Anarquistas de Bialystok - Nodo 50

podía esperar ni más ni menos que la horca. Por suerte una de las
muchachas, de apellido Maisels logró escapar de la cárcel y ayudó a
fugarse también a su querido Boris el 16 de Febrero 1906. La tercera
compañera, Frida Novik fue condenada a katorga.
Boris por algún tiempo participó en el grupo de Riga, luego
emigró de nuevo. Vivió en Londres y Geneve, trabajó como impresor,
pero siguió guardando contactos estrechos con Rusia. En Enero 1907
volvió clandestinamente allí, participó en un grupo de Minsk , donde
montó una imprenta y un laboratorio de bombas. Cabe decir que
quedó herido por culpa de una explosión accidental. En Mayo tuvo
que huir de nuevo, vivió en París y su piso fue un lugar de reuniones
de anarquistas rusos de varias tendencias. Así le describe en esto
periodo Max Nacht en sus memorias:
“Les encontré a ambos (Engelson y Maisels) en París.
Engelson fue el más bondadoso y de buen corazón de toda la
gente que conocí. Siempre dispuesto a ayudar a cada uno que lo
necesitaba y a la vez tolerante hacia otros revolucionarios, hasta
esos que más duramente criticaban a los anarquistas. Pero, en
la teoría tenia las ideas tan increíblemente sanguinarias que
recordaban a los cristianos de la Edad Media, que encontraron
posible combinar el sermón inocuo con la exterminación completa
de los heréticos y los infieles. En realidad Boris sugería que la lucha
por la exterminación de la burguesía tenía que empezar desde los
raíces mismas: tirando las bombas a las escuelas privadas, donde,
como se sabe, van los niños de clases acomodadas.
El joven anarquista y su compañera acabaron en manera
trágica. La chica guapa le dejó tras enamorarse de otro compañero.
Como su felicidad personal se había ido, Engelson decidió a
morir...”
En Septiembre 1907 volvió a Bialystok para preparar la
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