04.06.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NORA ROBERTS AURORA BOREAL<br />

—¿Te quedarás?<br />

—No. —Meg corrió las cortinas y habló en la penumbra—. Yo sí soporto<br />

estar sola. Y ahora necesito estarlo. A<strong>de</strong>más, cuando te <strong>de</strong>spiertes, ya no me<br />

necesitarás.<br />

De todas formas, se quedó hasta que Charlene se durmió.<br />

Mientras bajaba por la escalera se cruzó con Sarrie Parker.<br />

—Déjala dormir. Tiene el <strong>de</strong>spacho hecho un <strong>de</strong>sastre.<br />

—Eso he oído. —Sarrie levantó las cejas—. Habrás dicho algo que la ha<br />

puesto a cien.<br />

—Tú intenta limpiarlo antes <strong>de</strong> que baje.<br />

Siguió bajando y al entrar en el restaurante fue directamente a buscar el<br />

abrigo.<br />

—Tengo que marcharme —dijo a Nate.<br />

Él la siguió hasta la puerta.<br />

—¿Adón<strong>de</strong>?<br />

—A casa. Necesito estar en casa.<br />

El frío y ligero golpe que le dio el viento le resultó agradable.<br />

—¿Cómo está ella?<br />

—Le he dado un tranquilizante. Si se recupera, te caerá encima. Lo siento. —<br />

Se puso los guantes y se cubrió la cara con las manos—. ¡Señor! Ha sido como<br />

esperaba. Histeria, ira y el habitual «¿Por qué me odias?».<br />

—Tienes un corte en la cara.<br />

—Solo es un rasguño. Un caniche <strong>de</strong> porcelana hecho añicos. Se ha puesto a<br />

lanzar cosas. —Respiró hondo mientras se dirigían hacia el río. Quería que el<br />

fantasma <strong>de</strong> su aliento volara y se <strong>de</strong>svaneciera—. Pero cuando se ha dado cuenta<br />

<strong>de</strong> que no le estaba tomando el pelo se ha <strong>de</strong>smoronado. No esperaba lo que he<br />

visto en su cara. Le quería. Nunca me lo había imaginado. Nunca pensé que<br />

pudiera ser verdad.<br />

—No creo que sea el mejor momento, ni para ti ni para ella, <strong>de</strong> estar solas.<br />

—Ella no lo estará. Yo lo necesito. Déjame unos días, Burke. De todas formas,<br />

por aquí se te acumulará el trabajo. Unos días y todo se habrá calmado un poco.<br />

Luego vienes, te preparo comida y te llevo a la cama.<br />

—El teléfono vuelve a funcionar. Pue<strong>de</strong>s llamarme si necesitas algo.<br />

—Sí, puedo. No lo haré. No te empeñes en salvarme, jefe. —Se puso las gafas<br />

<strong>de</strong> sol—. Limítate a los <strong>de</strong>talles.<br />

Se volvió, empujó la cabeza <strong>de</strong> Nate hacia la suya y los dos se permitieron un<br />

ardiente beso lleno <strong>de</strong> <strong>de</strong>seo. Luego se apartó y le dio unos toques en la mejilla con<br />

la mano cubierta por el guante.<br />

—Solo unos días —repitió y se fue hacia el avión.<br />

No volvió la vista atrás aunque sabía que él seguía junto al río, que<br />

observaba cómo se alejaba.<br />

Lo borró <strong>de</strong> su mente. Lo borró todo y fue elevándose por encima <strong>de</strong> las<br />

copas <strong>de</strong> los árboles hacia el límite <strong>de</strong>l cielo.<br />

Solo cuando vio el humo <strong>de</strong> su chimenea y las dos sedosas balas en que se<br />

- 126 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!