Anarquistas de Bialystok - Nodo 50

vengaron de los verdugos por la humillación de la integridad humana,
por insultar a la dignidad de las personas. El orden establecido en
el cárcel de Grodno provocó estos actos. El terrible régimen que allí
gobierna desde hace ya mucho tiempo, las represiones crueles a las
cuales están sometidos los políticos, el inolvidable traslado de las
mujeres de la nueva sección femenina realizado con una violencia
increíble... Todo esto solo podía provocar el sentimiento del odio, de
la rabia y de la venganza hacía los verdugos, especialmente hacía el
jefe y el supervisor. Todo esto solo podía provocar a los sentimientos
de alguien cuyo espíritu humano estaba vivo, de alguien que aún
tenía dignidad personal. Así, el 11 de enero 1907, nuestro compañero
Niomke Friedman hirió de gravedad al mayor supervisor de la cárcel,
llamado Kajanskiy.
Todos conocían su lista de servicio: sus condecoraciones,
el tratamiento que ejercía a los detenidos... El alcaide no pudo
imaginarse nadie mejor. Y él fue uno de los cuatro siervos-verdugos
carceleros a los que les esperaba la condena de muerte.
Él se burlaba de la gente desde hacía ya mucho tiempo,
les atormentaba con su amor hacía el Zar y a Patria y no tuvo
respeto con los sediciosos. Y por fin recibió su premio merecido. Sus
heridas le mostrarán a él y a sus colegas, que sus actos provocarían
consecuencias, que siempre y en todas partes se les devolverá
su mérito. ¡La gloria y el honor para el compañero que disparó al
verdugo!
En ayuda de Kajanskiy vino de prisa un policía que estaba
al lado del guardia. El guardián celoso de la paz y el orden general,
es también un verdugo dispuesto a exterminar a los sediciosos en
cada momento; el fiel sirviente de la autoridad se puso a correr
detrás del malhechor... Y así le alcanzó la bala de uno de nuestros
compañeros. Ese perro guardián murió como un perro y su muerte
mostrará al resto de su especie lo que les costará su servicio, lo que
les costará la defensa de los saqueadores que oprimen al pueblo, la
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