Historia Republicana - Ministerio del Poder Popular para la Educación

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07.06.2013 Views

Fuente: www.bicentenario.gob.ve 120 Un plebiscito impulsó la rebelión El Gobierno dispuso realizar un plebiscito, es decir, una consulta para que los venezolanos dijeran con un voto si querían o no que Pérez Jiménez continuara gobernando para el próximo periodo constitucional de cinco años (1958-1963). Elección plebiscitaria de 1957 El 2 de diciembre de 1957 se efectuó el plebiscito. Las mesas de votación las integraron funcionarios del gobierno vigilados por militares. Como era de esperarse, el Consejo Electoral anunció el triunfo de Pérez Jiménez quien ejercería la presidencia durante el período 1958-1963. A pesar de la abstención evidente, el resultado del plebiscito favoreció a Pérez Jiménez con un resultado de 2.342.000 votos positivos en contra de 680.000 votos negativos. La farsa alentó el ánimo del pueblo, el ímpetu de la Junta Patriótica y del Comité Cívico-Militar. ¡Insurgen jóvenes militares! El 1º de enero de 1958 estalló una rebelión militar en Caracas encabezada por el teniente coronel Hugo Trejo en coordinación con el alzamiento de la Fuerza Aérea de Maracay. El coronel Trejo y otros militares fueron apresados y expulsados del país. El 9 del mismo mes se produjo una rebelión de las fuerzas navales y gran parte de las Fuerzas Armadas manifestaban su descontento. El Gobierno dominó los movimientos militares, pero no destruyó la decisión de luchar contra el dictador. Pérez Jiménez reestructuró su Gabinete porque ya no confiaba en quienes habían sido los pilares de su régimen. Destituyó al ministro de Defensa y asumió él mismo esas funciones (creyó que él sí podría controlar la subversión militar). Destituyó a Vallenilla Lanz, ministro de Relaciones Interiores, y a Pedro Estrada, jefe de la Seguridad Nacional, quienes pocos días después salieron hacia el exterior. ¡La lucha es justa y de todos! A comienzos de enero de 1958 circula un manifiesto de la Junta Patriótica “…no pasará mucho tiempo sin que se conquiste definitivamente, por la lucha unida de todos los venezolanos, la aniquilación total de la dictadura (…) Al hacer estas consideraciones la Junta Patriótica, hace un llamado a todos los sectores de la colectividad: civiles, militares, estudiantes, sacerdotes, industriales, comerciantes, obreros, periodistas para permanecer unidos en acciones conjuntas hasta lograr la victoria final.” El 10 de enero de 1958 circuló el “Manifiesto de los intelectuales” respaldado por más de mil firmas de personas de diferentes sectores: empresarios como Oscar Machado Zuloaga, sacerdotes como Manuel Montaner y destacados profesionales de todas las áreas de la ciencia y las artes. El 12 del mismo mes circuló el “Manifiesto del estudiantado”. Los estudiantes el 21 de noviembre del año anterior habían manifestado en las calles de Caracas, desafiando la represión (por eso, en recuerdo de aquellos estudiantes aguerridos, los 21 de noviembre de cada año se celebra el “Dia del Estudiante”). Igualmente, circularon manifiestos de gremios e instituciones, todos expresaban los anhelos de elecciones libres y el cese a las restricciones de la libertad. Diariamente hubo manifestaciones estudiantiles, de mujeres, de obreros. La represión de que eran objeto no les detenía, el pueblo había perdido el temor y estaba dispuesto a luchar hasta lograr la victoria.

