Historia Republicana - Ministerio del Poder Popular para la Educación
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Antecedentes <strong>del</strong> 4 de febrero de 1992<br />
En esta incierta situación “aparentemente de repente”, el 4 de febrero de 1992 se hizo<br />
sentir <strong>la</strong> molestia e inconformidad de jóvenes militares bolivarianos de <strong>la</strong>s fuerzas militares<br />
<strong>del</strong> país, en el contexto de una Venezue<strong>la</strong> que en el <strong>la</strong>pso de los últimos tres años, sentía<br />
cómo <strong>la</strong> situación económica <strong>del</strong> país estaba sumergida en privatizaciones, devaluaciones,<br />
inf<strong>la</strong>ción, especu<strong>la</strong>ciones en los productos alimentarios y, por ende, aumento significativo<br />
de <strong>la</strong> pobreza.<br />
Uno de los aspectos, que los analistas en el área económica destacan como un<br />
detonante silencioso que fue <strong>la</strong>brando el camino de <strong>la</strong> inconformidad, no solo <strong>del</strong> grupo<br />
de militares que decidieron dar el paso a<strong>del</strong>ante el 4 de febrero, sino de ese pueblo que<br />
desde múltiples facetas y actitudes en a<strong>del</strong>ante se hará sentir, es el correspondiente a los<br />
efectos que dejó en el país el proceso de sustitución de importaciones que constituyó<br />
una constante en <strong>la</strong> política económica neoliberal emprendida por los gobiernos <strong>del</strong><br />
régimen de Punto Fijo.<br />
La “sustitución de importaciones” había constituido un programa de industrialización<br />
que se imp<strong>la</strong>ntó en América Latina, <strong>para</strong> que los Estados Unidos exportara sus capitales<br />
con préstamos de bancos norteamericanos, destinados a <strong>la</strong> compra de maquinarias (que<br />
no estaban en óptimas condiciones) hacia tierras centroamericanas y suramericanas. Esto<br />
fortalecía <strong>la</strong> industria estadounidense, al aprovechar <strong>la</strong> gran demanda de sus productos<br />
en nuestros países.<br />
Por ello, ya no había renta petrolera <strong>para</strong> redistribuir<strong>la</strong> entre venezo<strong>la</strong>nos. La renta iba a<br />
<strong>para</strong>r indirectamente a <strong>la</strong>s grandes empresas estadounidenses insta<strong>la</strong>das en el país.<br />
Como referimos en otro apartado, <strong>la</strong> solicitud de préstamos al Fondo Monetario<br />
Internacional y Banco Mundial, fue sumergiendo al país en una deuda externa que crecía<br />
cada vez más, debido al aumento de intereses de esa misma deuda.<br />
En un “abrir y cerrar de ojos” <strong>la</strong> gran mayoría de los países <strong>la</strong>tinoamericanos, y entre<br />
ellos Venezue<strong>la</strong>, tenía una deuda externa impagable a pesar de nuestra riqueza petrolera.<br />
Como los gobernantes compartían <strong>la</strong> política económica neoliberal, en su afán por<br />
salir de <strong>la</strong> crisis no dudaron en aceptar p<strong>la</strong>nes, “paquetes” o “agendas” que comprometían<br />
aún más los intereses de <strong>la</strong> Nación y <strong>la</strong> calidad de vida <strong>del</strong> pueblo venezo<strong>la</strong>no.<br />
Entre los aspectos sobresalientes que p<strong>la</strong>nteaban los militares en rebelión, estaba<br />
<strong>la</strong> ruptura <strong>del</strong> sistema político venezo<strong>la</strong>no imperante <strong>para</strong> <strong>la</strong> época bajo <strong>la</strong> hipótesis<br />
de que el mismo no tenía legitimidad por no responder a <strong>la</strong>s demandas sociales de<br />
<strong>la</strong>s mayorías; a su vez, proponía una refundación <strong>del</strong> Estado donde <strong>la</strong>s ideas de Simón<br />
Bolívar sirvieran de base <strong>para</strong> los programas políticos inmediatos y futuros. Así lo<br />
expresaron en varios documentos.<br />
El ambiente de desasosiego imperante generó que <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción no manifestara su<br />
apoyo al “viraje” <strong>del</strong> gobierno de Carlos Andrés Pérez. Aunque tampoco apoyó en forma<br />
tan abierta inicialmente <strong>la</strong> sublevación <strong>del</strong> 4 de febrero, pronto el pueblo sintió que <strong>la</strong><br />
semil<strong>la</strong> <strong>del</strong> cambio se había sembrado: madres y padres mostraron este sentimiento<br />
cuando en los carnavales de ese año, disfrazaron a sus niños de Chávez.