04.06.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

NORA ROBERTS AURORA BOREAL<br />

¡Qué gafe soy! Tengo que marcharme a don<strong>de</strong> nadie me conozca, así podré<br />

revolcarme en la autocompasión.<br />

Pero con aquello no tuvo bastante. Tuvo que darse importancia. Coger lo que<br />

no era suyo. Lo que nunca podía ser suyo.<br />

Pues sí, tendría su merecido, y la vida volvería a la normalidad.<br />

Colgó las bolsas <strong>de</strong> plástico <strong>de</strong> los árboles más cercanos a la casa mientras los<br />

perros aullaban y agitaban la cola.<br />

—Ahora no, muchachos —dijo en voz alta mientras colgaba otra <strong>de</strong>l alero, junto<br />

a la puerta trasera, fuera <strong>de</strong> la vista <strong>de</strong> la entrada—. Ahora no, colegas.<br />

Acarició con gesto brusco a los dos animales, aunque estos estaban más<br />

interesados en olisquearle y lamerle las manos.<br />

Le gustaban los perros. Le había gustado Yukon. Pero aquel viejo perro ya<br />

estaba medio ciego, artrítico y, por si fuera poco, casi sordo. En realidad, liquidarlo<br />

había sido un acto misericordioso. Necesario.<br />

Volvió al bosque, pero se <strong>de</strong>tuvo en el límite para echar un vistazo hacia atrás.<br />

En algunas zonas, el sol estaba <strong>de</strong>rritiendo la nieve, sobre todo don<strong>de</strong> la lluvia se<br />

había llevado la broza. Vio cómo <strong>de</strong>spuntaba la vegetación.<br />

Primavera, pensó. En cuanto llegara el calor, traerían <strong>de</strong>finitivamente a Pat<br />

Galloway a casa.<br />

Tenía intención <strong>de</strong> acudir al entierro y permanecer durante toda la ceremonia<br />

con la cabeza inclinada en señal <strong>de</strong> respeto.<br />

El día avanzaba hacia el crepúsculo cuando Nate llegó a casa. Esperó junto al<br />

camino mientras Meg volvía <strong>de</strong>l lago, caminando en la cenagosa y ver<strong>de</strong> superficie<br />

salpicada <strong>de</strong> rodales <strong>de</strong> nieve.<br />

Llevaba una caja con provisiones y su blusa roja recordaba a Nate el tono <strong>de</strong><br />

algún llamativo pájaro tropical.<br />

—¿Cambiamos?<br />

Meg miró la pizza que sujetaba él y la olisqueó.<br />

—No, aquí llevo tus placas <strong>de</strong> juguete. Pero me encantan los hombres que traen<br />

la cena. ¿Cómo estabas tan seguro <strong>de</strong> que estaría aquí a la hora <strong>de</strong> cenar? ¿O<br />

pensabas comértela solo?<br />

—Oí tu avioneta. Terminé lo que estaba haciendo, pasé por Los Italianos y me<br />

llevé esto. He calculado que tendrías que <strong>de</strong>scargar lo que llevabas y que para la cena<br />

ya estarías aquí.<br />

—Sincronía casi perfecta. Estoy muerta <strong>de</strong> hambre. —Entró las provisiones a la<br />

casa y fue directamente a la cocina—. Casualmente, una <strong>de</strong> las cosas que he traído<br />

hoy es un cabernet excepcional, según dicen. —Sacó la botella—. ¿Te apuntas?<br />

—Por supuesto. Dentro <strong>de</strong> un minuto. —Dejó la pizza, la cogió por los hombros<br />

y la besó—. Hola.<br />

—Hola, guapo. —Con una risita, lo sujetó por el pelo y le dio un largo y<br />

apasionado beso—. ¿Qué tal, muchachos? —Se agachó para acariciar rápidamente a<br />

- 331 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!