Cap´ıtulo 2 - McGraw-Hill
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CONJUNTOS DE CONSUMO Y<br />
Capítulo PREFERENCIAS 2<br />
CAPÍTULO<br />
2<br />
2.1. Conjuntos de consumo y restricción presupuestaria<br />
2.1.1. Generalidades<br />
Un consumidor es un agente económico individual (un individuo en sentido estricto<br />
o una familia) que toma decisiones de consumo, es decir, escoge cantidades de bienes<br />
y servicios que demanda y cantidades de trabajo que oferta. Supondremos que hay un<br />
número finito m de consumidores, que distinguiremos con el subíndice i = 1,2,... ,m.<br />
El conjunto de elección del i-ésimo consumidor está constituido por un conjunto<br />
Xi ⊂ R ℓ de consumos “posibles”. Un consumo posible (o un plan de consumo)<br />
es un vector ℓ-dimensional del espacio de mercancías R ℓ y lo representamos por<br />
xi = (xi1,xi2,...,xiℓ). El elemento xik de este vector describe la cantidad de la mercancía<br />
k consumida por el i-ésimo consumidor. Cada plan de consumo especifica ciertas<br />
cantidades de bienes y servicios consumibles, así como ciertas cantidades de factores<br />
productivos que el consumidor puede ofertar (diversos tipos de trabajo).<br />
El conjunto de todos los consumos posibles para el i-ésimo consumidor se denomina<br />
conjunto de consumo. La forma más sencilla de modelizar estos conjuntos es<br />
identificando los planes de consumo con vectores no-negativos, Xi = R ℓ +. Así pues, con<br />
esta aproximación, un plan de consumo es posible para un consumidor si y sólo si está<br />
constituido por cantidades no negativas.<br />
Tomar los planes de consumo como vectores no-negativos facilita notablemente<br />
la discusión del comportamiento del consumidor por tres razones: (1) Porque R ℓ + es<br />
un conjunto con muy buenas propiedades operativas (en particular, es un conjunto no<br />
vacío, cerrado, convexo y acotado inferiormente); (2) Porque todos los consumidores<br />
tienen idénticos conjuntos de consumo, de modo que lo que les diferencia son sus formas<br />
de valorar las distintas alternativas y su riqueza; y (3) Porque los problemas de<br />
optimización con restricciones de no negatividad son tratables con procedimientos más<br />
sencillos.
14 - Microeconomía<br />
Observación:<br />
La mayor parte de las propiedades que obtendremos no dependen de este supuesto particular,<br />
sino que son válidas para todo subconjunto de R ℓ cerrado, convexo y acotado<br />
inferiormente.<br />
El problema económico del consumidor consiste en elegir algún plan de consumo<br />
en el subconjunto de R ℓ + que determinen sus restricciones. El comportamiento racional<br />
del consumidor consistirá en elegir aquel plan de consumo que resulte “el mejor de los alcanzables”.<br />
Así pues, para describir adecuadamente el comportamiento del consumidor,<br />
habremos de definir y modelizar tanto las restricciones a las que se enfrenta (restricción<br />
presupuestaria) como su criterio de valoración (preferencias). Nos ocuparemos ahora<br />
de la restricción presupuestaria y en la sección siguiente de las preferencias.<br />
En una economía de mercado las restricciones que afectan a los consumidores<br />
están asociadas a su capacidad de gasto, que viene determinada por los precios de<br />
mercado y su riqueza. Cuando se trata además de una economía competitiva los precios<br />
de mercado constituyen una variable externa puesto que ningún consumidor puede,<br />
individualmente, afectar con sus decisiones a dichos precios. Ello equivale a suponer que<br />
los consumidores toman los precios de mercado como un dato. Tanto en esta sección<br />
como en el capítulo siguiente supondremos que esta capacidad de gasto viene descrita<br />
por un número Mi, que podemos interpretar como una cantidad de ‘dinero’. 1 Diremos<br />
que Mi ∈ R representa la riqueza del i-ésimo consumidor, i = 1,2,... ,m.<br />
Representaremos los precios de las mercancías mediante un vector de R ℓ , p =<br />
(p1,p2,...,pℓ), de modo que el coste de adquirir un vector de mercancías<br />
vendrá dado por:<br />
xi = (xi1,xi2,...,xiℓ)<br />
px i =<br />
ℓ<br />
k=1<br />
pkxik<br />
Dado un vector de precios p ∈ R ℓ el i-ésimo consumidor podrá adquirir todas<br />
aquellas cantidades de mercancías que no cuesten más que su riqueza Mi. Diremos así<br />
que un plan de consumo xi es accesible para el i-ésimo consumidor a los precios p si<br />
px i ≤ Mi. Se denomina conjunto presupuestario al conjunto<br />
βi(p,Mi) = {xi ∈ R ℓ + / px i ≤ Mi}<br />
que describe aquellos planes de consumo que el i-ésimo consumidor puede pagar, cuando<br />
su riqueza es Mi y los precios de mercado vienen dados por el vector p. Suele<br />
denominarse par precio-riqueza al vector (p,Mi) ∈ R ℓ+1 que define la restricción<br />
presupuestaria. Al escribir el conjunto presupuestario como βi(p,Mi) estamos indicando<br />
que este conjunto varía con los precios y la riqueza.<br />
La correspondencia βi : Rℓ+1 → Rℓ + que asocia a cada par precio-riqueza el<br />
conjunto de consumos que el i-ésimo consumidor puede pagar, se denomina correspondencia<br />
presupuestaria. Es inmediato comprobar que el conjunto presupuestario<br />
no cambia si multiplicamos precios y riqueza por cualquier número positivo, es decir,<br />
βi(λp,λMi) = βi(p,Mi) para cualquier número λ > 0. La correspondencia presupuestaria<br />
es pues homogénea de grado cero en precios y riqueza (una propiedad que se<br />
1 Más adelante tomaremos Mi como el valor de los activos que posee el consumidor y por tanto será<br />
una función de los precios de mercado y no una cuantía fija.
