Descarga aquí el PDF ÉPALE 27/01/13 - Ciudad CCS
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consejo editorial<br />
Jorge Rodríguez Gómez<br />
Freddy Ñáñez<br />
F<strong>el</strong>ipe Saldivia<br />
directora<br />
Mercedes Chacín<br />
editor jefe<br />
Carlos Cova<br />
coordinadora editorial<br />
Odry Farnetano<br />
director de arte<br />
Gustavo Borges Revilla<br />
asesor editorial<br />
Reinaldo González<br />
redactoras<br />
Rocío Cazal<br />
Mabe Chacín<br />
Kay Yam Hung<br />
adjunta diseño<br />
Edarlys Rodríguez<br />
diseñadora<br />
Zonia García<br />
ilustradores<br />
Alfredo Rajoy<br />
Edixon Rodríguez<br />
fotógrafo<br />
Ambrosio Plaza<br />
corrector<br />
Rodolfo Castillo<br />
colaBoran<br />
en esta edición<br />
Clodovaldo Hernández, Malú Rengifo,<br />
Áng<strong>el</strong> Méndez, María Gabri<strong>el</strong>a Blanco,<br />
Nathaly Bonilla, L. “Razor” Balza, Edwin<br />
Montilva, Ender Curv<strong>el</strong>o, José Roberto<br />
Duque y Nataly Sanoja.<br />
Archivo <strong>Ciudad</strong> <strong>CCS</strong>.<br />
Foto portada: Ambrosio Plaza.<br />
iMpresión<br />
Impresos Publigráfica66, C.A.<br />
epale.ciudadccs@gmail.com/@epaleccs<br />
Comercialización y Ventas:<br />
0212-8080323/0426-5112114<br />
Distribución: 0212-5416165<br />
Una publicación de la<br />
Alcaldía de Caracas.<br />
contenido<br />
02<br />
— artes<br />
Misc<strong>el</strong>áneas<br />
06<br />
— recetario<br />
d<strong>el</strong> p<strong>el</strong>aBola<br />
08<br />
— vacílate<br />
tu tráMite<br />
14<br />
— Música<br />
Drafter, <strong>el</strong> desertor d<strong>el</strong> imperio<br />
19<br />
— ciudad<br />
El Coney Island a lo venezolano<br />
23<br />
— entrevista<br />
Un periodiquero asombrable<br />
31<br />
— crucicoMpacto<br />
CirCula Con <strong>el</strong> Diario <strong>Ciudad</strong> <strong>CCS</strong><br />
ReviSta GRatuita<br />
04<br />
— perfil<br />
Nicolás Maduro, <strong>el</strong> exobrero<br />
07<br />
— la Bitácora<br />
de aMón-ra<br />
09<br />
— Miradas<br />
La casa pa’ “Maíta” de “Pantoño”<br />
18<br />
— soBeranías sexuales<br />
¿Quién es <strong>el</strong> macho de las dos?<br />
22<br />
— Mitos<br />
El escape d<strong>el</strong> cóndor<br />
26<br />
— nov<strong>el</strong>a<br />
Jaurena, tiempos d<strong>el</strong> incendio<br />
32<br />
— ¡qué B<strong>el</strong>lo<br />
es todo!
02<br />
artes<br />
disfrute d<strong>el</strong> CiNe<br />
veNezolaNo<br />
Debido a la c<strong>el</strong>ebración d<strong>el</strong> Día Nacional d<strong>el</strong><br />
Cine, este mes de enero se estará exhibiendo<br />
en las salas de la Fundación Cinemateca<br />
Nacional (Museo de B<strong>el</strong>las Artes y en <strong>el</strong> CE-<br />
LARG) cine venezolano. Este domingo <strong>27</strong><br />
en la sala d<strong>el</strong> MBA se presentará Er r<strong>el</strong>ajo<br />
der loro (2<strong>01</strong>2), dirigida por John Petrizz<strong>el</strong>li,<br />
una comedia cuya historia r<strong>el</strong>ata la vida<br />
de un loro y sus aventuras. También podrá<br />
consultar la programación en www.cinemateca.gob.ve.<br />
Recuerde que los sábados y<br />
domingos la entrada es libre para los más<br />
pequeños de la casa.<br />
CaraCas eN plastiliNa<br />
Una interpretación particular de nuestra<br />
cosmopolita ciudad a través de los ojos de<br />
nuestros niños podrá ser apreciada en obras<br />
moldeables, en la exposición titulada “Caracas<br />
en plastilina. Arquitectura para niños”<br />
que inaugurará <strong>el</strong> Museo de la Estampa y <strong>el</strong><br />
Diseño Carlos Cruz Diez, de manera conjunta<br />
con Plastilinarte, Asociación Civil. La<br />
muestra estará conformada por 25 trabajos<br />
(bidimensionales en MDF de 25 X 25 cm).<br />
Adicionalmente, la exposición contemplará<br />
actividades paral<strong>el</strong>as como talleres gratuitos<br />
para niños en edades comprendidas entre<br />
los 2 y los 12 años.<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. ÉPaLe CCs Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
Naturaleza, expresióN<br />
CoNtiNgeNte d<strong>el</strong> Color<br />
El artista plástico Armando Zullo presenta<br />
su exposición “Naturaleza, expresión<br />
contingente d<strong>el</strong> color”, en <strong>el</strong> Instituto de<br />
las Artes de la Imagen y <strong>el</strong> Espacio. A través<br />
de 31 obras <strong>el</strong> público podrá apreciar la<br />
obra de este polifacético artista plástico. Ha<br />
desarrollado su obra en la búsqueda de una<br />
ampliación artística, camino que podrá ser<br />
apreciado en la muestra. Su trabajo cuenta<br />
con dos premios, a la Mejor Escenografía,<br />
en 2009, en las disciplinas de teatro y danza,<br />
y una mención especial en <strong>el</strong> IV Salón Premio<br />
Armando Reverón.
disfrute de las Nueve<br />
siNfoNías de BeethoveN<br />
La Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas<br />
y la Asociación Cultural Humboldt<br />
presentarán <strong>el</strong> Festival Beethoven Urtext<br />
(término que significa “original”), donde<br />
se podrá disfrutar de sus sinfonías, tal<br />
como originalmente las compuso <strong>el</strong> insigne<br />
músico. Los conciertos de las nueve<br />
obras maestras de este compositor alemán<br />
comenzarán a presentarse desde hoy <strong>27</strong> de<br />
enero hasta <strong>el</strong> próximo 17 de marzo en la<br />
Asociación Cultural Humboldt, bajo la batuta<br />
d<strong>el</strong> director de la Orquesta Sinfónica<br />
Municipal de Caracas, Rodolfo Saglimbeni.<br />
preMio: Nov<strong>el</strong>a<br />
de las aMériCas<br />
La Universidad Nacional Pedro Henríquez<br />
Ureña y la Casa de Teatro de República<br />
Dominicana apadrinan la convocatoria<br />
al Premio Internacional de Nov<strong>el</strong>a de las<br />
Américas 2<strong>01</strong>3, consolidando <strong>el</strong> compromiso<br />
de estas instituciones con <strong>el</strong> desarrollo<br />
de la cultura dominicana y de Iberoamérica.<br />
En <strong>el</strong>la podrán participar<br />
autores hispanoamericanos radicados en<br />
cualquier parte d<strong>el</strong> mundo, que presenten<br />
obras inéditas con seudónimo y lema. La<br />
fecha de cierre de la convocatoria es <strong>el</strong> 30<br />
de marzo de 2<strong>01</strong>3.<br />
Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
03<br />
arraNCó prograMaCióN<br />
iNfaNtil eN la estaNCia<br />
La organización inició su programación<br />
infantil d<strong>el</strong> año 2<strong>01</strong>3 con divertidos montajes<br />
teatrales en los espacios d<strong>el</strong> bulevar<br />
de Sabana Grande, Plaza Venezu<strong>el</strong>a y la<br />
sede de PDVSA La Estancia en Altamira.<br />
Con estas actividades gratuitas, <strong>el</strong> brazo<br />
social y cultural de la industria petrolera<br />
inicia sus actividades infantiles de este<br />
año, para brindar cultura y sano esparcimiento<br />
a todo <strong>el</strong> colectivo. Disfrute de las<br />
divertidas ocurrencias de Quatro Quijotes<br />
y ría hasta más no poder con la agrupación<br />
Cuenta Peregrino.<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. ÉPaLe CCs
04<br />
PERFIL
Nicolás Maduro:<br />
EL ExobRERo quE IRRItA<br />
A LoS PEquEñobuRguESES PuLIdoS<br />
El vicEprEsidEntE EjEcutivo dE la rEpública, ExcancillEr y<br />
Ex prEsidEntE dE la asamblEa nacional viEnE dE las filas<br />
obrEras, y Eso Es más dE lo quE los opositorEs ilustrados<br />
puEdEn soportar. dE él sE dicE quE nunca piErdE El buEn<br />
humor, una ExcElEntE cualidad En los tiEmpos quE corrEn<br />
POR CLodovALdo HERnándEz<br />
ILUSTRACIóN ALFREdo RAJoY<br />
Comencemos por lo que más irrita a los opositores<br />
ilustrados: Nicolás Maduro fue chofer<br />
de autobús. “¡Ay, no, qué pena con la comunidad<br />
internacional!”, exclaman los embajadores<br />
sin embajada cuando cuchichean en<br />
los coct<strong>el</strong>es diplomáticos y los vernissages.<br />
El vicepresidente ejecutivo de la República,<br />
excanciller, ex presidente de la Asamblea Nacional<br />
y exconstituyente era, técnicamente,<br />
un obrero antes de que lo absorbiera <strong>el</strong> ojo<br />
d<strong>el</strong> huracán d<strong>el</strong> 4 de febrero de 1992. Eso<br />
es más de lo que puede resistir un buen pequeñoburgués<br />
medianamente pulido por la<br />
academia.<br />
Entre esos cargos, <strong>el</strong> que más ha amargado a<br />
los adversarios de la Revolución ha sido <strong>el</strong> de<br />
ministro de R<strong>el</strong>aciones Exteriores, pues la diplomacia<br />
había sido tradicionalmente uno de<br />
los reductos de la godarria en los gobiernos de<br />
la IV República. Y lo más lacerante para los<br />
nostálgicos de aqu<strong>el</strong> statu quo de paltó levita<br />
y sombrero de copa, es que Maduro haya<br />
ejercido esas funciones por seis años y, para<br />
colmo, que se haya ganado <strong>el</strong> respeto de importantes<br />
actores d<strong>el</strong> escenario mundial, cosa<br />
que no lograron -ni por asomo- algunos de<br />
los exc<strong>el</strong>entísimos plenipotenciarios que lo<br />
precedieron en <strong>el</strong> cargo.<br />
Más allá de las caricaturizaciones que hacen<br />
de él, este caraqueño de 50 años no tuvo tan<br />
prodigioso ascenso por casualidad. No fue<br />
que <strong>el</strong> teniente coron<strong>el</strong> Chávez subió un día<br />
al metrobús conducido por <strong>el</strong> joven Maduro<br />
y le dijo: “¡Epa, tú, grandote!, cuando sea Presidente<br />
te nombraré ministro”. No, su vinculación<br />
a las luchas populares viene desde los<br />
años 70, cuando fue dirigente estudiantil d<strong>el</strong><br />
liceo José Ávalos, como militante de la aguerrida<br />
y perseguida Liga Socialista.<br />
Como tantos jóvenes de las zonas pobres debió<br />
incorporarse tempranamente al trabajo,<br />
y fue así como recaló en <strong>el</strong> Metro de Caracas.<br />
Las inquietudes sociales no cesaron y en esa<br />
empresa estatal fue d<strong>el</strong>egado laboral y directivo<br />
d<strong>el</strong> sindicato, uno de los que en los años<br />
80 despuntó como alternativa al adocenado<br />
movimiento obrero controlado por las mafias<br />
de la Confederación de Trabajadores de<br />
Venezu<strong>el</strong>a.<br />
En 1992 Maduro tomó una decisión crucial<br />
