Anarquistas de Bialystok - Nodo 50

Tras la huelga, el movimiento revolucionario en la ciudad
se reforzó y los burgueses temiendo lo peor pidieron refuerzos a los
cosacos. La represión empezó: los cosacos pegaron a los transeúntes,
registraron las casas rompiéndolo todo por dentro. Al principio, todos
se escondieron por los rincones, pero la ofensiva vino rápidamente.
Los cocheros, a los cuales les llegaba sistemáticamente la propaganda
anarquista, se organizaron en un destacamento armado. Lo mismo
hizo La Lucha. Después de los primeros ataques -aunque sólo se
mataron a 2 enemigos- los cosacos no aparecieron más por las
calles. Este asunto de los cosacos mostró otra vez la gran influencia
de los métodos anarquistas y su creciente popularidad. En una
conspiración total, algunos esery y bundistas, independientemente
y sin permiso de sus partidos, asaltaron en la sinagoga y delante de
mil personas al ricachón Weinreich, un poderoso muy influyente
que retuvo a los cosacos en la ciudad. Un revólver de mala calidad
tosió 3 veces sin poder disparar, pero de todas maneras el susto fue
tan grande que los cosacos fueron retirados.
La obra anarquista se difundió y fortaleció. Seguir
conformándose solamente con la literatura hectógrafiada no fue
posible. El grupo anarquista, junto con los esery, organizó un
asalto armado a una imprenta legal y expropió unos 20 pudos 11 de
tipografía.
Así acabó este primer periodo espinoso de actividad
anarquista que estuvo lleno de obstáculos en Bialystok, de 1903
a 1905. Se tenía que luchar no solamente contra las dificultades
económicas y la falta de armas, no solamente contra los asaltos
policiales y los enemigos ideológicos, sino también contra las
calumnias de los señores socialistas.
En tales condiciones las 10-12 personas que constituyeron el
grupo en su primera época lograron con su voluntad férrea formar
11 1 pudo = 16,38 kg
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