CONJUNTOS DE CONSUMO Y PREFERENCIAS - 15<br />
Gráfico 2.1: La restricción presupuestaria<br />
traslada a la función de demanda, como veremos). 2 Bajo el supuesto establecido sobre<br />
los conjuntos de consumo, el conjunto βi(p,Mi) resulta cerrado y convexo (aunque<br />
podría ser vacío).<br />
El gráfico 2.1 ilustra la restricción presupuestaria para el caso ℓ = 2, es decir,<br />
βi(p,Mi) = {xi ∈ R 2 + / p1xi1+p2xi2 ≤ Mi}. Si medimos el bien 2 en el eje de ordenadas,<br />
la ecuación de la recta que delimita el conjunto presupuestario puede expresarse como:<br />
xi2 = Mi<br />
p2<br />
− p1<br />
p2 xi1. De aquí se deduce que la pendiente de la restricción presupuestaria<br />
viene dada por los precios relativos (− p1<br />
p2<br />
presupuestario depende de la riqueza real ( Mi<br />
p2<br />
), mientras que la “posición” del conjunto<br />
). Consecuentemente, cambios en los<br />
precios relativos modifican la pendiente de la restricción presupuestaria, mientras que<br />
cambios en Mi desplazan dicha restricción.<br />
2.1.2. La oferta de trabajo<br />
Una de las decisiones que el consumidor debe adoptar al escoger un plan de consumo<br />
es cómo distribuir su tiempo disponible entre ocio y trabajo. Cuando la cantidad de<br />
tiempo disponible está limitada, el tiempo que no se destina al trabajo se destina al<br />
ocio, de modo que el consumo de ambas mercancías (demanda de ocio u oferta de<br />
trabajo) puede describirse mediante una sola variable.<br />
2 Pensemos que ésto es lo que ha ocurrido en aquellos países europeos que se han incorporado a la<br />
moneda única: tanto los precios como el valor de los activos han pasado a estar denominados en euros<br />
en lugar de en las tradicionales monedas nacionales.
16 - Microeconomía<br />
Gráfico 2.2: Trabajo y ocio<br />
Al representar los planes de consumo mediante vectores de R ℓ + es habitual dar a<br />
todas las mercancías el tratamiento de ‘bienes’. 3 Para ello hemos de dar una interpretación<br />
correcta a las mercancías que representan la oferta de trabajo de los consumidores.<br />
La idea básica a este respecto es que la oferta de trabajo no aparece de forma explícita<br />
en los planes de consumo. Lo que aparece es la demanda de ocio, de modo que la oferta<br />
de trabajo resulta ser la diferencia entre el tiempo disponible y el tiempo de ocio<br />
demandado.<br />
Para ilustrar este punto, supongamos que únicamente hay dos mercancías, trigo<br />
y ocio (o trigo y trabajo, si se prefiere) y que el consumidor dispone de una cantidad<br />
de tiempo Ti, que describe la máxima cantidad de horas que el consumidor i puede<br />
dedicar a trabajar (una cantidad que dependerá de aspectos tales como edad, salud,<br />
capacitación, etc.). Un plan de consumo vendrá dado así por un vector xi = (xi1,xi2)<br />
donde xi1 es la cantidad demandada de trigo y xi2 se interpreta como la cantidad<br />
demandada de tiempo de ocio. Con ello estamos indicando que cuando el consumidor<br />
elige este plan de consumo se propone trabajar una cantidad Ti−xi2 de horas. Si xi2 = 0<br />
estamos diciendo que el consumidor destina todo su tiempo disponible a trabajar,<br />
mientras que el caso xi2 = Ti corresponde a un plan de consumo en el que el consumidor<br />
dedica todo su tiempo disponible al ocio y no trabaja. Valores de xi2 mayores que Ti<br />
nos indican que el consumidor está demandando ‘una cantidad negativa de trabajo’,<br />
es decir, está demandando trabajo de otros (servicios domésticos o clases particulares,<br />
por ejemplo). El gráfico 2.2 describe esta situación 4 .<br />
3 Ello se convierte en una exigencia cuando suponemos, como haremos en la sección siguiente, que las<br />
preferencias son monótonas (es decir, que el consumidor está siempre dispuesto a consumir cantidades<br />
mayores de todos los bienes).<br />
4 Conviene advertir que estamos suponiendo implícitamente que solo existe un único tipo de trabajo.<br />
Cuando hay dos o más tipos de trabajo el conjunto de consumo incorpora una restricción que describe<br />
la relación de transformación entre los diferentes tipos de trabajo, dado el tiempo total disponible.<br />
Restricciones de esta clase implican que el conjunto de consumo es un subconjunto estricto de R ℓ +.
