Historia Republicana - Ministerio del Poder Popular para la Educación

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LA CULTURA DEL CAFÉ
EN TIEMPOS DEL
LIBERALISMO AMARILLO
La historia de un país tiene mucha relación con su cultura. Cuando se trata de países que como el nuestro
son económicamente dependientes de potencias que funcionan como “centros” económicos, la cultura de
esas potencias extranjeras influye en las características culturales de los países que forman su “periferia”.
Se suele llamar cultura del café a la que caracterizó los tiempos en que nuestra economía dependía de
la exportación de ese producto hacia Europa, y en cuya relación la cultura europea ejerció influencia en la
nuestra. En la prensa de aquellos años hay testimonios de las críticas que se hacían a la penetración cultural
europea, igual que ahora se hace respecto a la penetración cultural estadounidense.
Durante el siglo XIX el arte y la ciencia de toda Latinoamérica estuvieron bajo el influjo de la cultura europea.
Pero también creó rasgos propios, como el “modernismo” en literatura, y algunos aportes a la ciencia como el
descubrimiento del mosquito transmisor de la fiebre amarilla (en Venezuela por el Dr. Luis Beauperthuy y en
Cuba por el Dr. Carlos Finlay), con lo cual se comenzó a combatir la enfermedad.
El Estado y la cultura
Con Guzmán Blanco y sus sucesores, el Estado
venezolano asumió por primera vez una política
cultural. Además de la instrucción pública y la
creación de colegios federales que formaban
bachilleres, durante el Liberalismo Amarillo se
fundaron entre otras instituciones culturales: el
Instituto de Bellas Artes (1877), donde funcionaron
cátedras de escultura, pintura, música y otras áreas del
arte; el Museo de Historia Natural (1875); la Academia
Nacional de la Lengua (1883) y la Academia Nacional
de la Historia que decretó e instaló el presidente
Rojas Paúl en 1888.
La Academia Nacional de la Historia tiene
como tarea fundamental el estudio de los diversos
períodos de la historia americana, y en particular
la historia directamente vinculada con Venezuela.
También entre sus finalidades está la promoción
de la investigación y la orientación de la enseñanza
de la historia, la formación de una biblioteca de
carácter histórico y la reunión de documentos
originales que sirvan para la investigación. Además,
la academia se ocupa de la edición de obras de la
Historia venezolana y americana. Han pertenecido
a la Academia de la Historia Venezolana, como
individuos de número y miembros correspondientes,
desde su fundación, los historiadores más notables
del país y ha mantenido por más de un siglo de
existencia su actividad, sin interrupción.
Antes de abandonar la presidencia de la República,
en agosto de 1887, Antonio Guzmán Blanco dictó un
decreto que transformó el Instituto de Bellas Artes,
en la Academia Nacional de Bellas Artes. Este cambio
de nombre tuvo como finalidad dar un carácter más
elitista y conservador al estudio de ciertas disciplinas
consideradas de alta cultura. Entre las materias
que impartieron estaban: el dibujo, la pintura, la
arquitectura y la música, entre otras. El director fue
Emilio J. Mauri.
En Maracaibo también hizo Guzmán un cambio
de nombre. Existía el Colegio Federal de Varones,
dirigido por el bachiller Trinidad Montiel, quien,
junto con otros zulianos, luchó y consiguió que lo
transformara en el primer núcleo que dio origen a la
Universidad del Zulia actual.
En 1881, Antonio Guzmán Blanco decretó el Gloria
al Bravo Pueblo como himno nacional de Venezuela.
Recuerda que esta canción era entonada por el
pueblo venezolano desde los días que siguieron al
19 de abril de 1810.