Una cristiana.pdf - Ataun
Una cristiana.pdf - Ataun Una cristiana.pdf - Ataun
atención. Los exámenes se acercan; estamos a las puertas de junio... El Padre me miró con leve expresión burlona. - No entre usted a examen. Se lo aconseja Silvestre Moreno. Lo que es este año... perdigón, como dicen ustedes. No dejó de amoscarme aquella ironía y aquel afán de meterse en lo que, a mi entender, ni le iba ni le venía al fraile moro. - Hablemos con calma, Padre - dije resueltamente -. Usted, con ese ruego o, mejor dicho, esa orden de despejar el terreno que me está dando, parece suponer cosas que... vamos... pueden redundar en ofensa de Carmen. - De la señora de su tío de usted. - Bien, de la señora de mi tío... Como usted guste. Hablemos clarito, sin circunloquios ni reservas mentales. A mí no me duelen prendas. Hace un año próximamente que nos hemos conocido... ¿verdad? y aquel mismo día conocí yo también a la señorita de Aldao. A un tiempo
supimos usted y yo que ella se casaba sin amor y hasta con repugnancia verdadera; y al saberlo... usted, Padre, aprobó... y yo desaprobé y protesté, y lo dije. ¿Se acuerda de nuestra conversación, la tarde de la boda, en el soto del Tejo, cuando usted rezaba sus horas tan pacífico y yo casi lloraba? ¿Sí o no? ¿Se acuerda? - Sí señor... me acuerdo... - contestó el fraile - . ¿Y a qué viene recordármelo? -¿A qué? Yo aseguraba que aún teníamos medio de deshacer la boda; profetizaba que era un desatino, pero gordo... y usted me mandó a paseo... y me dijo que tenía una jumera. ¿Es verdad, o no es verdad? - Como el Evangelio. Y la tenía usted; sólo que por lo patético y lo fino. - Bueno: el asunto es que usted no hizo maldito caso de mis presentimientos. Ha pasado un año, y en él ha perdido usted de vista a Carmiña. Vuelve a encontrarla... y como yo se lo pronostiqué: desgraciada, triste, enferma de repul-
- Page 493 and 494: enferma, se me antojaba que si fuma
- Page 495 and 496: casta, noble, pero mujer al fin de
- Page 497 and 498: No; pero solícito y afanoso, como
- Page 499 and 500: Pues fíjese: lo notó mamá lo mis
- Page 501 and 502: atada no era sino el odio antiguo a
- Page 503 and 504: ¿Por qué se lo tendría tan calla
- Page 505 and 506: persistencia. Vestía con dignidad
- Page 507 and 508: meras de cambio, si no le mantuvies
- Page 509 and 510: defectos físicos en las novias de
- Page 511 and 512: muebles eran prácticos y cómodos;
- Page 513 and 514: donde se celebra espléndido festí
- Page 515 and 516: en los personajes de algunos cuadro
- Page 517 and 518: Ocurrióseme un día hacer lo que n
- Page 519 and 520: ¿No iba a la iglesia? ¿Por qué?
- Page 521 and 522: interés que te demuestro, ni ese e
- Page 523 and 524: andaba por adentro; que andaba, se
- Page 525 and 526: - Y tú te juntas al que aborreces
- Page 527 and 528: tes que me acerque, y ahora mismo t
- Page 529 and 530: actitud, mi turbada voz sobraban pa
- Page 531 and 532: orrascas para las conciencias culpa
- Page 533 and 534: -¿Que está... aquí? ¿Desde cuá
- Page 535 and 536: a poco rato volvió a presentarse v
- Page 537 and 538: pálidos, de mejillas hundidas, en
- Page 539 and 540: arme? Pues no me hallo descontento,
- Page 541 and 542: - Claro que está. De otro modo no
- Page 543: en todo este arreglo de vida famili
- Page 547 and 548: derecho a quejarse una mujer como C
- Page 549 and 550: tóricas. Yo no comulgo con ruedas
- Page 551 and 552: estoy enamorado de mi tía Carmen.
- Page 553 and 554: dirigir a usted alguna advertencia
- Page 555 and 556: Hay lucha... pues usted vencerá...
- Page 557 and 558: a expensas del marido de Carmen. Ya
- Page 559 and 560: su marido y me quisiese a mí muy d
- Page 561 and 562: -A mí háblame en castellano claro
- Page 563 and 564: - Quiero decirte - pronuncié trata
- Page 565 and 566: cuestan. No sé cómo lo tomará tu
- Page 567 and 568: cha, yo, oxidado por mi larga resid
- Page 569 and 570: cido, y un imposible, una novela, u
- Page 571 and 572: diese emprenderla a cachetes con la
- Page 573 and 574: Desde que descansé en la Ullosa, m
- Page 575 and 576: chochez que le entró. Últimamente
- Page 577 and 578: días: chanchullos gordos... Ademá
- Page 579 and 580: Yo no me paré en tales requisitos
- Page 581 and 582: go. No: besarla, nunca. Reprimiendo
- Page 583 and 584: cían sus pupilas y se transfigurab
- Page 585 and 586: Por eso me irrito cuando me llamas
- Page 587 and 588: cuando salgas, te pasearé la calle
- Page 589 and 590: iglesia, ni los bailes de los círc
- Page 591 and 592: do a su casa muebles comprados para
- Page 593 and 594: Madrid) hacia las pestilentes habla
atención. Los exámenes se acercan; estamos a<br />
las puertas de junio...<br />
El Padre me miró con leve expresión burlona.<br />
- No entre usted a examen. Se lo aconseja<br />
Silvestre Moreno. Lo que es este año... perdigón,<br />
como dicen ustedes.<br />
No dejó de amoscarme aquella ironía y<br />
aquel afán de meterse en lo que, a mi entender,<br />
ni le iba ni le venía al fraile moro.<br />
- Hablemos con calma, Padre - dije resueltamente<br />
-. Usted, con ese ruego o, mejor dicho,<br />
esa orden de despejar el terreno que me está<br />
dando, parece suponer cosas que... vamos...<br />
pueden redundar en ofensa de Carmen.<br />
- De la señora de su tío de usted.<br />
- Bien, de la señora de mi tío... Como usted<br />
guste. Hablemos clarito, sin circunloquios ni<br />
reservas mentales. A mí no me duelen prendas.<br />
Hace un año próximamente que nos hemos<br />
conocido... ¿verdad? y aquel mismo día conocí<br />
yo también a la señorita de Aldao. A un tiempo