CONJUNTOS DE CONSUMO Y PREFERENCIAS - 17<br />
Gráfico 2.3: Restricción presupuestaria y oferta de trabajo<br />
Al describir los planes de consumo como vectores de Rℓ + el gasto del consumidor<br />
incluye el pago de las cantidades de ocio consumidas y la riqueza incluye los ingresos<br />
asociados a la capacidad de trabajo disponible. El ocio es así valorado según su coste<br />
de oportunidad (es decir, según el precio del trabajo).<br />
Para verlo consideremos el siguiente ejemplo con dos mercancías, trigo y ocio.<br />
Supongamos como antes que el consumidor puede trabajar a lo sumo una cantidad de<br />
Ti horas y sea p = (p1,p2) el vector de precios de mercado (donde p1 representa el<br />
precio del trigo y p2 el salario). Un plan de consumo xi = (xi1,xi2) ∈ R 2 + representa<br />
las cantidades xi1 de trigo y xi2 de ocio que el agente puede consumir. Si suponemos<br />
que el trabajo es la única fuente de riqueza de este consumidor, para hacer el ejemplo<br />
más sencillo, tendremos que Mi = p2Ti. Así pues Mi nos dice en este caso cuáles<br />
son los ingresos que el consumidor obtendría si dedicara todo su tiempo a trabajar. Su<br />
restricción presupuestaria vendrá dada por:<br />
βi(p,Mi) = {xi ∈ R 2 + / px i ≤ p2Ti}<br />
De aquí se deduce que p1xi1 + p2xi2 ≤ p2Ti, es decir, que p1xi1 ≤ p2(Ti − xi2),<br />
donde (Ti−xi2) es precisamente la cantidad de trabajo ofertada y p2(Ti−xi2) representa<br />
los ingresos derivados del trabajo. El gráfico 2.3 ilustra este ejemplo.<br />
2.2. Preferencias<br />
Una forma general de establecer un criterio de comparación entre alternativas consiste<br />
en la introducción de algún tipo de ordenación sobre los planes de consumo. Aludiremos<br />
a este criterio de comparación con el nombre genérico de preferencias. Para modelizar
18 - Microeconomía<br />
el criterio de valoración de las opciones de consumo del i-ésimo consumidor supondremos<br />
que éste tiene definida una relación de preferencias i sobre Rℓ + , donde i<br />
es una relación binaria que puede leerse como “ser al menos tan preferido como”. Es<br />
decir, dados dos elementos xi,x ′ i ∈ Rℓ +, la expresión xi i x ′ i significa que el i-ésimo<br />
consumidor estima que el plan de consumo xi es al menos tan preferido como (mejor<br />
o igual que) el plan de consumo x ′ i .<br />
Con respecto a esta relación de preferencias vamos a considerar una serie de<br />
propiedades (a veces denominados axiomas) que nos permitan una modelización operativa<br />
de los consumidores. Dividiremos estas propiedades en tres grupos diferentes. El<br />
primer grupo (completitud y transitividad) se refiere a propiedades de ordenación; su<br />
cumplimiento garantiza que la relación i es un preorden completo. El segundo grupo<br />
(continuidad y convexidad) introduce una estructura analítica precisa. Finalmente,<br />
discutiremos diversas formulaciones de la idea de no-saciabilidad. Es importante darse<br />
cuenta que las propiedades de orden son independientes de las hipótesis establecidas<br />
sobre el conjunto de consumo (en particular no dependen de tomar Rℓ + como espacio<br />
de referencia), mientras que las propiedades analíticas no lo son. 5<br />
2.2.1. Propiedades de orden<br />
Comencemos presentando las dos propiedades básicas de ordenación, que son aplicables<br />
a un conjunto de elección cualquiera: completitud y transitividad. Estas propiedades<br />
reflejan la idea de un agente que es capaz de valorar de forma coherente cualquier par<br />
de alternativas. Formalmente:<br />
completitud Para todo xi,x ′ i ∈ Rℓ + , se verifica xi i x ′ i , o bien x′ i i xi.<br />
Transitividad Para todo xi,x ′ i ,x′′<br />
i ∈ Rℓ +,<br />
[xi i x ′ i ∧ x ′ i i x ′′<br />
i ] ⇒ xi i x ′′<br />
i<br />
La completitud establece que la relación de preferencias es aplicable a cualquier<br />
par de alternativas del conjunto de consumo. Es decir, descarta la posibilidad de que<br />
existan opciones incomparables (no existen pares de alternativas frente a los cuales<br />
el sujeto es incapaz de establecer la relación i). Obsérvese que esta propiedad, tal y<br />
como está formulada, implica que la relación i es reflexiva (dado que podríamos tomar<br />
x ′ i = xi).<br />
La propiedad de transitividad postula la coherencia en el comportamiento del<br />
agente y garantiza la ordenación sistemática de las alternativas. Cuando no se cumple<br />
se pierde la lógica del criterio de ordenación y aparecen “ciclos” de preferencia que<br />
pueden hacer imposible tomar decisiones en algún subconjunto de Rℓ + . Si tomamos, a<br />
modo de ejemplo, el subconjunto {xi,x ′ i ,x′′ i } y resulta que xi es mejor o igual que x ′ i ,<br />
x ′ i mejor o igual que x′′ i , y x′′ i mejor o igual que xi, nunca sabríamos con qué opción<br />
quedarnos. No obstante hay contextos en los que resulta plausible que no se cumpla esta<br />
propiedad, como ocurre cuando las opciones son imperfectamente distinguibles, o cuando<br />
admitimos que el consumidor no es un agente individual sino que está constituido<br />
por una familia que decide por un sistema de mayoría (véase el problema 2.7).<br />
5 En realidad esta modelización es válida siempre que el conjunto de consumo sea un subconjunto<br />
cerrado, convexo y acotado inferiormente de R ℓ .
