Anarquistas de Bialystok - Nodo 50

Rusia y llevado a la gendarmería central de Kiev. Hasta el 11 de
Octubre fue encarcelado en esta ciudad y luego desterrado con la
sentencia de 3 años bajo la vigilancia especial a Tyumen (Siberia
central). A principios de Agosto de 1908 logró escapar de allí y
emigró. En el exilio aún intentaba enfrentarse a la creciente ola del
anarcosindicalismo, pero sus ideas ya no convencían a nadie y se
aislaba más y más. Quedó muy perturbado por el hecho de quien
asesinó en Septiembre de 1911 al Ministro de Interior ruso, Stolypin.
Fue Dimitriy Bogrov, anarquista de Kiev y al mismo tiempo chivato
a sueldo de la Policía durante años, quien vendió a sus compañeros
para salvarse, fue miembro del mismo grupo de Grossman y amigo
personal muy cercano. Grossman fue el único del grupo de Kiev a
quien Bogrov no traicionó en 1907, quizás por respeto o alguna razón
personal. Aún así, la satisfacción por la muerte del ministro no pudo
borrar el sabor amargo y podrido de los recuerdos de la traición, a
pesar de que el traidor mismo por fin logró asesinar a quien tantos
otros fallaron en el pasado: parecía que Bogrov sólo mató a Stolypin
y murió ejecutado para escapar de su propia consciencia...
Pese a todo, Grossman nunca fue un luchador solitario y no
sorprende por tanto que aceptase las tendencias que habían: se hizo
anarcosindicalista. En 1914 fue publicando el periódico Rabochiy
Mir (El Mundo Obrero) en Zurich, y desde 1915 fue miembro de
grupo editorial de Rabocheye Znamia (La Bandera Obrera) editado
entre Lausanne y Geneve. En 1917 volvió a Rusia y participó en
editoriales, ya legales, anarquistas. Saludó la victoria bolchevique en
Octubre de 1917 y aunque aún participaba activamente en la parte
moderada del movimiento anarquista, empezó a adherirse al nuevo
régimen.
En 1919 estuvo durante algún tiempo metido en tareas de
propaganda al lado de Majno, pero pronto comenzó a denominarse
a si mismo –cuando a algunxs otrxs sólo se les empezaba a tachar
de eso- como anarcobolchevique. En los años siguientes se ocupó
únicamente de la crítica literaria y de ediciones, hasta que en
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