04.06.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NORA ROBERTS AURORA BOREAL<br />

—No soy una remilgada <strong>de</strong> esas que viven por tus latitu<strong>de</strong>s. He matado alces,<br />

búfalos, caribús, osos...<br />

—¿Has disparado alguna vez contra una persona? No es lo mismo, Meg.<br />

Créeme, no es lo mismo. Y no estoy diciendo que no seas lista, capaz y fuerte. Lo que<br />

te pido es que esta noche vengas conmigo. Si no lo haces, yo me quedaré aquí. Pero a<br />

tu madre no le vendría mal que le echaras una mano en el Lodge ahora que no está<br />

Rose. Tiene muchísimo trabajo y está agobiada con lo <strong>de</strong> tu padre.<br />

—Charlene y yo...<br />

—No puedo llamar a la mía. A mi madre, me refiero. Apenas me habla, y mi<br />

hermana procura mantenerse alejada <strong>de</strong> nosotros porque quiere una vida tranquila,<br />

normal. No se lo reprocho.<br />

—No sabía que tuvieras una hermana.<br />

—Es dos años mayor que yo. Ahora vive en Kentucky. Llevo sin verla... cinco<br />

años, creo. Los Burke no son muy amigos <strong>de</strong> las fiestas familiares.<br />

—¿No fue a verte cuando te hirieron?<br />

—Llamó. No tenemos mucho que contarnos. Cuando mataron a Jack y me<br />

hirieron a mí, mi madre vino a verme al hospital. Pensé, aunque apenas podía<br />

hacerlo, que quizá, solo quizá, <strong>de</strong> todo aquel horror podía salir algo positivo. Se me<br />

ocurrió que tal vez volveríamos a relacionarnos. Pero ella me preguntó si iba a<br />

<strong>de</strong>jarlo. Si abandonaría la policía para que no tuviera que ir a verme al cementerio en<br />

vez <strong>de</strong> al hospital. Le dije que no, que era cuanto me quedaba. Salió <strong>de</strong> la habitación<br />

sin <strong>de</strong>cir nada más. No creo que hayamos intercambiado más <strong>de</strong> una docena <strong>de</strong><br />

palabras <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces. La profesión me arrebató a mi mejor amigo, a mi mujer, a<br />

mi familia.<br />

—No es cierto. —No pudo reprimir el impulso <strong>de</strong> coger su mano, llevársela a la<br />

mejilla y acariciaría—. Sabes que no es cierto.<br />

—Depen<strong>de</strong> <strong>de</strong> cómo lo enfoques. Pero no lo <strong>de</strong>jé. Estoy aquí porque incluso<br />

cuando estaba en el fondo <strong>de</strong>l pozo fue lo único que conservé. A saber si no fue lo<br />

que impidió que me hundiera <strong>de</strong>l todo. Lo único que sé es que tienes la oportunidad<br />

<strong>de</strong> hacer las paces con tu madre. Y <strong>de</strong>berías aprovecharla.<br />

—Podía haberme pedido personalmente que le echara una mano.<br />

—Es lo que ha hecho. Yo no he sido más que un intermediario.<br />

Con un suspiro, Meg se volvió y pegó una patada <strong>de</strong> mal genio al armario <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l frega<strong>de</strong>ro.<br />

—De acuerdo, pero no esperes que esto acabe con un fueron felices y comieron<br />

perdices.<br />

—Lo <strong>de</strong> las perdices queda tan lejos que no hay <strong>de</strong> qué preocuparse.<br />

Dejó a Meg <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l Lodge y él volvió a la comisaría.<br />

Pasó un rato escribiendo notas sobre las conversaciones que había tenido con<br />

Otto y John y luego empezó a investigar a los pilotos <strong>de</strong> quienes le había hablado<br />

Otto.<br />

- 220 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!