04.06.2013 Views

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

Descargar - Alcaldia Municipal de San Miguel

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NORA ROBERTS AURORA BOREAL<br />

—¿Quieres vomitarlo? ¿Dejarla <strong>de</strong> vuelta y media mientras <strong>de</strong>sayunamos?<br />

—Creo que no.<br />

Meg esperó que Wanda sirviera el <strong>de</strong>sayuno y el café, partió los huevos y<br />

<strong>de</strong>jó que la yema saliera.<br />

—Cuando iba a la universidad, me acosté con un tipo guapísimo —empezó a<br />

contar Megan—. Bastante gilipollas, pero con un aguante extraordinario. Empezó<br />

a marearme diciéndome que tenía que maquillarme un poco más, vestirme mejor,<br />

no discutir tanto con la gente... —dijo meneando el tenedor—. No es que no fuera<br />

mona, atractiva y lista, <strong>de</strong>cía él, pero si me arreglaba un poco más, salía un poco<br />

más...<br />

—Tú no eres mona.<br />

Meg se echó a reír, haciendo bailar los ojos mientras mordía la tostada.<br />

—A callar. La historia es mía.<br />

—Eres mucho mejor que una chica mona. Eso viene con el ADN. Tú eres...<br />

una persona llena <strong>de</strong> vitalidad —dijo Nate—. Cautivadora. Es algo que sale <strong>de</strong>l<br />

interior, <strong>de</strong> forma que es mejor que ser mona. En fin, es mi opinión.<br />

—¡Vaya! —Se apoyó en el respaldo, tan sorprendida que hasta se olvidó <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>sayuno—. Si yo fuera otra persona me habría quedado muda tras este<br />

comentario. Mierda, he perdido el hilo. ¿De qué puñeta estaba hablando?<br />

Esta vez la sonrisa templó el gris <strong>de</strong> los ojos <strong>de</strong> Nate.<br />

—Del gilipollas <strong>de</strong> la universidad con el que te acostaste.<br />

—Ah, sí. —Atacó las patatas y la cebolla—. Hubo más <strong>de</strong> uno, pero en fin,<br />

tenía veinte años y la actitud pasiva y agresiva <strong>de</strong> ese tipo empezó a sorberme el<br />

cerebro, sobre todo cuando <strong>de</strong>scubrí que se tiraba a una estúpida podrida <strong>de</strong><br />

pasta, con implantes en los pechos.<br />

Se quedó un momento en silencio, concentrada en el <strong>de</strong>sayuno.<br />

—¿Y qué hiciste?<br />

—¿Qué hice? —Tomó un sorbo <strong>de</strong> café—. Me lo cepillé otra vez y luego le<br />

metí un par <strong>de</strong> somníferos sin que se enterara.<br />

—¿Lo drogaste?<br />

—Sí, ¿por?<br />

—Nada. Nada.<br />

—Pagué a un par <strong>de</strong> tipos para que lo llevaran a una <strong>de</strong> las aulas. Y tapé sus<br />

patéticas vergüenzas con ropa interior femenina muy sexy: sujetador, liguero,<br />

medias negras. Toda una hazaña. Le maquillé la cara, le ricé el pelo. Incluso tomé<br />

unas fotos para colgar en internet. Aún dormía cuando empezó la primera clase a<br />

las ocho. —Comió lo que quedaba <strong>de</strong> los huevos—. Un espectáculo memorable,<br />

sobre todo cuando se <strong>de</strong>spertó, se dio cuenta y empezó a chillar como una niña.<br />

Nate se rió con aquella historia y valoró la creatividad <strong>de</strong> su venganza;<br />

brindó con la taza.<br />

—Pue<strong>de</strong>s estar segura <strong>de</strong> que no haré ni un solo comentario sobre tu ropero.<br />

—Fin <strong>de</strong> la historia. Creo en la revancha, en todos los casos. Dejar que te<br />

jodan es <strong>de</strong> imbéciles.<br />

—No le querías.<br />

- 121 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!