04.06.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NORA ROBERTS AURORA BOREAL<br />

—Y esa i<strong>de</strong>a, ¿no tendría que hacérsela la policía estatal? Porque, si no me<br />

equivoco, ellos han sacado sus conclusiones, ¿verdad?<br />

—Prefiero hacer mis propias <strong>de</strong>ducciones. No me dirá que es un secreto para<br />

nadie que usted tuvo... digamos... <strong>de</strong>bilidad por Charlene durante mucho tiempo.<br />

—No. —Se quitó las gafas y empezó a limpiarlas, lenta y concienzudamente,<br />

con un pañuelo que había sacado <strong>de</strong>l bolsillo <strong>de</strong> la chaqueta—. No voy a negarlo.<br />

—Y sentía esa <strong>de</strong>bilidad cuando estaba con Galloway.<br />

—Sentía algo muy profundo por ella, sí. Aunque <strong>de</strong> poco me sirvió, puesto que<br />

se casó con otro cuando no había transcurrido ni un año <strong>de</strong> la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong><br />

Galloway.<br />

—Del asesinato —rectificó Nate.<br />

—Sí. —Volvió a ponerse las gafas—. Del asesinato.<br />

—¿Se lo pidió usted?<br />

—Me dijo que no. Me dijo que no todas las veces que se lo pedí.<br />

—Pero se acostó con usted.<br />

—Se está metiendo en un terreno muy personal.<br />

—Se acostó con usted —siguió Nate—, pero se casó con otro. Se acostó con<br />

usted mientras estaba casada con otro. Y no lo hizo solo con usted.<br />

—Es algo privado. Y más aún en un pueblo como este. No estoy dispuesto a<br />

hablar <strong>de</strong> ello con usted.<br />

—El amor es un tipo <strong>de</strong> ambición, ¿no cree? —Nate golpeó con un <strong>de</strong>do el<br />

ejemplar <strong>de</strong> Macbeth que seguía en la mesa <strong>de</strong> John—. Los hombres matan por amor.<br />

—Los hombres matan. La mitad <strong>de</strong> las veces no necesitan justificación.<br />

—No se lo voy a discutir. Y a veces salen bien parados. La mayoría <strong>de</strong> las veces.<br />

Le agra<strong>de</strong>cería que reflexionara sobre ello y que cuando recuer<strong>de</strong> dón<strong>de</strong> se<br />

encontraba aquel febrero me lo diga.<br />

Se fue hacia la puerta y luego se volvió:<br />

—Lo olvidaba, ¿leyó alguno <strong>de</strong> los libros que estaba escribiendo Max<br />

Hawbaker?<br />

—No. —A pesar <strong>de</strong> que su voz era tranquila, sus ojos mostraban cierto enojo—.<br />

Se mostraba muy reservado respecto a ellos. Es algo corriente en los escritores que<br />

aspiran a ser reconocidos. Creo que lo suyo era más hablar <strong>de</strong> escribir un libro que<br />

escribirlo en realidad.<br />

—Pues resulta que tenía algunos empezados. Yo tengo los manuscritos. Todos<br />

giran sobre lo mismo. Un tema que supongo que a usted le llamaría la atención.<br />

—También eso es habitual en un escritor novel. Incluso uno con experiencia<br />

explora el mismo tema <strong>de</strong>s<strong>de</strong> distintos ángulos.<br />

—Al parecer el suyo era el <strong>de</strong> los hombres que sobreviven a la naturaleza... y a<br />

otros hombres. O no sobreviven. En <strong>de</strong>finitiva acaba siempre con tres personajes,<br />

in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> cuántos hubiera al principio, al final se reduce a tres. Y lo<br />

que más se repite son tres hombres que escalan una montaña, en invierno.<br />

Nate jugaba con las monedas que llevaba en el bolsillo mientras John<br />

permanecía en silencio.<br />

—Solo había acabado algunos capítulos, pero guardaba notas para el resto; era<br />

- 295 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!