en su vida y pasó a formar parte d<strong>el</strong> s<strong>el</strong>ecto<br />
grupo de los civiles que se resteó con los insurrectos<br />
a la hora de la chiquita, cuando todavía<br />
estaban tras las rejas. Así, <strong>el</strong> joven que apenas<br />
se acercaba a los 30 años integró <strong>el</strong> círculo<br />
Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
05<br />
de confianza d<strong>el</strong> comandante Chávez en los<br />
tiempos de Yare. Por eso, su nombre aparece<br />
entre los dirigentes d<strong>el</strong> mítico Movimiento<br />
Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) y,<br />
años más tarde, entre los fundadores d<strong>el</strong> Movimiento<br />
Quinta República (MVR). Y por eso<br />
mismo -aseguran los “chavólogos”- tiene<br />
hoy sobre sus hombros la mayor responsabilidad<br />
política que Chávez haya d<strong>el</strong>egado alguna<br />
vez en 21 años de vertiginosa carrera política.<br />
Por su estatura y corpulencia tiene la estampa<br />
de un primera base bateador de jonrones,<br />
aunque -ayudado por <strong>el</strong> bigote- también es<br />
fácil imaginarlo como ejecutante d<strong>el</strong> guitarrón<br />
en un mariachi. Lenguas malvadas d<strong>el</strong><br />
Parlamento le endilgaron hace años <strong>el</strong> mote<br />
de “profesor Jirafales” y -por extensión- a<br />
su esposa, Cilia Flores, le cayó <strong>el</strong> de “doña<br />
Florinda”. No se sabe cómo se lo habrá tomado,<br />
pero seguramente lo hizo a risa pues,<br />
según <strong>el</strong> ministro de Comunicación e Información,<br />
Ernesto Villegas, “Nicolás nunca<br />
pierde <strong>el</strong> buen humor”.<br />
Ya sea que usted maneje un autobús o que<br />
conduzca <strong>el</strong> Consejo de Ministros, esa es<br />
una gran cualidad en los tiempos que corren,<br />
¿quién puede dudarlo?<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong>
06<br />
RECETARIO DEL PELABOLA<br />
EL POSTRE DE QUINCE BOLOS<br />
POR MALú REngIfO<br />
maluRengifO@gmail.cOm<br />
Todos, o casi todos, hemos p<strong>el</strong>ado bola alguna vez en la vida, entendiendo<br />
la p<strong>el</strong>azón de bola como ese momento en <strong>el</strong> que contamos<br />
la plata que nos queda hasta la quincena, y lo que conseguimos<br />
son cincuenta bolos y un multiabono. Si hay más que eso, eres<br />
millonario y seguro te lo gastarás en chucherías.<br />
Como medida de austeridad, <strong>el</strong> p<strong>el</strong>abola, que es un superviviente<br />
de la s<strong>el</strong>va de concreto, recorta <strong>el</strong> gasto principal: la comida. Pero<br />
si algo está claro es que aqu<strong>el</strong> que p<strong>el</strong>a bolas debe hacerlo con estilo<br />
y cuidando su salud, porque p<strong>el</strong>abola y sano todavía se vive<br />
bien, pero enfermo… eso es otra cosa. Así que un día, en medio de<br />
una contundente p<strong>el</strong>azón, tomé consciencia de la importancia de<br />
alimentarme como Chuito manda e inicié este recetario, con datos<br />
sobre comidas sencillas, baratísimas y sabrosas para todo aqu<strong>el</strong><br />
que necesite ahorrarse unos cobritos.<br />
La receta de hoy: arroz con Leche<br />
Una vez que aprendas a hacer este postre entenderás que <strong>el</strong> arroz<br />
a precio regulado es una de las mayores bendiciones de esta tierra<br />
que habitamos. Tendrás una palangana enorme de un engrudo d<strong>el</strong>icioso<br />
que no te habrá costado más de quince bolívares en ingredientes,<br />
y eso es una maravilla.<br />
Un postre tradicional, de esos que no dan sentimiento de culpa<br />
porque no tienen colorantes ni preservantes ni glutamato monosádico<br />
ni nada cancerígeno. Es tan, pero tan sabroso, y barato que si<br />
te propusieras venderlo en tu trabajo, o en tu casa, seguramente te<br />
lo arrancarían de las manos, así que te dejo <strong>el</strong> dato, la cosa es así:<br />
necesitas<br />
• 250 gramos de arroz d<strong>el</strong> normalito, <strong>el</strong> regulado(si utilizas un<br />
arroz sifrino, como <strong>el</strong> parbolizadote, va a quedar duro y feo)<br />
• Un litro de leche<br />
• Una tacita de azúcar<br />
• Un puñadito de clavos de especie<br />
• Can<strong>el</strong>a en rama y/o en polvo<br />
• Un toquecito de sal<br />
• Un pedacitín de concha de limón (si le echas mucho te puede<br />
quedar amargo y tendrás que comért<strong>el</strong>o igual porque estás p<strong>el</strong>ando<br />
bola)<br />
• Una paleta de madera para revolverlo.<br />
¿y cómo se hace?<br />
Fácil: primero se hierve <strong>el</strong> arroz en agua, sin echarle nada, hasta<br />
que esté blando. Cuando se haya evaporado casi toda <strong>el</strong> agua agre-<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong> Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
garás la leche, un par de ramitas de can<strong>el</strong>a, los clavitos, <strong>el</strong> pedacitín<br />
de concha de limón y lo dejas hervir hasta que espese. Entonces<br />
será cuando le agregues <strong>el</strong> azúcar, lo revu<strong>el</strong>ves, luego lo apagas y<br />
listo <strong>el</strong> pollo, digo, <strong>el</strong> arroz.<br />
Ventajas: es muy barato y a tu gente le encantará cuando lo prueben.<br />
Desventajas: si haces mucho, al cabo de unos días te cansarás de<br />
comerlo, y comenzarás a sentir que se está multiplicando, así que<br />
prepara poco, o lo odiarás para siempre.<br />
Variaciones: si tienes real, agrégale una lata de leche condensada<br />
para sustituir una parte de la leche. Si, en cambio, estás p<strong>el</strong>ando<br />
mucha bola, haz arroz solo con mantequilla, que no es sabroso,<br />
pero al menos llena.<br />
Manos a la obra, y ¡que te quede bien sabroso!
LA BITáCORA DE AMóN-RA
08<br />
VACÍLAtE tu tRámitE<br />
Cuando internet<br />
no deja que jures<br />
una deCLaraCiÓn<br />
POR ROCÍO CAZAL<br />
ILUSTRACIóN L. "RAZOR" BALZA<br />
SI SE ANIMA ECHE SU CUENTO A<br />
epale.ciudadccs@gmail.com<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong> Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
Cuando renuncié aqu<strong>el</strong>la vez a esa institución pública me tocó esperar<br />
entre 15 días y un mes para recibir la liquidación.<br />
El día más esperado llegó. Sí, <strong>el</strong> cheque estaba listo, pero cuando<br />
lo fui a buscar me pidieron en Recursos Humanos la Declaración<br />
Jurada de Patrimonio. Todo me sonó a un trámite engorroso con<br />
pap<strong>el</strong>eos y demás, que d<strong>el</strong> tiro fruncí <strong>el</strong> ceño. Sí, debo confesarlo:<br />
no me gustan las colas y <strong>el</strong> pap<strong>el</strong>eo.<br />
“No, chica, no te angusties, eso es muy fácil. Mira, te vas a meter<br />
en la página web de la Contraloría General de la República y ahí<br />
verás <strong>el</strong> link, te dará todos los pasos, los sigues, respondes bien,<br />
imprimes la planilla, lo traes y listo, te damos <strong>el</strong> cheque”, me dijo<br />
en ese entonces la gerente d<strong>el</strong> RRHH de donde trabajé. Si la cosa<br />
realmente era así de simple, pues mejor imposible.<br />
Me metí en internet. Debía registrarme, poner una clave y luego<br />
abrir para seguir los demás procedimientos. Me comió.<br />
Un aviso en la página me dice que debo meterme en otro navegador.<br />
Yo lo había hecho desde uno más rápido pero, bueno, busqué<br />
descargar <strong>el</strong> que me pedía. En sí, lo tenía, pero debía actualizarlo.<br />
Traté de hacerlo. No pude. Otra vez me comió la tecnología.<br />
Voy a casa de la vecina, le pido ayuda, nos metimos pero también<br />
tenía <strong>el</strong> navegador “desfasado”. Así, me pasé de computadora en<br />
computadora de panas, familiares y vecinos. Al parecer ese navegador<br />
no resulta ser <strong>el</strong> más popular. No era tan fácil <strong>el</strong> trámite al fin<br />
y al cabo, como me dijeron.<br />
El desespero ya se apoderaba de mí, pues llevaba días perdidos p<strong>el</strong>eando<br />
con internet por algo que supuestamente era muy sencillo.<br />
¿Qué hacía? Nadie podía ayudarme y tenía un cheque represado<br />
por no contar con ese documento. Una amiga entonces me dio la<br />
solución: “Chama, ve a la Contraloría. Eso queda en la avenida Andrés<br />
B<strong>el</strong>lo, ahí dices que harás la declaración jurada y te guiarán.<br />
Es superrápido”.<br />
Así fue. Estacioné <strong>el</strong> carro en <strong>el</strong> mercado Guaicaipuro, crucé y al<br />
frente estaba <strong>el</strong> ente en cuestión. Di mi cédula de identidad, me<br />
dieron un pase y subí en <strong>el</strong> ascensor. Llegué al sitio. Había varias<br />
computadoras, tres personas llenando planillas virtuales y un chico<br />
que te guiaba en los pasos. En cinco minutos estaba lista. Le di<br />
a imprimir y fuera rollo. Esa mañana ya tenía mi cheque de liquidación<br />
en mano.<br />
La Declaración Jurada de Patrimonio es una obligación que debe<br />
cumplir todo funcionario o empleado público, así como miembros<br />
de una organización sindical, gremial o consejo comunal, ya que<br />
está previsto en la Ley Contra la Corrupción y la Ley Orgánica de<br />
la Contraloría General de la República y d<strong>el</strong> Sistema Nacional de<br />
Control Fiscal. En dicho formato <strong>el</strong>ectrónico <strong>el</strong> funcionario debe<br />
presentar su situación patrimonial: bienes muebles e inmuebles,<br />
vehículos, cuentas por cobrar, inversiones y demás. La idea es conocer<br />
de dónde provienen y, así, luchar contra la corrupción.
mirAdAS<br />
Rafa<strong>el</strong><br />
“Pantoño” oRonó:<br />
“LA gEntE SoLo SE ACuErdA dE CuAndo EL Chino mE<br />
noquEó En SAn CriStóbAL”<br />
El ExcampEón dEl pEso supErmosca saltó al<br />
EstrEllato pugilístico luEgo dE vEndEr consErvas<br />
En su puEblo natal, y todo para comprarlE “una<br />
casa a maíta”<br />
POR ÁngEL mÉndEz<br />
FOTOGRAFÍAS EdWin montiLVA/ EndEr CurVELo<br />
Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
09<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong>
10<br />
Oronó apuesta a la preservación d<strong>el</strong> boxeo aficionado, por lo que impulsa a jóvenes talentos a seguir por este camino<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong> Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.
