Historia Republicana - Ministerio del Poder Popular para la Educación

Recrudece la protesta popular
y estudiantil
Desde el13 de marzo de 1987, la ciudad de Mérida
fue sacudida por protestas violentas, originadas
por el asesinato del estudiante de ingeniería de la
Universidad de los Andes (ULA), Luis Carvallo Cantor,
quien perdió la vida por orinar en la puerta de la casa
de Bernardino Nieves, vicepresidente del gremio de
ganaderos de la región, quien lo asesinó.
La impunidad del crimen desató fuertes
manifestaciones que paulatinamente devinieron en
un verdadero estallido social que fue ferozmente
reprimido por las autoridades. La ciudad de Mérida
fue sitiada militarmente y las refriegas dejaban un
saldo de 160 heridos y cerca de 300 detenidos. Ante la
situación prácticamente incontrolable, que desde el
día 18 de marzo se había extendido a otras ciudades
del país, el ministro de Interior y Justicia, violando los
principios constitucionales, suspendió todo derecho
a la manifestación y ordenó la toma policial de varias
universidades a nivel nacional.
La protesta se extendió hasta la Educación Media
en Caracas: liceos como la ETI “Gregorio Mac Gregor”
y el Pedro Emilio Coll, al sur de la ciudad, fueron
escenario de protestas estudiantiles.
Violaciones a la libertad
de expresión
Durante el gobierno de Lusinchi se suscitaron
violaciones a la libertad de expresión de manera
reiterada, que se concretó en la persecución a
editores de los principales diarios del país, aunado
a la permanente censura a los mismos.
En 1986 fue suspendido el programa televisivo
Primer Plano de Marcel Granier. Al editor de La
Religión (Cumaná) le dieron una golpiza por informar
sobre el divorcio del Presidente. Al diario El Vigilante
(Mérida) le lanzaron una bomba por el editorial donde
se comentaba sobre las relaciones del Presidente con
su secretaria privada, Blanca Ibáñez.
En la asamblea de la SIP, realizada en marzo de
1988, Miguel Enrique Otero (dueño del diario El
Nacional), denunció las violaciones a la libertad de
expresión en Venezuela.
Renanciamiento
de la deuda externa
El 22 de marzo de 1985, el Ejecutivo Nacional creó
a Fogade, para garantizar los depósitos realizados
en las entidades bancarias ante la crisis financiera
que afloraba en el país. Era el anuncio de tiempos
tenebrosos en las finanzas del país.
Luego,el 26 de febrero de 1986 en la sede del
Banco de Venezuela, Manuel Azpúrua Arreaza,
suscribió con Willard C. Butcher, representante
del Chase Manhattan Bank, un convenio para el
refinanciamiento de la deuda pública externa, por el
cual el gobierno nacional se comprometió al pago
de 26 mil millones de dólares.
Con este acuerdo, el Estado venezolano asumió
las deudas del sector económico y financiero privado
venezolano. Algunos analistas señalaron que en la
práctica fue el pueblo quien asumió la deuda de
un privilegiado grupo de empresarios, banqueros,
dueños de medios de comunicación y comerciantes.
En adelante, Venezuela se convirtió en un
pagador neto de deuda, destinando al servicio de
la deuda una parte cada vez mayor de la menguada
renta petrolera. Para el año 1988 había transferido
aproximadamente 25 mil millones de dólares en
servicio de deuda externa: casi la mitad del ingreso
petrolero fiscal del Estado.
El gobierno de Lusinchi puso de manifiesto las
múltiples irregularidades que a lo interno de RECADI
se estaban cometiendo en perjuicio del Estado
venezolano. En este aspecto, se descubrió el tráfico
de influencias para otorgar dólares preferenciales
a funcionarios públicos, empresarios, políticos y
particulares, lo que trajo como consecuencia una
significativa “fuga de divisas”, y el robo generalizado
de los dineros de la Nación.
Ante el acoso de la prensa, que solicitaba al
presidente Lusinchi su opinión sobre la elevada
inflación, los bajos salarios, la desmejora de los
servicios públicos(educación, salud, etc.), él expresó:
“La banca me engañó”.
Y tú, ¿qué opinas de los dos períodos presidenciales?
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