¡Huelga general! Cuando la Junta Patriótica convocó a una huelga general para el 21 de enero, el fin de la dictadura estaba cerca. Ese día los venezolanos no leyeron periódicos porque la paralización de la prensa era el primer paso previsto para la huelga general. Los periodistas, técnicos y obreros tuvieron buen cuidado de quitar alguna pieza clave a las maquinarias, para impedir que el Gobierno utilizara algún medio para imprimir por su cuenta los periódicos. A las 12 del medio día un ruido ensordecedor anunció el inicio de la huelga. Sonaron las campanas de las iglesias, las cornetas de los carros, las sirenas de las fábricas y el trabajo cesó. El pueblo se lanzó a las calles en casi todas las ciudades del país y en Caracas se reunió una gran multitud en la Plaza del Silencio: “el pueblo unido, jamás será vencido”, fue el grito general. El día 22 continuó la huelga: en muchos barrios de Caracas y de las principales ciudades de la provincia hubo enfrentamientos entre el pueblo y las fuerzas del Gobierno. No fueron pocos los muertos y heridos en aquellas jornadas del 21 y 22. El pueblo unido no pudo ser vencido Algunos personeros del Gobierno comenzaron a refugiarse en embajadas, temerosos de las consecuencias del final que veían cercano. Al anochecer, el dictador recibió la información de que se había sublevado la Marina bajo la conducción de Wolfgang Larrazábal y que otros comandos no atendían órdenes. A medianoche, el dictador había comprobado que las Fuerzas Armadas no le obedecían y por tanto no contaba con ellas para contener al pueblo. Sin ocuparse siquiera de entregar el Gobierno, huyó con su familia y sus más cercanos colaboradores en la madrugada del 23 de enero, dejando olvidada una maleta que se hizo célebre porque al abrirse se constató que estaba llena de billetes (parte de la riqueza que ilícitamente había sustraído a la nación). El derrocamiento de la dictadura el 23 de enero de 1958 fue una victoria de la unidad nacional. El pueblo, que no dormía, se echó a la calle hasta el amanecer para celebrar el triunfo de la unidad popular y para evitar que se perdiera lo que había conquistado. Varias de las instalaciones del órgano policial y represivo del régimen perezjimenista (la Seguridad Nacional) fueron asaltadas. En algunas de las ciudades más importantes del país se produjeron linchamientos y persecuciones a los funcionarios de la Seguridad Nacional. Sede de la seguridad Nacional (El Paraíso, Caracas), el 23 de enero de 1958 Sobre la caída de la dictadura, el historiador Mario Briceño Iragorry dijo: “El funesto perezjimenismo ha desaparecido de Venezuela como una pesadilla (…) quedará el recuerdo sombrío de las prisiones, de los asesinatos, de las torturas, de los destierros, del pavor puesto en ejecución a medida que se alzaban los rascacielos y se construían pistas de patinaje (…) La iglesia, los intelectuales, los estudiantes, los oficiales, los partidos, las mujeres y el pueblo formaron una unidad para derrocar al tirano…”. Y tú, ¿estás o no de acuerdo con lo realizado por el pueblo? No lo digas en este momento, escríbelo y coméntalo con tu equipo y el resto de compañeros del salón. Fuente:www.circulobolivarianofabriciojeda.blogspot.com 121

¡Huelga general!<br />

Cuando <strong>la</strong> Junta Patriótica convocó a una huelga<br />

general <strong>para</strong> el 21 de enero, el fin de <strong>la</strong> dictadura<br />

estaba cerca. Ese día los venezo<strong>la</strong>nos no leyeron<br />

periódicos porque <strong>la</strong> <strong>para</strong>lización de <strong>la</strong> prensa era<br />

el primer paso previsto <strong>para</strong> <strong>la</strong> huelga general. Los<br />

periodistas, técnicos y obreros tuvieron buen cuidado<br />

de quitar alguna pieza c<strong>la</strong>ve a <strong>la</strong>s maquinarias, <strong>para</strong><br />

impedir que el Gobierno utilizara algún medio <strong>para</strong><br />

imprimir por su cuenta los periódicos.<br />

A <strong>la</strong>s 12 <strong>del</strong> medio día un ruido ensordecedor<br />

anunció el inicio de <strong>la</strong> huelga. Sonaron <strong>la</strong>s campanas<br />

de <strong>la</strong>s iglesias, <strong>la</strong>s cornetas de los carros, <strong>la</strong>s sirenas<br />

de <strong>la</strong>s fábricas y el trabajo cesó. El pueblo se <strong>la</strong>nzó<br />

a <strong>la</strong>s calles en casi todas <strong>la</strong>s ciudades <strong>del</strong> país y en<br />