No fue su mejor p<strong>el</strong>ea, por <strong>el</strong> contrario, considera<br />
que fue la peor, “pero la gente siempre<br />
la recuerda. Le dan base por bola a las demás,<br />
a las muchas veces que me fajé duro para ser<br />
campeón y todo eso, pero qué va. Cuando entro<br />
a un lugar, a tomarme un café o comerme<br />
una arepa en la avenida Baralt, alguien me<br />
reconoce, me saluda y me grita: ‘Epa, Oronó,<br />
cómo está la vaina… coño, me acuerdo<br />
cuando <strong>el</strong> chino te noqueó en San Cristóbal,<br />
que te dieron duro por los costados… tú eras<br />
flojito abajo, verdad’. No jooodaaa… la gente<br />
se acuerda es de esa, solo de esa p<strong>el</strong>ea. ¡Hasta<br />
cuándo!”.<br />
Se ríe rememorando <strong>el</strong> episodio. Ha pasado<br />
largo tiempo desde ese momento. Forma<br />
parte de los eslabones que conforman una<br />
fructífera carrera como boxeador. De vendedor<br />
de conservas a campeón mundial d<strong>el</strong><br />
peso Supermosca. De soportar <strong>el</strong> duro sol d<strong>el</strong><br />
oriente de nuestro país a los grandes reflectores<br />
que iluminan las efímeras glorias de los<br />
ensogados d<strong>el</strong> mundo. El rugido de los carros<br />
en la carretera, las reyertas con los amigos<br />
para que no te quiten los clientes y ese ruido<br />
ensordecedor que pide sangre y más sangre<br />
en los cuadriláteros de boxeo. Es la p<strong>el</strong>ícula<br />
que día tras día repasa en su memoria Rafa<strong>el</strong><br />
Jesús Oronó, mejor conocido como “Pantoño”,<br />
pueblito que le vio nacer un día de agosto<br />
de 1958.<br />
—¿Y PoR qué no te PaRaste, tú<br />
eRas de los bRavos?<br />
—No… yo me recuperé, pero después... Mira,<br />
periodista. La verdad es que ese chino, cómo<br />
es que se llama… <strong>el</strong> surcoreano Chul Ho Kim,<br />
ajá… me dio duro, por <strong>aquí</strong>, por <strong>el</strong> hígado.<br />
Las piernas se me doblaron y me caí. Tenía<br />
una paralizada, no la podía mover; <strong>el</strong> dolor<br />
era arrecho y yo estaba cansado. El referí de<br />
la p<strong>el</strong>ea (Sacary Clayton, <strong>el</strong> mejor árbitro de<br />
la época) estaba contando y cuando iba por<br />
ocho, vi para la esquina y allí estaba “Cochocho”<br />
Rengifo, mi entrenador, gritando que me<br />
parara y Rafito (Cedeño) con la misma broma,<br />
pero también estaba <strong>el</strong> chino ese, engolosinado,<br />
parado detrás de mí, esperando para<br />
rematarme. “No joda, yo de <strong>aquí</strong> no me paro,<br />
porque ese carajo lo que quiere es matarme,<br />
mejor me quedo, dije… Esa es la p<strong>el</strong>ea que<br />
todo <strong>el</strong> mundo recuerda. ¿Qué bolas, no?”.<br />
Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
11<br />
Ese es “Maíta”, “Pantoño” Oronó, hoy convertido<br />
en curtido profesor de boxeo. Imparte<br />
sus clases en <strong>el</strong> gimnasio d<strong>el</strong> estadio Brígido<br />
Iriarte, en El Paraíso. Allí le acompañan en<br />
su labor otros veteranos d<strong>el</strong> deporte de los<br />
coliflores, p<strong>el</strong>eadores no menos famosos,<br />
como <strong>el</strong> doble campeón mundial Jesús “Kiki”<br />
Rojas, <strong>el</strong> legendario gladiador amateur Reyes<br />
Arraiz, la muralla maracucha José Antonio<br />
Polanco y <strong>el</strong> recordado fajador Oscar Arnal,<br />
todos pertenecientes a ese gran momento<br />
que tuvo <strong>el</strong> boxeo en nuestro país entre los<br />
años 60 y 70.<br />
—¿a qué cRees tú que se debe<br />
<strong>el</strong> auge d<strong>el</strong> boxeo PoR esos<br />
tiemPos?<br />
—No sé. Yo creo que había más dedicación,<br />
más… más…<br />
—¿mística?<br />
—Esa es la palabra. Más mística. Uno luchaba<br />
por ponerse la camisa distrital. Eso era<br />
un orgullo, pero ahora cualquiera se la pone<br />
y lo que da es lástima. A mí me gustaba mi<br />
profesión, siempre que me lo preguntan digo<br />
que si naciera de nuevo volvería a ser boxeador,<br />
porque yo conocí al mundo a punta de<br />
golpes. Salí de un pueblito llamado Pantoño<br />
y llegué hasta Japón. De vender conservitas<br />
de coco y chaco (batata) para ponerme la faja<br />
d<strong>el</strong> peso Supermosca. Esa vaina no la hace<br />
todo <strong>el</strong> mundo.<br />
De Pantoño, población enclavada en <strong>el</strong> municipio<br />
Rivero d<strong>el</strong> estado Sucre, entre Casanay<br />
y Cariaco, nuestro personaje da un brinco<br />
a España, luego a Tailandia, Panamá, Santo<br />
Domingo. “A mí me incluyeron en <strong>el</strong> Salón de<br />
la Fama primero que a Galarraga, jajajá. Yo le<br />
echo vaina por eso”.<br />
En total, fueron 41 p<strong>el</strong>eas las realizadas por<br />
Jesús Rafa<strong>el</strong> Oronó en <strong>el</strong> deporte de las cejas<br />
partidas, donde se impuso en 32 ocasiones.<br />
Perdió 7 y empató dos.<br />
Rafa<strong>el</strong> “Pantoño” Oronó realiza su primera<br />
incursión internacional en 1977, en <strong>el</strong> torneo<br />
Giraldo Córdova Cardín, en la República de<br />
Cuba, donde demostró su garra de boxeador<br />
ante duros contrincantes. Obtuvo medalla de<br />
bronce, que lucía con orgullo.<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong>
12<br />
El Supermosca se hizo de la faja mundial en <strong>el</strong> año 1980<br />
“una casa Pa’ maíta”<br />
Todo <strong>el</strong> mundo lo sabe y él se encarga de<br />
reiterarlo. Cada golpe dado y recibido tenía<br />
nombre propio: Lucrecia, la “Maíta” de su<br />
vida, su abu<strong>el</strong>a-madre, quien junto con su tía<br />
Elisa lo vio crecer. Saltó al profesional pensando<br />
en <strong>el</strong>las. Tenía que reunir los cobritos<br />
para comprarle una casa a Maíta. Y lo logró.<br />
Dejó la s<strong>el</strong>ección para los Juegos Olímpicos<br />
e inició, en 1979, una carrera exitosa, disfrutada<br />
por muchos gracias a sus contundentes<br />
golpes. Luego de 11 p<strong>el</strong>eas le quitó la faja a<br />
Seung Hoo Lee.<br />
“Esa vez p<strong>el</strong>eé con la mano fracturada, me<br />
rompí la mano. Pero había mucho billete<br />
de por medio y solo pensaba en la casa para<br />
Maíta. Le quité la faja al chino y lo primero<br />
que hice fue irme al público para comprarle<br />
la casa a mi vieja”.<br />
En Oronó no cabe un sentimiento de malicia.<br />
No lo tuvo cuando <strong>el</strong> río de oro pasó por sus<br />
manos. Los amigos sí que se encargaron de<br />
disfrutarlo y de vivirlo, particularmente Rafito<br />
Cedeño, un legendario empresario maracucho<br />
que supo sacarle <strong>el</strong> jugo a muchas<br />
naranjas en <strong>el</strong> deporte de los toma y dame. La<br />
gran mayoría de los boxeadores de la época<br />
apenas sabían leer o escribir, y Rafito se aprovechaba<br />
de eso. Oronó cuenta una de las “travesuras”<br />
de Rafito en tono jocoso<br />
“Una vez iba a p<strong>el</strong>ear con un panameño y<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong> Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
En oronó no CAbE<br />
un SEntimiEnto dE<br />
mALiCiA. no Lo tuVo<br />
CuAndo EL río dE<br />
oro PASó Por SuS<br />
mAnoS. LoS AmigoS Sí<br />
quE SE EnCArgAron<br />
dE diSfrutArLo<br />
y dE ViVirLo,<br />
PArtiCuLArmEntE<br />
rAfito CEdEño<br />
—<br />
Rafito me invitó a un restaurante en Las<br />
Mercedes. Allí tomé algunas copas y cuando<br />
estábamos en eso de lo que yo iba a<br />
ganar se apareció, como si nada, su amigo<br />
Madrigal y otro abogado. Ellos hablaban<br />
de dólares, pero a mí me pagaban en bolívares.<br />
Me “tracaleaban” facilito, porque yo<br />
era un muchacho de campo, d<strong>el</strong> monte, que<br />
no sabía leer ni escribir. Alvarado, <strong>el</strong> abogado,<br />
me dijo, ‘‘Coño, Oronó, con ese poco<br />
de plata te puedes comprar dos carros, esa<br />
es mucha plata’, decía <strong>el</strong> tipo, cayéndome a<br />
coba y todo eso, pero como a mí me gustaban<br />
los carros, porque yo en Pantoño lo que<br />
cargaba era la burra de mi tío, le digo que<br />
sí, que está bien. Después ‘Cochocho’ me<br />
formó un lío y me jaló las orejas. Por eso es<br />
que yo admiro a ‘Cochocho’ Rengifo, quien<br />
siempre me ha aconsejado. Él, aparte de<br />
haber sido mi entrenador, ha sido siempre<br />
un padre para mí y es mi abogado. Él y mi<br />
amigo Jacinto Flores fueron los únicos que<br />
se quedaron a mi lado cuando <strong>el</strong> chino me<br />
quitó la corona en San Cristóbal. Hasta me<br />
quise tirar d<strong>el</strong> edificio donde estaba hospedado,<br />
uno de seis pisos. No había amigos,<br />
y eso du<strong>el</strong>e, porque ahí un gentío se bebió<br />
lo que yo ganaba y hasta carros y r<strong>el</strong>ojes les<br />
regalé, pero cuando perdí me dejaron solo.<br />
Esa vaina du<strong>el</strong>e”.<br />
<strong>el</strong> RécoRd<br />
de un P<strong>el</strong>eadoR<br />
Cuando Rafa<strong>el</strong> Oronó decide saltar al boxeo
profesional, siempre de la mano de “Cochocho”<br />
Rengifo, fue firmado por <strong>el</strong> promotor<br />
Rafito Cedeño. Luego de sus primeras seis<br />
p<strong>el</strong>eas, <strong>el</strong> 15 de septiembre de 1979 se enfrenta<br />
a Edgar Román por <strong>el</strong> título nacional d<strong>el</strong><br />
peso Gallo, venciéndole por puntos de manera<br />
unánime. Por ese entonces, <strong>el</strong> Consejo<br />
Mundial de Boxeo, en su convención anual<br />
c<strong>el</strong>ebrada en Marruecos, anuncia la creación<br />
de la categoría Supermosca, con peso de 115<br />
libras máximo, es decir, 52 kilos 126 gramos.<br />
Eso favoreció a “Pantoño”, quien se enfrenta<br />
al surcoreano Seung Hoo Lee. El encuentro<br />
tuvo lugar <strong>el</strong> 1º de febrero de 1980 en <strong>el</strong> Nuevo<br />
Circo de Caracas. Allí se tituló como <strong>el</strong><br />
primer campeón Supermosca d<strong>el</strong> CMB.<br />
Defendió su título por vez primera <strong>el</strong> 14<br />
de abril, en <strong>el</strong> Nuevo Circo, reteniéndolo<br />
ante <strong>el</strong> argentino Ramón Balbino Soria por<br />
decisión de los jueces. La segunda fue <strong>el</strong><br />
28 de julio en <strong>el</strong> mismo Nuevo Circo, contra<br />
<strong>el</strong> norteamericano Willie Jenson, y los<br />
jueces dieron empate por lo parejo de la<br />
p<strong>el</strong>ea. El 15 de septiembre vendría la gran<br />
p<strong>el</strong>ea entre Oronó y Jóvito Rengifo por <strong>el</strong><br />
título mundial, teniendo como escenario<br />
<strong>el</strong> Domo Bolivariano de Barquisimeto. El<br />
“Pantoño” entrena a niños y jóvenes en <strong>el</strong> gimnasio d<strong>el</strong> estadio Brígido Iriarte en <strong>el</strong> programa “Boxeo Olímpico de Calle”<br />
triunfo fue para <strong>el</strong> campeón, lo que representaba<br />
salir airoso en su tercera defensa,<br />
pero más tarde vendría la que Oronó califica<br />
su peor p<strong>el</strong>ea, en la Plaza Monumental<br />
de San Cristóbal con <strong>el</strong> surcoreano Chul<br />
Ho Kim, campeón de su país y octavo en <strong>el</strong><br />
ranking mundial d<strong>el</strong> CMB, quien le arrebataría<br />
la diadema en <strong>el</strong> noveno round.<br />
Luego de una fugaz depresión, Oronó vu<strong>el</strong>ve<br />
por sus fueros. Apenas tiene 24 años y<br />
remonta, una vez más, la cuesta de la fama.<br />
Realiza 12 p<strong>el</strong>eas que lo catapultan nuevamente<br />
al estr<strong>el</strong>lato y se encuentra listo para<br />
la ansiada revancha con Ho Kim en Seúl,<br />
