Curso arritmias - G. Zuelgaray: Taquicardias Supraventriculares
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Para la prevención de las recurrencias el tratamiento actualmente recomendado es la ablación de la vía<br />
lenta mediante radiofrecuencia, con un éxito que supera el 95% y un índice de complicaciones<br />
notablemente bajo.<br />
Específicamente, la complicación más temida es el bloqueo A-V completo, que ocurre entre el 0,5 y el<br />
3% de los casos, según diferentes autores. En nuestra casuística lo hemos observado en dos pacientes que<br />
requirieron marcapasos definitivo sobre un total de 386 reentradas nodales. En otros dos casos<br />
observamos bloqueo A-V transitorio que retrogradó por completo en menos de 5 minutos con total<br />
normalización de la conducción tanto en situación basal como durante estimulación auricular con<br />
frecuencias crecientes; en ambas pacientes el seguimiento alejado mostró conducción 1 a 1.<br />
Es frecuente observar taquicardia sinusal de 100-120 latidos por minuto en los 3 a 6 meses posteriores a<br />
la ablación de la vía lenta. Esto se atribuye a una denervación vagal causada por la radiofrecuencia, con<br />
lesión del panículo adiposo subepicárdico ubicado en las adyacencias de la cruz del corazón que contiene<br />
fibras vagales que se dirigen al nódulo sinusal. Este trastorno puede causar molestias en ciertos casos, lo<br />
que llega a hacer necesaria la administración de beta-bloqueantes durante algunos meses.<br />
Cuando la ablación no es el tratamiento elegido (o en el lapso que media hasta su realización) preferimos<br />
el diltiazem por vía oral, con un éxito del 60% para la prevención de las recurrencias. Aunque se ha<br />
establecido la dosis del fármaco en 3 a 5 mg/kg de peso, los resultados se obtienen con dosis menores.<br />
Es discutible la conveniencia de proceder a la ablación por radiofrecuencia luego de un único episodio de<br />
taquicardia. No hay en este sentido una recomendación universal para todos los pacientes y la decisión<br />
depende de la repercusión hemodinámica de la arritmia, la posibilidad de un embarazo en un futuro<br />
cercano, y la preferencia del paciente, entre otros aspectos.<br />
Reentrada A-V por vías accesorias<br />
Junto con la reentrada nodal, constituye la taquicardia supraventricular más frecuente.<br />
Típicamente, se observa por primera vez a menor edad que la reentrada nodal, con preferencia en varones<br />
(doble prevalencia con respecto a las mujeres).<br />
Aunque existen diferentes posibilidades para la ocurrencia de taquicardias supraventriculares relacionadas<br />
con vías accesorias, en el presente módulo sólo consideraremos la reentrada ortodrómica. Las demás<br />
serán consideradas en el apartado referente a "Síndromes de preexcitación".<br />
La reentrada ortodrómica se caracteriza por la propagación del impulso por el eje nódulo A-V/His en el<br />
sentido anterógrado y a través de la vía accesoria en el retrógrado. Debe aclararse que pueden participar<br />
dos o más vías anómalas, en forma sucesiva o, muy raramente, de manera simultánea.<br />
Esta reentrada se puede presentar tanto en individuos con preexcitación manifiesta (permanente o<br />
intermitente) como en ausencia de onda delta en el electrocardiograma (vías accesorias "ocultas").<br />
Debido a que la conducción desde las aurículas a los ventrí- culos tiene lugar por el eje nódulo A-V/His,<br />
el QRS durante la taquicardia es angosto (a menos que haya bloqueos de rama preexistentes o<br />
dependientes de la frecuencia).<br />
Característicamente, el intervalo RP es menor que el PR aunque, a diferencia de la reentrada nodal, la<br />
onda P es más claramente discernible en el electrocardiograma ya que el RP mide 80 o más milisegundos.<br />
Esto obedece a una mayor demora desde el inicio de la activación ventricular hasta que el impulso llega<br />
hasta la base de los ventrículos para recién ser conducido hacia las aurículas a través de la vía accesoria.<br />
Es imposible que haya reentrada ortodrómica en presencia de bloqueo A-V de segundo grado o mayor,<br />
debido a que es imprescindible la participación de los ventrículos en el circuito de la arritmia.