CONJUNTOS DE CONSUMO Y PREFERENCIAS - 19<br />
Cuando la relación i cumple estas dos propiedades constituye un preorden completo,<br />
que se denomina preorden de preferencias del i-ésimo consumidor. Dicho<br />
preorden refleja la valoración del sujeto de las distintas opciones de consumo posibles.<br />
Lo importante para la teoría es que las preferencias del sujeto puedan establecerse como<br />
un preorden, sin entrar en el análisis de los motivos que le llevan a valorar las cosas de<br />
una determinada forma.<br />
A partir de la relación i podemos definir una nueva relación sobre los elementos<br />
del conjunto de consumo. Se trata de la relación de indiferencia , que representamos<br />
por el símbolo ∼i, y que se define como sigue: Dados xi,x ′ i ∈ Rℓ +,<br />
xi ∼i x ′ i ⇐⇒ [xi i x ′ i ∧ x ′ i i xi]<br />
que se lee como xi es indiferente a x ′ i , indicando que las opciones xi y x ′ i son igualmente<br />
valoradas por el sujeto 6 Puede comprobarse fácilmente que, cuando i es completa y<br />
transitiva, la relación de indiferencia es reflexiva, simétrica (es decir, xi ∼i x ′ i implica<br />
que x ′ i ∼i xi), y transitiva; es decir, constituye una relación de equivalencia. Las clases<br />
de equivalencia de Rℓ + por la relación de indiferencia las designaremos como Ii(x ′ i ) ⊂<br />
, donde<br />
R ℓ +<br />
Ii(x ′ i) = {xi ∈ R ℓ + / xi ∼i x ′ i}<br />
Los conjuntos Ii(x ′<br />
i ) se conocen como clases de indiferencia. Una clase de indiferencia<br />
contiene todas las opciones que resultan igualmente apreciadas (indiferentes)<br />
a una dada x ′ i por el i-ésimo consumidor. Por ser una relación de equivalencia, las clases<br />
de indiferencia constituyen una partición del conjunto de elección, de modo que se<br />
verifica (véase problema 2.6):<br />
(a) Ii(x ′ i ) = ∅ ∀ x′ i ∈ Rℓ +.<br />
(b) <br />
x ′<br />
i∈Rℓ Ii(x<br />
+<br />
′ i ) = Rℓ +.<br />
(c) Sean x ′ i ,x′′ i ∈ Rℓ + dos planes de consumo que no son indiferentes. Entonces,<br />
Ii(x ′ i ) Ii(x ′′<br />
i ) = ∅.<br />
Cuando la capacidad de discriminación del consumidor no es absoluta, la transitividad<br />
de la indiferencia tiene implicaciones difícilmente aceptables. Un ejemplo tradicional<br />
es el siguiente: Supongamos que le pedimos a un individuo amante del café que<br />
escoja entre dos tazas de café con azúcar. La única diferencia entre ambas es que una<br />
tiene medio milígramo más de azúcar que la otra. Cabe esperar que el individuo sea<br />
incapaz de distinguir entre ambas tazas de café y se declare indiferente. Si repetimos la<br />
prueba, variando de medio en medio milígramo de azúcar resultará, por la transitividad<br />
de la indiferencia, que le da lo mismo el café sin azúcar que con 20 cucharadas.<br />
A partir de las relaciones i y ∼i podemos a su vez definir una nueva, la relación<br />
de preferencia estricta, que simbolizaremos por ≻i, que se define como sigue: Dados<br />
xi,x ′<br />
i ∈ Rℓ + ,<br />
xi ≻i x ′<br />
i ⇐⇒ [xi i x ′<br />
i ∧ (xi ≁i x ′<br />
i)]<br />
(donde (xi ≁i x ′<br />
i ) indica que xi no es indiferente a x ′ i ). Diremos en este caso que xi es<br />
preferido a x ′ i , o también que xi es estrictamente mejor que x ′ i .<br />
6 Adviértase que los conceptos de “indiferente” e “incomparable” son distintos en términos lógicos.<br />
En efecto, el primero nos dice que xi i x ′ i y que también x ′ i i xi, mientras que el segundo nos dice<br />
que ni xi es mejor o igual que x ′ i, ni lo contrario..
20 - Microeconomía<br />
La relación ≻i no es reflexiva ni simétrica. Es transitiva y verifica las propiedades<br />
de asimetría (xi ≻i x ′ i implica que x′ i ⊁i xi) y de irreflexividad (xi ⊁i xi). Si aplicamos<br />
la relación ≻i al conjunto cociente (R ℓ +/ ∼i) obtendremos una ordenación en sentido<br />
estricto y completa de las clases de indiferencia. 7<br />
2.2.2. Propiedades analíticas<br />
Discutiremos a continuación las propiedades de continuidad y convexidad. Estas dos<br />
propiedades juegan un papel fundamental en la formulación matemática del problema<br />
de decisión del consumidor. Pero no se justifican únicamente por su utilidad formal;<br />
también expresan dos ideas muy intuitivas acerca del modo en que los individuos valoran<br />
sus opciones de consumo.<br />
La propiedad de continuidad traduce la idea de que pequeños cambios en las<br />
cantidades consumidas suponen pequeños cambios en nuestra satisfacción. Así, planes<br />
de consumo muy parecidos serán valorados de forma similar.<br />
La propiedad de convexidad está relacionada con un viejo principio de la psicología<br />
experimental que establece que la repetición continuada de un estímulo disminuye<br />
la intensidad de la respuesta. Por tanto la satisfacción de un individuo tiende a aumentar<br />
con la variedad de los estímulos.<br />
Veamos cómo se formalizan estas ideas.<br />
Continuidad Para todo x o i ∈ Rℓ +, los conjuntos<br />
son abiertos en R ℓ + .<br />
Mi(x o i ) ≡ {xi ∈ R ℓ + / xi ≻i x o i }<br />
Pi(x o i ) ≡ {xi ∈ R ℓ + / xo i ≻i xi}<br />
El conjunto Mi(xo i ) describe las opciones de consumo que resultan mejores que<br />
xo i ; análogamente, Pi(xo i ) es el conjunto de planes de consumo que son peores que xoi .<br />
Por tanto, la idea intuitiva de continuidad de las preferencias puede expresarse como<br />
sigue: Sean xi,x ′ i ∈ Rℓ + , tales que xi ≻i x ′ i ; entonces puntos que se encuentren “muy<br />
. Más formalmente, la continuidad de las<br />
cerca” de xi también resultarán preferidos a x ′ i<br />
preferencias significa que dados dos planes de consumo xi,x ′ i ∈ Rℓ + tales que xi ≻i x ′ i ,<br />
podemos encontrar una bola de centro xi y radio ε > 0, que denotamos por B(xi,ε), y<br />
una bola de centro x ′ i y radio δ > 0, que denotamos por B(x′ i ,δ), tales que para todo<br />
z en B(xi,ε) se verifica z ≻i x ′ i , y para todo s ∈ B(x′ i ,δ) se verifica xi ≻i s.<br />
Podemos definir también los conjuntos<br />
MIi(x o i) ≡ {xi ∈ R ℓ + / xi i x o i }<br />
PIi(x o i) ≡ {xi ∈ R ℓ + / x o i i xi}<br />
es decir, MIi(xo i ) es el conjunto de todas las opciones que resultan mejores o iguales<br />
que xo i , y PIi(xo i ) es el conjunto de las opciones peores o iguales que xoi . Nótese que,<br />
7 Recordemos que, dada una relación de equivalencia ∼ definida sobre un conjunto X, denominamos<br />
conjunto cociente, y lo denotamos por (X/ ∼), al conjunto cuyos elementos son las clases de equivalencia<br />
definidas en X por la relación ∼ .
