Anarquistas de Bialystok - Nodo 50

y también con un estilo despectivo hacia las mujeres, vistas solo
como unas apasionadas e irracionales apéndices de sus compañeros
masculinos... Resulta realmente patético. Aunque estos son
posiblemente los únicos recuerdos directos sobre lxs compañerxs
particulares.
Aproximadamente entre un cuarto y un tercio de lxs
anarquistas fueron mujeres, como en todas partes de Rusia. Aparte
de las pequeñas nociones en los textos siguientes, la única referencia
a una anarquista particular de Bialystok se encuentra en el libro
autobiográfico de Rudolf Rocker, London years, en la parte que
trata de los años 1907 a 1909:
“Entre los compañeros, que se han refugiado durante
estos años en Londres, hubo una joven interesante que se hacía
llamar Judith Goodman. Ella fue una de las principales figuras del
movimiento en Bialystok. Llevaba una peluca, porque los cosacos
le arrancaron todo el pelo de la cabeza. Judith vino a Londres con
las mismas ideas terroristas que muchos otros que mantuvieron
actividades clandestinas en Rusia. Montó su propio grupo en
Londres, pero venía a nuestras asambleas y hablaba con nosotros.
Tenía voluntad de escuchar y de aprender. Visitó a menudo
nuestra casa y fue muy amistosa con Milly3 . Al principio fue un
poco desconfiada hacia nosotros, como si tuviese miedo de que
desalentásemos su fervor revolucionario. De todos modos pienso
que por fin nos había entendido. Intentábamos hacerle ver que
algunos métodos podían ser inevitables en Rusia, pero imposibles
en otros países. Luego Judith emigró a Estados Unidos con su
marido. Murió allí en 1943. Todos los compañeros allí conocieron
a esta mujer tranquila y modesta, de ojos sabios y amables. Pocos
sabían sobre su pasado turbulento y ella era la primera que no
hablaba sobre los mismos”.
Aunque no conozco otros detalles sobre las compañeras de
Bialystok, lo más probable es que les tocase una suerte similar que
a los muchachos: la cárcel o/y la katorga. La muerte: probable. El
olvido: seguro. El relato, las octavillas y las necrológicas son como
esta gente: están escritas de una manera poco literaria, con muchas
repeticiones, de una manera muy torpe, propias de alguien que
escribe exactamente como habla, pero alguien de corazón ardiente
3 Milly Wittkop, anarquista judía-alemana, compañera de Rocker
10