Núm. 25 - Marzo-Abril 1957 - Fábrica Nacional de Moneda y Timbre
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J A I M E L L U I S 'J' N A V A S - B R U S I<br />
1,as figuras <strong>de</strong>masiado pequeñas, como los jinetes, no se prestan a consi<strong>de</strong>-<br />
raciones antropológicas, pues sus características estaban <strong>de</strong>masiado condiciona-<br />
das por las posibilida<strong>de</strong>s técnicas <strong>de</strong> incidir. Pero las cabezas <strong>de</strong> los anversos, en<br />
las series <strong>de</strong>l jinete, se prestan a más consi<strong>de</strong>raciones. Tres elementos han mati-<br />
zado estas monedas. h veces, las <strong>de</strong>ficiencias <strong>de</strong>l incisor, evi<strong>de</strong>ntes, por ejemplo,<br />
en las monedas <strong>de</strong> Barcunes, que reproducimos; otras, el mo<strong>de</strong>lo primitivo; en<br />
último termino, cánones estéticos, en gran medida estrapeninsulares; finalmente,<br />
la intliiencia <strong>de</strong> la realidad cotidiana, y, por tanto, el factor antropológico. Cuando<br />
éste predomina en las peninsulares, se pue<strong>de</strong> apreciar el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la dolicocc-<br />
falia, a veces en forma acusadísima, si bien los otros dos factores pue<strong>de</strong>n hacer a<br />
Yeces que ésta no resulte tan notoria. Pero el estado artístico <strong>de</strong> las monedas per-<br />
mite filiar bastante bien estas diversida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> origen y su naturaleza.<br />
Según Pons (11, los focenses no pensaron, antropológicamente, ni en Ampurias,<br />
lo cual coinci<strong>de</strong> con el carácter histórico <strong>de</strong> su colonización, y explica que a medida<br />
<strong>de</strong> que la moneda se autoctoniza, los rasgos físicos monetarios tiendan a coincidir<br />
con los <strong>de</strong> los pueblos mediterráneos.<br />
h pesar <strong>de</strong>l origen extrapeninsular, en la moneda se infiltran características<br />
<strong>de</strong> las formas <strong>de</strong> cultura propias <strong>de</strong> nuestro país. Hemos visto cómo el culto <strong>de</strong><br />
la Luna parece <strong>de</strong> origen camita. Es frecuente que la Luna, en forma creciente,<br />
aparezca en divisores junto al caballo. Otras veces ocupa incluso todo el área<br />
<strong>de</strong> la moneda, cual un divisor Saitabiense, que publicamos gracias a la amabilidad<br />
<strong>de</strong>l señor Villoldo, a cuya colección pertenece. Esto nos ilustra también sobre la<br />
posible extensión <strong>de</strong> dichos cultos, sea por serle originarios al lugar en cuya mo-<br />
neda figura la Luna, sea fruto <strong>de</strong> una difusión <strong>de</strong>l tema. Sin embargo, cabe que en<br />
algún caso sea una mera imitación estilista <strong>de</strong> otras monedas, sin acompaiiamiento<br />
<strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ra existencia <strong>de</strong> cultos. Pero no parece probable, habida cuenta <strong>de</strong><br />
lo que sabemos sobre el arraigo <strong>de</strong> dicho culto.<br />
En cambio, la moneda no expresa ten<strong>de</strong>ncias matriarcales. Sus símbolos <strong>de</strong><br />
po<strong>de</strong>r son viriles (guerreros, cabezas masculinas). Parece que entre los camitas<br />
se di6 el matriarcado, y que también existió ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Irlanda hasta el Cáucaso,<br />
pasando por España, quizá <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el neolítico. En esto se ha querido ver una prueba<br />
<strong>de</strong> relaciones precélticas entre Iberia e 1-Iibernia, sentando incluso un parale-<br />
lismo <strong>de</strong> nombres dudoso, y posiblemente mera coinci<strong>de</strong>ncia fonética. De todas<br />
maneras, el folklore catalán, valenciano y pirenaico (2) ofrece algunos paraIelis-<br />
(1) J. PONS: Restos humanos <strong>de</strong> la colonia focense <strong>de</strong> Ampurias (Gerona), Zaragoza, 1951, phg. 6 y sig.<br />
(2) Véase CARO: Ob. cit., piig. 101-102, 439, 455 y 472-473.