CONJUNTOS DE CONSUMO Y PREFERENCIAS - 21<br />
Gráfico 2.4: Preferencias lexicográficas<br />
cuando i es una relación completa y continua, por complementariedad los conjuntos<br />
MIi(x o i ), PIi(x o i ) son cerrados en Rℓ +.<br />
Dejamos como ejercicio la comprobación de las propiedades de completitud, transitividad<br />
y continuidad implican que:<br />
a) MIi(x ◦ i ) PIi(x ◦ i ) = Ii(x ◦ i )<br />
b) MIi(x ◦ i ) PIi(x ◦ i ) = Rℓ +<br />
c) Las clases de indiferencia son conjuntos cerrados y conexos.<br />
El ejemplo característico de una relación de preferencias completa y transitiva<br />
pero que no verifica la propiedad de continuidad es el orden lexicográfico. Para el caso<br />
R 2 + , podemos definir este orden como sigue: dados x = (x1,x2), z = (z1,z2) ∈ R 2 + ,<br />
z ≻ x si<br />
(i) z1 > x1, o bien<br />
(ii) si z1 = x1, y además z2 > x2<br />
El gráfico 2.4 representa el conjunto Mi(x) asociado a estas preferencias, para<br />
un cierto x. Como puede apreciarse, Mi(x) no es abierto ni cerrado, de modo que el<br />
axioma de continuidad no se verifica.<br />
Desde un punto de vista más intuitivo podemos decir que la falta de continuidad<br />
del orden lexicográfico se traduce en que dos alternativas casi idénticas pueden estar<br />
muy lejos en la valoración del individuo. Como sucede en el diccionario con dos palabras<br />
casi idénticas cuya primera letra es distinta (por ejemplo, bendición y rendición).<br />
Observación:<br />
Las propiedades de completitud, transitividad y continuidad no son, en realidad, independientes.<br />
En el trabajo de Schmeidler (1971) se prueba que si una relación de preferencias<br />
es transitiva y continua, también es completa.
22 - Microeconomía<br />
Consideraremos ahora la condición de convexidad de las preferencias, que refleja<br />
la idea de “gusto por la variedad”: las combinaciones intermedias de planes de consumo<br />
alternativos resultan preferidas. Formalmente: 8<br />
Convexidad estricta Para todo xi,x ′ i ∈ Rℓ + , y para todo λ ∈ (0,1),<br />
xi i x ′ i =⇒ [λxi + (1 − λ)x ′ i] ≻i x ′ i<br />
La convexidad estricta indica que si el consumo xi es preferido o indiferente al<br />
x ′ i , entonces todo consumo intermedio (con ponderaciones positivas) resulta preferido<br />
a x ′ i . Un caso particular pero ilustrativo, tomando Rℓ + = R2 +, es el siguiente: sean<br />
xi = (0,xi2), x ′ i = (x′ i1 ,0) y supongamos que xi ∼i x ′ i . La convexidad estricta implica<br />
que el consumo promedio 1<br />
2x′ 1<br />
i1 , 2xi2 <br />
resulta preferido a cualquiera de los planes de<br />
consumo originales. Nótese que, como Rℓ + es un conjunto convexo, si xi,x ′ i son elementos<br />
de Rℓ + los planes consumos de la forma λxi + (1 − λ)x ′ i también están en Rℓ +.<br />
La convexidad estricta de las preferencias tiene tres implicaciones importantes:<br />
(i) Para todo x ′ i ∈ Rℓ + , los conjuntos Mi(x ′ i ) de opciones mejores que x′ i y<br />
MIi(x ′ i ) de opciones mejores o iguales que x′ i , son conjuntos convexos.<br />
(ii) Las curvas de indiferencia no pueden ser “gruesas” (dicho más formalmente,<br />
para todo x ′ i ∈ Rℓ + , intIi(x ′ i ) = ∅).<br />
(iii) Las curvas de indiferencia no pueden contener tramos lineales. Es decir, si<br />
xi,x ′′<br />
i ∈ Ii(x ′ i ), entonces ningún elemento de la forma λxi + (1 − λ)x ′′<br />
i , con λ ∈ (0,1),<br />
puede estar en Ii(x ′ i ). Ello implica que que una curva de indiferencia sólo puede ser<br />
tangente en un punto a la restricción presupuestaria.<br />
El gráfico 2.5 ilustra unas preferencias en las que se cumplen las propiedades (i)<br />
y (ii) pero no la (iii).<br />
2.2.3. La propiedad de monotonía<br />
El último requisito que introducimos se refiere a una idea intuitiva importante: en todo<br />
problema económico los bienes de los que efectivamente va a disponer el consumidor resultan<br />
escasos en relación a sus deseos y aspiraciones. Consecuentemente, el consumidor<br />
preferirá siempre elegir en un conjunto de oportunidades lo más grande posible. Esta<br />
idea puede precisarse de varias formas alternativas, con diversos grados de generalidad.<br />
Nosotros adopataremos aquí la versión más sencilla, que corresponde al concepto de<br />
“monotonía” dejando para una sección posterior y los problemas una discusión más<br />
fina sobre ideas similares.<br />
La noción de monotonía de las preferencias se refiere a un principio sencillo que<br />
puede resumirse como “cuanto más, mejor”. Formalmente:<br />
Monotonía Para todo xi,x ′ i ∈ Rℓ +, xi >> x ′ i implica xi ≻i xi.<br />
8 Adoptamos aquí la versión más exigente de convexidad. Dejamos para la sección de problemas la<br />
discusión de las implicaciones de versiones más generales de esta idea.
