04.06.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

NORA ROBERTS AURORA BOREAL<br />

Se dirigió hacia la casa <strong>de</strong> Meg pensando que cuando llegara sus ánimos se<br />

habrían calmado y tendría la cabeza más <strong>de</strong>spejada. Había <strong>de</strong>saparecido la negrura<br />

<strong>de</strong> los últimos días y las relucientes estrellas <strong>de</strong>stacaban en el cristalino y negro cielo.<br />

La luna se <strong>de</strong>splazaba entre los árboles y la brillante neblina se <strong>de</strong>slizaba hasta el<br />

suelo. Nate se fijó en las ramas <strong>de</strong> los árboles, <strong>de</strong>snudas: la nieve cubría el suelo pero<br />

los árboles se habían <strong>de</strong>sprendido <strong>de</strong> ella.<br />

Una parte <strong>de</strong>l camino seguía inundada, <strong>de</strong> forma que tuvo que conducir<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> los parapetos, al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l agua.<br />

Oyó el grito <strong>de</strong> un lobo, solitario e insistente. Estaría a la búsqueda <strong>de</strong> comida,<br />

pensó. O <strong>de</strong> pareja. Cuando mataba, ese animal lo hacía con un objetivo. No por<br />

ambición ni porque sí.<br />

Cuando se apareaba, según había leído, era para siempre.<br />

El sonido se extinguió en la noche.<br />

Vio humo en la chimenea <strong>de</strong> Meg, oyó la música. Lenny Kravitz esta vez,<br />

pensó. Meciéndose entre brumas <strong>de</strong> fatalidad y campos <strong>de</strong> dolor.<br />

Aparcó <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l coche <strong>de</strong> ella y se quedó allí sentado. Aquello era lo que<br />

quería, pensaba, y tal vez lo quisiera más <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>bía. Llegar a casa. Arreglar los<br />

asuntos <strong>de</strong>l día y luego quitárselo todo <strong>de</strong> encima y llegar a casa, a la música, la luz,<br />

la mujer.<br />

La mujer.<br />

Un hogar, había dicho Meg. Y ella lo había atrapado. Así que si le escupían<br />

aquel pedazo <strong>de</strong>l corazón en la cara, solo él tendría la culpa.<br />

Meg abrió la puerta y mientras Nate subía los peldaños, los perros empezaron a<br />

bailar alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> sus pies.<br />

—Hola. Me preguntaba si esta noche encontrarías el camino <strong>de</strong> mi casa. —<br />

La<strong>de</strong>ó la cabeza—. Pareces un poco alterado, jefe. ¿En qué te has metido?<br />

—Haciendo amigos, influyendo en las personas.<br />

—Pasa, precioso, tómate un trago y cuéntamelo.<br />

—Con mucho gusto.<br />

- 302 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!