04.06.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NORA ROBERTS AURORA BOREAL<br />

un <strong>de</strong>scuidado árbol <strong>de</strong> Navidad. Meg junto a un río, con un pez en brazos casi tan<br />

gran<strong>de</strong> como ella.<br />

Había una <strong>de</strong> Patrick y Jacob cogidos <strong>de</strong>l hombro. Era una foto borrosa y mal<br />

encuadrada; Nate pensó que quizá Meg estaba <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la cámara.<br />

Volcó la caja <strong>de</strong> zapatos y empezó a repasar imágenes. Encontró algunas fotos<br />

<strong>de</strong> grupo, todas ellas tomadas el mismo día.<br />

Era verano porque en lugar <strong>de</strong> nieve se veía todo ver<strong>de</strong>. Pensó si realmente<br />

algún día se podía ver ese ver<strong>de</strong>, tan cálido y luminoso. Y las montañas a lo lejos, con<br />

sus cimas <strong>de</strong> un blanco reluciente bajo el sol y las vertientes en tonos plateados y<br />

azules, salpicados <strong>de</strong> ver<strong>de</strong>.<br />

Una comida al aire libre en el jardín <strong>de</strong> una casa, imaginó. Comida campestre<br />

urbana. Se veían mesas plegables, bancos, sillas también plegables y un par <strong>de</strong><br />

parrillas. Fuentes con comida, barriles <strong>de</strong> cerveza.<br />

Localizó a Galloway. De nuevo sin barba, con el pelo más corto, aunque casi le<br />

llegaba a los hombros. Se le veía fuerte, en forma, atractivo. Meg tenía sus ojos, pensó<br />

Nate, sus pómulos, su boca.<br />

Vio también a Charlene, con una ceñida blusa que ponía <strong>de</strong> relieve su pecho y<br />

un pantalón muy corto con el que lucía sus piernas. Incluso en la foto se veía que se<br />

había maquillado a conciencia. Ya no era la joven risueña y encantadora con las gafas<br />

<strong>de</strong> sol. Ahora era una mujer, guapa, segura y atenta.<br />

¿Pero feliz? Reía o sonreía en todas las fotos, y también posaba. En una estaba<br />

sentada con expresión provocativa sobre las rodillas <strong>de</strong> un hombre mayor, al que se<br />

veía perplejo y abrumado ante aquel cuerpo.<br />

Vio a Hopp al lado <strong>de</strong> un hombre larguirucho, con el pelo plateado. Estaban<br />

cogidos <strong>de</strong> la mano y tomaban cerveza.<br />

Descubrió también a Ed Woolcott, el banquero y teniente <strong>de</strong> alcal<strong>de</strong>, más<br />

<strong>de</strong>lgado, con bigote y una barba corta, haciendo muecas ante la cámara al lado <strong>de</strong>l<br />

tipo con el pelo plateado, que Nate había tomado por el difunto marido <strong>de</strong> Hopp.<br />

I<strong>de</strong>ntificó <strong>de</strong> uno en uno a todos los conocidos. A Bing, fornido y avinagrado<br />

como era en ese momento, aunque tal vez con cinco o seis kilos menos. Rose, aquella<br />

tenía que ser la bella Rose, fresca y joven como la flor que llevaba por nombre, cogida<br />

<strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>l pequeño Peter, guapísimo.<br />

Max, con más pelo y menos barriga, sentado junto a Galloway, ambos a punto<br />

<strong>de</strong> comer unas enormes tajadas <strong>de</strong> sandía.<br />

Deb, Harry, ¡Peach con veinticinco quilos menos!, con los brazos entrelazados,<br />

las ca<strong>de</strong>ras la<strong>de</strong>adas, sonriendo a la cámara.<br />

Volvió a repasarlas, concentrándose en Galloway. Estaba en casi todas las fotos.<br />

Comiendo, bebiendo, charlando, riendo, tocando la guitarra, tumbado en la hierba<br />

con los niños.<br />

Seleccionó las <strong>de</strong> los hombres. Algunos le eran <strong>de</strong>sconocidos, otros le parecían<br />

<strong>de</strong>masiado mayores, incluso entonces, para po<strong>de</strong>r empren<strong>de</strong>r aquella difícil escalada<br />

en invierno. Y otros eran <strong>de</strong>masiado jóvenes.<br />

Pero mientras examinaba cada uno <strong>de</strong> aquellos rostros, se preguntaba si podía<br />

haber subido al monte con alguno <strong>de</strong> ellos. ¿Alguno <strong>de</strong> aquellos hombres que<br />

- 183 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!