CONJUNTOS DE CONSUMO Y PREFERENCIAS - 23<br />
Gráfico 2.5: Preferencias no estrictamente convexas<br />
La monotonía nos dice que el consumidor mejora si aumentamos las cantidades<br />
consumidas de todas las mercancías. Ello no excluye la posibilidad de que el consumidor<br />
sea indiferente con respecto al consumo de alguna mercancía concreta. 9<br />
Desde un punto de vista geométrico la monotonía implica que las curvas de indiferencia<br />
no pueden “cerrarse sobre sí mismas”. O, dicho de otro modo, la curva de<br />
indiferencia que contiene a un cierto plan de consumo xi siempre estará por debajo<br />
del ángulo recto que genera dicho punto por encima del mismo. Por tanto, las curvas<br />
de indiferencia tendrán siempre pendiente negativa, serán “más abiertas que un ángulo<br />
recto y estarán orientadas hacia el exterior (es decir, cuanto más nos alejemos del origen<br />
en cualquier dirección prefijada encontraremos mejores clases de indiferencia).<br />
2.2.4. Preferencias “regulares” y relación de sustitución<br />
En lo que sigue supondremos sistemáticamente que las preferencias cumplen estas cinco<br />
propiedades que hemos descrito hasta ahora: completitud, transitividad, continuidad,<br />
convexidad estricta y monotonía. Diremos que las preferencias que cumplen estas cinco<br />
propiedades son “preferencias regulares”.<br />
Formalmente:<br />
Definición 2.1: Decimos que las preferencias i del i-ésimo consumidor son preferencias<br />
regulares si verifican las propiedades de completitud, transitividad, continuidad,<br />
convexidad estricta y monotonía.<br />
Las preferencias regulares describen un consumidor capaz de comparar sistemáticamente<br />
todos los planes de consumo, que muestra un gusto por la variedad y<br />
9 Discutimos en la sección de problemas otras definiciones alternativas de monotonía de las preferencias.
24 - Microeconomía<br />
prefiere siempre consumir más que menos. Las curvas de indiferencia asociadas a este<br />
tipo de preferencias son curvas continuas, con pendiente negativa y convexas desde el<br />
origen, que describen combinaciones mejores cuanto más alejadas están del origen de<br />
coordenadas (la opción xi = 0 es claramente la peor de todas).<br />
Estas características de las curvas de indiferencia (en particular la pendiente<br />
negativa) implican que, para mantenernos sobre una curva de indiferencia dada, el<br />
aumento de la cantidad consumida de un bien debe ser compensado con la reducción<br />
de la cantidad de algún otro. Para un par de bienes concreto esta relación describe<br />
cómo el individuo sustituye unidades de un bien por otro para mantener el mismo<br />
nivel de satisfacción. Suele hablarse de la “relación de sustitución” entre estos bienes.<br />
Adviértase que: (1) Esta relación describe la valoración subjetiva del individuo, por<br />
lo que será en general distinta entre los diferentes consumidores; (2) La relación de<br />
sustitución depende del punto en el que estemos considerando la variación (es decir,<br />
varía a lo largo de la curva de indiferencia); (3) Cuando las curvas de indiferencia son<br />
“suaves” (diferenciables), entonces se puede medir com la pendiente de la curva en<br />
cada punto; se habla entonces de relación marginal de sustitución. Para el caso de dos<br />
mercancías, j = 1,2, la relación marginal de sustitución para el consumidor i en el<br />
punto xi, es simplemente:<br />
RMS1,2 = dxi1<br />
(xi)<br />
dxi2<br />
donde representamos la mercancía 1 en ordenadas y la mercancía 2 en abcisas. El<br />
argumento es válido para cualquier número de bienes, tomando como referencia dos<br />
mercancías concretas j, k (lo que equivaldría a fijarnos en la proyección de la curva de<br />
indiferencia en el plano (j,k), que describe las combinaciones de mercancías j, k que<br />
proporcionan la misma satisfacción -fijado el nivel de consumo de las demás-).<br />
2.3. *Algunas implicaciones<br />
Terminamos este capítulo presentando algunas deducciones de las propiedades anteriores.<br />
Se trata de resultados de interés limitado pero que proporcionan un campo de<br />
entrenamiento en el que hacer operativas las propiedades estudiadas. Nos centraremos<br />
en particular en algunas variantes de la noción de monotonía.<br />
Una forma más general de plantear la noción de que el consumidor prefiere elegir<br />
en conjuntos lo más grandes posible, presenta en la propiedad de monotonía, es la<br />
idea de “no-saciabilidad”. Podemos expresar formalmente esta idea bajo alguna de las<br />
siguientes formas, que van de mayor a menor grado de generalidad:<br />
No-saciabilidad Una relación de preferencias i se dice no-saciable si para todo<br />
xi ∈ R ℓ +<br />
existe x′<br />
i ∈ Rℓ +<br />
tal que x′<br />
i ≻i xi.<br />
No-saciabilidad local Una relación de preferencias i se dice no-saciable lo-<br />
calmente si para todo xi ∈ R ℓ + y para cualquier número α > 0, existe algún x ′<br />
i en<br />
B(xi,α) R ℓ + tal que x ′<br />
i ≻i xi (donde B(xi,α) denota una bola de centro xi y radio<br />
α).<br />
El requisito de no-saciabilidad nos dice simplemente que dado cualquier plan de<br />
consumo, siempre podemos encontrar algún otro mejor. El de no-saciabilidad local es<br />
más preciso: nos dice que arbitrariamente cerca de cualquier plan de consumo existe<br />
siempre un plan de consumo preferido. Claramente la no-saciabilidad local implica<br />
la no-saciabilidad. Es fácil comprobar que ninguno de estos requisitos impide que el
CONJUNTOS DE CONSUMO Y PREFERENCIAS - 25<br />
consumidor pueda saciarse con respecto a algún bien concreto en R ℓ +; lo que no permite<br />
es que pueda saciarse con respecto a todos los bienes simultáneamente.<br />
Como se prueba en la siguiente proposición, cuando las preferencias son estrictamente<br />
convexas, la no-saciabilidad implica que las preferencias sean no-saciables localmente:<br />
Proposición 2.1: Sea i una relación de preferencias definida sobre R ℓ + . Si i verifica<br />