Corea d<strong>el</strong> Sur. Eso ocurre <strong>el</strong> 28 de noviembre<br />
de 1982, alcanzando por segunda vez <strong>el</strong><br />
reinado Supermosca, que pierde más tarde<br />
con <strong>el</strong> tailandés Payao Pooltarat, en Pattaya,<br />
Tailandia.<br />
Cuatro actuaciones, de las cuales tres fueron<br />
ganadas por decisión y un empate, le valieron<br />
para enfrentar por <strong>el</strong> campeonato mundial<br />
Gallo Junior de la AMB al Tailandés Khaosai<br />
Galaxy, en Bangkok, Tailandia, <strong>el</strong> 17 de julio<br />
de 1985. Cinco asaltos fueron suficientes para<br />
que <strong>el</strong> asiático retuviera la faja.<br />
Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
<strong>13</strong><br />
<strong>el</strong> PRofesoR oRonó<br />
Retirado d<strong>el</strong> boxeo activo, desde hace 16<br />
años Rafa<strong>el</strong> Jesús Oronó se ha dedicado a<br />
entrenar niños y adolescentes en <strong>el</strong> gimnasio<br />
de boxeo d<strong>el</strong> estadio Brígido Iriarte y<br />
está inserto en <strong>el</strong> llamado Boxeo Olímpico<br />
de Calle, <strong>el</strong> programa deportivo que lleva<br />
ad<strong>el</strong>ante la Alcaldía de Caracas a través d<strong>el</strong><br />
Instituto Municipal de Deportes y Recreación<br />
(Imdere). Tiene a su mando más de 20<br />
muchachos que tienen hambre de triunfo.<br />
—¿Hasta dónde Piensas llegaR<br />
con <strong>el</strong>los?<br />
—Yo espero conseguir una medalla como<br />
entrenador -afirma <strong>el</strong> púgil-, pero lo que<br />
más deseo es que salgan ad<strong>el</strong>ante. Ellos son<br />
<strong>el</strong> futuro de nuestro deporte, por <strong>el</strong>lo espero<br />
siempre que nos ayuden. El boxeo aficionado<br />
debe mantenerse, por lo que quienes<br />
pueden ayudar deben hacerlo, para que no<br />
les pase a <strong>el</strong>los lo que muchos de nosotros<br />
tuvimos que enfrentar… Que no dejen los<br />
estudios para que luego tengan cómo vivir.<br />
En mi amigo d<strong>el</strong> alma, Freddy “Cochocho”<br />
Rengifo, tienen un buen ejemplo. Él se graduó<br />
de abogado, luego de haber sido boxeador<br />
y entrenador.<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong>
14<br />
MÚSICA<br />
DRAFTER:<br />
EL DESERTOR DEL IMPERIO<br />
Drafter es alDo lamanna, quien se fue a estuDiar auDio<br />
y música a Berklee y, oBstinaDo por la cultura gringa,<br />
terminó las Dos carreras en tiempo récorD y se vino<br />
corrienDo para venezu<strong>el</strong>a a formar parte De BanDas<br />
emBlemáticas como kp9000 y circo vulkano. ahora<br />
traBaja en un nuevo proyecto que pone en alto <strong>el</strong><br />
nomBre De venezu<strong>el</strong>a en europa<br />
POR MABE CHACÍN G.<br />
FOTOGRAFÍAS rOMAN BUNIMOV<br />
Es típico <strong>el</strong> hecho de que muchos músicos<br />
hayan decidido dedicarse a esta rama d<strong>el</strong><br />
arte por influencia de la música que escuchaban<br />
sus padres, y más si eran roqueros<br />
de los años 60 y 70: Los Beatles, Los Rolling<br />
Stones, Led Zepp<strong>el</strong>in, Queen, por nombrar<br />
algunos, pueden volarle <strong>el</strong> coco a cualquier<br />
niño. Este es <strong>el</strong> caso de Aldo Lamanna,<br />
quien ha estado metido en <strong>el</strong> universo musical,<br />
“desde que tiene uso de razón”, gracias<br />
a que escuchaba los discos de su papá.<br />
También es muy típico que <strong>el</strong> cuatro sea <strong>el</strong><br />
instrumento musical que la mayoría de los<br />
niños venezolanos tengan en sus manos por<br />
primera vez. “Primero <strong>el</strong> cuatro y, cuando<br />
estés más avanzado, agarras la guitarra”, léase<br />
con voz de maestra de música maltratadora.<br />
De manera que la cronología d<strong>el</strong> Aldo<br />
empezó con <strong>el</strong> cuatro, continuando con la<br />
guitarra, después un teclado, luego un bajo<br />
y, por último, los sintetizadores.<br />
Desde los 15 años Aldo anda “dando coñazos”<br />
de banda en banda. “Yo y mi grupito<br />
éramos súper ‘panterosos’, pero de una<br />
manera u otra siempre supimos que nos<br />
íbamos a dedicar solo a la música”. Cuando<br />
cumplió 17 años se fue con un crédito a<br />
Berklee -universidad especializada en música-,<br />
Estados Unidos, a estudiar Ingeniería<br />
en Sonido. Estando allá pudo estudiar<br />
música también, de manera que mató dos<br />
pájaros de un solo tiro. Tan “fiebrúo” estaba<br />
que se graduó a los 21 años, y a partir de ese<br />
momento empezó a dedicarse seriamente<br />
a la música: llegó a Venezu<strong>el</strong>a en 20<strong>01</strong> con<br />
nada más que una computadora y comenzó<br />
a grabar a las bandas de los panas. “Yo estaba<br />
grabando una bandita de Magú -guitarrista<br />
de Circo Vulkano- y estaba empezando<br />
con KP9000 también. Entre tantas<br />
sesiones y experimentos, grabé varios bajos<br />
y luego me invitaron a tocar y me quedé.<br />
Además, todos vivíamos por Baruta y se<br />
nos hacía fácil reunirnos”. KP9000 fue una<br />
banda caraqueña emblemática dentro d<strong>el</strong><br />
universo orgánico-<strong>el</strong>ectrónico d<strong>el</strong> drum ’n’<br />
bass de principios y mediados de la década<br />
pasada. En <strong>el</strong>la, Aldo controlaba un Roland<br />
303, tocaba <strong>el</strong> bajo y hacía coros.<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong> Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
“DrAftEr LLAMAN<br />
A LOS SOLDADOS<br />
DESErtOrES DE LA<br />
ArMADA DE EStADOS<br />
UNIDOS. y ES UNA<br />
ANALOGÍA: yO NO PUDE<br />
CON EStADOS UNIDOS,<br />
ES ALGO MUy ENfErMO<br />
PArA MÍ”<br />
—<br />
Cuando <strong>el</strong> drum ’n’ bass empezó a caer, Aldo<br />
migró para otras bandas. “De loco empecé a<br />
tocar con un montón de gente: Pacífica, Ba-<br />
bylon Motorhome, OneChot y Circo<br />
Vulkano”. Aunque su instrumento es la<br />
guitarra, siempre tocó <strong>el</strong> bajo en todas las<br />
bandas de las que formó parte. Pero su<br />
proyecto más fi<strong>el</strong> y propio es Drafter, un<br />
eclecticismo <strong>el</strong>ectrónico que explora dentro<br />
de los amplios campos d<strong>el</strong> bass, <strong>el</strong> glitch
y las fusiones entre la música latina y los<br />
beats lentos, más o menos algo así. “En<br />
medio de tanta cosas, entre bandas, toques<br />
y hasta un guayabo que me pegó, mi válvula<br />
de escape era hacer mi propia música, yo<br />
solo en mi cuarto”.<br />
De esa manera Drafter fue adquiriendo personalidad<br />
y, al poco tiempo de montarlo en<br />
Soundcloud, un pana de Bélgica le propuso<br />
Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
15<br />
La música de Drafter puede ser escuchada de manera gratuita, bajándola de internet<br />
entrar en una disquera de allá. Cuando todo<br />
eso fue marchando viento en popa le proponen<br />
hacer una gira por Europa al mejor<br />
“estilo gitano”, así que se lanzó de mochilero<br />
y en Alemania se quedó por una temporada.<br />
Hasta los momentos ha d<strong>el</strong>eitado a los alemanes<br />
con remixes de sonidos con tambores<br />
de la costa y sample de raperos venezolanos.<br />
La música se puede oír y descargar gratis en<br />
soundcloud.com/drafter.<br />
“Drafter se les llama a los soldados desertores<br />
de la Armada de Estados Unidos. Y<br />
es una analogía: yo no pude con Estados<br />
Unidos, es algo muy enfermo para mí.<br />
Demasiado psicoterror, amarillismo y la<br />
creación de problemas que no existen. Es<br />
un sistema muy fuerte. En ese sentido, me<br />
nombré Drafter porque yo me fui de los<br />
Estados Unidos para no volver más, al menos<br />
no a vivir”.<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong>
jardín, 2<strong>01</strong>3<br />
AUTOR: Matías toro<br />
CORREO: Matiastp@gMail.coM
18<br />
SOBERANÍAS SEXUALES<br />
¿Quién es <strong>el</strong> macho<br />
de las dos?<br />
POR MARÍA GABRiELA BLANCO<br />
ILUSTRACIÓN NATHALY BONiLLA<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong> Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
Esa fue la pregunta que le hicieron a Yadira en los 15 años de su prima,<br />
<strong>el</strong> 24 de diciembre de 2<strong>01</strong>1. Yadira quería pasar Navidad con Karina,<br />
su novia, pero esta vez le fue difícil escaparse d<strong>el</strong> compromiso familiar,<br />
así que decidió invitarla a Río Chico y aprovechar para presentarle su<br />
novia, desde hacía 2 años, a sus panas de toda la vida.<br />
Yadira ya había estado en esa situación antes, afortunadamente su<br />
mamá no preguntaba tanto. Las más fastidiosas eran las primas y<br />
las tías, las que siempre la saludaban con un “¿y cuándo te casas,<br />
mija?”. A lo que <strong>el</strong>la resumía: “Nooo qué va, tía, no me quiero amarrar<br />
todavía”. Eso había funcionado los últimos <strong>27</strong> años de su vida.<br />
Aún tenía presente <strong>el</strong> cuento que le había echado su amigo Simón<br />
hace tres días por mensajes de texto. Simón se había ido a la playa<br />
con su familia, a Todasana, en La Guaira, y en plena conversación<br />
con sus primos, todos “machos camachos” -como les llamó él-,<br />
<strong>el</strong> mayor le preguntó: “¿Y cuándo nos presentas una novia, guón?”.<br />
Y así, como cuando se cargan dos sacos de cemento y se lanzan al<br />
su<strong>el</strong>o, le dijo: “¿Mi mamá no te dijo que soy marico, pajúo? Lo que<br />
puedo es presentarte al novio que tengo hace 4 años”.<br />
Los dos rieron como nunca, tanto Simón, al escribirle por lo bien que<br />
se había sentido, como Yadira, quien no dudó en contarle a Karina la<br />
edulcorada demostración de valentía que -para qué mentir- le agradecía<br />
a los tragos de ron que se había tomado con sus primos.<br />
“¿Qué dijiste?”, le rebotó Yadira. “¿Que quién es <strong>el</strong> macho y quién es la<br />
mujer, vale?”, volvió a preguntarle <strong>el</strong> insolente quien para ese entonces,<br />
y como si <strong>el</strong> alcohol en ese momento tuviera un poder invisibilizador,<br />
no se había percatado que todos los que estaban en ese momento en <strong>el</strong><br />
patio de la casa eran homosexuales, hombres homosexuales.<br />
Esas eran las preguntas que a Yadira le molestaban. “Si a mí me<br />
da igual -se decía para sí misma- lo que cada quien haga con su<br />
vida, ¿por qué siempre tienen que salir a preguntarle a una d<strong>el</strong>ante<br />
de todo <strong>el</strong> mundo?”. Ella sabía por qué. A la gente le gusta humillar<br />
al homosexual, y más a las lesbianas, porque no entienden cómo<br />
una mujer puede hacer f<strong>el</strong>iz a otra mujer si les falta “algo”. Y con<br />
esa reflexión se convencía sabiendo que podía comprobar su teoría:<br />
dos mujeres son iguales de f<strong>el</strong>ices que una pareja heterosexual.<br />
“No hay ningún macho, las dos somos mujeres, ¿o parecemos tipos?”.<br />
“Bueno, mami, es que siempre hay alguien que tiene que ser <strong>el</strong> hombre,<br />
tú me entiendes. Yo conozco a estos chamos porque se criaron conmigo,<br />
este carajo que está <strong>aquí</strong>, él sabe que yo lo quiero y que, bueno, tú<br />
sabes. Pero yo soy un tipo, pues, no ando con mariqueras”.<br />
Y allí entendió, después de hablar con él y <strong>el</strong> carajo al que éste quería,<br />
que no podía juzgarlo. No todo <strong>el</strong> que discrimina es homofóbico.<br />
El miedo a sentir placer y expresarlo libremente es más doloroso<br />
que decir con franqueza: “Yo sí soy lesbiana, <strong>el</strong>la es mi novia y<br />
no me comporto como un macho para comprobarlo”.