Caracas se reunió una gran multitud en <strong>la</strong> P<strong>la</strong>za <strong>del</strong><br />

Silencio: “el pueblo unido, jamás será vencido”, fue el<br />

grito general.<br />

El día 22 continuó <strong>la</strong> huelga: en muchos barrios de<br />

Caracas y de <strong>la</strong>s principales ciudades de <strong>la</strong> provincia<br />

hubo enfrentamientos entre el pueblo y <strong>la</strong>s fuerzas<br />

<strong>del</strong> Gobierno. No fueron pocos los muertos y heridos<br />

en aquel<strong>la</strong>s jornadas <strong>del</strong> 21 y 22.<br />

El pueblo unido no pudo ser<br />

vencido<br />

Algunos personeros <strong>del</strong> Gobierno comenzaron<br />

a refugiarse en embajadas, temerosos de <strong>la</strong>s<br />

consecuencias <strong>del</strong> final que veían cercano. Al<br />

anochecer, el dictador recibió <strong>la</strong> información de que<br />

se había sublevado <strong>la</strong> Marina bajo <strong>la</strong> conducción<br />

de Wolfgang Larrazábal y que otros comandos no<br />

atendían órdenes.<br />

A medianoche, el dictador había comprobado<br />

que <strong>la</strong>s Fuerzas Armadas no le obedecían y por tanto<br />

no contaba con el<strong>la</strong>s <strong>para</strong> contener al pueblo. Sin<br />

ocuparse siquiera de entregar el Gobierno, huyó<br />

con su familia y sus más cercanos co<strong>la</strong>boradores en<br />

<strong>la</strong> madrugada <strong>del</strong> 23 de enero, dejando olvidada<br />

una maleta que se hizo célebre porque al abrirse<br />

se constató que estaba llena de billetes (parte de <strong>la</strong><br />

riqueza que ilícitamente había sustraído a <strong>la</strong> nación).<br />

El derrocamiento de <strong>la</strong> dictadura el 23 de enero de<br />

1958 fue una victoria de <strong>la</strong> unidad nacional.<br />

El pueblo, que no dormía, se echó a <strong>la</strong> calle hasta<br />

el amanecer <strong>para</strong> celebrar el triunfo de <strong>la</strong> unidad<br />

popu<strong>la</strong>r y <strong>para</strong> evitar que se perdiera lo que había<br />

conquistado. Varias de <strong>la</strong>s insta<strong>la</strong>ciones <strong>del</strong> órgano<br />

policial y represivo <strong>del</strong> régimen perezjimenista (<strong>la</strong><br />

Seguridad Nacional) fueron asaltadas. En algunas de<br />

<strong>la</strong>s ciudades más importantes <strong>del</strong> país se produjeron<br />

linchamientos y persecuciones a los funcionarios de<br />

<strong>la</strong> Seguridad Nacional.<br />

Sede de <strong>la</strong> seguridad Nacional (El Paraíso, Caracas), el 23 de<br />

enero de 1958<br />

Sobre <strong>la</strong> caída de <strong>la</strong> dictadura, el historiador Mario<br />

Briceño Iragorry dijo: “El funesto perezjimenismo ha<br />

desaparecido de Venezue<strong>la</strong> como una pesadil<strong>la</strong> (…)<br />

quedará el recuerdo sombrío de <strong>la</strong>s prisiones, de los<br />

asesinatos, de <strong>la</strong>s torturas, de los destierros, <strong>del</strong> pavor<br />

puesto en ejecución a medida que se alzaban los<br />

rascacielos y se construían pistas de patinaje (…) La<br />

iglesia, los intelectuales, los estudiantes, los oficiales,<br />

los partidos, <strong>la</strong>s mujeres y el pueblo formaron una<br />

unidad <strong>para</strong> derrocar al tirano…”.<br />

Y tú, ¿estás o no de acuerdo con lo realizado por<br />

el pueblo? No lo digas en este momento, escríbelo y<br />

coméntalo con tu equipo y el resto de compañeros<br />

<strong>del</strong> salón.<br />

Fuente:www.circulobolivarianofabriciojeda.blogspot.com<br />

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