los requisitos de convexidad estricta y no-saciabilidad entonces cumple el axioma de nosaciabilidad<br />
local.<br />
Demostración<br />
Sea xi un punto arbitrario de R ℓ +. Queremos probar que para todo α > 0 existe algún<br />
x ′ i ∈ B(xi,α) ∩ R ℓ + tal que x ′ i ≻i xi.<br />
La no-saciabilidad nos permite asegurar que existirá un cierto xi ∈ R ℓ + tal que xi ≻i xi.<br />
De la convexidad estricta de las preferencias se deduce que todos los puntos del segmento<br />
que une xi con xi, excepto el xi, son mejores que xi. Es decir, λxi + (1 − λ)xi ≻i<br />
xi, para todo λ ∈ (0,1). La convexidad de R ℓ + asegura que este segmento intersecta<br />
necesariamente a todo conjunto de la forma B(xi,α) ∩ R ℓ +, con α > 0, lo que prueba el<br />
resultado. <br />
El siguiente resultado establece que si las preferencias son continuas y monótonas,<br />
entonces todas las mercancías son “bienes”, en el sentido de que aumentar el consumo<br />
de cualquiera de ellas sin disminuir las demás nunca empeora la situación. Formalmente:<br />
Proposición 2.2: Sea i una relación de preferencias transitiva, completa, continua<br />
y monótona, definida sobre R ℓ +. Entonces: xi > x ′ i =⇒ xi i x ′ i .<br />
Demostración<br />
Sea xi ∈ Rℓ + tal que xi >> xi. La monotonía de las preferencias implica que xi ≻i x ′ i<br />
puesto que xi > x ′ i . Sea {xν i } una sucesión monótona decreciente que nos lleva de xi a<br />
xi, con x ν i >> xi para todo ν. Por monotonía se cumple que x ν i ≻i x ′ i . En el límite, xi,<br />
el axioma de continuidad implica que xi x ′ i .<br />
Una consecuencia importante de este resultado es que, bajo los supuestos de continuidad<br />
y monotonía, los precios que determinan la restricción presupuestaria podemos<br />
tomarlos siempre como no-negativos (recordemos que los precios negativos correspondían<br />
al coste unitario de eliminación de mercancías indeseables). Puesto que no hay<br />
mercancías indeseables los precios negativos carecen de sentido.<br />
Un concepto muy directamente relacionado con la idea de monotonía es el de<br />
bien deseable. Para presentarlo comencemos definiendo e k ∈ R ℓ como aquel vector<br />
cuyos componentes son todos cero excepto el k-ésimo que es igual a la unidad. Es decir,<br />
e 1 = (1,0,...,0), e 2 = (0,1,0,...,0), ..., e ℓ = (0,...,0,1).<br />
Se dice que el bien k es deseable para el i-ésimo consumidor si, para todo xi ∈ R ℓ + y<br />
para todo número γ > 0, xi + γe k ≻i xi.<br />
En otros términos: un bien es deseable cuando el consumidor mejora al aumentar<br />
la cantidad consumida del mismo, sin disminuir las cantidades consumidas de los<br />
demás bienes. Es obvio que si todos los bienes son deseables entonces la relación de preferencias<br />
es monótona. Aunque el recíproco no es cierto en general, sí que lo es cuando<br />
combinamos la propiedad de monotonía con la convexidad estricta. Formalmente:
26 - Microeconomía<br />
Proposición 2.3: Sea i una relación de preferencias transitiva, completa y continua.<br />
Si i es estrictamente convexa y monótona, entonces todos los bienes son deseables.<br />
Demostración<br />
Sean xi,x ′ i ∈ Rℓ + tales que xi = x ′ i + γek , para algún γ > 0. Tenemos que probar<br />
que xi ≻i x ′ i . Observemos primero que, aplicando el resultado anterior (Proposición<br />
2.2) podemos concluir que x ′ i + γek i x ′ i . Por otro lado, la estricta convexidad de<br />
i asegura que, para todo λ ∈ (0,1) tendremos: λxi + (1 − λ)x ′ i ≻i x ′ i , es decir,<br />
λx ′ i + λγe k + (1 − λ)x ′ i = x′ i + λγek ≻i x ′ i<br />
Puesto que λ < 1, xi > x ′ i + λγek . Aplicando nuevamente la Proposición 2 concluimos<br />
que xi i x ′ i + λγek . Finalmente, por transitividad,<br />
xi i x ′ i + λγek ≻i x ′ i =⇒ xi ≻i x ′ i<br />
Hemos probado así que todos los bienes son deseables. <br />
2.4. Problemas<br />
Problema 2.1.- Supongamos que únicamente existen dos mercancías, trigo y<br />
ocio y que el conjunto de consumo es un subconjunto de R2 + (no necesariamente igual a<br />
R2 + ). Dibujar un conjunto de consumo en el que el consumidor necesita consumir unas<br />
mínimas cantidades de trigo para subsistir, cantidades que pueden variar con el trabajo<br />
desarrollado.<br />
Problema 2.2.- Consideremos un consumidor cuya riqueza está constituída<br />
únicamente por los ingresos derivados de su capacidad de trabajo. Hay dos mercancías,<br />
trigo y ocio, y el consumidor puede trabajar un máximo de 12 horas. Tomando R2 +<br />
como su conjunto de consumo, dibujar la restricción presupuestaria cuando el precio<br />
del trigo es p1 = 1, y el salario es p2 = 1, para las primeras 8 horas de trabajo, y<br />
p2 = 1,5 para las restantes (que podemos interpretar como “horas extra”).<br />
Problema 2.3.- Consideremos nuevamente el consumidor del ejemplo anterior,<br />
pero ahora el vector de precios es p = (1,1), con independencia del número de horas<br />
trabajadas. Existe además un impuesto progresivo sobre la renta definido como sigue:<br />
El consumidor debe pagar como impuestos un 20 % de sus ingresos brutos, si éstos son<br />
menores o iguales a 8 unidades; cuando sus ingresos brutos superen esta cifra debe<br />
pagar el 20 % de las primeras 8 unidades de renta, y el 30 % de las restantes.<br />
Problema 2.4.- Consideremos nuevamente el caso ℓ = 2, pero supongamos<br />
ahora que no hay trabajo (las dos mercancías son trigo y leche). Dibujar la restricción<br />
presupuestaria de un consumidor cuando su riqueza es Mi = 10 y los precios de las<br />
mercancías vienen dados por: p1 = 1; p2 = 2 si xi2 ∈ [0,3], p2 = 1,5 para xi2 > 3. ¿Es<br />
plausible una situación de este tipo?<br />
Problema 2.5.- Poner ejemplos de relaciones binarias que: (a) No sean reflexivas;<br />
(b) No sean completas; (c) No sean transitivas; (d) No sean simétricas ni antisimétricas.<br />
Problema 2.6.- Demostrar que una relación de equivalencia ∼ definida sobre<br />
un conjunto A genera una partición de A.