CIUDAD<br />
El ConEy Island<br />
a lo vEnEzolano<br />
Los parques de diversiones no han quedado en eL oLvido.<br />
aunque eL psp o La computadora acaparen todo eL<br />
tiempo de ocio de Los niños de hoy, todavía existen Los<br />
que van aL parque a montarse en eL "Gusanito" y a comer<br />
aLGodón de azúcar, aunque ya no atraiGan tanto como<br />
30 años atrás<br />
POR MAríA BEtAnIA ChACín<br />
FOTOGRAFÍAS AMBrOSIO PLAZA<br />
Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
19<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong>
20<br />
La adrenalina fluye por igual en grandes y chicos<br />
Nunca he entendido cuál es <strong>el</strong> placer o la<br />
satisfacción que se siente al ponerse los nervios<br />
de punta por voluntad propia: montarse<br />
en una montaña rusa, por ejemplo. Para<br />
personas poco arriesgadas -como yo- <strong>el</strong><br />
parque de “diversiones” llega hasta los carritos<br />
chocones, <strong>el</strong> “gusanito” o los tres algodones<br />
de azúcar que se pueden comer en<br />
una estadía de dos horas en <strong>el</strong> parque.<br />
Para reforzar la tesis -o la duda- escrita en<br />
las primeras líneas, he <strong>aquí</strong> una definición<br />
muy graciosa hecha por Wikipedia sobre<br />
lo que es un “parque de diversiones”: “Un<br />
parque de atracciones o parque de diversiones<br />
es un tipo de parque de ocio en <strong>el</strong><br />
que se encuentran atracciones mecánicas,<br />
espectáculos, tiendas, restaurantes y otros<br />
tipos de infraestructuras destinadas, sobre<br />
todo, al ocio, desatar emociones extremas y<br />
sin apenas especialización temática”. Vamos<br />
a aprovechar nuestros momentos de ocio<br />
para sentir vértigo, mareo, miedo y ganas<br />
de vomitar: la montaña rusa, la “bailarina”,<br />
<strong>el</strong> “cataclismo”, <strong>el</strong> “martillo” y un kilo de gomitas<br />
dulces y algodón de azúcar.<br />
*<br />
Lo cierto es que las atracciones mecánicas y <strong>el</strong><br />
gusto por la taquicardia, la adrenalina y otras<br />
drogas naturales tienen una larga historia en<br />
Caracas. Como ya se ha dicho en estas pági-<br />
nas, cuando Venezu<strong>el</strong>a intentaba parecerse a<br />
otros países, por allá en los años 50, se construyó<br />
<strong>el</strong> Coney Island venezolano como una<br />
imitación a los famosos parques de aqu<strong>el</strong>la<br />
isla gringa. El amigo d<strong>el</strong> abu<strong>el</strong>o de una amiga,<br />
<strong>el</strong> señor Carlo Pinto, tenía 15 años en<br />
1950 cuando se montó en uno de los primeros<br />
“carritos mecánicos” de Caracas en Los<br />
Palos Grandes -The Big Sticks, en inglés,<br />
como diría cualquier pseudogringo- y en<br />
la montaña rusa “Loco Ratón”. “Esa vaina<br />
daba un vacío horrible en <strong>el</strong> estómago, pero<br />
nos comprábamos un rollo de tickets nada<br />
más que para montarnos en la bicha esa”,<br />
me contó <strong>el</strong> señor Pinto, quien hoy tiene 77<br />
años. “No sé por qué lo cerraron en los años<br />
60, no recuerdo con exactitud en qué año,<br />
pero fue empezando la década. Igual, a mí<br />
ni me importó, yo prefería jugar ‘p<strong>el</strong>ota’ y<br />
gastar los reales en otra cosa”. Más ad<strong>el</strong>ante,<br />
<strong>el</strong> señor Pinto admitiría que más de una vez,<br />
cuando ya tenía 17 años, montaba a las muchachas<br />
en la noria -resulta que así también<br />
se le dice a la rueda- para darle unos besitos<br />
cuando su asiento estuviera en lo más alto.<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong> Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
**<br />
Al parecer, Caracas duró casi 20 años sin un<br />
parque de atracciones más grande que <strong>el</strong> fallecido<br />
Coney Island. Al menos eso dice la<br />
señora Carlota Chacón, quien tenía 12 años<br />
cuando abrieron <strong>el</strong> parque Bimbolandia<br />
-por allá a principios de los años 70- en <strong>el</strong><br />
paseo Los Ilustres de Los Símbolos. “Lo que<br />
más me gustaba de ir a Bimbolandia era ir a<br />
El Cubanito después”. Montarse en un gusanito<br />
sabiendo que tiene más de 30 años en<br />
funcionamiento es una verdadera prueba de<br />
valentía: ver de reojo hacia la autopista Valle-<br />
Coche cuando <strong>el</strong> gusanito va a millón y oír<br />
con suspenso <strong>el</strong> sonido de unas rolineras que<br />
se esfuerzan por encajar. “Este es un gusanito<br />
r<strong>el</strong>ativamente nuevo en <strong>el</strong> parque porque en<br />
agosto d<strong>el</strong> año pasado se descarriló <strong>el</strong> otro y<br />
hubo varios heridos”, en palabras de un señor<br />
que no quiere que su nombre salga escrito<br />
acá y que sabe muy bien cuáles eran las<br />
diferencias entre <strong>el</strong> gusanito viejo y <strong>el</strong> nuevo:<br />
“El otro gusanito tenía cara de malo con la<br />
nariz roja y unos dientes bien grandes. Este<br />
es más bonito, es como de niñito chiquito”.<br />
El parque está abierto desde las dos de la<br />
tarde hasta las nueve de la noche, lo suficiente<br />
como para que un niño se coma un<br />
montón de gomitas dulces, un algodón de<br />
azúcar, se tome una lata de frescolita y se<br />
monte en cuanta atracción mecánica se le<br />
atraviese por <strong>el</strong> medio: <strong>el</strong> barco pirata, los<br />
carritos chocones, las sillas voladoras o, para<br />
los miedosos, <strong>el</strong> carrus<strong>el</strong>. Como si todo eso<br />
no fuera suficiente, en la salida de Bimbolandia,<br />
los mant<strong>el</strong>eros hacen su diciembre<br />
vendiendo una variedad de plásticos con<br />
formas de muñecos, carritos, pistolitas, etc.,
LAS AtrACCIOnES<br />
MECánICAS y EL gUStO<br />
POr LA tAqUICArDIA,<br />
LA ADrEnALInA<br />
y OtrAS DrOgAS<br />
nAtUrALES tIEnEn<br />
UnA LArgA hIStOrIA<br />
En CArACAS<br />
—<br />
de las cuales es muy probable que un niño<br />
se antoje. La estrategia es comprarle un juguete<br />
para que queme las energías causadas<br />
por la sobredosis de dulce.<br />
***<br />
El parque Ítalo-Americano nació en 1981<br />
-según Wikipedia- y era <strong>el</strong> parque mecánico<br />
más moderno de Venezu<strong>el</strong>a en aqu<strong>el</strong> momento.<br />
Aún se mantiene con las mismas atracciones<br />
y algunas nuevas, incluso tan nuevas<br />
como d<strong>el</strong> año pasado. En comparación con<br />
Bimbolandia, <strong>el</strong> Ítalo tiene aparatos especialmente<br />
para adultos: la montaña rusa, <strong>el</strong> tagadá<br />
-especie de vomitorio que parece un platillo<br />
volador, que se agita de arriba abajo y hacia<br />
los lados-, <strong>el</strong> blushake -“malteada azul” en<br />
español: <strong>el</strong> nombre lo dice todo- y <strong>el</strong> vulcano,<br />
un torturador masivo moderno: especie de<br />
péndulo que se mueve en todas las direcciones,<br />
incluso hace una circunferencia completa,<br />
dejando a las personas de cabeza.<br />
Para personas como yo, existe <strong>el</strong> gusanito<br />
que atraviesa una manzana y la rueda, la cual<br />
es suficiente disfrutarla con una sola vu<strong>el</strong>ta<br />
para no morir d<strong>el</strong> fastidio. “Antes habían<br />
cosas como <strong>el</strong> tún<strong>el</strong> d<strong>el</strong> amor, la casa de los<br />
fantasmas, <strong>el</strong> laberinto sin salida, pero esas<br />
cosas se perdieron, a la gente lo que le gusta<br />
es que la jamaqueen y la ‘escoñeten’. “Pagan<br />
por ponerse los nervios de punta”, según <strong>el</strong><br />
señor Áng<strong>el</strong> González, un abu<strong>el</strong>o burda de<br />
pana que estaba con su nieta en <strong>el</strong> Ítalo. “Esto<br />
es una renta, venimos como tres veces al mes<br />
porque somos vecinos de <strong>aquí</strong>, de la Nueva<br />
Granada. En un tiempo dejamos de venir<br />
porque esto estaba doblemente p<strong>el</strong>igroso por<br />
culpa de los vivos y los muertos”, prosigue <strong>el</strong><br />
señor Áng<strong>el</strong>, “los vivos eran los malandros y<br />
los muertos unos espantos que salían por los<br />
lados de los carritos chocones”.<br />
Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
21<br />
Una tradición que gira inagotable en torno a la vida de los caraqueños<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong>
22<br />
MITOS<br />
El EscapE<br />
dEl cóndor<br />
POR ROCÍO CAZAL<br />
ILUSTRACIóN NATHALY BONILLA<br />
¿Operación Cóndor? ¿Qué es eso? ¿Cuándo<br />
fue? ¿Dónde? Basta con abrir algún libro<br />
que toque <strong>el</strong> tema, hacer clic en un buscador<br />
d<strong>el</strong> ciberespacio o hablar con alguna persona<br />
que haya vivido una de las dictaduras d<strong>el</strong><br />
Cono Sur durante las décadas de los 70 y 80.<br />
Sí, esas que formaron parte de ese plan financiado<br />
por Estados Unidos.<br />
Para muchos jóvenes resulta un mito lejano.<br />
Pero resulta que de Chile, Argentina, Paraguay<br />
y Uruguay, básicamente, emigraron a<br />
Venezu<strong>el</strong>a muchos luchadores en condición<br />
de exiliados políticos ante las terribles persecuciones,<br />
torturas, desapariciones forzosas y<br />
asesinatos que se suscitaron durante esas dictaduras.<br />
Grandes historias han surgido, así como escapes<br />
insólitos, como <strong>el</strong> que hizo un paraguayo<br />
en 1975, a quien apodaban “<strong>el</strong> Paragua”,<br />
desde Uruguay.<br />
Desde los 18 años, incluso antes, luchó por las<br />
causas nobles, contra los atrop<strong>el</strong>los imperiales.<br />
Siempre dio su vida en contra de las desigualdades<br />
y en pro de los procesos revolucionarios.<br />
Por la persecución de la dictadura de Alfredo<br />
Stroessner salió de Paraguay a los 29 años y<br />
se radicó en Uruguay, donde fue encarc<strong>el</strong>ado<br />
y vilmente torturado. De ahí fue llevado<br />
al Hospital Militar de Montevideo, donde fue<br />
operado para que se recuperara y luego volver<br />
a ser torturado con <strong>el</strong> fin de que “cantara”<br />
lo que no “cantó” (ni iba a “cantar”): quiénes<br />
eran los que estaban en contra de la Junta Militar<br />
de ese país.<br />
GUERRERO COMO SAN JORGE<br />
Una de las cosas que le dejó dicho <strong>el</strong> Paragua<br />
a su esposa es que si llegaba a escaparse inmediatamente<br />
se fuera con sus tres hijos a la embajada<br />
de Venezu<strong>el</strong>a.<br />
Una noche, su hijo mayor se despertó de un<br />
sueño: “Mamá, mamá, mi papá está libre”, le<br />
gritó con furor, a lo que <strong>el</strong>la respondió: “No,<br />
hijo, tu padre está preso”. Aquél siguió: “No<br />
mamá, soñé a mi papá montado con San Jor-<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong> Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>2.<br />
ge en su caballo. Él está libre”. Sí, soñó con ese<br />
santo guerrero.<br />
Minutos después llegó la policía. Los “milicos”<br />
no contaban con que iba a escaparse en sus<br />
narices cuando <strong>el</strong> Paragua, en un baño, vio la<br />
bata de un médico, salió por la ventana, se deslizó<br />
por un pasillo d<strong>el</strong> hospital, salió por otra<br />
habitación y la libertad estaba a la vu<strong>el</strong>ta de la<br />
esquina<br />
En Venezu<strong>el</strong>a tuvo otra hija y <strong>el</strong> combate no<br />
cesó, esta vez a través de las letras: editó Koeyú<br />
(“amanecer” en guaraní) Latinoamericano,<br />
una revista político-cultural en pro de los movimientos<br />
revolucionarios. Dos libros se editaron<br />
en Uruguay tomando en cuenta <strong>el</strong> testimonio<br />
de la fuga de este insigne paraguayo.<br />
Sí, se trata de Jo<strong>el</strong> Atilio Cazal, quien <strong>el</strong> <strong>27</strong> de<br />
enero de hace tres años no pudo escapar, esta<br />
vez por un cáncer que le hizo una mala jugada.<br />
Sus cenizas fueron esparcidas en <strong>el</strong> Waraira<br />
Repano, esa montaña de guerreros, justo sobre<br />
unas sansevieras o “espadas de San Jorge”.
