Núm. 25 - Marzo-Abril 1957 - Fábrica Nacional de Moneda y Timbre
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J A I M E L L U I S Y N A V A S - B R U S I<br />
cesariamente <strong>de</strong>nominaciones, con lo que sólo crearía confusionismo y hasta rebasaría<br />
su capacidad <strong>de</strong> invención toponimica. La misma naturaleza <strong>de</strong> esta actitud<br />
explica las limitaciones al respeto <strong>de</strong> las viejas <strong>de</strong>nominaciones y, por tanto,<br />
la introducción <strong>de</strong> algunas noveda<strong>de</strong>s. De ahí la cautela necesaria para diferenciar<br />
los nombres celtas <strong>de</strong> los meramente celtizados.<br />
Sabemos cómo se efectuaron en Irlanda las fusiones entre celtas y preceltas<br />
(1) y ayuda a suponer lo acaecido en otras zonas celtas, sin perjuicio <strong>de</strong> las<br />
posibles variantes propias <strong>de</strong> cada lugar. En España, los contactos entre dominados<br />
y dominadores (como en la Edad Rfedia con los germanos) abocarían en una<br />
fusibn, étnica y ciiltural. En el plano antropológico, las leyes <strong>de</strong> la Naturaleza<br />
darian el predominio al elemento más numeroso. En lo cultural, hay una selección<br />
mental y las soluciones podían ser más variadas. Así se explica que los celtas<br />
peninsulares, poco celtas antropológicamente, hayan aparecido como más numerosos<br />
<strong>de</strong> lo que racialmente eran por una expansión cultural, qae llegaría a influir<br />
sobre los iberos (dibrcsh). »e ahí también las posibles faltas <strong>de</strong> coinci<strong>de</strong>ncia entre<br />
arqueologia antropología. I'cro existiría un niinimo <strong>de</strong> área común cultural, o,<br />
al menos, mercantil, incluso entre zonas iberas y celtas, como parece <strong>de</strong>mostrar el<br />
área monetaria <strong>de</strong>l jinete.<br />
Polihio, aiitor tardío, fija iin área celta inferior a la <strong>de</strong> los geógrafos más antiguos.<br />
Con toda la cautela con que hay que tomar a estos tratadistas, parece confirmar<br />
el proceso <strong>de</strong> retroceso celta. Pero, al mismo tiempo, pudieron subsistir<br />
e interrelacionarse elementos <strong>de</strong> cultura. La misma extensión <strong>de</strong>l culto a la Luna,<br />
al parecer <strong>de</strong> origen camita (2). y tan frecuentemente manifestado en la numismática<br />
ibera, induce a pensar en este sentido, y precisamente los cultos religiosos,<br />
por el área <strong>de</strong> intereses a que afectan, suelen ser elementos culturales muy arraigados.<br />
Schultcn atribuyó el retroceso celta en la Península al avance galo en<br />
Francia, que empujaría a los iberos <strong>de</strong>l Midi, y al refugiarse al sur <strong>de</strong>l Pirineo,<br />
<strong>de</strong>sarrollarian su área peninsular. Es una hipótesis verosímil en varios casos, pero<br />
cuyo alcance es dificil fijar. La falta <strong>de</strong> hermandad cntre los iberos y las diflculta<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> tal movimiento hacia el Sur, hacen dudoso hasta qué punto se efectuó<br />
un movimiento así por i<strong>de</strong>ntidad étnica, aunque en algún caso quizá sucediera.<br />
,También pudieron pesar reacciones contra aristocracias celtas, que no podían<br />
mantenerse in<strong>de</strong>finidamente en condición <strong>de</strong> minoría gobernante. Junto a la<br />
reacción