Anarquistas de Bialystok - Nodo 50

política, copiada de la revista Jleb y Volya y dejó de existir al poco
tiempo de funcionar 16 .
16 Vale, vale, pero que exageración... Ningún tipo de legalización de
las actividades anarquistas, ni por pacíficas que fueran, se podía plantear
en esos tiempos. Simplemente, algunxs compañerxs -aunque por cierto
fueron pocxs- no estuvieron de acuerdo con el concepto de terror
besmotivny y querían seguir la vieja linea kropotkiniana. Por ejemplo,
uno los organizadores de jliebovoltsy (defensores del anarquismo
comunista tal y como se presentaba en el periódico Jleb y Volya), Ilia
Geizman (llamado Jaim Londonskiy)(7) que vino a Bialystok en el
verano de 1905, y se fue un par de meses después por las diferencias
sobre el cómo y el por qué, y no por el sí o no, se utiliza el terror y la
expropiación, no fue de ninguna manera pacifista o legalista... Él mismo
organizó el asesinato del Jefe de la Policía en Vilno en Octubre de 1905
y muchas otras acciones. Aparte de esto, justo en 1905 en Jlieb y Volya
aparecía el eslogan “¡Únicamente los enemigos del pueblo pueden ser
los enemigos del terror!”
Después del cisma con lxs besmotivny, la vieja guardia había
seguido con sus estructuras federativas y sus actividades a nivel editorial,
sin cesar en lo propagandístico y práctico. Estos grupos, que en algunos
casos tomaron el nombre Anarjiya (posiblemente para remarcar que
no se someten a las nuevas modas del movimiento) existieron en Vilno,
Grodno, Varsovia, Lodz. Sí lograron poco o mucho es otra cosa...
El cisma empezó probablemente con la llegada a Bialystok en
mayo de 1905 del compañero Yuda Grossman. Todo un fanático y un
buen orador, Yuda no tenía problemas para convencer a lxs jovenes
anarquistas locales de que la expropiación individual y el terror antiburgués
no sólo eran lo mejor que había sino que también eran
COMPLETAMENTE NECESARIOS E INDISPENSABLES. Aunque
casi no se mencionan en el relato, las expropiaciones anarquistas en
Bialystok, que entonces ocurrían casi a diario y que para los burgueses
(incluidos los dueños de almacenes y tiendas, los médicos, etc) ya era
algo cotidiano ser asaltados, robados o extorsionados.
Con el tiempo se fue abandonando también las reivindicaciones
de las acciones, optando porque se tienen que entender por si mismas.
El cisma se reforzó después de que Geizman, queriendo salvar el
kropotkianismo ortodoxo, montó una reunión en Vilno donde 9
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