CONJUNTOS DE CONSUMO Y PREFERENCIAS - 27<br />
Problema 2.7.- Supongamos que las preferencias de un colectivo (una familia,<br />
una asociación, etc.) se establecen en base a principios democráticos, es decir, la opción<br />
x se considera mejor que la x ′ si la mayoría de los miembros prefiere x a x ′ . Probar<br />
mediante un ejemplo que si el conjunto de elección tiene más de dos opciones y el<br />
colectivo más de dos miembros, las preferencias colectivas no verifican el axioma de<br />
transitividad.<br />
*Problema 2.8.- Se dice que una relación de preferencias es casi-transitiva,<br />
si la relación de preferencia estricta ≻ es transitiva. Probar que una relación de preferencias<br />
casi-transitiva que verifica los axiomas de completitud, continuidad y convexidad<br />
estricta es transitiva.<br />
**Problema 2.9.- Una relación de preferencias , definida sobre un conjunto<br />
de alternativas X, se dice acíclica si, para todo subconjunto finito de elementos<br />
x 1 ,x 2 ,...,x k ∈ X, se verifica que si x 1 ≻ x 2 ≻ ... ≻ x k entonces x 1 x k . Probar<br />
que si X es un conjunto finito y una relación completa, entonces las dos condiciones<br />
siguientes son equivalentes: (i) Todo subconjunto no vacío de X posee un elemento<br />
maximal; (ii) La relación es acíclica.<br />
Problema 2.10.- Una relación de preferencias i se dice débilmente convexa<br />
si para todo xi, x ′ i ∈ Rℓ + y para todo λ ∈ [0,1] se cumple que: xi i x ′ i =⇒ λxi + (1 −<br />
λ)x ′ i i x ′ i . Comprobar:<br />
(i) Una relación de preferencias completa y transitiva es débilmente convexa si y<br />
sólo si, para todo x ′ i ∈ Rℓ + , los conjuntos MIi(x ′ i ) son convexos.<br />
(ii) Puede suceder que i sea débilmente convexa y que intIi(x ′ i ) = ∅.<br />
Problema 2.11.- Una relación de preferencias i se dice convexa si para todo<br />
xi, x ′ i ∈ Rℓ + y para todo λ ∈ (0,1) se cumple que: xi ≻i x ′ i =⇒ λxi + (1 − λ)x ′ i ≻i<br />
x ′ i . Comprobar que si una relación de preferencias es convexa y no saciable, entonces<br />
intIi(x ′ i ) = ∅, para todo x′ i ∈ Rℓ + .<br />
*Problema 2.12.- Sea i una relación de preferencias completa, transitiva y continua.<br />
Probar que, bajo estas condiciones, los requisitos de convexidad y no-saciabilidad<br />
se cumplen si y sólo si se verifican los de convexidad débil y no-saciabilidad local.<br />
Problema 2.13.- Se dice que una relación de preferencias es débilmente monótona<br />
si xi > x ′ i implica xi i x ′ i . Probar que una relación de preferencias i completa,<br />
transitiva y continua es débilmente monótona y localmente no-saciable si y sólo si es<br />
monótona.<br />
Problema 2.14.- Consideremos un consumidor que posee una relación de preferencias<br />
tal que xi ∼i x ′ i para todo xi,x ′ i ∈ Rℓ + tales que xik = x ′ ik , para k = 1,2,...,t < ℓ<br />
(es decir, el consumidor no ve afectado su bienestar por el consumo de los bienes<br />
t + 1,t + 2,...,ℓ). ¿Cuántas de las propiedades que definen las preferencias regulares<br />
incumple esta relación de preferencias?<br />
Problema 2.15.- Probar que si i es una relación de preferencias transitiva,<br />
completa y continua, entoces para todo x o i ∈ Rℓ + se verifica:<br />
a) MIi(x o i ) PIi(x o i ) = Ii(x o i )<br />
b) MIi(x o i ) PIi(x o i ) = Rℓ +<br />
*c) Ii(xo i ) es un conjunto cerrado y conexo.
28 - Microeconomía<br />
LECTURAS COMPLEMENTARIAS<br />
Debreu (1959, Capít. 4) y Arrow & Hahn (1971, Capít. 4) son las referencias básicas<br />
para la discusión desarrollada en este capítulo, donde el criterio de elección del consumidor<br />
ha sido modelado en términos de un preorden de preferencias. Mas-Colell,<br />
Whinston & Green (1995, Capíts. 1 y 2) analizan de forma asequible algunos temas<br />
complementarios (funciones de elección, preferencia revelada). El capítulo 1 del libro<br />
de Deaton y Muellbauer (1983) contiene una interesante discusión de las implicaciones<br />
de la restricción presupuestaria competitiva.