ENTrEViSTA<br />
Un periodiqUero<br />
con capacidad<br />
de asombro<br />
tiene 30 años vendiendo periódicos y distribuyendo<br />
revistas gratuitas a los niños. y aunque ha perdido varios<br />
rounds con <strong>el</strong> destino tiene su ánimo de denuncia intacto<br />
POR GUSTAVO MÉridA<br />
FOtOgRaFías AMbrOSiO PLAzA<br />
Una mañana de diciembre de 2<strong>01</strong>2. Llueve,<br />
y por eso <strong>el</strong> señor Carlos llega tarde.<br />
Carretilla, periódicos y revistas. Avenida<br />
San Martín, entrada d<strong>el</strong> Guarataro. Llega<br />
voceando “¡Noticias!”, “¡Meridiano!”. De<br />
una vez le pregunto: “¿Y <strong>Ciudad</strong> <strong>CCS</strong>?”.<br />
“Déjame echar una meada”. De regreso,<br />
olvida mi pregunta y se pone a denunciar.<br />
“Uno de los problemas en este país es <strong>el</strong><br />
comercio. El comercio hace <strong>aquí</strong> lo que le<br />
da la gana”.<br />
Me habla de un jugo que cuesta 12,50 bolívares.<br />
Que lo venden a 14 bolívares.<br />
—¿cómo es <strong>el</strong> nombre sUyo,<br />
señor?<br />
—Carlos Rojas para servirle.<br />
—me dijo qUe era entrenador<br />
de boxeo.<br />
—Sí, entrenador nacional.<br />
—cUénteme eso.<br />
Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
23<br />
—Yo me retiré d<strong>el</strong> boxeo porque no me<br />
ayudaban. No me daban trabajo.<br />
—¿qUé edad tiene Usted?<br />
—Setenta y cinco años, pero estoy capacitado.<br />
Todavía puedo entrenar, física, mental y<br />
didácticamente. ¿Tú sabes qué quiere decir<br />
“didáctica”? El arte de educar y enseñar.<br />
—se sUpone qUe esto lo lee<br />
mUcha gente. si algUien qUe<br />
pUdiese contratarlo como<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong>
24<br />
Por la dinámica de la zona su tarantín resulta más rentable que un quiosco<br />
entrenador de boxeo lee la<br />
entrevista, ¿qUé le diría?<br />
—Acepto.<br />
—¿cUánto tiempo tiene Usted<br />
trabajando aqUí?<br />
—Treinta años.<br />
—¿y nUnca ha tenido Un<br />
qUiosco?<br />
—Si tuve uno, pero fue un fracaso.<br />
—¿por qUé?<br />
—Los lateros lo rompían, le rompían los<br />
candados, le echaban pegaloca y, entonces,<br />
¿cómo podías vivir tú con un su<strong>el</strong>do de 20<br />
bolívares? Económicamente eso es muy<br />
falso, vivir de un quiosco donde hay tanto<br />
malandro. Más… hay una panadería ahí<br />
que hay que cerrarla.<br />
—¿por qUé?<br />
—Por falta de sanidad. Es una panadería que<br />
tú entras ahí… y hay que cerrarla. Es insalubre.<br />
El señor Carlos conversa, arma su tarantín<br />
y despacha periódicos. El ánimo de denunciar,<br />
fresco. Se queja otra vez d<strong>el</strong> sobreprecio.<br />
Un solo diente inclinado, incisivo inferior,<br />
es su sonrisa. Le pregunto, y me dice<br />
que los perdió en <strong>el</strong> boxeo. Me garantiza<br />
otra vez que puede entrenar y lograr mejores<br />
boxeadores que cualquiera. Repite <strong>el</strong><br />
concepto de didáctica, explica la “conciencia”<br />
d<strong>el</strong> boxeo, me habla de los boxeadores<br />
borrachos, de la droga. Me cuenta de su<br />
gimnasio, callejero, y que nunca recibió<br />
ayuda d<strong>el</strong> IND. Hablamos de <strong>Ciudad</strong> <strong>CCS</strong>,<br />
y me dice que quiere repartirlo.<br />
—ciUdad ccs es Un periódico<br />
gratUito. si Usted lo reparte,<br />
¿no vende menos?<br />
—No, señor. La client<strong>el</strong>a d<strong>el</strong> periódico es una,<br />
y la client<strong>el</strong>a d<strong>el</strong> <strong>Ciudad</strong> <strong>CCS</strong> es otra. Mira, <strong>el</strong><br />
periódico “Caracas” lo buscan, precisamente<br />
por las informaciones económicas, d<strong>el</strong> trabajador<br />
y lo que ha hecho <strong>aquí</strong> <strong>el</strong> señor presidente<br />
Chávez…<br />
—¿Usted es chavista?<br />
—Hasta la… pipa (risas). Yo soy chavista y<br />
nunca le he pedido nada a <strong>el</strong>los.<br />
—¿dónde vive?<br />
—Frente al Hospital Militar. Mis corotos me<br />
los llevo pa’llá, <strong>aquí</strong> en los depósitos no se puede<br />
dejar nada porque te roban.<br />
—¿es de caracas?<br />
—Nacido en San Agustín d<strong>el</strong> Sur. Caraqueño<br />
ciento por ciento.<br />
—¿qUiere Un cafecito?<br />
—Un poquitico. Mira, una cosa que te voy a<br />
decir...<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong> Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
—ajá.<br />
Hay que ser… realista. No embustero, es<br />
muy malo ser embustero. Aquí hay personas,<br />
por ganarse un afán de cualquier periódico,<br />
eso no…<br />
—¿está hablando de los periodistas?<br />
—¡Claro! Por lo menos “la noticia” es un<br />
periódico demasiado alarmante. La Voz<br />
es un periódico de pura criminología. Tú<br />
lees La Voz y te asombras. Son periódicos<br />
que asombran a la gente. Se venden, por <strong>el</strong><br />
asombro que tienen.<br />
Fui a comprar los cafés. Mientras lo hacía,<br />
un niño con uniforme azul me martilló “mil<br />
bolos”. Le aclaré que era “un bolívar”. El señor<br />
Carlos se toma <strong>el</strong> café marrón, poca azúcar.<br />
Pasa mucha gente. Es la “esquina caliente” El<br />
Guarataro.<br />
—¿qUé vende aqUí?<br />
—Yo por lo menos vendo <strong>aquí</strong> revistas y<br />
vendo mi periódico. Yo me paro todos los<br />
días a las cuatro, llego <strong>aquí</strong> a las seis, voy a<br />
buscar <strong>el</strong> periódico y llego a las ocho de la<br />
mañana. Y mis clientes, los niños, los domingos<br />
yo les regalo <strong>el</strong> Meridianito, todos<br />
los lunes les pongo los “meridianitos”, todas<br />
las revistas viejas que quedan ahí, que me<br />
dan allá en los periódicos, yo se las pongo<br />
ahí para repartírs<strong>el</strong>as, porque <strong>el</strong> niño nece
sita mucho periódico para leer, para escribir.<br />
Hay que motivarlo.<br />
—ciUdad ccs tiene Una sección<br />
para niños.<br />
—Sí la hay, y muy buena, yo la he reconocido.<br />
Lo que pasa es que los que reparten ese periódico<br />
tú les dices “mira, vale”, y <strong>el</strong>los te dicen<br />
“no, vale, eso es allá, si quieres anda allá, <strong>el</strong>los<br />
te dan cestatickets”, no sé qué vaina.<br />
Mira, si yo puedo repartir doscientos, trescientos<br />
<strong>Ciudad</strong> <strong>CCS</strong>, <strong>el</strong>imino los periódicos y<br />
reparto ese.<br />
—pero tienes qUe cobrar<br />
algo, ¿no?<br />
—Claro. Una bonificación como le están<br />
dando a <strong>el</strong>los, a los motorizados les dan<br />
una bonificación. Yo puedo repartir más<br />
de trescientos, porque eso hay que repartirlo,<br />
dárs<strong>el</strong>o al público en la mano, “tome,<br />
señor”, y se lo llevan. Se les da a los niños<br />
también. Hay que purificar al niño, hay que<br />
motivarlo, darle lo que es para que aprenda<br />
a ser gente, al niño no se lo puede maltratar,<br />
hay que enseñarlo, a pasear, a hacer cosas<br />
de deporte, para que se le quite esa motivación<br />
de malandro…<br />
—¿y sU familia?<br />
—Vive en <strong>el</strong> 23 de Enero y la otra en Maracaibo.<br />
—¿cUántos hijos tiene?<br />
—Ocho. Cuatro hembras, cuatro varones.<br />
—¿y sU señora?<br />
—Murió. Hace 25 años.<br />
El señor Carlos me habló de su familia. De su<br />
nueva pareja, que lo decepcionó. De lo complicado<br />
de hablar de las mujeres, de la ley que<br />
las protege, de un caso “insólito” de uno que le<br />
pegó un platanazo a su mujer y estuvo cuatro<br />
días preso. Nos reímos. Coño, un platanazo es<br />
un caso insólito, en serio. Cuatro días preso<br />
sirven para no agredir más a la mujer.<br />
-Y te voy a decir una cosa. Yo estoy asegurado,<br />
y no he podido cobrar la pensión.<br />
No aparece. Tiene 75 años y no cobra la pensión.<br />
“Pon todo eso”, me dice.<br />
Estuvo 15 años en Nueva York entrenando a<br />
un muchacho. No habla inglés “ni jota”. “No<br />
es como cuentan, que Nueva York es una estr<strong>el</strong>la”,<br />
agrega.<br />
—¿por qUé se vino de nUeva<br />
york?<br />
—No, la vida es muy… <strong>el</strong> latino allá no creas<br />
que… <strong>el</strong> latino tiene que lavar platos, <strong>el</strong> latino<br />
es <strong>el</strong> burro de <strong>el</strong>los. No me gustó la ciudad.<br />
—¿prefiere san martín?<br />
—No, prefiero Venezu<strong>el</strong>a (risas). San Martín<br />
no, Venezu<strong>el</strong>a. Yo no puedo vender mi<br />
patria por otra patria, porque yo soy un<br />
hombre estudiado. Soy versado, sé lo que<br />
estoy haciendo. Mi Venezu<strong>el</strong>a es querida,<br />
más ahorita, es más querida por Chávez.<br />
Y yo me la paso sufriendo por la desgracia<br />
que nos está pasando. Chávez es uno de los<br />
hombres más purificados…<br />
¡Verga! Se puso a llorar. ¡Qué arrecho! “Tranquilo,<br />
pana”, le digo. Dejó de ser “señor Carlos”.<br />
Se calmó. Me contó de un motorizado que lo<br />
atrop<strong>el</strong>ló y cómo los cubanos lo curaron. R<strong>el</strong>eyendo<br />
parece propaganda pa’ Chávez pero,<br />
bueno, así pasó. Seguimos hablando de toda<br />
vaina.<br />
—mira, ¿qUé estabas diciendo<br />
tú de los caraqUistas<br />
ahorita?<br />
—(Risas) Mira, los caraquistas, me vas a perdonar,<br />
pero la mala fama que tienen <strong>el</strong>los es<br />
una explicación muy sencilla: los caraquistas<br />
cuando ganan, no dejan dormir a nadie, pero<br />
cuando pierden, ni hablan y andan asusta’os.<br />
Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
25<br />
—¡coño!, eso es mentira.<br />
—Mira. Los caraquistas: los pantalones, caracas;<br />
los interiores, caracas; las botas, caracas,<br />
y cuando pierden, ni los zapatos ni las botas<br />
aparecen en este país (risas).<br />
—Un mensaje final qUe qUieras<br />
darle a todos los lectores.<br />
—El mensaje que quiero dar yo, mira, es la<br />
vida de Chávez, cuidarlo, que se cuide y que<br />
se mantenga.<br />
Otra vez, se le quiebra la voz. Otra vez diciéndole:<br />
“Pana, pa’lante, fuerza”.<br />
Antes de terminar, Carlos vu<strong>el</strong>ve con una denuncia:<br />
-¿Cómo es posible que, en este país, unas<br />
gorras de la Misión Vu<strong>el</strong>van Caras las botaron<br />
en la basura? Si quieres le preguntas a la<br />
comunidad. ¿Por qué no se las regalaron al<br />
pueblo? Eso da lástima. Y yo les digo: pongan<br />
cuidado en lo que hacen. Eso es malo.<br />
Hace ya tres meses que hicieron eso.<br />
—¿dónde las botaron?<br />
—En los container en El Guarataro. Eso es una<br />
barbaridad.<br />
Al terminar de tomarle las fotos a Carlos, voy<br />
con <strong>el</strong> fotógrafo a la Comuna Socialista Antonio<br />
José de Sucre, les cuento, corroboran la<br />
denuncia, nos permiten entrar, y allí estaban<br />
las gorras. Ahí está la foto.<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong>
26<br />
NOVELA<br />
jaurena<br />
tiempos DeL inCenDio<br />
(CapítuLo iii)<br />
POR JOSÉ RObERtO DuquE<br />
IlustRacIOnes ALfREDO RAJOy<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong> Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.
