Anarquistas de Bialystok - Nodo 50

Nisan vio todo esto. El odio hirvió en su pecho y decidió
vengarse contra el principal culpable. Por la mañana del Día de
Sacrificio (Yom Kippur), en la sinagoga dio dos golpes de su kindzhal
en la cabeza y en el pecho de Avraam Kagan entre una muchedumbre
de gente. El capitalista cayó bañado en sangre y Nisan logró huir.
Esto fue un acto del terror anti-burgués. Los trabajadores
entendieron que los anarquistas protestaron así contra la explotación
capitalista. “Los hambrientos, los parados -vosotros, quienes tenéis
vidas llenas de miseria y de sufrimiento- id y atacad a éstos, quienes
beben vuestra sangre, quienes destrozan vuestros nervios, éstos que
gozan de sus vidas, mientras que vosotros quedáis aplastados bajo
el yugo de la labor asfixiante o sois echados a la calle como unos
trastos inútiles. ¡Muerte a los capitalistas! ¡Muerte a las arañas
que viven del proletariado!” Así habló este atentado, a esta lucha
llamó a los hermanos proletarios, con su ejemplo, Nisan.
Pasaron algunas semanas: nuevos caídos, nueva violencia...
Hubo un día festivo y los bundistas organizaron un mitin en el
bosque. La Policía encabezada por su Jefe mismo asaltó el mitin...
Dispararon a una multitud desarmada... Hasta 30 obreros y obreras
fueron heridos y todos tuvieron que huir. Los representantes del
Estado, esos perros fieles de los capitalistas, se mancharon de nuevo
con la sangre obrera. No se pudo estar callado. Los bundistas que
digan lo que quieran y que prometan todos tipo de castigos infernales
al zarismo, pero hay que responder ahora. ¿Pero cómo?
Sobre esto pensó Nisan. Él mismo fabricó una bomba
makedonka y el día 3 de Octubre realizó una prueba en el parque
Zvierinietz en los limites de la ciudad. La explosión ocurrió y su ruido
se pudo escuchar hasta bien lejos. Seguro de su éxito Nisan entró en
la comisaría principal el día 6 de Octubre. Esperaba encontrar allí
toda esa jauría con su Jefe, pero éste no estaba presente. Demorarse
más hubiese sido peligroso. Un movimiento con la mano y la bomba
fue lanzada. Sonó un ruido ensordecedor. Entre el clamor de los
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