04.06.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

NORA ROBERTS AURORA BOREAL<br />

—Estoy <strong>de</strong> acuerdo contigo. Llámale.<br />

A la mañana siguiente, en su <strong>de</strong>spacho, Nate estudió las últimas pruebas que<br />

había recogido. Unos fragmentos <strong>de</strong> plástico <strong>de</strong> color blanco, que parecían <strong>de</strong>l mismo<br />

material que las bolsas <strong>de</strong> La Tienda <strong>de</strong> la Esquina, y trozos <strong>de</strong> carne que había<br />

guardado en una bolsa <strong>de</strong> pruebas cerrada herméticamente.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> un pendiente <strong>de</strong> plata.<br />

¿Había visto antes aquel pendiente? En lo más recóndito <strong>de</strong> su cerebro había<br />

algo que intentaba abrirse paso.<br />

Un único pendiente <strong>de</strong> plata. Los hombres los llevaban más en la actualidad<br />

que antes. La moda cambiaba y evolucionaba, y hoy en día un pendiente masculino<br />

no <strong>de</strong>sentonaba ni con un traje.<br />

¿Pero dieciséis años atrás? No era algo tan normal en un hombre. Tal vez sí<br />

para un hippy, un músico, un artista, un motorista, un rebel<strong>de</strong>. Tampoco se trataba<br />

<strong>de</strong> una discreta bolita o <strong>de</strong> un aro fino; sobre todo con aquella cruz colgante.<br />

Era más bien una <strong>de</strong>claración <strong>de</strong> principios.<br />

No era <strong>de</strong> Galloway. Había comprobado las fotos y Galloway había muerto con<br />

un aro en una oreja. Y con la lupa había llegado a la conclusión <strong>de</strong> que no tenía<br />

perforada la otra.<br />

Para asegurarse, lo preguntaría al forense.<br />

Pero estaba convencido <strong>de</strong> que lo que tenía <strong>de</strong>lante pertenecía al asesino.<br />

La pequeña pieza <strong>de</strong> atrás —¿cómo <strong>de</strong>monios se llamaba aquello?— había<br />

saltado. Podía ver mentalmente una figura sin rostro retrocediendo con el piolet y el<br />

pequeño pendiente que caía al suelo sin que nadie se diera cuenta; pegando con el<br />

piolet, dando en el blanco.<br />

¿Había permanecido allí, observando la expresión perpleja <strong>de</strong> Galloway,<br />

mientras su amigo caía <strong>de</strong>slizándose por la pared <strong>de</strong> hielo? ¿Había permanecido allí,<br />

sin per<strong>de</strong>r <strong>de</strong>talle, observándolo? ¿Perplejo también o satisfecho? ¿Emocionado o<br />

consternado? Poco importaba, <strong>de</strong>cidió Nate. El trabajo estaba hecho.<br />

¿Ir a por la mochila, revisarla? No hacía falta <strong>de</strong>jar víveres o dinero, suponiendo<br />

que lo guardara ahí. Había que ser práctico, sobrevivir.<br />

¿Cuánto tiempo <strong>de</strong>bió <strong>de</strong> tardar en darse cuenta <strong>de</strong> la pérdida <strong>de</strong>l pendiente?<br />

Demasiado tar<strong>de</strong> para volver y buscarlo, un <strong>de</strong>talle <strong>de</strong>masiado insignificante para<br />

preocuparse.<br />

Aunque siempre eran los <strong>de</strong>talles los que solucionaban un caso... y podían<br />

significar la cárcel.<br />

—¿Nate?<br />

Con el pendiente en la mano reaccionó ante la llamada <strong>de</strong>l interfono.<br />

—¿Sí?<br />

—Jacob quiere verlo —dijo Peach.<br />

—Hágalo pasar.<br />

No se levantó, pero se puso cómodo mientras Jacob entraba y cerraba la puerta.<br />

- 345 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!