(Mariana)<br />
Entonces, había locos y poetas en la universidad.<br />
Y díganme algo: ¿había estudiantes?<br />
Digo: ¿gente normal?<br />
(Áng<strong>el</strong>)<br />
Viéndolo bien, como que sí estábamos locos,<br />
todos. O lo estamos. Si hubiésemos sido eso<br />
que llamas “normales” no nos hubieras buscado.<br />
Esta historia no tendría ninguna gracia.<br />
Un país lleno de gente normal no tendría<br />
sentido: todo <strong>el</strong> mundo en completo orden y<br />
estancado en los años 80. Los años de la Generación<br />
Boba.<br />
(Mariana)<br />
¿Ustedes eran especímenes de lo que <strong>el</strong> rector<br />
Chirinos llamó la Generación Boba?<br />
(Áng<strong>el</strong>)<br />
No: éramos una anomalía. Un pedazo de la<br />
historia que dio un salto y causaba ruido y<br />
distorsiones. En un país que no se decidía a<br />
dejar de ser adeco o copeyano éramos los bichos<br />
raros, la ultraizquierda. “Los p<strong>el</strong>igrosos”,<br />
como dice <strong>el</strong> poema de José Alfredo. En ese<br />
país estupidizado fuimos un anuncio, porque<br />
nuestros actos de violencia callejera organizada<br />
informaban que la sociedad estaba a punto<br />
de romper la estupidización. Éramos un país<br />
en etapa germinal. No lo sabíamos entonces;<br />
podemos leerlo ahora, a la distancia.<br />
(Mariana)<br />
¡Ay, sí!, los caraqueños que construían su país<br />
desde sus trincheras en Las Tres Gracias. Los<br />
desaforados que nunca salieron de la zona<br />
protegida por la sagrada autonomía universitaria,<br />
y que disfrutaban d<strong>el</strong> almuerzo a dos<br />
bolívares.<br />
(Leonardo)<br />
Éramos unos desaforados, cómo no. Pero sí<br />
salimos de la universidad, y muchos de los<br />
nuestros pagaron con su vida esos almuerzos<br />
a dos bolívares. Y no era una banda de caraqueños:<br />
esa parranda de locos era una legión<br />
venezolana. En 1987 había ocurrido un episodio<br />
conocido como “El Marzo Merideño”:<br />
unas violentas protestas en Mérida, que comenzaron<br />
cuando un burgués mató de un<br />
tiro a un estudiante que orinaba en <strong>el</strong> jardín<br />
de su casa, desembocó en los disturbios más<br />
graves que se recuerden en esa ciudad. El Gobierno<br />
decidió militarizar <strong>el</strong> casco urbano y la<br />
Universidad de Los Andes y la consecuencia<br />
fue que la violencia se expandió a otras universidades<br />
d<strong>el</strong> país. Esos disturbios fueron<br />
aplacados pero <strong>el</strong> impulso desestabilizador se<br />
mantuvo. Esa era la Venezu<strong>el</strong>a-pueblo desatada<br />
a quebrar <strong>el</strong> sistema desde <strong>el</strong> movimiento<br />
estudiantil. Y éramos carajos normales pero<br />
aguerridos. No éramos superhéroes: éramos<br />
<strong>el</strong> venezolano rumbero, romántico y jodedor<br />
en <strong>el</strong> trance de combatir a un régimen monstruoso.<br />
Eso que Áng<strong>el</strong> llama “país en etapa germinal”<br />
no es gratuito, chama: veníamos de todos lados<br />
y en ese carnaval de gente -acentos, colores<br />
y temperamentos- estaba rehaciéndose<br />
la Venezu<strong>el</strong>a que conocíamos hasta entonces.<br />
Mi hermano Carlos “Memoria” y yo vivíamos<br />
en <strong>el</strong> Veintitrés y después fundamos <strong>el</strong> barrio<br />
La Silsa, pero nuestros viejos venían de Pariaguán.<br />
Pedro Armesto estudiaba Medicina y era de la<br />
isla de Margarita. Por cierto que una vez, con<br />
ese hablar rapidito y trepidante de los margariteños,<br />
se lanzó un discurso más o menos en<br />
esta onda: “A los cuerpos policiales, no joda,<br />
hay que enfrentarlos en la calle, no joda, pero<br />
sobre todo con <strong>el</strong> discurso, no joda. Porque<br />
esos bichos no son <strong>el</strong> enemigo, no joda, sino<br />
<strong>el</strong> instrumento d<strong>el</strong> enemigo, no joda, pero<br />
allí tenemos hermanos de clase, no joda”, y<br />
en consecuencia, a partir de ese momento, lo<br />
bautizamos El Comandante Nojoda.<br />
Gerardo El Cogeburras era de D<strong>el</strong>ta Amacuro<br />
y estudiaba Derecho. Cuenta la leyenda que se<br />
ganó su apodo en un pueblito de Paria adonde<br />
fue a dar clases, pues era maestro de escu<strong>el</strong>a.<br />
A los tres meses de haber llegado, desesperado<br />
por la larga permanencia en ese pueblo<br />
Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
<strong>27</strong><br />
sin su compañera sentimental y sin ninguna<br />
otra, le confió sus urgencias a un estudiante<br />
de confianza: “Chamo, ¿y en este pueblo no<br />
hay mujeres que cobren por, tú sabes, por estar<br />
un rato con uno? ¿Cómo resu<strong>el</strong>ven ustedes<br />
los muchachos cuando no hay mujeres cerca?<br />
¿Algo rápido y fácil por ahí? ¿Una pollina<br />
aunque sea?”, y <strong>el</strong> carajito, enterado de todas<br />
las mañas y vagabunderías d<strong>el</strong> monte, como<br />
todo muchacho de pueblo, le dijo al maestro<br />
que, por supuesto, que fuera <strong>el</strong> día siguiente<br />
temprano al río, que por ahí le iban a ayudar a<br />
resolver ese asunto.<br />
El maestro acudió a la cita acompañado de su<br />
pequeño cómplice y, al aproximarse a la orilla<br />
d<strong>el</strong> río, vio que había una cola como de diez<br />
muchachos. En <strong>el</strong> extremo de la cola había<br />
una burra parada. El cómplice les gritó a los<br />
muchachos: “¡Epa, niños!, vamos a darle un<br />
chance al maestro, que está más apurado que<br />
nosotros”, y apenas oyó esa señal <strong>el</strong> hombre<br />
corrió, se bajó los pantalones y empezó a saciar<br />
su sed de hembra, cuadrúpeda pero hembra<br />
al fin; total, eso es normal en los pueblos<br />
y <strong>el</strong> que no lo haya hecho que tire la primera<br />
piedra o se confiese sifrino o caraqueño. Llevaba<br />
unos cinco minutos en la faena cuando<br />
<strong>el</strong> carajito cómplice se le acercó y le dijo:<br />
“Maestro, maestro, los muchachos dicen que<br />
se eche una apuradita, que en esta burra es<br />
que vamos a cruzar <strong>el</strong> río para ir a buscar a<br />
las putas”.<br />
Maturín y Chejendé les decíamos a dos muchachos<br />
de la escu<strong>el</strong>a de Historia nacidos<br />
en esos dos lugares, tan distintos y lejanos<br />
uno de otro. Se hicieron casi hermanos.<br />
Una vez, durante una de esas coñaceras en<br />
Plaza Venezu<strong>el</strong>a, los capturó la policía. Maturín<br />
cuenta que cuando lo agarraron creía<br />
que era <strong>el</strong> único, pero al llegar al calabozo<br />
de la Disip, después que le dieron una<br />
rumba de palo, se dio cuenta de que venía<br />
otro compañero golpeado y gritando detrás<br />
de él. Así nos dijo cuando lo fuimos a visitar<br />
en la cárc<strong>el</strong> de El Junquito: “Cuando vi<br />
entrar a Chejendé me dio una alegría…”, y<br />
Chejendé, que estaba en la c<strong>el</strong>da de al lado,<br />
gritó “¿Y usté es toche o qué? ¡Cómo se va<br />
a alegrar!”.<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong>
28<br />
En otra de las visitas <strong>el</strong> compañero Rolando<br />
les llevó un ejemplar de Don Quijote. Maturín<br />
dijo, aburrido: “¿Y por qué <strong>el</strong> Quijote?<br />
¿Esa nov<strong>el</strong>a tan larga?”. Rolando les respondió:<br />
“Y con la cantidad de años que van a<br />
pasar <strong>aquí</strong>, ¿qué coño querías que les trajera?<br />
¿El Tún<strong>el</strong>? Léanse esa verga, cuando<br />
terminen les traigo las Obras Completas de<br />
Balzac. Esto es pa’ rato”. Al final los soltaron<br />
a las tres semanas.<br />
El gordo Buche de Agua era de <strong>aquí</strong>, de La<br />
Pastora, y Gonzalo Jaurena, como sabes, era<br />
uruguayo. Una vez decidimos secuestrar un<br />
autobús en protesta por <strong>el</strong> aumento d<strong>el</strong> pasaje<br />
y a estos dos compas les correspondió abordar<br />
al chofer, encapuchados, informarles a los<br />
pasajeros pasajeros d<strong>el</strong> objeto de de la protesta, y meter <strong>el</strong><br />
autobús en la universidad. Una acción que de-<br />
bía ser rutinaria (aunque Buche de Agua era<br />
muy joven y novato, Gonzalo era ducho en<br />
estas operaciones tipo comando) dio un giro<br />
inesperado, porque <strong>el</strong> conductor de la unidad<br />
resultó ser muy valiente o muy estúpido, y en<br />
lugar de darse todo rápido y automáticamente,<br />
como otras veces, se dio la siguiente discusión:<br />
-Miren ciudadanos -gritó Gonzalo, con ese<br />
vozarrón y ese don de mando-, esta es una<br />
acción d<strong>el</strong> movimiento popular organizado<br />
en armas. Esta acción es en beneficio d<strong>el</strong> pueblo<br />
ya que es una respuesta al aumento d<strong>el</strong><br />
pasaje que nos afecta a todos. ¡Bájese rápido!,<br />
todo <strong>el</strong> mundo por la puerta trasera, nadie va<br />
a salir lastimado si ustedes colaboran.<br />
autobús en la universidad. Una acción que de- -¿Qué movimiento armado una cabeza ’e<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong> Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
machete, marico? -repicó de pronto <strong>el</strong> chofer-.<br />
A mí no me da la gana de bajarme de<br />
<strong>aquí</strong>, este es mi medio de trabajo.<br />
Gonzalo sacó un revólver 38 y se lo puso en<br />
<strong>el</strong> cu<strong>el</strong>lo:<br />
-De bolas que te vas a bajar, pendejo. ¿Tú eres<br />
capaz de dar la vida por defenderle los bienes,<br />
al coño ’e madre que te está explotando? ¿No<br />
te da pena, gafo?<br />
-Yo de <strong>aquí</strong> no me bajo, te dije ya -siguió<br />
revirando <strong>el</strong> conductor sin hacerle caso al<br />
arma, y echó a rodar <strong>el</strong> autobús. Gonzalo<br />
haló <strong>el</strong> percutor y dejó <strong>el</strong> arma lista para<br />
disparar. Buche de Agua, que hasta ese mo-<br />
mento se había limitado a permanecer ahí<br />
parado, tratando de intimidar a los pasaje-
os con su sola presencia, entró en pánico y<br />
se le guindó de los hombros a Gonzalo:<br />
-¡No lo mates, coño, por lo que más quieras!<br />
¡Chamo! ¡Chaaamooo! ¡No lo hagas! ¡Noooo!<br />
Y ante la sorpresa d<strong>el</strong> chofer comenzó un forcejeo<br />
entre los dos encapuchados: uno tratando<br />
de mantener <strong>el</strong> aplomo y la compostura,<br />
y <strong>el</strong> otro llorando a moco su<strong>el</strong>to gritándole al<br />
compañero que no se fuera a manchar las manos<br />
con la sangre de un trabajador, y ese tipo<br />
de vainas. El pobre encapuchado novato lo<br />
rasguñaba, lo estrangulaba, le halaba la capucha.<br />
El show duró unos momentos más; al ver<br />
que <strong>el</strong> autobús enrumbaba hacia la avenida<br />
Victoria y que Buche de Agua estaba a punto<br />
de tumbarlo en <strong>el</strong> piso, Gonzalo decidió abortar<br />
la operación y bajarse d<strong>el</strong> autobús, no sin<br />
antes meterle un cachazo al conductor en la<br />
cabeza para obligarlo a detener la marcha.<br />
Al rato vimos llegar a Gonzalo con una enorme<br />
cara de arrechera y un montón de rasguños<br />
en la cara y en <strong>el</strong> cu<strong>el</strong>lo, diciendo: “Díganle<br />
a la mamá de ese muchacho d<strong>el</strong> coño que<br />
lo termine de criar; si lo vu<strong>el</strong>vo a ver le voy a<br />
meter un tiro en una pata”.<br />
Asdrúbal y <strong>el</strong> Tábano eran de algún lugar de<br />
Valles d<strong>el</strong> Tuy. El 20 de septiembre de 1984,<br />
