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LA PROFESÍA DEL BANQUETE DEL SABALO - Buscando Historia

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1<br />

<strong>LA</strong> <strong>PROFESÍA</strong> <strong>DEL</strong> <strong>BANQUETE</strong> <strong>DEL</strong><br />

<strong>SABALO</strong><br />

Por<br />

Ricardo Darío Primo<br />

ricardoprimo@ateneohyv.com.ar<br />

Artículo publicado en el Diario El Norte, 20 de Septiembre de 1990<br />

Este jueves, en APUNTES DE HISTORIA ARGENTINA, vamos a<br />

rescatar una historia real que tuvo lugar en aquella guerra sangrienta que fue<br />

la Guerra del Paraguay. Y recordamos esta historia como una especie de<br />

homenaje para nuestros soldados nicoleños que se batieron con heroísmo en<br />

ese conflicto al que fuimos arrastrados los argentinos y del cual no obtuvimos<br />

otra cosa que lágrimas sobre nuestros muertos.<br />

“Es un episodio de YATAYTI CORA. Acaso el de menor importancia. El<br />

Coronel Juan Bautista Charlone recibió orden de ocupar una isleta. Los<br />

paraguayos al otro lado del estero; hacían fuego continuo.<br />

Avanzaron decididos, los argentinos tomaron el punto señalado por la<br />

orden y mantuvieron el fuego durante horas. Cuando llegaron refuerzos, al<br />

mando del Coronel Fraga, los enemigos se retiraban.<br />

El Comandante Campos que llegó con los refuerzos; encontró a<br />

Charlone en medio de las balas que llovían, apoyando en un árbol comiendo<br />

una naranja. Tenía ruta admirable sangre fría.<br />

Fue aquella una de las postreras muestras que pudo dar su ánimo<br />

tranquilo y sereno. Las batallas no podían amilanarlo mientras no le avisaran<br />

que iba a morir. Pero tampoco se apocó cuando supo, de cierto, que la<br />

muerte lo esperaba ya sin más dilación.<br />

Venía de abajo, limpio de antecedentes, sin familia y sin nombre. Nacido<br />

en Piamonte en 1826, llegó a América de la mano de su padre cuando<br />

contaba 13 años.<br />

Terminado el sitio de Buenos Aires, Murature lo convirtió en marino. Lo<br />

hizo segundo jefe del vapor "General Pinto” . En la escuadra permaneció<br />

hasta el 57' en que volvió de capitán a la Legión Militar. Dos años después lo<br />

ascendieran a Mayor.<br />

Cuando Buenos Aires rompió con la Confederación, Charlone se lució<br />

en Pavón. Allí se ganó sus galones de Teniente Coronel.


2<br />

Al iniciarse la Guerra al Paraguay, la legión que mandaba Charlone fue<br />

de las primeras tropas que salieron para reconquistar Corrientes. El 25 de<br />

mayo de 1865 se atacó aquella ciudad. Se peleó duro y parejo. Quedaron<br />

muchos en aquellos repetidos encuentros cuerpo a cuerpo.<br />

Al ir a tomar la puerta de un cuartel que poseían los invasores, Charlone<br />

recibió un sablazo en la cabeza. Rodeado por los suyos pudo salir con vida<br />

"bañado en sangre vocifera juramentos como un condenado. El Cabo Borsini,<br />

a su lado, moría atravesado de once bayonetazos. La mayoría de cuantos<br />

corrieron en su auxilio, salieron heridos. Pero se siguió peleando.<br />

Luego se combatió en Yatay y Uruguayana.<br />

En estas batallas, su legión debió formar cuadro cuatro veces para<br />

resistir a pie firme las arremetidas de la valiente caballería paraguaya.<br />

En estas jornadas, ganó los despachos de Coronel.<br />

Y así se aproximó el día de CURUPAYTI (22 de Septiembre de 1866).<br />

Bajo una carpa, cinco Coroneles se dieron un banquete con un sábalo. Quien<br />

lo recuerda, GARMENDIA dice que fue como una comida después de un<br />

entierro. Mejor hubiera dicho que fue una comida esperando la muerte,<br />

convidada que no demoró sino unas horas.<br />

Fraga aseguró: "Hoy me van a matar". Manuel Rosetti afirmó: "Yo<br />

también voy a morir..." Y agregó luego: "Estoy tan cierto que he arreglado mis<br />

asuntos”.Alejandro Díaz repitió, como un eco "Yo también voy a morir..: "<br />

Charlarte bruscamente exclamó:<br />

- Quedaré allí de un metrallazo, pero pum, caeré en mis cabales!...<br />

El quinto de aquel grupo era Luís María Campos, por su estatura<br />

llamaban lo cariñosamente “El General Petit' .<br />

- Este -dijo Fraga señalando saldrá herido solamente para que cuente el<br />

cuento...<br />

A las nueve de la mañana, el ejército se movió sobre la formidable línea<br />

de Curupaytí. Se vieron pasar las columnas destinadas al asalto.<br />

La brigada de Charlone formaba en la primera división al mando de<br />

Rivas. Esta y la cuarta, paralelas, cargaron bajo un fuego incesante de<br />

mosquetería y metralla; los detuvo los "abatís".<br />

- Es necesario entrar! - Gritaba Charlone y él mismo se puso a la tarea de<br />

entreabrir las ramas que impedían el asalto. En eso andaba cuando un<br />

metrallazo lo hirió en el pecho. El Sargento Etchar lo atravesó sobre un


3<br />

caballo y lo sacó de aquel infierno, la metralla habíale roto el pecho en<br />

muchas partes, apareciendo por la espalda. Y así desgarrado tardó horas en<br />

morir. Hablaba pero no se le entendía. Alguien puso su oreja sobre aquellos<br />

labios trémulos; sobre las barbas que la sangre coagulada anudada en<br />

remedo de selva y creyó oír las palabras puntiagudas; "Viva la Patria..."<br />

Después, mucho después, la terrible agonía tuvo fin.<br />

La Profesía del banquete del Sábalo se hizo cierta Vino la muerte y se<br />

llevó a Charlone; a Fraga, a Rosetti y a Díaz.<br />

No quedó más que el "General Petit" para que contara el cuento.<br />

Extraído de:<br />

GONZALEZ ARRILLI Bernardo, HISTORIA ARGENTINA

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