Universidad de Chile. Facultad de Ciencias Sociales. Departamento ...

sueltas. Y éstas ideas científicas transformadas, gracias a su socialización, ahora
pasan a formar parte de las representaciones sociales que están al nivel de la vida
cotidiana y que sirven como guía para cada persona.
En cierta forma, el imaginario es ilusión y
ensueño. Es importante destacar aquí la relación entre lo real y lo irreal. El problema
no es la realidad de la sociedad sino, la verdad de lo que se dice de ella. Un punto
clave es que el imaginario puede constituir una parte esencial de lo real, pero el
imaginario no es lo real, pertenece a otro nivel, es la construcción mental de lo que se
percibe. Sin embargo, lo imaginario no puede situarse de la sociedad real ya que
participa de su construcción de la realidad social. En ese sentido, el imaginario es lo
que puede llegar a ser.
Existen dos componentes principales en lo imaginario:
a) Imágenes: son realidades físicas, realidades mentales emitidas por los
“imaginados” que no existirían de no ser por los imaginarios,
b) Imaginarios: arquetipos (esencias) que no tienen realidad física y cumplen un
papel fundamental en la vida social ya que se sitúan entre lo real y lo irreal.
Es posible acceder al imaginario infantil a
través de la convivencia con los niños y niñas. Para ello es necesario poseer
capacidad empática y sensibilidad de modo de captar, descifrar y comprender lo que
el niño nos transmite y demanda en el ejercicio diario de nuestra profesión. En la
convivencia es fundamental propiciar experiencias significativas para que el niño
exprese su mundo interior, sus percepciones y perspectivas, y también enriquecer día
a día este mundo que le es propio.
Un adulto cercano al niño tiene la posibilidad
de preguntar, de realizar actividades que desarrollen la cognición, por ejemplo a
través de juego, la música, imágenes audiovisuales, etc. Incluso los niños en su
32