<strong>el</strong> mismo día que <strong>el</strong> camarada Douglas Blanco<br />
cayó en combate en la entrada de Las Tres<br />
Gracias, al Tábano le dispararon con una escopeta<br />
y le llenaron <strong>el</strong> abdomen de perdigones.<br />
Asdrúbal fue a socorrerlo haciéndoles<br />
señales de paz a los policías -como si los Metropolitanos<br />
supieran de esa clase de gestos-,<br />
y cuando estaba cerca d<strong>el</strong> amigo caído recibió<br />
también su ración de plomo en <strong>el</strong> pecho, en<br />
una nalga y en <strong>el</strong> cu<strong>el</strong>lo.<br />
Los bomberos tuvieron chance de llevarlos<br />
a los dos al Hospital Clínico Universitario,<br />
donde los salvaron, pero no hubo forma de<br />
rescatar a Douglas. Este compañero había<br />
sido militante de Bandera Roja y se había ido<br />
voluntariamente, sin acompañante, a defender<br />
al gobierno sandinista de Nicaragua. De<br />
allá lo devolvieron porque viajó sin permiso<br />
de ninguna organización política; mientras<br />
la mayoría de nosotros se limitaba a hacer<br />
colectas y actos políticos en defensa de la Re-<br />
volución Sandinista, él dio un paso al frente<br />
y se presentó allá con la intención de entrar<br />
en combate en <strong>el</strong> país centroamericano. De<br />
regreso a Venezu<strong>el</strong>a, un poco despechado, se<br />
sumó a las luchas que se levantaban por <strong>aquí</strong>,<br />
y en eso andaba cuando se presentó esta situación:<br />
unas protestas estudiantiles porque <strong>el</strong><br />
rector Chirinos le había ordenado a la Guardia<br />
Nacional detener en <strong>el</strong> peaje de Tazón un<br />
autobús lleno de estudiantes de Maracay, y la<br />
Guardia cumplió la orden con mucho gusto<br />
rociándole un festival de plomo al autobús.<br />
Aqu<strong>el</strong> mediodía d<strong>el</strong> 20 de septiembre Douglas<br />
enfrentó a tiros a los cuerpos represivos,<br />
protegiéndose a medias detrás de un poste,<br />
fuera de la universidad; era una protección<br />
precaria y ridícula contra aqu<strong>el</strong> batallón que<br />
disparaba con armas largas. Todos vimos con<br />
impotencia como, después de capturarlo herido<br />
de bala pero con vida, otros funcionarios,<br />
de civil, armados con pistolas y subametralladoras,<br />
lo arrastraban chorreando sangre<br />
mientras <strong>el</strong> pana nos hacía señales en cámara<br />
lenta con una mano. El camarada Patica trató<br />
Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
29<br />
de ir en su auxilio y una bala de FAL le dio en<br />
la cabeza. Pero ocurrió un milagro, algo que<br />
ha pasado otras veces mas no es muy común:<br />
<strong>el</strong> proyectil trazó lo que en balística se llama<br />
“trayectoria de sedal”, que consiste en que la<br />
bala entra en <strong>el</strong> cuero cab<strong>el</strong>ludo, pero en lugar<br />
de penetrar <strong>el</strong> cráneo lo bordea a altísima<br />
v<strong>el</strong>ocidad, raspando y rasgando entre <strong>el</strong> hueso<br />
y la pi<strong>el</strong>, y sale por otra zona de la cabeza.<br />
Esa vez se salvó, pero a Patica lo mataron años<br />
después, durante <strong>el</strong> alzamiento militar de noviembre<br />
de 1992.<br />
A Douglas se lo llevaron hacia un carro blanco<br />
ubicado en dirección a la parroquia y los<br />
estadios; lo metieron en <strong>el</strong> asiento trasero y<br />
luego apareció muerto en <strong>el</strong> Hospital Periférico<br />
de Coche.<br />
Fue uno de los enfrentamientos más violentos<br />
de esa década. Nosotros teníamos un par de<br />
revólveres oxidados y Douglas cargaba una<br />
pistola nueve milímetros automática; había<br />
francotiradores en <strong>el</strong> edificio de la Toyota,<br />
ubicado frente al portón de Las Tres Gracias,<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong>
30<br />
un h<strong>el</strong>icóptero sobrevolaba <strong>el</strong> área y había<br />
funcionarios armados con fusiles automáticos<br />
livianos (FAL).<br />
La edición d<strong>el</strong> 21 de septiembre de 1984 de<br />
El Diario de Caracas registra una secuencia<br />
fotográfica titulada “La muerte de un encapuchado”.<br />
Son cuatro fotos. En la primera<br />
está Douglas arrodillado detrás d<strong>el</strong> poste d<strong>el</strong><br />
alumbrado; en la segunda abandona ese inútil<br />
escudo y avanza hacia <strong>el</strong> p<strong>el</strong>otón de fusilamiento;<br />
en la tercera se ve caído de costado,<br />
en posición fetal; en la cuarta, un funcionario<br />
de civil aparece a su lado disparando hacia<br />
nosotros y otro más agarra a Douglas por las<br />
ropas y comienza a arrastrarlo.<br />
Ros<strong>el</strong>iano venía de Aroa, estado Yaracuy. El<br />
compa aparece en otra de las imágenes emblemáticas<br />
d<strong>el</strong> movimiento estudiantil revolucionario<br />
de la época, captada por <strong>el</strong> diario El<br />
Globo: de pie, protegiéndose detrás de un container<br />
metálico para la recolección de basura,<br />
sostiene un tubo de cuatro pulgadas en cuyo<br />
extremo se asoma un cohetón (un cohete de<br />
esos de fuegos artificiales). Arrodillado, a su<br />
derecha, un segundo encapuchado enciende<br />
la mecha d<strong>el</strong> cohetón con un yesquero. Ese<br />
muchacho que encendía la mecha llegó a ser,<br />
con <strong>el</strong> tiempo, Fiscal de la República, uno de<br />
los buenos: se llamaba Danilo Ánderson.<br />
Pedro Guarapo estudiaba Derecho y era de<br />
Calabozo, en <strong>el</strong> Guárico. Una vez le tocó ir<br />
con varios compañeros a entrompar otro autobús<br />
de esa ruta larga que cruzaba toda Caracas,<br />
desde La Pastora hasta Chuao, que era la<br />
línea San Ruperto, para secuestrarlo. Cuando<br />
entraron, nomás dijeron: “Señores pasajeros,<br />
esta es una acción d<strong>el</strong> movimiento revolucionario”;<br />
<strong>el</strong> chofer les dijo: “Con mucho gusto,<br />
llévense esta mierda y quémenla. Y si les<br />
preguntan pueden decir que <strong>el</strong> conductor de<br />
la unidad estuvo de acuerdo con esta acción<br />
revolucionaria. Mi nombre es Arsenio M<strong>el</strong>ero”.<br />
Más tarde, finalizada la jornada y en la<br />
conversa en que hacían <strong>el</strong> balance, <strong>el</strong> camarada<br />
Guarapo r<strong>el</strong>ató este episodio. Ros<strong>el</strong>iano le<br />
preguntó varias veces: “Deja la vaina, me estás<br />
jodiendo”. “En serio”, decía Guarapo. “Aquí están<br />
estos panas, <strong>el</strong>los son testigos”. Hasta que<br />
Ros<strong>el</strong>iano dijo, con más orgullo que sorpre-<br />
sa: “El único chofer de un San Ruperto que<br />
yo conozco, y que se llame Arsenio M<strong>el</strong>ero, es<br />
mi papá”.<br />
(Óscar)<br />
No te olvides de las muchachas, que <strong>aquí</strong> la<br />
compañera tiene una cara de feminista d<strong>el</strong><br />
carajo y puede acusarnos de estar fabricando<br />
una historia de machos. Con ese grupo se la<br />
pasaban activando y jodiendo La Guara, la<br />
Negra Elisa, Mor<strong>el</strong>ia, Perlita. Y la inolvidable,<br />
Yulimar Reyes. Salvo a Perlita, creo que nunca<br />
vi a esas mujeres echando coñazos, pero ni<br />
falta que les hacía: uno podía aguantar cualquier<br />
coñaza de cualquier tipo, pero nunca<br />
ibas a aguantar un certamen de lengua de estas<br />
carajas que, además de destilar ácido, destilaban<br />
argumentos. Pobrecito <strong>el</strong> compa que<br />
las hiciera arrechar. O que las enamorara. ¡Ay,<br />
su madre!<br />
Yulimar tenía tu edad, carajita, cuando deci-<br />
Edición Número Quince. Año <strong>01</strong>. <strong>ÉPALE</strong> <strong>CCS</strong> Caracas, <strong>27</strong> de enero de 2<strong>01</strong>3.<br />
dió ponerse al frente de la protesta d<strong>el</strong> <strong>27</strong> de<br />
febrero en la avenida Lecuna, y fue una de<br />
las primeras venezolanas asesinadas ese día.<br />
Áng<strong>el</strong> puede contarte ese episodio. Andaban<br />
juntos cuando <strong>el</strong>la cayó asesinada por un policía<br />
Metropolitano.<br />
(Áng<strong>el</strong>)<br />
Yulimar se merece un capítulo aparte. Te prometo<br />
esa historia para después.<br />
(Mariana)<br />
¿Y no tenían tiempo para vivir? ¿Para las fiestas?<br />
¿Para echarse los palos? ¿Para los culos?<br />
(Óscar)<br />
Yo también te prometo esas historias para<br />
después.<br />
Próxima semana: Capítulo 4
1 2 3<br />
4<br />
5<br />
6<br />
Figura 1<br />
Ganado<br />
Fruto de<br />
la vid<br />
Atabas<br />
los cabos<br />
de un<br />
buque<br />
Dominio<br />
web de<br />
Isra<strong>el</strong><br />
Redimirá<br />
censos<br />
P<strong>el</strong>o de<br />
Río que<br />
las ovejas<br />
pasa por<br />
Rusia Pan dulce<br />
redondo<br />
Valorar, valuar Figura 5<br />
Soasar,<br />
cocinar<br />
Voz<br />
militar<br />
Gibón en<br />
portugués<br />
Apócope<br />
de uno<br />
Figura 4 Burla<br />
Carraspear, sacudirse<br />
Letra d<strong>el</strong> alfabeto<br />
neerlandés “Ll”<br />
Univ. Nacional (s)<br />
Conducto<br />
que va a la<br />
uretra<br />
Se trasladó<br />
en <strong>el</strong><br />
agua<br />
Partes d<strong>el</strong> año<br />
Antónimo de<br />
guerra<br />
Orín<br />
El primero<br />
de su<br />
clase<br />
Figura 6<br />
Parte metálica de<br />
una rueda<br />
Hogar<br />
De moda Marañón<br />
Parásitos Aureola,<br />
Nombre<br />
coronilla<br />
de la letra<br />
“N”<br />
5 to mes<br />
Símb.<br />
quím. de<br />
la plata<br />
Art.<br />
neutro<br />
Anillo Tasca Figura 2<br />
Rabia Apura<br />
Figura<br />
central<br />
Trágico,<br />
calamitoso<br />
Apacigüe,<br />
calme<br />
Guayabo<br />
Encara,<br />
resiste<br />
Arco de<br />
colores<br />
Detener Lago<br />
Pavo<br />
mexicano<br />
(inv.)<br />
Poema<br />
9 na letra<br />
d<strong>el</strong> griego<br />
Censo<br />
sobre<br />
bienes<br />
inmuebles<br />
Asoc.<br />
Transp.<br />
urbano Ambi-<br />
Efecto<br />
cómico<br />
rápido de<br />
un filme<br />
Otorga Agua<br />
Mov. respiración<br />
Consonante<br />
repetida<br />
Se Acort. de<br />
equivoca señora Original<br />
gángster<br />
(s)<br />
Figura 3 Sofoca<br />
LA<br />
RANA<br />
PLATANERA<br />
POR NATALY SANOJA<br />
laranaplatanera2<strong>01</strong>2@gmail.com<br />
Minina<br />
Red Mex.<br />
Arqueo (s)<br />
Notificación<br />
Antes de<br />
Cristo<br />
La patria no es de nadie, y si es de alguien, será, y esto solo en espíritu,<br />
de quien la sirva con mayor desprendimiento e int<strong>el</strong>igencia.<br />
(José Martí)<br />
h<strong>el</strong>ada<br />
que sale<br />
de las<br />
nubes<br />
Sin<br />
r<strong>el</strong>igión<br />
Letra “U”<br />
(pl.)<br />
Artículo<br />
(fem.) Comuna<br />
italiana<br />
Malo,<br />
patán<br />
SOLUCIÓN DEL ANTERIOR<br />
Taza,<br />
jarra<br />
Monja<br />
La<br />
primera<br />
mujer<br />
Encendido<br />
en<br />
inglés<br />
guo,impreciso Hiciste<br />
asonancia<br />
Cerebro<br />
Asamblea<br />
Nacional<br />
(s)<br />
C R I S T I N A A T O A R M<br />
A V A N Z A R P R I M E R A<br />
L I A R A D A L U D I E C<br />
U N A R A N J O A P T A<br />
C A I R B I O M B O E R E<br />
E M U L A A U S O L O R A N<br />
R L C A J E E S<br />
O F A C A P E Z E<br />
R A S A S L A R<br />
A C I P I O C A<br />
O N C E N A C A S O S<br />
I C E N F O S O N<br />
I D O L O F A L C I P O<br />
E S A A S A M I O P E E<br />
O C G U A L B E R T O E R A<br />
N O T A D A U N E P A E S<br />
El<br />
primero<br />
de la<br />
clase