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Descarga aquí el PDF ÉPALE 27/01/13 - Ciudad CCS

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sita mucho periódico para leer, para escribir.<br />

Hay que motivarlo.<br />

—ciUdad ccs tiene Una sección<br />

para niños.<br />

—Sí la hay, y muy buena, yo la he reconocido.<br />

Lo que pasa es que los que reparten ese periódico<br />

tú les dices “mira, vale”, y <strong>el</strong>los te dicen<br />

“no, vale, eso es allá, si quieres anda allá, <strong>el</strong>los<br />

te dan cestatickets”, no sé qué vaina.<br />

Mira, si yo puedo repartir doscientos, trescientos<br />

<strong>Ciudad</strong> <strong>CCS</strong>, <strong>el</strong>imino los periódicos y<br />

reparto ese.<br />

—pero tienes qUe cobrar<br />

algo, ¿no?<br />

—Claro. Una bonificación como le están<br />

dando a <strong>el</strong>los, a los motorizados les dan<br />

una bonificación. Yo puedo repartir más<br />

de trescientos, porque eso hay que repartirlo,<br />

dárs<strong>el</strong>o al público en la mano, “tome,<br />

señor”, y se lo llevan. Se les da a los niños<br />

también. Hay que purificar al niño, hay que<br />

motivarlo, darle lo que es para que aprenda<br />

a ser gente, al niño no se lo puede maltratar,<br />

hay que enseñarlo, a pasear, a hacer cosas<br />

de deporte, para que se le quite esa motivación<br />

de malandro…<br />

—¿y sU familia?<br />

—Vive en <strong>el</strong> 23 de Enero y la otra en Maracaibo.<br />

—¿cUántos hijos tiene?<br />

—Ocho. Cuatro hembras, cuatro varones.<br />

—¿y sU señora?<br />

—Murió. Hace 25 años.<br />

El señor Carlos me habló de su familia. De su<br />

nueva pareja, que lo decepcionó. De lo complicado<br />

de hablar de las mujeres, de la ley que<br />

las protege, de un caso “insólito” de uno que le<br />

pegó un platanazo a su mujer y estuvo cuatro<br />

días preso. Nos reímos. Coño, un platanazo es<br />

un caso insólito, en serio. Cuatro días preso<br />

sirven para no agredir más a la mujer.<br />

-Y te voy a decir una cosa. Yo estoy asegurado,<br />

y no he podido cobrar la pensión.<br />

No aparece. Tiene 75 años y no cobra la pensión.<br />

“Pon todo eso”, me dice.<br />

Estuvo 15 años en Nueva York entrenando a<br />

un muchacho. No habla inglés “ni jota”. “No<br />

es como cuentan, que Nueva York es una estr<strong>el</strong>la”,<br />

agrega.<br />

—¿por qUé se vino de nUeva<br />

york?<br />

—No, la vida es muy… <strong>el</strong> latino allá no creas<br />

que… <strong>el</strong> latino tiene que lavar platos, <strong>el</strong> latino<br />

es <strong>el</strong> burro de <strong>el</strong>los. No me gustó la ciudad.<br />

—¿prefiere san martín?<br />

—No, prefiero Venezu<strong>el</strong>a (risas). San Martín<br />

no, Venezu<strong>el</strong>a. Yo no puedo vender mi<br />

patria por otra patria, porque yo soy un<br />

hombre estudiado. Soy versado, sé lo que<br />

estoy haciendo. Mi Venezu<strong>el</strong>a es querida,<br />

más ahorita, es más querida por Chávez.<br />

Y yo me la paso sufriendo por la desgracia<br />

que nos está pasando. Chávez es uno de los<br />

hombres más purificados…<br />

¡Verga! Se puso a llorar. ¡Qué arrecho! “Tranquilo,<br />

pana”, le digo. Dejó de ser “señor Carlos”.<br />

Se calmó. Me contó de un motorizado que lo<br />

atrop<strong>el</strong>ló y cómo los cubanos lo curaron. R<strong>el</strong>eyendo<br />

parece propaganda pa’ Chávez pero,<br />

bueno, así pasó. Seguimos hablando de toda<br />

vaina.<br />

—mira, ¿qUé estabas diciendo<br />

tú de los caraqUistas<br />

ahorita?<br />

—(Risas) Mira, los caraquistas, me vas a perdonar,<br />

pero la mala fama que tienen <strong>el</strong>los es<br />

una explicación muy sencilla: los caraquistas<br />

cuando ganan, no dejan dormir a nadie, pero<br />

cuando pierden, ni hablan y andan asusta’os.<br />

Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />

25<br />

—¡coño!, eso es mentira.<br />

—Mira. Los caraquistas: los pantalones, caracas;<br />

los interiores, caracas; las botas, caracas,<br />

y cuando pierden, ni los zapatos ni las botas<br />

aparecen en este país (risas).<br />

—Un mensaje final qUe qUieras<br />

darle a todos los lectores.<br />

—El mensaje que quiero dar yo, mira, es la<br />

vida de Chávez, cuidarlo, que se cuide y que<br />

se mantenga.<br />

Otra vez, se le quiebra la voz. Otra vez diciéndole:<br />

“Pana, pa’lante, fuerza”.<br />

Antes de terminar, Carlos vu<strong>el</strong>ve con una denuncia:<br />

-¿Cómo es posible que, en este país, unas<br />

gorras de la Misión Vu<strong>el</strong>van Caras las botaron<br />

en la basura? Si quieres le preguntas a la<br />

comunidad. ¿Por qué no se las regalaron al<br />

pueblo? Eso da lástima. Y yo les digo: pongan<br />

cuidado en lo que hacen. Eso es malo.<br />

Hace ya tres meses que hicieron eso.<br />

—¿dónde las botaron?<br />

—En los container en El Guarataro. Eso es una<br />

barbaridad.<br />

Al terminar de tomarle las fotos a Carlos, voy<br />

con <strong>el</strong> fotógrafo a la Comuna Socialista Antonio<br />

José de Sucre, les cuento, corroboran la<br />

denuncia, nos permiten entrar, y allí estaban<br />

las gorras. Ahí está la foto.<br />

Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong>

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