
fueron un ejemplo de que las mujeres estaban en la
capacidad de sobrepasar las fronteras establecidas
entre las funciones que deben cumplir como
representantes de su género en la sociedad.
La Universidad de Los Andes fue proveída durante
el gobierno de Guzmán Blanco de instrumentos
modernos para el estudio de las cátedras de
Anatomía, Botánica y Meteorología.
Maracaibo había luchado desde muchos años
atrás por una universidad. Desde 1881 el entonces
rector del Colegio Federal del Estado Falcón, Zulia,
Trinidad Montiel y muchos otros intelectuales,
habían pedido al presidente Guzmán la urgencia
de crear una universidad en esa ciudad. Pero tuvo
que esperar hasta el 11 de septiembre de 1891 para
que comenzara a funcionar y a pocos años de su
fundación fue clausurada por orden del presidente
Cipriano Castro.
Movimientos literarios de la época
Desde la segunda década del siglo XIX
aproximadamente, los escritores de Venezuela y del
resto de Latinoamérica se alejaron del neoclasicismo,
tan brillantemente cultivado antes por el venezolano
Andrés Bello y muchos otros que pretendieron
con éxito mantener cierta continuidad entre el
arte literario español y el de la naciente América
independiente. Pero a partir de 1830 hubo cambios.
Como sabemos, durante las oligarquías conservadora
y liberal muchos escritores se sumaron a nuevas
corrientes: romanticismo, costumbrismo, nativismo
y modernismo.
El romanticismo había surgido en Europa después
de la Revolución francesa y de allá llegó a América.
Los escritores románticos describían con nostalgia,
angustia y hasta pesimismo los paisajes, las
costumbres y la historia de la sociedad.
En Venezuela, el romanticismo, el costumbrismo y
el nativismo llegaron a su esplendor en tiempos del
Liberalismo Amarillo.
Eduardo Blanco, figura destacada del romanticismo,
entre sus muchas obras publicó en 1881
Venezuela Heroica, obra que narra episodios de la
Guerra de Independencia. Su obra se convirtió en
uno de los símbolos literarios del culto a la patria.
El nativismo, vinculado al romanticismo, se
caracterizó por sugerir el paisaje nativo, describiendo la
naturaleza americana y su gente. El nativismo poético
tuvo sus dos primeros exponentes en el zuliano
José Ramón Yepes y en José Antonio Maitín, nacido
en Puerto Cabello. Yepes dejó obras descriptivas del
paisaje zuliano y de las raíces indígenas de su población:
Anaida, Leyendas indígenas, La ramilletera y otras.
Puede considerarse a Yepes uno de los precursores
del movimiento poético llamado nativismo que
va a culminar con la obra extraordinaria del llanero
Francisco Lazo Martí. La obra maestra de este poeta
es la Silva Criolla. Algunos críticos consideran que Lazo
Martí logró en su obra una síntesis del nativismo, el
criollismo y el modernismo.
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